UN FINAL, UN COMIENZO.

Siempre creí que estaría sola por siempre, pero me encuentro con grandes amigas, a las cuales he llegado apreciar muy a mi pesar. Trate de mil maneras de no acercarme mucho a nadie, de no crear lazos de amistad o de amor, y termine con todo eso a mis espaldas. Ahora me encuentro con un temor, ansiedad, angustia que se yo, de perder todo eso, o simplemente seria el carnaval el que me hizo ser más débil y rechazar a todos, creo que mi mayor temor es amar, no creo ser lo mejor para nadie.

Sé que falta poco para la graduación de esta generación y también para el termino del año escolar y aunque Sakomizu dijo que no podría tomar vacaciones tenía preparado algo que cambiaría mi vida y la de las demás, aunque me doliera tenía que hacerlo, era la única manera de no terminar dependiendo de nadie.

-Nat, que tienes te veo muy pensativa desde hace días, que pasa?

-No pasa nada Mai, yo estoy poniendo demasiado tiempo en mis estudios.

-Eso lo he visto y me alegra mucho, en poco tiempo será la graduación y alguno de nuestros amigos se irán a la universidad, eso es grandioso.

Para mí no lo era, simplemente quería que llegara el momento en que Shizuru se alejara de mi de una vez por todas. Cuando me dijo que me ayudaría a estudiar de inmediato calle sus palabras con un "no será necesario", la verdad era que no la quería cerca de mí por ningún motivo. Desde ese día en la cabaña cuando mato a Haruka la veo de manera diferente, no sé si fue la estrella roja quien la hizo ese ser vil y despreciable, que mato a diestra y siniestra a todo el distrito uno, que no le importó verme débil y asustada y se aprovechó de mí. Y lo que es peor, haberme enterado de que mi propia madre fue la que me vendió a Sears, ya no… ya no puedo confiar en nadie, mucho menos en el amor.

-Lo se Mai, espero que sea pronto –apretando mis manos en un puño y mi boca se torcía de desprecio.

Lo único rescatable de todo eso eran Mai, Mikoto y Nao. Nao que después de todo ella era la única que sabía de los sentimientos de Shizuru y no le había contado a nadie, de alguna manera me demostraba que su amistad después de todo era sincera y que al igual que todas se había equivocado. Pero ahora las cuatro estábamos más cercanas y cada día que pasaba sentía más ese desasosiego, en verdad quería alejarme, lo necesitaba más que nada… la lucha era conmigo misma y ese amor que me negaba a sentir por nadie.

.

.

Había pasado un par de semanas y no había visto a nadie del consejo, a Reito, Haruka o Shizuru, me imaginaba que estarían muy ocupados con la graduación, habría muchas personas importantes y de seguro sería un gran acontecimiento, y yo me sentía tranquila de no cruzar palabras con ella, se podría decir que hasta feliz.

Iba caminando por los pasillos de la escuela cercas de donde dejaba mi moto, mi preciada moto, no pude dejar de sentirme triste por no tenerla más, pero no tenía por qué comprar otra por el momento, según mis planes no eran necesarios. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Takeda se plantó frente a mí. Mis dientes rechinaron de coraje, como se atrevía ese estúpido a ponerse frente a mi después de cómo se comportó en la playa, quería matarlo al desgraciado.

-Kuga-a, quisiera pedirte una cita-a?

Que decía el muy estúpido, mis manos se hicieron puño y desee con todas mis fuerzas que Dhuran no hubiera desaparecido, seria de mucha ayuda en esos momentos, pues no sabía si golpearlo o simplemente darme la vuelta e ignorarlo. Cuando está a punto de gritarle, hablo de nuevo.

-Yoo, quería disculparme por el incidente de la playa y.. y… y lo que paso en la escuela, yo en verdad quisiera hacerlo, de alguna manera me siento responsable y.. y.. sería una agradable despedida –Termino haciendo un gran arco –Por favor Kuga!

Cuando termino de decir eso por un momento me sentí mal por él, siempre me desesperaba el hecho que sintiera algo por mí, no sabía porque, era guapo y el capitán de Kendo. Demonios Mai y sus ideas pensé. Todavía recordaba la idea que tenia de que no me gustaban los hombres, y era eso verdad o solo no quería nada con nadie? Sería una buena oportunidad, nunca había salido con nadie en la escuela, tal vez sería bueno hacer una excepción. Estaba un poco nerviosa cuando le respondí.

-Cuando seria eso?

Al escucharme él se puso recto de inmediato, junto sus manos enfrente y estaba demasiado sonrojado.

-Se, se.. Seria este fin de semana, iremos a una comida alguno de los graduados. Para mí sería un honor Kuga y me comportaría a la altura. Sería una gran despedida.

Mostrándome por primera vez una sonrisa sin miedo o poniéndose nervioso, no sé porque pero me gusto verlo de esa manera. Además seria seguro que Shizuru estuviera dentro de ese grupo, pues ella compartía clases con él, sería perfecto mostrarle que no solo ella sentía amor por mí y que en verdad no me interesaba.

-Está bien, pero que te quede claro que solo lo hago como despedida y no con otro interés, entendido? –Dije con un poco de molestia.

-Por supuesto, gracias por aceptar!

Después de eso me di la vuelta, no quería seguir viéndole la cara y esos ojos llenos de amor por mí; como podría provocar eso en alguien. Mi mama me amaba y sin embargo también me defraudo, lo hizo para ayudarme y aun así el daño estaba ahí. Me dirigí al salón de clases donde llevaba las materias que tendría que pasar para llevar a cabo mis planes, así pasara encerrada todas las vacaciones terminaría el año en esos meses. Pensando en que me pasaba, antes jamás me habría permitido solo pensar en tener una cita con alguien, y ahora esto, todo está mal y parece que empeorara.

Mi teléfono sonó, lo tome del bolso de mi chaqueta, para volverlo a meter después de ver quien era. Shizuru de seguro quería verme, como en días anteriores pero no le conteste, ni las llamadas, ni los mensajes, desde el día del karaoke donde Mai me obligo a ir, no la había visto. Después de abrazarme de esa manera delante de todas, pensé que pasaría si las demás supieran lo que sentía por mí, solo Nao lo sabía por el momento y ella solo me hizo una mueca y una sonrisa estúpida. En ese momento la esquive y me senté junto a Mai para toda la noche.

Al llegar al aula Sakomizu estaba al frente, entre y tome mi asiento habitual para perderme en sus clases por todo lo que quedaba del día y de la semana, era un sacrificio que valdría la pena y estaba dispuesta a llevar sin ninguna objeción de mi parte y lo que es peor, pondría todo la atención del mundo.

.

.

El fin de semana llego más rápido de lo esperado y con ello la cita con Takeda, ya le había mandado un mensaje con la información de donde sería la comida y a qué horas; sin más remedio empecé arreglarme. Mai llego en ese momento del trabajo, sin tener nada que hacer porque Takumi había sido enviado a Inglaterra donde se llevaría a cabo su operación y Akira lo había acompañado, desde que murió en el carnaval se prometió que sería más independiente de su hermana y por primera vez en muchos años la dejaría vivir su propia vida. Mai no había estado muy de acuerdo pero tenía que aceptar sus decisiones y estaba tranquila por ello, pues Akira había demostrado amarlo en verdad, por lo menos un final feliz dentro de todo.

-Nat a dónde vas?

-Yoo.. – No sabía si decirle o no, pero sabiendo como era de seguro no me dejaría salir hasta que le dijera la verdad, dando un gran suspiro opte por decirle la verdad –Iré a una comida de despedida con Takeda.

-Queeeee?

Lo sabía, ahí venia un mar de preguntas.

-Si Mai, quita esa cara, solo iremos a comer y nada más, no hay nada entre ese estúpido y yo! –hable con mayor coraje del que pensé.

-Pero… ustedes estaban en la playa.

-Ya te conté que eso fue un accidente! –Demonios porque todo mundo pensaba que estar con alguien era una necesidad –Y también te dije que no quería tener una relación con nadie por el momento.

Mai se quedó seria recordando esos momentos y después de pensarlo un poco hablo.

-Lo recuerdo, disculpa pero es un poco raro, la famosa Natsuki Kuga teniendo una cita nada más y nada menos que con el capitán de Kendo y quien le prodiga un amor que casi toda la escuela sabe, esta de pensarse otra cosa, no crees?

-Pues no creas! –No podía evitar exaltarme –Solo lo hago por los malos momentos que tuvo que pasar por mi culpa, digamos que es su recompensa y nada más.

-Perfecto y sabes me parece muy lindo que tengas ese detalle con él, quien sabe a lo mejor te gusta cómo se comporta contigo y tal vez haya algo más.

Poniendo los ojos en blanco decidí terminar de arreglarme mientras Mai hacia un montón de ideas en como seria nuestra noche, una y otra vez tuve que soportar escuchar sus ridículas historias de amor, hasta que me harto y decidí salir en ese momento aunque fuera temprano.

.

.

Después de andar por Fukka un buen rato decidí que era hora de enfrentarme a la realidad, así que decidí ir de una buena vez por todas a la dichosa cita, recriminándome una y otra vez por haber aceptado, en cuanto llegue me arrepentí de tamaña idiotez de mi parte.

Ahí estaba Takeda en la entrada con un enorme ramo de rosas rojas, pare en seco pensando en salir corriendo pero era demasiado tarde, ya me había visto. A duras pena llegue a la entrada y el hizo un arco elegante, al igual que su vestimenta, jamás lo había visto sin su traje de Kendo y para ser sincera se veía muy bien.

-Es un .. presenteee, espero te guste.

Dándome el ramo, no sabía qué hacer con él, todo mundo se nos quedaba viendo, para mi fortuna en ese momento paso un camarero y le pedí que lo cuidara mientras estaba en la comida, el accedió de inmediato y se llevó esa cosa de mi vista dejándome un poco más tranquila.

-Pasemos Kuga.

Dándome el brazo como soporte, demonios, pensé en dejarlo así y entrar por mí misma, pero no podía hacerlo, después de todo se había propuesto detalles que no podía ignorar, dando un suspiro cruce mi brazo con él, dándome una gran sonrisa.

-Dime Natsuki –era lo menos que podía hacer por él y sonrió aún más.

-Si Natsuki.

Caminamos unas cuantas puertas hasta llegar a un pequeño salón, estaba decorado muy sencillo pero con gusto, las mesas tenían hermosos manteles y cristalería fina, con sus enfriadores de champagne y vino a un lado, todo era exquisito, me imagino que la mano de Shizuru estaría detrás de ello.

Mientras Takeda me acercaba a la mesa donde estaríamos sentados, pude escuchar los murmullos que desprendían de sus bocas mientras entrabamos, no podía evitar hacer una mueca de sarcasmo y si me hubiera importado de alguna manera les hubiera reclamado, pero la verdad era que no me importaba.

-Ara, Natsuki viene muy bien acompañada.

Su cara estaba muy serena y su sonrisa falsa no me engañaba, no tenía seguridad en lo que pensaba pero de seguro estaba sorprendida por mi llegada.

-Takeda-san, se ve como todo un caballero –decía mientras inclinaba un poco su cabeza. Hablando cantarinamente, y ofreciéndole una gran sonrisa a Takeda. Quien se puso colorado ante el cumplido de la morena.

-Gracias Shizuru-san, Natsuki quieres algo de beber?

-Claro, un refresco estaría bien.

-Shizuru quieres algo?

-No, gracias.

Takeda se dio la vuelta dejándonos solas y para mi consternación estaba sudando, habían pasado varias semanas que no la veía, su mirada viajaba de un lado para otro en la sala, pero no se posó en mis ojos en ningún momento. Sentía que en cualquier momento estallaría la bomba y me diría de cosas por no contestar sus llamas y mensajes, pero no fue así y eso me dejo más confundida que nunca. Estaba a punto de hacerle una pregunta cuando llego Reito.

-Vaya Kuga-san, que sorpresa tenerte aquí y más con mi preciado amigo Takeda.

Esa sonrisa socarrona me sacaba de quicio, era como si detrás de ella siempre hubiera otras intenciones, desde que se descubrió que él era el señor de Obsidiana tenia cierto resentimiento en contra de él, aunque se ahora, que nadie tuvo la culpa, aun así no dejaba de sentirme enojada por ello.

-Sí, no podía decirle no después de todo –Haciendo una mueca de no tener otra salida.

-Vamos Shizuru, dejemos que la pasen bien –dijo Reito con una sonrisa de lado.

Shizuru cruzo su brazo y se alejó de ahí, ni siquiera una mirada me había dado, lo cual hacia que me sintiera un poco mal, tan pronto había dejado de sentir lo que decía por mí, no sé porque eso me molestaba muchísimo. Yo misma deseaba que olvidara sus sentimientos por mí y ahora estaba molesta por ello, pero que demonios me pasaba. Cuando llego Takeda decidí disfrutar de la noche, me divertía ver sus caras de asombro.

Para mi suerte Takeda era un buen conversador, quien lo diría, siempre que se postraba frente a mí solo balbuceaba tonterías y ahora hablaba fluidamente, no sé si sería la cantidad de vino que estaba tomando pero me gustaba hablar con él. Me sentí muy bien, la cena estaba riquísima y la bebida exquisita, tenía mucho que no iba al bar donde solía verme con Yamada así que aprovecharía de esta ocasión para tomarme unos buenos tragos.

Mientras los comensales de la mesa hablaban de varios temas, como que harían después de graduarse y esas cosas, empecé a observar la sala, todos charlaban animadamente, algunos se daban abrazos y una que otra lagrima salía. De pronto mi vista se paró en una mesa donde había muchos regalos, estaba casi llena, las personas que estaban ahí apenas cabían, no pude evitar hacer un mohín pensando que esos regalos eran solo una estupidez.

Cuando de pronto llego una chica muy bonita y le entrego otro presente a esa persona quien lo tomo en sus manos y se puso de pie, solté un pequeño gruñido cuando mire a Shizuru, no sé qué le dijo cuándo se acercó a abrazarla y parecía que no tenía ninguna intención de soltarla, el pelmazo de Reito se acercó ayudarla y no sé qué le dijo a la chica que se sonrojo y se acercaba a darle un abrazo a él también, mientras Shizuru volteaba a mi mesa y sonrió, me voltee de inmediato maldiciendo mi mala suerte, es que esa mujer tenía un radar o qué demonios, agarre mi copa y la tome de una mientras dirigía mi mirada a otro lado.

Cercas de mi apareció Haruka y Yukino, iban sonriendo por algo que dijo la rubia, no sé porque me dio la idea de que iban más cercas de lo normal, pero aun así se veían muy felices, ambas se sentaron en la mesa donde estaba Shizuru y Reito, de un momento a otro Yukino me miro y sonrió, quería decirme algo con la mirada, pero Haruka le hablo y se perdió la comunicación.

Habían pasado varias horas, así que me puse de pie para retirarme, ya había cumplido y era más que suficiente, Takeda insistió en llevarme y no pude decirle que no, cuando íbamos saliendo varios salían al paso para chocar sus manos o darle una palmada en la espalda sonriendo y felicitándole, la verdad no tenía ni idea del porqué, me parecía una estupidez. Cuando estaba por salir del salón volteé una vez más para la mesa de Shizuru, ahí estaba viéndome con una sonrisa triste, mi corazón dio un respingo, pero no le hice caso, solo seguí mi camino sin esperar verla otra vez.

.

.

Takeda me dejo en el estacionamiento de los dormitorios, era un poco incómodo hablar después de una cita y más con alguien de quien decía estar enamorado de ti.

-Natsuki quería darte las gracias por esto, en verdad me agrado mucho tu compañía.

-A mi también, quien diría que podías articular más de dos palabras sin tartamudear.

Sonreímos los dos y estaba segura que se sonrojo pero con la obscuridad no se notaba.

-Sí, lo siento por ser tan idiota.

Hablamos un poco más de veinte minutos, la verdad que después de superada su timidez era gracioso, recordamos momentos no tan agradables para él, pero que nos sacaban la risa.

-Una pregunta, porque cuando salimos esos chicos chocaban las palmas contigo y te felicitaban.

-Yoo.. yoo.. No lo tomes a mal Kuga, jamás haría nada contigo –decía demasiado nervioso.

-Mmmm, solo dímelo –aparentando no enojarme de nada.

Takeda dio un gran respiro y hablo rápidamente mientras se cubría la cabeza, como esperando un golpe o algo así.

-Ellos piensan que como eres mi cita y es graduación terminaremos en la cama, según ellos es la graduación en toda regla, Kuga-san!

Yo sin poder creérmelo al principio me quede pensativa, después empecé a reír como estúpida, unos minutos más tarde y con dolor de estómago estaba por despedirme de Takeda, después de decirle que esa era una idea muy estúpida.

-Bueno, me voy, fue un gusto.

Cuando quise bajar me tomo de la mano parando mi salida.

-Podrías por lo menos pensar si sería una buena idea?

Sin más remedio sabía que no todo sería miel sobre hojuelas, cuando se me acerco para darme un beso, podía sentir su aliento cerca de mi boca, cuando de pronto levante mi mano… baje del auto dejando a un Takeda postrado en el volante y sangrando por la nariz.

Definitivamente no podría terminar de otra manera.

.

.

Decidí caminar entre los árboles para llegar al dormitorio, quería despejar mi mente del vino que tome, la verdad había sido una buena noche si no hubiera terminado así, no pude evitar reírme del pobre de Takeda, en verdad que los hombres eran unos estúpidos, por eso no me gustaba salir, ni tener nada que ver con ellos, me recordaban tanto la irresponsabilidad de mi propio padre.

Estaba centrada en mis pensamientos cuando escuche murmullos provenientes de una barda cercana a los dormitorios, no pude evitar echar un vistazo y poco a poco sin hacer ruido me acerque para mirar a Nao besándose con un tipo. Me repudiaba mirar lo que hacía para ganarse unas cuantas monedas, cualquier rato le harían ver su suerte, aunque se miraba que la estaba pasando bien, de pronto su mirada se conectó con la mía , quise retroceder pero era demasiado tarde, no sé qué le diría al tipo que se alejó corriendo, salí de mi escondite para acercarme a ella.

-Vaya, no pierdes el tiempo Nao –Cruzando mis brazos al frente.

-Lo sé, la diversión nunca termina, por cierto como te fue con Massachi –Haciendo una mueca coqueta.

-Por lo visto todo mundo habla de ello –haciendo una mueca –La verdad me la pase muy bien, después de todo cuando pierde la timidez es un buen conversador.

-Entonces estuvo bien, me alegro.

Estábamos por seguir con la plática cuando unas risas nos hicieron callar, no se entendía muy bien que decían pero parecía que se la estaban pasando muy bien, riendo y abrazándose, por la oscuridad no se miraba muy bien que hacían pero de que se la estaban pasando bien, lo estaban.

De pronto se pararon cercas de nosotras, por sus perfiles y la luz parecía que se estaban besando, Nao y yo solo sonreímos, hasta ahora no sabía si me gustaba el voyerismo o solo era curiosidad, de pronto el saco dos botellas, una en cada mano y le dio un gran sorbo para pasársela a ella y hacer lo mismo. Menudo idiota la estaba emborrachando muy seguramente para aprovecharse de ella, recordando lo que Takeda me había dicho hace rato, Nao volteo a verme y yo a ella.

-Las botellas?

Asentí riendo, mientras Nao se escabullía a un lado y yo por el otro, ellos seguían en sus locuras sin imaginar lo que pasaría, unos minutos después Nao me hacía señas de que me acercara, estaba a unos metros de llegar cuando escuche una voz que me dejo petrificada.

-Ara Reito-chan, esto es muy divertido –riéndose de manera tonta.

-Espera a que lleguemos al dormitorio –riendo alto.

Mi sangre empezó a hervir y de pronto salte frente a él, sin darle tiempo a nada le di un puñetazo que lo hizo caer de espaldas, Nao salió en ese momento riendo a más no poder y Shizuru solo me veía asombrada.

-Nat-su… que te pasaa… -tratando de agacharse para mirar a Reito.

No podía articular palabra de lo tomada que estaba, nunca la había visto así. Como demonios paso eso, no hacía mucho que la había dejado en la cena y ahora estaba tomada y con este engreído queriéndose aprovechar de ella, mire al suelo sintiendo temblar mis manos, ese estúpido me las va a pagar.

-Mmmm.. Que pasooo … -Tratando de ayudarse de Shizuru, por lo visto también estaba muy tomado – Apuntaste las placas del carro?

Reito trato de levantarse de nuevo pero no podía, Shizuru se acercó ayudarlo pero terminaron ambos en el piso riéndose de ellos mismos yo me acerque de nuevo con los manos apuñadas queriéndolo agarrar a golpes de nuevo, pero Nao me detuvo.

-Creo que ambos están muy tomados, míralos no se pueden ni levantar, de seguro querían su noche de graduación –haciéndome un guiño sexi.

Yo voltee la cara asqueada de solo pensarlo, como se le ocurrió a Shizuru algo así y con este animal, había tantos y mejores.

Ambos estaban muertos de risa, queriendo apoyarse uno en el otro, pero terminaban en el suelo de alguna u otra manera, Nao saco su celular y empezó a tomar fotos, pero le quite el celular.

-Qué demonios te pasa? –le dije mientras aguardaba el celular en mi bolso.

-Nat esas fotos valdrían mucho dinero, imagínate a la pareja más ardiente de toda Fukka en estas condiciones, esas fotos serian oro molido.

-Aunque se lo merecieran no podría hacerles eso.

-Lo dices por tu Shizuru?

-Cállate! Ella no es mi Shizuru y lo hago por que no están en condiciones.

-Pero Nat… -no la deje seguir.

-Ya, ayúdame a llevar a Reito y yo llevare a Shizuru.

Estaban muertos de la risa y sin poder levantarse aún, mientras Nao ayudaba a Reito para llevarlo a los dormitorios de hombres, yo me acerque a Shizuru, su vestido estaba muy por encima de sus muslos blancos, en contraste con el vestido rojo la hacían verse espectacular. Sin pensarlo la tome de los brazos para ayudar a levantarse, ella se pegó a mi pecho, sin decir nada empecé a caminar para llevarla a su dormitorio, de pronto se paró y se soltó de mis manos.

-Reito-chan, donde esta?

-Se fue, Nao lo llevara a su dormitorio.

-No, no, no… teníamos pensado ir a mi dormitorio y …

De pronto dejo de hablar, mientras caminaba pasos cortos y sus manos estaban en su cabeza, como pensando en algo, de pronto se paró de nuevo.

-Olvídalo iré yo sola por él.

-Estás loca si crees que te dejare.

Sin pensarlo la tome de las manos y la subí a mi hombro como costal de papas, y en lugar de llevarla a su dormitorio la lleve al de nosotras. Batalle mucho porque se movía constantemente y me pedía que la bajara, apenas podía subir las escaleras, sin pensarlo tome mi celular y llame a Mai.

-Mai estas en el dormitorio?

-Sí, pasa algo Nat?

-Sí, necesito que me ayudes, baja por favor.

Al cabo de unos minutos Shizuru estaba en nuestro dormitorio, dormida en mí cama para mi mala fortuna, Mai me pidió que le ayudara a quitarle los zapatos, mientras ella se deshacía de su tocado para desenredar su cabello.

-Quítale las medias también.

-Heee –apenas pude decir eso de la vergüenza.

-Que le quites las medias, como crees que dormirá así de incomoda, también el vestido.

-Estás loca, hazlo tú si quieres –Y salí de la habitación nerviosa y enojada conmigo misma, ella me había desvestido y no solo eso, se aprovechó de mí, como era posible que yo no pudiera hacerle lo mismo, así estaríamos a mano, pero la realidad era que no podía. Y no solo eso, estaba pensando cómo hacer para no dormir con ella, cuando Mai salió del dormitorio y sin pensarlo le propuse.

-Mai podrías dormir con ella y yo con Mikoto?

-Qué demonios te pasa Natsuki, es tu amiga porque no puedes dormir con ella?

No podía articular palabras, tenía miedo de lo que pudiera pensar de mí, pero era mi amiga, quien me había ayudado a luchar, quien se preocupó por mí y quien derroto al señor de obsidiana, porque no podía contarle la verdad, nada me detenía, sin pensarlo tome aire y me dispuse a contarle la verdad.

-Shizuru está enamorada de mí, y no solo eso, ella destruyo a todo el distrito por amor a mí, se volvió loca y asesina por mí, yo no puedo devolver sus sentimientos y no quiero estar cerca de ella, no me siento a gusto compartiendo mi cama con ella y nada de mi vida!

Termine casi gritando, Mai se dejó caer a un lado mío en el sillón, mientras alzaba sus brazos.

-Vaya, y yo que creí que devolvías sus sentimientos –mientras rascaba su cabeza.

-Que, porque supones eso y ya lo sabias? –asombrada por lo que dijo.

-Mmm, Nao ya me había contado algo, pero pensé que estarías de tonta como siempre y que solo era cuestión de tiempo para aceptarlo, pero cuando me dijiste que saldrías con Takeda ya no supe ni que pensar –removiéndose en el sillón intranquila.

-No quiero nada de ella, me repele su amor, no sé cómo decirlo Mai, solo no puedo devolver sus sentimientos –Y la verdad era que no sabía el porqué.

.

"Ninguna de las dos se dio cuenta que Shizuru las escuchaba a través de la puerta, abrazándose a sí misma y llorando por las palabras de la peliazul, era un dolor insoportable, corrió a la cama enredándose en la sabana y tratando de contener su llanto, había tratado por todos los medios verla para invitarla a esa comida y nunca pudo hacerlo, ahora entendía el porqué, un dolor extremo se clavó en su pecho y siguió llorando.

.

-De todos modos ella esta indispuesta ahora y tendrán que dormir juntas, y no hay un no por respuesta, después hablaremos sobre esto, no creo que sea el momento adecuado y Nat piensa en lo que sientes, creo que estas confundida y con miedo –Mai se levantó del sillón y se dirigió a la puerta –Aah Nat iré por Mikoto y saldremos a cenar, más tarde regresamos.

-Ok Mai -Yo asentí, sin más remedio la seguí a la habitación sacando mi pijama y una nueva sabana, pues la morena estaba enrollada en la que tenía y dando un gran suspiro fui a cambiarme al baño para ir a dormir.

Cuando estuve lista me acerque a la cama tratando de no despertarla, como pude me acosté sin pegarme a ella, la luna se filtraba por la ventana, no podía conciliar el sueño, de pronto me vino a la mente mi madre y los momentos que pasábamos en el laboratorio, no podía evitar hacer una mueca de dolor, todos me habían fallado, como podría confiar de nuevo en ellos.

Por lo menos me dejo mucho dinero que me serviría para llevar a cabo mis planes y documentos importantes de sus múltiples investigaciones que había logrado esconder de Sears, por lo menos me debía un futuro prometedor.

De pronto sentí una mano en mi estómago, trate de levantarme pero la cabeza de Shizuru se pegó a mi pecho dejándome inmóvil, quise sacudirla para que despertara y se hiciera a un lado, pero verla en ese estado vulnerable me lo impidió, su respiración era pausada, rítmica y dormía profundamente, la luna me permitía verle el rostro, sus cejas bien formadas, unas largas pestañas, su nariz aristocrática bien formada y sus carnosos, sensuales labios.

Definitivamente era la diosa de la perfección, no pude evitar hacerme la pregunta, porque se había enamorado de mí, podría tener a su lado a quien quisiera. Lo cual me hacía pensar que probablemente solo era un capricho o una obsesión por mí.

-Natsuki yo solo quiero que seas feliz, porque no me permites ser esa persona que este contigo para siempre.

-Queee, lo siento pensé que estabas dormida, y no creo que sea el momento de hablar de ello en tu estado –tratando de alejarme de ella.

-Estoy un poco tomada pero se lo que quiero y lo que siento, así que no trates de esquivarme como lo has hecho en todos estos días –levantándose un poco y dejando al descubierto un hermoso conjunto de encaje rojo, trague saliva por lo bajito.

-Shizuru tu eres hermosa, podrás encontrar quien te amé y… -Ya no pude decir más, sus labios húmedos atraparon los míos, trate de resistirme pero a quien engañaba también en algún momento de la noche desee que esos labios fueran míos por tan solo un momento.

Jalo de mí haciendo que callera encima de ella, su piel era suave y mis manos sin obediencia corrieron hacia ella, desbocadas empezaron a recorrer su espalda delicadamente y sin prisa.

-Solo una vez, es lo único que pido –Profundizando el beso, y sin más toda cordura desapareció en mí, para dar paso a esa noche que jamás olvidaría.

No sé qué pasaría de hoy en adelante, pero seguiría la necesidad que ahora pedía mi cuerpo. No era una tonta, sabia hacia donde nos dirigíamos y no había escapatoria.

En segundos sus pechos estuvieron libres, sus pezones erguidos pedían una caricia, mi mano temblaban un poco cuando tome la valentía de tomarlo entre mis dedos, ella se arqueo un poco, mientras un gemido salía de su boca. Me gusto escucharlo, era ronco y sexi, como ella lo era.

No dejábamos de besarnos, por momentos lento y otras como si quisiéramos acabarnos una a la otra. Shizuru se las apaño para dejarme desnuda, la única barrera que quedaba eran sus bragas, así que me tome la tarea de liberarla.

Baje poco a poco besando cada centímetro de su piel, ella se retorcía un poco, cuando mi boca llego a sus pechos suspire mientras tomaba su pezón entre mis labios y fue cuando escuche la melodía más hermosa que nunca había escuchado. El miedo que había desapareció por completo mientras mi boca pasada de uno a otro, era dulce, era cálido, era totalmente maravilloso.

Cuando baje hasta su cintura jale hacia abajo lo único que quedaba, mis dedos recorrieron con ternura la piel de sus piernas, subiendo por sus muslos para posarse en sus caderas, sus manos acariciaban mi cabeza para después tirar de ella para un beso, mordí sus labios, sentía tanta necesidad de todo, quería fundirme en ella y que ella se fundiera en mí.

Mi mano bajo poco a poco y después de acariciar su abdomen plano agarro valentía para introducirse ahí donde tanto lo deseaba. Un suspiro salió de su boca, mientras su cabeza se hacia atrás.

Acaricie con delicadeza su centro, haciendo pequeños círculos, besando su oreja, su cuello, su barbilla para terminar de nuevo en sus labios rojos por la actividad.

Mi cuerpo estaba encendido, no necesitaba muchas caricias para que mi centro estuviera igual de húmedo que el de ella, estábamos en sincronía y era perfecto, sus caderas empezaron a moverse queriendo más y ahí fue cuando la verdad golpeo mi cara.

Sería la primera vez de ella y la mía, el nerviosismo apareció de nuevo, jamás había hecho esto y se sentía tan natural, era como si siempre hubiera estado ahí esperando a que saliera a la superficie. Entonces me dio la valentía para llegar al final.

Introduje mi dedo poco a poco, sintiendo un poco de resistencia, la respiración de Shizuru subió de ritmo, pero nunca pidió que me detuviera, el vaivén se hacía más frecuente y nuestros cuerpos se movían al compás. Decidí meter uno más sintiendo un poco más de resistencia, Shizuru se quejó un poco pero sus caderas se movían frenéticamente, sus gemidos me pusieron más alerta y mi cuerpo necesitaba lo mismo que el de ella.

Al parecer se dio cuenta porque cuando menos lo pensé estaba dentro de mí, no sentí dolor, solo un placer infinito, me sentía en el paraíso, su cuerpo era perfecto, sus besos, el deseo se hacia mayor y sus gemidos más frecuentes.

-Dios Natsuki esto es hermoso.

-Lo sé –mordiendo su cuello, baje a su pezón y lo empecé a succionar con delicadeza, un sonido gutural salió de ella y mi mano empezó a moverse con mayor fuerza, de pronto un grito salió de ella mientras su cuerpo se arqueaba, y yo junto a ella, el placer más infinito llego a ambas dejándonos exhausta, pero satisfechas. Ella se acodo junto a mí y nos dejamos ir en los brazos de Morfeo.

Cuando desperté no había nadie en la habitación, pensando que a lo mejor toda había sido un sueño, pero el olor al perfume de Shizuru y la peineta plateada en mi buro me decían que no lo había sido. Me levante un poco confundida, donde estarían las demás, paseando mi mirada por la habitación me di cuenta de la nota que estaba en la cama. Era de Mai.

"Nat entre temprano a mi turno en el restaurante, Mikoto se fue temprano con Reito y pasara lo que queda del fin de semana con él… ahahah… y creo que Shizuru se fue temprano porque cuando llegue esta mañana por mí uniforme ya no estaba, te marque porque nos quedamos a dormir con Nao… nos vemos en la tarde".

Hice bolitas el papel y lo tire en el cesto de basura, recostándome otra vez, un pequeño dolor muscular recorría todo mi cuerpo, pero era agradable. No pude evitar sonrojarme recordando lo que había pasado anoche con Shizuru, y otra vez me sumergí en un sueño profundo.

"Salí corriendo de un túnel, mi madre me perseguía con una jeringa en su mano, me pedía que la esperara que solo quería un poco de mi sangre. Me escondí entre unos contenedores y apareció Nagi diciéndome que no era nada, que nunca lo seria, que la amistad no existía y que mis amigas terminarían matándome, grite que no era cierto cuando apareció Mai aventando bolas de fuego seguida de Mikoto con su espada lanzándose hacia a mí.

Corrí como loca cuando me topé con Shizuru llena de sangre diciendo cuanto me amaba y que sería suya para siempre, que nunca me dejaría ir, Haruka apareció riéndose de ella, que era una enferma y que estaba mal que sus sentimientos por mí no deberían ser, Shizuru levanto su naginata y corto de tajo su cabeza".

Desperté sudada y con mi respiración agitada, empecé a temblar inconteniblemente.

-Dios, todo esto es un error. Nunca debería haber llegado tan lejos –tapando mi cara con la almohada.

.

Las semanas pasaban rápidamente y el término del año escolar también, ya tenía todo arreglado y según Sakomizu, mis calificaciones fueron estupendas, por lo que no habría ningún problema para por fin iniciar mis planes, solo quedaba esperar la graduación y la entrega de papeles y por fin seria libre. Dejaría atrás el carnaval, la traición de mi madre y a Shizuru.

No me había vuelto a molestar, ni una llamada, ni un mensaje, no sabía si sentirme bien o no, solo tenía un pesar, porque nuestra amistad tendría que acabar de esa manera, que habría pasado si hubiera sido de otra manera, podría corresponder a su amor después de lo que paso entre las dos.

No, no había forma de que eso pasara, había sido un error, eso jamás debería haber ocurrido y desde este momento quedaría escondido en lo más recóndito de mi memoria.

La mañana era triste, estaba nublado y corría un aire nostálgico o seria yo la nostálgica, estaba por llegar a la escuela, era el día de la graduación, Mai y Mikoto salieron muy temprano, les dije que no iría pero la verdad es que Sakomizu me hizo ir por lo papeles ese mismo día, esperando tal vez que al ver a mis compañeros cambiara de idea, pero ya estaba todo listo, solo me faltaba los papeles para irme a Londres por fin podría desprenderme de todo, ahí iniciaría una nueva vida, ya estaba inscrita en la mejor escuela universitaria, no había vuelta atrás.

La entrada estaba muy solitaria, camine discretamente por los pasillos, no quería que nadie me viera pero al parecer todos estaban en el área donde se llevaba a cabo la ceremonia de graduación, conforme me acercaba se hacía más notoria.

Llegue por atrás del templete y pude escuchar como pedían que la Kaichou diera el famoso discurso de despedida, estaba a unos pasos de llegar pero la voz de Shizuru me detuvo, con su hermosa voz tenia cautivados a todos y no pude evitar pensar cuanto extrañaría ese acento melodioso que muchas veces me brindo ayuda y otras solo hubo desasosiego. Mis manos se hicieron puño recordando el momento tan incómodo en la casa del té. Su voz me trajo de nuevo al presente.

"terminamos una etapa para iniciar otra, tal vez nunca volvamos a ver a compañeros pues todos tomamos caminos diferentes, pero lo que sí puedo asegurar es que jamás olvidaremos los hermosos recuerdos que nos dejaron y que día a día estarán en nuestros corazones, hoy iniciamos el mayor reto, madurar y aprender que no todo se nos da como a veces pensamos pero debemos seguir adelante por lo que todavía tenemos y podemos llegar a ser, solo les pido que lleven en su corazón lo que verdaderamente vale la pena y olvidemos lo que no, les deseo la mayor felicidad y que pongan el mayor empeño en triunfar y hagan lo posible por alcanzar su felicidad".

Maldito Sakomizu, me aleje de nuevo para ir a donde siempre lo miraba, dejando atrás una algarabía por el discurso de Shizuru, lo único que quería en ese momento era irme de una vez por todas. Estuve esperándolo por veinte minutos cuando llego.

-Lo siento Kuga pero estaba en el estrado y no podía retirarme fácilmente, pero aquí tienes, debo felicitarte, con esto entraras a la universidad sin problemas –dándome un sobre amarillo donde debería tener todos mis papeles.

-Gracias, por todo, en verdad te agradezco la ayuda que siempre me has brindado.

-Yoo.. Deberías pensar muy bien lo que harás, ahora tienes amigos y … -secando su sudor con un paño.

-No, esta todo decidido –saque un pequeño sobre de mi bolso –Podrías dárselo a Mai cuando la veas, un último favor.

-Por supuesto, cuídate mucho, espero verte algún día.

Me di la vuelta decidida, sabía que si me quedaba más tiempo no tendría el valor de seguir con mis planes, ahora solo era yo. Metí los papeles en mi mochila llevando solamente lo necesario, haya no ocuparía nada más que dinero y el disco duro que llevaba conmigo siempre, en donde estaban todas las investigaciones que mi madre hizo y que nadie más sabia de ello, ni siquiera a Sakomizu le informe, todo había quedado en el muñequito de peluche que encontré en su oficina, al que no le pusieron atención sin saber el gran valor que tenía. Había llegado a la entrada y me gire a ver la escuela de Fukka por última vez, esta escuela que me brindo muchas cosas no tan buenas como hubiera deseado y otras que jamás olvidaría.

-Espero me perdones Mai, Mikoto, Nao.

Y seguí mi camino rumbo al aeropuerto donde me esperaba el vuelo que me llevaría a una vida mejor, donde no hubiera carnaval, traiciones, ni amores prohibidos.

Bien espero les guste y dejen sus comentarios, como saben esta es mi participación en la publicación de un FF para la pagina Mai HIME LatinAmerica *ShizNat* y los comentarios son muy importantes, así que les agradecería muchos de ellos jejejjejee... lo pueden hacer como visitantes... Gracias de antemano.