Nueva historia como pueden ver... la inspiración no falta y espero que nunca lo haga!
Gracias especiales a Natalia, Susy, Anatripotter y a Mar que me ayudaron muchísimo! Dándome su opinión y apoyo siempre, gracias chicas.
Espero que les guste, en este momento estoy con mi sobrino que me apura para que le pase el computador, así que él es el culpable que no haga una dedicatoria más extensa!
Los dejo leer! :)
Capítulo 1: Si eso no es amor, ¿Qué es?
― ¿Estás segura? No me parece convincente, querida.
― Es una gran idea y una solución a esas absurdas discusiones. Sé que ambos se necesitan y se quieren tanto...
― Esos dos están ocupados en otros asuntos, más precisamente en odiarse ― Repuso la mujer cansina.
― ¡Es porque no se conocen Molly! ― Aclaró entusiasta su interlocutora ― Pero cuando lo hagan se maravillarán el uno por el otro ¡Se adorarán!
― Cariño, Molly tiene razón, si eso ha de pasar debe fluir...
― ¡Por eso mismo James, nosotros simplemente le daremos un empujoncito! ― Chilló ella feliz e ilusionada ― ¿Acaso no quieres ver a tu hijo feliz?
― ¡Por supuesto que sí! Pero eso es algo que Harry debe decidir ― La mujer chistó impaciente y miró al otro hombre.
― Arthur, ¿No crees que lo que planteo es la solución perfecta? ― Replicó ella desesperada buscando la ayuda en el hombre. Él miró a su mujer y luego volvió a mirar a la otra pelirroja.
― Pienso que esa decisión la deberían tomar ellos, Lily.
― Pero...
― Querida, yo también sería la mujer más feliz del mundo si Harry y Ginny se vieran enfrascados en una relación...
―... Y se casaran y tuvieran una docena de niños pelirrojos ― Agregó Lily infantilmente. James sonrió y miró con ternura a su mujer. Molly blanqueó los ojos ante el adorable puchero que su amiga y comadre hizo.
― ¡Está bien! ― Sentenció Molly y Lily la observó con la boca abierta.
― ¿Qué quieres decir caramelito? ― preguntó Arthur.
― Ayudaré a Lily ― Aclaró la regordeta mujer y la otra pelirroja dio una saltito de triunfo ― Pero haremos las cosas de otra manera ― Lily dejó de saltar y miró fijamente a Molly.
― ¿Otra manera? ― Replicó. James y Arthur bufaron.
― Obligando a los chicos no conseguirás absolutamente nada, querida. Cada vez que los juntas "casualmente" ― Enfatizó y Lily entornó la mirada ― Harry y Ginny se fastidian y continúan con sus riñas infantiles...
― No, pero...
― Cariño, eres muy evidente con respecto al tema ― Evidenció James bajo la mirada acusadora de su mujer.
― ¡No hago tal cosa!
― ¡Le espantas todas las novias al pobre Harry! ― Le recordó Arthur.
― ¿Pobre Harry? Ese mocoso no tiene nada de pobre. Desde que salió de Hogwarts se dedica como único objetivo a meterse en la cama de cuanta mujer cruce su camino, un día de éstos se la cortaré con una lentitud que...
― ¡Ya Lily! ― Rezongó James nervioso sintiendo dolor al imaginar la escena en la cual torturaban despiadadamente a su único hijo. Efectivamente era "Pobre Harry"
― Con respecto a Ginny...
― ¿Con respecto a Ginny qué? De esa inocente niña no puedes decir nada ¡Nada! ― Espetó Lily.
― Lily... ― Comenzaba Arthur, pero fue interrumpido por la mujer.
― ¿Qué? ¿Acaso soy la única que piensa que Harry y Ginny hacen una pareja perfecta, dinámica, atrevida, asombrosa y un montón de cosas más? ― Preguntó ella casi sin respirar ― El único detalle, pequeño detalle, es que ellos no lo han notado aún.
― ¿No crees que ellos deben comprender que son el uno para el otro? ― Intervino James.
― Claro que no ― Esta vez para sorpresa de los hombres y regocijo de Lily, Molly habló ― Si esperamos que esos dos se decidan Harry dejará embarazada a cualquier mujer y Ginny acabará encerrada en un convento...
― ¿Convento? ― Inquirió Arthur.
― Por merlín Arthur, tu hija jamás nos ha presentado un novio, dudo que alguna vez lo tuviera...
― Pues eso me enorgullece ― Insistió Arthur.
― ¡Tiene veintitrés años! ― Exclamó Lily.
― Siempre ha estado enfocada en su carrera y jamás la he visto sonreír por algo que no implique alguna poción o...
― ¡Cuando tiene esos arrebatos con Harry y gana la pulseada!
― ¡Exacto!
― ¡Al fin una cabeza pensante! ― Suspiró Lily.
― Si lo ponen de esa forma, ¿No creen que nuestro chico pueda pervertir a Ginny? ― Preguntó James temeroso.
― ¿Quién es el valiente que se enfrasca en tal misión suicida? ― Preguntaba un hombre alto mirando a su familia reunida en la cocina de la Madriguera. Vestía un pulcro traje azul marino y una camisa de varios tonos más claros que el traje. No usaba corbata y su cabello estaba más despeinado que lo normal. Los ojos esmeralda de Harry Potter brillaban tras sus gafas redondas.
― Pues te espantarías si te dijera cuántos chicos quisieran pervertir a mi niña ― Sostuvo Lily mientras Harry besaba la frente de Molly a modo de saludo.
― No quisiera escuchar ese tipo de información, Lily Potter ― Intervino Arthur haciendo reír a todos.
― Lo que Lily quiere decir es que pronto tendremos en ésta casa al nuevo novio de Ginny ― Sonrió Molly dando unas palmadas amistosas en el pecho de Harry.
― ¿No me digan que la cosa encontró un príncipe azul que la besara para dejar de ser un sapito?
― ¡Respeta a Ginny, Harry! ― Lo reprendió James mirando con seriedad a su hijo, éste se encogió de hombros mientras bebía jugo de piña.
― Arthur, Molly, sepan disculpar a la bestia de mi hijo...
― ¿Otra vez Lily? ¿Qué se supone que hizo la bestia inoperante de tu hijo ahora?
― ¡Ginny! ― Exclamaron las dos pelirrojas restantes de la sala, pero en distintos tonos. Molly por ejemplo usó uno imperativo, en cambio el de Lily fue de adoración absoluta, se acercó hasta la joven para estrecharla entre sus brazos ― ¿Cómo estás cielo?
― Al parecer debo entender de una vez que cuando aparezca en escena esta cosa ― Señaló a Ginny ― mi propia madre se olvidará de la existencia de su único hijo ― Ironizó Harry.
― ¡Deja de llamarme cosa!
― ¡Deja de llamarla cosa! ― Exclamaron al unísono Ginny y Lily respectivamente. Arthur y James resoplaron y Molly miraba detenidamente a Harry.
― ¿Cómo te fue hoy cariño? ― Inquirió Arthur mirando con una sonrisa tierna a su hija ― ¿Muchos pacientes?
― Lo habitual padre, aunque el último estuvo particularmente inquieto.
― ¿Un niño, princesa? ― Inquirió James. Harry bufó disconforme, cada vez que esa lechuza arpía aparecía él quedaba en el completo olvido.
― No James, de hecho fue Sirius. Creo que mencionó una misión secreta, ¿no? ― Miró a James escrutando el rostro del hombre, mientras él asentía sonriendo.
― ¿Eh? ― Replicó Harry ― ¿Cómo es posible que Sirius hable de misiones secretas contigo?
― Contigo no estoy hablando ctm...
― ¿Qué?
― ¡Ah! claro, no sabes. Pues la sigla C.T.M es la abreviación de Con...
― ¡Sé lo que significa la condenada sigla!
― Yo no sé qué significa ― Intervino Lily.
― No es algo que deberías saber Lily, imagina que está en el vocabulario periódico de tu hijo...
― ¿Quieres terminar de una vez? ― Replicó Harry repentinamente furioso.
― ¿Es muy deprimente quedar expuesto ante toda tu familia como un vil ignorante?
― Entiendo porqué nadie se ha detenido a cerrar esa boca por veintitrés años Ginevra, eres insoportable, te vistes como vieja y tu felicidad depende de qué tan grueso es un libro.
― ¡Uy! Críticas sobre mi apariencia, ¿Fueron esos los argumentos que tu débil cerebro te dio? ― Sonrió ella y Harry arqueó una ceja.
― ¿Sirius mencionó algo relevante sobre su misión? ― Decidió cambiar de tema.
― Bueno, déjame decir, ya que estás tan preocupado por la salud de tu padrino, que él se encuentra en perfecto estado...
― ¡Déjate de juegos Ginevra!
― ¡Sirius estaba herido y da la casualidad bestia podrida que soy sanadora y curé sus heridas! ― Respondió ella perdiendo la paciencia y él esbozó un sonrisa, sabiendo que estaba cerca del triunfo esta vez.
― No te alteres chiquita, la glucosa se vería afectada... deberías saberlo.
― La abstinencia sexual de pronto te vuelve un poco inteligente por lo que veo ― Sonrió ― ¡Sabes el significado de glucosa! Merlín escuchó mis plegarias ― Sonreía mientras escogía una manzana roja y la mordía.
― No sabes lo que dices, lechuza.
― ¡Oh sí! Concluyo que con tanta misión secreta le has dado un uso único a tu mano... veo cierta callosidad...
― ¡Cállate! ― Gritó Harry mientras su padre y Arthur largaban la carcajada que venían conteniendo de hace un rato. Lily se cruzó de brazos y Molly blanqueó los ojos ― ¡Es imposible mantener una conversación agradable!
― O una con un poco de inteligencia, lamentablemente hay que bajar a tu nivel intelectual.
― Pues lárgate de esta casa entonces...
― No me iré a otro sitio, es la casa de mis padres
― Pues... entonces... ¡Me voy yo!
― ¡Hurra! Lárgate por siempre...
― Nunca te daría en el gusto
― ¡Lárgate!
― ¡Claro que lo haré, pero no porque tú lo exijas, sino porque lo estoy deseando con fervor!
― ¡Pues vete!
― ¡Eso haré ahora mismo!
― ¡Pues no veo que tu cerebro de las órdenes para mover tus mugrosas piernas!
― ¡Desesperas experimento fallido de mujer! ― Exclamó Harry caminando hacia la puerta que conectaba con el patio de la madriguera.
― ¡Vete al infierno!
― ¡Bésame el culo! ― Harry cerró la puerta de un portazo y Ginny se perdió en las escaleras y segundos después se escuchó un portazo similar al que Harry había dado instantes antes.
― Si eso no es amor, ¿Qué es? ― Preguntó Lily soñadora y emocionada.
Opiniones?
