Capitulo I

El ladrón de mi corazón

Por mayraexitosa

Los personajes no me pertenecen, esta historia está inspirada en una corazón que fue robado, espero les guste.

Hace tiempo que me siento extraña, no tengo mucho apetito, estoy cansada y sin ánimos, creo que voy a enfermar, ayer estuve platicando con Ann, me dice que rompió con Archie, que al parecer quiere a otra, después de tanto tiempo de ser novios, que te digan que quiere a otra, es un desalmado, pero honesto, al menos lo admitió, mejor así. Llegó Patricia dice que Alister se quiere ir de viaje, pensar bien las cosas, porque ya va a terminar sus estudios, quiere darse un espacio entre él y Paty, me parece imposible de creer, acaso todas las parejas desean darse tiempo, o bien, cambiaron de parecer. Albert, mi querido amigo, el gran hombre dejo de escribirme hace un mes está de viaje en Escocia, Terry esta en Inglaterra, Susana siempre no lo quiso y lo dejo, este se fue con su padre, no sé más de él y yo con mis amigas sufriendo, no es justo.

Ann y Patricia, les propongo un trato, no cuento con efectivo, pero ustedes sí, que les parece si nos vamos a Florida, pasamos una temporada solas, juntas, libres y pensamos también las cosas, como para que nos extrañen, mejor aun, nadie se comunicará con ellos durante noventa días, estaremos tres semanas en Florida, luego viajaremos, trabajaremos por nosotras y para nosotras, sin que ellos nos localicen. ¿Les parece? Patricia estaba triste, con llanto dijo – Acepto, no quiero saber nada de Alister. – También acepto, dijo Ann, Pues bien, nos iremos, tengo un plan que despejará todas nuestras dudas y sabremos si valen la pena ellos o no.

En una semana, ya se comunicaba Archie con Ann, pero contesté, le dije que se había salido muy triste, que deseaba pensar bien las cosas, que un amigo la había invitado a salir de viaje y decidió aceptar. Ann se molestaba, pero le dije que era lo mejor. Ella me quería matar. Ann crees justo que terminen contigo por otra, que se vayan, digan debo pensarlo, que estén muy felices y no sientan como nos lastiman.

Empacamos, el departamento que rentaba, lo di de baja para no acumular rentas, vendí todo, me fui con mis amigas, deje el recado que saldría de viaje a México, y muchas gracias por todo.

Patricia paso por nosotras, contaba ahora con el efectivo de mis muebles vendidos, de mi vida en una maleta, Ann llevaba cinco maletas. Patricia igual y yo solo una, pero ambas dijeron que me compartirían de su ropa si algo necesitaba, que el padre de Patricia estaría al pendiente de nosotras, que no le diría nadie nada, que si preguntaban por nosotras Candy estaría en México, Ann en Irlanda y Patricia en Australia. Nos reíamos de donde estábamos.

Llegamos a una cabaña cerca del mar, gozamos de lo lindo el mar, nos bronceamos, jugamos, nos divertimos mucho, la primera semana, en la segunda las tres trabajábamos en un hotel, conocíamos chicos muy agradables, salimos a bailar, cenábamos juntas, nos cuidábamos mucho. Ann conoció a un chico muy lindo de cabello castaño, ojos grises llamado Oscar Anderson, nos lo presentó el iría a New York, en dos meses se estrenaría un musical, nos invitó, pero le dijimos que teníamos planes, que después lo visitaríamos, en el musical él tocaría el piano, le dedicaría a Ann una melodía si asistíamos, le prometíamos que buscaríamos la manera de ir, le dio sus datos, estaba muy contento, muy ilusionado con Ann quien se sentía muy feliz porque alguien la apreciaba.

Después viajamos a Canadá, en Montreal, estuvimos con una tía de Patricia que es soltera, no quería casarse, aprendimos mucho a su lado, ella es escritora, nos compartía sus conocimientos, nos envió a un curso de francés intensivo, nos regalo un viaje a Francia, que fue la mejor idea el viajar juntas, que disfrutáramos del viaje, que nadie nos apreciaría jamás si no nos apreciamos nosotras mismas. Patricia ya sabía francés, pero me puse muy contenta cuando lograba entablar una comunicación en ese nuevo idioma. Ann aprendió mucho, las tres ya no pensábamos en nuestros problemas. Hasta estaba pensando en volver con la tía de Patricia, trabajar en Vancouver en un hospital que necesitaba enfermeras. Eso lo pensaría muy bien, Paty y Ann me animaron mucho, la verdad la tía de Patricia me dijo que le encantaría contar con mi presencia, que con gusto me aceptaría.

Nos fuimos a Francia, conocimos nuevas personas, estábamos con amistades de la tía de Patricia, estuvimos en París, donde el arte es una cultura muy importante, conocimos a Pierre Lacoste un amigo muy lindo que deseaba ir a América, nosotras lo invitamos a que conociera, pero que regresaríamos hasta dentro de un mes más, nos quedamos de ver con él en New York en diciembre o Enero, que ya nos pondríamos de acuerdo, el fue muy lindo nos realizó un paseo turístico, nos presentó a su familia su madre quedo encantada, nos decía que el si queríamos nos llevaba a Escocia pues él tenía que viajar a traer unas cosas, nos regresaría de nuevo a Francia, aceptamos. El viaje fue muy divertido, cuando llegamos a Escocia era un lugar precioso, con grandes paisajes, ya habíamos estado ahí las tres, nos quedamos unos días con sus tíos, nos fuimos a montar, sentía como estar en Lakewood, me pregunte donde estaría Albert, si él estaría allí, le pregunte a Pierre, me dijo que los Andrew son muy conocidos allí, nos llevó cerca de sus tierras, cabalgamos los cuatro, nos la pasamos muy bien, a lo lejos vi a Albert con una dama en caballo rojizo, me imagine que mi amigo ya era feliz, que bueno, nos íbamos ya y ellos se dirigieron a nosotros, pero cabalgamos rápido, realmente ya no soy una Andrew nos retiramos, para que no nos llamaran la atención estábamos en sus tierras, el onceavo mandamiento es no estorbar, Pierre jugaba carreras conmigo, me apresuré más y nos alejamos, a veces pienso que Albert tal vez nos vio, pero eso ya no tenía importancia, el ya estaba feliz en su tierra natal. Nos regresamos a Francia, nos despedimos de Pierre, quedando de vernos pronto, de regreso nos fuimos en barco para regresar a América, esta vez las llevaría con Tom, pasaríamos un tiempo con él y Jim.

Cuando llegamos Tom me abrazaba, me dijo que me había extrañado mucho, conoció a Paty y Ann dijo, -que hermosas damas, ¿tu siempre tienes amigas así de bonitas Candy? Y ellas lo adoraban por su sencillez, Jim llegó, venía con su prometida Karen y estaba muy enamorado, tenían muy poco de novios pero se querían casar, que la mejor manera de hacer crecer su amor era casándose, conociéndose, conquistándose cada día, nos sorprendió a todos. Tom dijo – Suena muy bien, mi padre me quería comprometer con una joven, pero a mí no me gusto la idea de que me buscarán novia, si de querer a alguien, buscaría a alguien parecida a la señorita Patricia, es muy hermosa. Paty se puso roja, todos nos reímos, le di un golpe por haber avergonzado a mi amiga, pero dijo que realmente es muy hermosa. Haciendo gala de ver a Paty y ella dijo – Tom tú también eres muy guapo, estoy segura que la mujer que llegue a amarte, será muy feliz y ambos nos divertíamos. Patricia se había quitado la pena, estuvimos dos semanas. Tom dijo que nos visitaría en cuanto pudiera, le dije que ya no tenía departamento, me dijo que su padre tenía uno en New York, que era de él sacó la llave, me dijo que fuera a vivir allí, que estaba amueblado, que tenía varias habitaciones, que le dejarán una a él pues quería pasar la navidad conmigo, las tres aceptamos, pasaríamos la Navidad juntos.

Fuimos a visitar a mi familia al hogar de Pony y tenía unas cartas para mi, le dije que no dijera nada de nosotras, que no habíamos estado ahí, que por favor nos disculpará, pero hace tiempo que nuestros amigos, nos dejaron sin pensar en nuestros sentimientos, así que tomamos la decisión de viajar. La Madre María nos dijo que estaba bien, la señorita Pony ya había fallecido hace un año, ahora solo tenía a la madre María, quien nos dejo quedarnos unos días antes de ir a New York, Tom nos acompañó pues como ya se acercaba el fin de temporada, dejo todo en orden, se fue con nosotras a conocer New York.

Llegamos el departamento de Tom era hermoso, tenía muchas cosas, nosotras lo limpiamos, Tom trajo un pino de Navidad, fuimos con él hicimos compras, nos cuidaba mucho, en las compras nos encontramos con Elisa, ella me vio con desprecio, hice como que no la vi, Tom me abrazó cuando notó quien era ella, después salimos, nos regresamos porque hacía mucho frío, vi a lo lejos a Terry, por Dios, era él, estaba en un restaurant tomando algo solo, a lo lejos extendí mi mano, lo salude, pues ya nos íbamos, pero me vio, se quedo sorprendido, estábamos los dos en New York, de nuevo, los dos, me sonreí.

Si el destino quisiera unirnos de nuevo lo volvería a ver, si no, era mejor así, me encantó verlo, la cara que puso me hizo recordar lo hermoso que es mi bello Terry, esa noche no deje de pensar en él. La sorpresa fue por la mañana cuando llegó la abuela Martha, se quedaba con nosotros a pasar la Navidad, nos dio tanto gusto, ella venía con una dama, una cocinera, que nos ayudarían con todo, estábamos muy contentas porque ella estuviera allí.

Tom dijo que había comprado boletos de un palco en un musical muy importante, nos reímos, sabíamos que era el de Oscar. Ann sonreía muy apenada, la abuela dijo que por el frío no podía ir, pero que ella nos esperaría, nos dio dinero de parte del padre de Patricia para comprar atuendos elegantes para ir al musical. Tom se compró un traje, sería nuestra compañía.

Compramos muchas cosas, vestidos, abrigos y zapatos hermosos, Tom me compró el mío, Ann se compró el suyo y Patricia también, Tom me abrazaba, pues no podía acercarse a Ann o a Patricia, el era como mi hermano y yo la más friolenta de las tres, nos reíamos.

El día del musical llegó, nos arreglamos con tiempo, Tom nos llevó en auto, estábamos muy felices, veríamos de nuevo a Oscar y a Pierre pues lo quedamos de ver allí, fue divino, al entrar de inmediato nos encontró Pierre, nos saludo, se quedo con nosotras, le presentamos a Tom, ambos se llevaron muy bien, nos acercamos a los camerinos, vimos a Oscar, este nos saludo muy contento de que hayamos asistido, dijo que le dedicaría una pieza muy hermosa a Ann, si ella deseaba, podía estar en el escenario cuando la tocará, ella acepto, nosotras la acompañaríamos. Nuestro palco estaba cerca del escenario del musical, veíamos todo muy bien, Tom estaba sentado cerca de mí y de Patricia quien estaba muy contenta con él y Pierre estaba entre Ann y yo, se sentía de maravillas, dijo que jamás había estado un musical en New York, fue divino, pero las sorpresas no acababan allí, en un palco a lo alto frente a nuestro palco estaba Terry con su madre, en el musical, a su lado en otro palco estaba Albert con Alister y Archie, en el musical, nos vieron y me dio una pena. Tom se acercó a mí, le comente de mis amigos, que no le dijera nada a Patricia ni a Ann, porque ellos ya habían terminado su relación, este se reía por la situación en la que estaban.

El musical inicio, fue hermoso, había bailarines, una orquesta hermosa no podía dejar de admirar todo en el escenario, estaba tan bello, en una escena, comenzaba el romanticismo de una bailarina y un príncipe, donde él era herido, ella lloraba, allí estaba Oscar tocando la pieza triste, las tres no podíamos contener el llanto, Tom sacó su pañuelo, me lo dio, después Patricia se recargaba con él, yo le pasaba el pañuelo, Tom abrazó a Paty, estaba muy triste. La escena terminaba, había un receso, Oscar nos había dicho que pasáramos a su camerino a la hora del receso, pues todos salían a la sala, era mucha gente, así que él nos atendería en su camerino, tenía té, café calientito, galletas y Pierre lo felicitaba por la escena.

Tom decía – Nos hizo llorar a todos, Patricia se reía con Tom, porque las que realmente habíamos llorado éramos ella y yo. Oscar dijo que ya solo faltaban unas escenas, luego tocaría una pieza muy hermosa que compuso en Florida para Ann, que no se sintiera comprometida, que solo la había compuesto porque ella lo inspiró, que no la comprometía con él, solo admiraba su belleza. Ann se avergonzaba toda, él le dio un beso en su mano.

Terminó el receso, regresamos al palco, Albert se me acercó, me pidió mi dirección pues me había estado buscando, le dije que lo buscaría a él, el día de Navidad en su mansión para llevarle un regalo, este accedió, pues ya comenzaba el evento. Se retiró dándome un beso en la mejilla, haciendo que mi corazón saltará de emoción. Comenzaba la escena, el herido se recuperaba y juraba amor eterno a la bailarina, fue muy hermoso, después, Ann, Patricia y yo fuimos al escenario, para escuchar la melodía de Oscar, las tres pasamos juntas.

Todo mundo aplaudió, él dijo – Esta canción la compuse para una dama, porque solo su mirada, dice mil palabras. Nos quedamos juntas cerca del piano, nadie sabía a quién se la había dedicado, pero era muy obvio, cuando dijo que su mirada era el mar azul y agua marina, quedo claro que los ojos de Ann eran esos que habían inspirado a Oscar, la melodía fue muy hermosa, la canción lo fue mucho más, todo mundo aplaudía con emoción. Oscar se levantó, tomó la mano de Ann, la beso frente a todos, haciendo una reverencia que la canción había sido inspirada en Ann, ella sonrío, después nos retiramos juntas las tres, Pierre y Tom nos esperaban. Terry se acercó a saludarnos, junto con su madre. Nos invitaban a cenar a todos, Oscar estaba incluido en la reunión. Fuimos a un hotel bellísimo, donde había música para bailar, Pierre me invito a bailar, fuimos de inmediato, Terry llevó a su madre y Tom a Patricia, Oscar llevó a Ann, el baile estuvo genial, estábamos muy contentos, en una mesa estaba Albert, Alister y Archie con unas damas, cerca de ellos, ahora bailaban también, me regresé con Pierre a la mesa. Terry me invitó a bailar, fue tan hermoso, Pierre se quedó conversando con la madre de Terry, bailábamos muy contentos, Terry parecía llevarme en el aire sus ojos brillaban hermosos, cada vuelta me hacía girar, nos reíamos tanto, tenía tanto de no estar cerca de él, hacía mucho que no lo veía feliz, se lucía su sonrisa, no había hombre más feliz en ese momento, no podíamos platicar, había tanta gente, que no me tome la molestia de dejar de verlo, disfrutaba del baile, me di cuenta que Tom también estaba muy feliz y Patricia disfrutaba del baile como nadie, Ann sonreía muy animada, Oscar es muy guapo, se veía divino a su lado hacían una pareja muy hermosa.

Terry me dio un abrazo y me dijo -– Candy te extrañé mucho, me dio tanta felicidad volver a verte, es tan hermoso que haya podido estar contigo hoy aquí, pues mi madre y yo regresaremos a Inglaterra, mi padre quiere verla, vine por ella, por eso es que estoy aquí, ojala y pueda verte después, nos iremos a pasar la Navidad con mi Padre, pues su esposa y sus hijos lo abandonaron, ahora mi madre y yo lo acompañaremos solo por Navidad,

-Me alegra tanto que hagas las paces con tu padre, es muy bueno, la vida da muchas vueltas, todo cambia Terry, espero que tu promesa la cumplas y seas feliz,

-Lo intento todo el tiempo, créeme, lo intento.

– Yo también. Nos fuimos a sentar, sirvieron la cena, Eleonor estaba seria, me dio un abrazo,- me da gusto verte Candy – A mí también me da gusto verla señora Eleonor,

- Donde estás viviendo ahora, - Con mi hermano Tom.

–Que bueno, nosotros nos vamos mañana, ya te dijo Terry

– Si, Les deseo la mejor Navidad a ustedes. Cenamos estaba sentada con Patricia y Ann, a un lado de Paty estaba Tom y a un lado de Ann Oscar después frente a mi estaba Terry, Eleonor y Pierre.

Ya era tarde, nos retiramos, Pierre estaba hospedado en el hotel donde era la cena, Terry y su madre también, Oscar se fue en su auto, Tom nos llevaría a casa a las demás. Vi que salió Albert, me saludo de nuevo,

- Pequeña no sabía que estarías aquí,

-Ya nos vamos, solo que nos encontramos a Terry y nos invitó a cenar a todos pues se va a Inglaterra con su Padre y su madre, a pasar la navidad ya se hizo muy tarde, estamos en un departamento de Tom, pasaremos aquí la navidad antes de regresarnos.

– Pero si hace nieve, no podemos vernos, me das tu dirección para ir a visitarte, le dije a Tom, que me diera los datos y se los di.

– Nos vemos Albert, que gusto verte, - el gusto fue para mí, Candy. Sonrío, dijo que me visitaría pronto.