DEMASIADO TARDE
Por Cris Snape
Disclaimer: El Potterverso es de Rowling.
Esta historia participa en el minireto de octubre para La Copa de las Casas del foro Provocare Ravenclaw.
¡Pum!
—¿Qué es ese ruido?
—Viene del armario
—¡Vamos a ver qué es!
James, Albus y Lily se miran, pero ninguno se atreve a tomar las riendas de la situación. Van a dormir en La Madriguera porque sus padres se han ido a pasar una noche romántica a solas. A los niños les parece que es algo bastante asqueroso, pero todo el mundo dice que es algo bueno y a ellos realmente no les importa quedarse con los abuelos.
—¡Hazlo tú, James!
—¿Por qué yo?
—Pues porque eres el mayor.
—Pero si es un monstruo no podré hechizarle. Todavía no tengo mi varita.
—Pues si es un monstruo yo prefiero que no abráis nada.
—¡No seas cagueta, Lily!
—¡No soy cagueta! ¡Tú eres tonto!
James da un paso atrás. No le gusta cuando sus hermanos se pelean porque los dos tienen mucho genio y normalmente las terceras personas salen mal paradas. Casi siempre él. No lo malinterpretéis. Que conste que es un niño de ocho años muy valiente, pero es que no conocéis a Lily y a Albus.
—¿Qué estáis haciendo, niños?
—¡Abuela! ¡Hay un monstruo en el armario!
—No es un monstruo, sólo son ruidos.
—No discutáis y vamos a ver de qué se trata —Molly se deshace de los brazos infantiles que rodean sus piernas y saca la varita—. Seguro que es un boggart. ¿Por qué no esperáis en la cocina mientras me encargo de él?
—¿No podemos ver cómo lo matas?
—No voy a matar a nadie, James. Y no podéis quedaros aquí. ¡Fuera!
Los tres hermanos abandonan la sala corriendo y hablando atropelladamente. Molly sonríe, pensando en lo mucho que quiere a sus nietos, y encara el armario. Sabe perfectamente lo que se encontrará cuando abra la puerta, pero no tiene miedo. Su boggart no ha cambiado de forma en los últimos cuarenta años, pero ya no puede paralizarla de terror. Ya sabe lo que es perder a un hijo y no está dispuesta a permitir que le arrebaten a ningún ser querido más.
Cuando se enfrenta a la criatura mágica, ésta adquiere la forma de la pequeña Lily muerta a sus pies. Un hechizo y todo queda resuelto. Piensa en Fred y una lágrima se le escurre por la mejilla antes de volver con los niños. Ellos son lo importante ahora.
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