Disclaimer: League of Legends y sus personajes no me pertenecen… solo escribo esto porque me produce insomnio hablar con personas creativas con ideas random de ship que podrían llegar a ser… y me contagian su intensidad.


Capítulo 1


Lo que más duele


Se le ocurrían miles de cosas mejor que hacer que estar sentada viendo como un montón de adolecentes trataban de sacar su mejor partido en un baile de primavera.

Miss Fortune podía ver desde su lugar a la persona que la convenció de asistir, divirtiéndose con lo que esa noche era su cita para el baile del instituto, sin reparar mucho en sus demás compañeras guardianas, las cuales también habían sido traídas a la fuerza.

"Aunque no creo que la estén pasando tan mal tampoco" pensó desviando su mirada a una mesa con los aperitivos.

Podía ver a todo el equipo de Lux cerca de allí. Jinx parecía entretener a Lulú y Soraka poniéndose de bigotes unas frituras. Poppy comía animada también viendo a su compañera y Janna con Lux hablaban con Ezreal.

"¿Me pregunto si alguien notara si me voy ahora?"

No quería estar ahí. Inclusive sabiendo que si se acercaba a la mesa con los demás seria bien recibida, le aburrían este tipo de eventos.

Su vista volvió a posarse en su líder. Bailaba con su cita, riendo seguramente de algún "estúpido" chiste que este hiciera.

Podía ver desde donde estaba como el chico acariciaba su espalda, su mano trataba de descender lo más que pudiera disimuladamente.

— ¿Piensas en cómo se hubiera sentido tocar así a tu amiga?

La pelirroja desvió su vista de inmediato a quien le hablaba. Syndra estaba a su lado, portaba una expresión aburrida, dejaba ahora de mirar a Ahri para ponerle atención a ella, le sonrió sin gracia.

— ¿Ya sabes?... Tú amiga muerta.

La sonrisa de Syndra pareció ensancharse más al ser fulminada con una mirada molesta y de advertencia de la chica a su lado.

—Es normal tener curiosidad por esas cosas, más si nunca se dieron.

—Yo no sigo tu retorcida forma de ver las cosas.

—No es algo que yo haría… pero de lo que he podido aprender de las… "personas", es un camino muy habitual que suele tomar sus mentes. Imaginarse "como seria si"

—No es mi caso— concluyó la pelirroja y ahora veía como Ahri y el chico caminaban hacia la salida del salón.

La cancha techada de baloncesto del instituto casi no se reconocía con la buena ornamentación para el baile, y a pesar de la excelente selección de juego de luces y oscuridad, no era lo suficientemente discreto.

—A nuestra líder se le da muy bien los chicos ¿No es así?— preguntó viendo lo mismo que la otra chica— ¿Con cuántos chicos ha salido esta semana?

—No lo sé…

— ¿Tres?… ¿Cuatro quizás?

— ¿A quién le importa?

—Hay una palabra que usan en este lugar para las personas así— siguió hablando la mayor sin darle mucha importancia a lo que la otra decía.

— ¿Una palabra?

—Sí… ya sabes, para definir a alguien que sale con muchas personas a la vez… ¿Cómo era?- se preguntó mirando hacia el techo, como si tratara de recordar— ah… sí… puta.

— ¡Cállate!

—O quizás me equivoco en el significado, ya que a veces se les llama así a las personas que cobran por cierto servicio… pero creo que la palabra aplica también… otro sinónimo suele ser "zorra"… he escuchado que se refieren a ella más a menudo con este último— divagó sin importancia.

— ¿Crees que me interesa escuchar como ofendes a Ahri? ¡Es también tu equipo, idiota!

—No entiendo porque te molesta— comentó y su rostro parecía reflejar algo de sorpresa— como si andar con varias personas a la vez fuera malo… No es como si nuestra querida líder tuviera alguna especie de contrato de exclusividad con alguien ¿No es así? No está comprometida… ¿Por qué sería malo que haga lo que quisiera y con quien quiera?

— ¿Por qué hablo contigo?— se extrañó la pelirroja, pensando que minutos atrás iba a marcharse en vez de estar en esa incomoda charla.

No dijo más y se encaminó a la salida del salón.

Los pasillos vacíos de la escuela la recibieron y pronto dejo de tener apuro en salir de allí.

Caminaba ahora tranquila adentrándose más en el edificio que bien conocía, la música comenzaba a quedar atrás y una risa juguetona, familiar, se dejó escuchar claramente.

Siguió caminando conducida por la curiosidad, aunque se podía dar una buena idea de lo que estaba ocurriendo.

Entró al depósito y no pudo ver nada más allá de un metro debido a la oscuridad. Las colchonetas y los equipos para las horas de educación física era lo único que llegaba a distinguir.

De repente una luz violácea ilumino las proximidades y se giró rápidamente, alerta por haber sido descubierta.

— ¿Qué demonio crees que haces?— preguntó de mal humor, aunque un poco más tranquila al ver que se trataba de Syndra— ¿Me estas siguiendo?

Como respuesta su compañera se llevó un dedo a los labios, pidiendo silencio. La pelirroja iba a protestar cuando la risa que en un principio la trajo hacia allí se escuchó de nuevo.

La maga desvaneció la esfera que las había estado iluminando y camino deprisa contra la tiradora, empujándola hasta que ambas quedaron detrás de unos casilleros y de cajas apiladas sin cuidado.

— ¿Qué haces…?— preguntó en un susurro pero la de pelo blanco le tapó la boca con una de sus manos, con la otra volvió a pedir silencio con el gesto del dedo en los labios.

—Aquí no hay nadie.

Miss Fortune abrió enormemente los ojos al reconocer la voz, la misma que había sospechado era la dueña de las risas.

—Cierra la puerta.

Y acto seguido pudo escuchar la puerta del depósito cerrándose.

Miró con reproche a Syndra y con su mano corrió la de ella que tapaba su boca, la maga aun parecía divertida.

Maldiciendo por lo bajo y a regañadientes se dio vuelta, apoyándose con cuidado en las cajas, tratando de ver en la oscuridad de la pequeña habitación.

Ahri estaba cerca de la puerta, lo que imposibilitaba salir por allí, el chico que la acompañaba la tenía apresada, empujando su cuerpo contra la pared, aunque por los sonidos que su amiga producía era evidente que disfrutaba de ese contacto.

— ¿También te preguntas como se sentiría haberla besado cuando estaba con vida?

—Juro por todo en este mundo que…— comenzó a maldecir en el mismo tono bajo con el que Syndra se había dirigido a ella.

— ¿Por qué te molestas en ocultármelo? ¿No estabas buscando a Ahri para justamente verla hacer esto?

—Claro que no.

—No es la primera vez que la observas así— comentó con tanta naturalidad que a la pelirroja se le hizo imposible negarlo— ¿O acaso desarrollaste algún tipo de sentimientos más allá de la amistad para con tu querida líder?

—No.

—Entonces si es curiosidad.

— ¿Podrías callarte? Por Favor— pidió de manera más suplicante, temiendo por ambas— nos oirá… y nos matara luego.

—Pues yo no soy la que no puede quitarle los ojos de encima.

La pelirroja parpadeó rápidamente, sintiéndose estúpida, era verdad. Aun en la situación en la que estaban, era solamente ella la que espiaba a su compañera.

Sintiendo culpa se alejó de la posición en la que estaba y miró hacia la pared más próxima, posicionándose hombro a hombro con Syndra.

En su mente solo quedo la imagen de la mano del chico desapareciendo debajo de la falta de su amiga y como esta apretaba tan fuerte su cabeza haciendo que se despeinara.

—Es normal tener curiosidad.

Cerró los ojos con fuerza, pensando que la peor compañía que podía tener en esos momentos era justamente la chica a su lado.

—Pero como solución a esa curiosidad que tienes, tus métodos son realmente torpes… por no decir pobres e idiotas.

—Cállate, por favor.

Ahri dejó escapar un exaltado suspiro que la hizo temblar en el lugar. La expresión divertida que ahora le mostraba Syndra solo la hizo sentir más incómoda.

—Con lo fácil que es usar a las personas tú te contentas con "imaginarte como seria" solo con verlas… que mediocre forma de vivir.

— ¿De qué hablas ahora?

No tuvo respuesta, la mayor simplemente pasó de estar a su lado a posicionarse frente suyo. No la miraba a ella, miraba por sobre su hombro, a través de lo que las cajas la dejaban ver, observaba ahora a Ahri como ella antes lo había hecho.

Syndra acarició su pierna, llevando su mano desde su rodilla hasta posicionarla detrás, en su cintura.

La pelirroja la encaró con enojo, no sabiendo si podría disimular el pánico que le trajo la repentina maniobra, pero la maga no la veía, seguía atenta a la escena cerca de la puerta, como si tratara de imitarla.

— ¿Por qué contentarse con solo mirar… cuando puedes sentir?

Su mano pasó a posicionarse en su espalda baja, y solo fue capaz de reaccionar cuando sintió las uñas clavándose en su piel.

—Suéltame ¿Qué haces? No…

— ¿Eh? ¿Escuchaste algo?

La voz masculina de la cita de su líder le advertía que había elevado demasiado su voz, lo suficiente, y ahora solo le quedaba estar inmóvil en su lugar, y desear con todas sus fuerzas que ambos no optaran por indagar en el depósito.

Esperó unos segundos sin hacer nada, casi sin respirar, hasta que finalmente la voz de Ahri llamó la atención del chico.

—Otra canción aburrida, sí… ¿Acaso ya quieres volver al salón?

No escuchó una respuesta, solo los sonidos de excitación de su amiga y con esto pudo suspirar en alivio, creyéndose a salvo de nuevo.

Apenas abrió los ojos trató de mirar al frente, cuando el rostro de Syndra se pegó al suyo, presionando sus labios contra los de ella.

Aun la tenía fuertemente agarrada de la cadera y la pegaba a su cuerpo. Trató de alejarla con una de sus manos pero la más alta rápidamente agarró su muñeca y la puso a la altura de su rostro.

—Oh… esa es una canción que si me gusta— exclamó Ahri escabulléndose con agilidad de los brazos de su cita, mirándola con fingida inocencia— regresemos… tengo sed… sabrás entender porque…

Ambos se retiraron, encaminándose nuevamente al baile, no sin antes cerrar la puerta detrás de ellos.

Solo unos segundos luego de que esta hiciera un sonido al cerrarse, las cajas al fondo salieron volando y con ellas Syndra, que de no ser por su habilidad para levitar, hubiera caído con ellas al suelo.

— ¡¿Qué crees que haces?!— preguntó con rabia la pelirroja, del enojo y sin darse cuenta había invocado a sus armas y estas brillaban, iluminando el depósito en su totalidad.

—Solo te ayudaba a que de una vez por todas sepas en realidad como se siente eso que siempre estas observando… como… para cuando pienses en ella por las noches… ya sabes cómo se sienten los besos.

Su calmada explicación se interrumpió al ver como la tiradora le apuntaba con una de sus armas.

—Nunca… ¡Jamás!... ¡Vuelvas a tocarme!—demando apretando los dientes.

Syndra dejó de levitar para apoyar con cuidado sus pies en el suelo. Mostraba una sonrisa burlona ante lo que se le pedía y cruzaba los brazos, dejándose ver relajada pese a estar siendo amenazada.

Se quedaron en silencio por unos momentos. Podía ver como el pecho de la pelirroja subía y bajaba, víctima de la exaltación y el enojo.

Miss Fortune hizo desaparecer sus armas, y dándole una última mirada cargada de ira se dirigió hacia la puerta, cerrándola de un fuerte golpe, buscando a pasos acelerados y molestos la salida, dejando en completa soledad y oscuridad a la maga, la cual no perdía el humor por lo ocurrido.

—Pero que encantador carácter tienes…


Nota del autor:

Esto tiene una precuela, que si la leen será algo así como "Oh, ahora todo tiene sentido"

Solo que aún no subo la precuela JE

Pero si no le cambio el nombre se debe llamar "Aquella vez que espere para agradecerte"

Y este fic calculo yo que tendrá unos cuantos capítulos, pero no muchos.

Y no, no abandone mis otros fic, de hecho si no actualizo ya mismo Darjeeling (Soraka y Caitlyn) será para más adentrado el viernes, pero ya debo estar por actualizar ese fic junto con la precuela de este.

Y si, también actualizare el Leona y Diana, solo que para ese necesito un poquitín más de tiempo…. Pero no lo abandone.

Y eso… este va a ser un fic muy raro, pero interesante para mí, ojala le den una oportunidad.