¡Hola a todos!
Aquí está esta "nueva" historia (sí, "nueva" porque la idea ya la tenía hace tiempo y logré publicar tres capítulos) y que, por razones ya explicadas en la historia anterior, la renové y aquí está su nueva versión, la cual espero que aprecien como hicieron con la anterior.
¡Espero que la disfruten! (:
Are you the One?
By
Daryaak
Prólogo
Caminaba con lentitud por las abarrotadas calles de Londres Muggle, con la vista perdida en el suelo, chocando con la gente y sin percatarse de ello a pesar de las palabrotas que decía la persona. Su mente no procesaba nada de lo que pasaba a su alrededor, nada excepto lo que le había dicho la policía al llegar a su casa aquella mañana.
Paró en medio de la vereda, ocasionando más palabrotas de la gente sin ser escuchadas, y, como si hubiese despertado, miró a su alrededor totalmente desorientada. Pidió disculpas y comenzó a caminar a paso rápido hasta llegar a una plaza. Se dirigió a las bancas y se sentó en una, y su mirada se volvió a perder.
El timbre sonaba fuerte y constantemente, despertándola. Esperó a que su madre bajara a ver qué era, pero ésta, al no bajar, no le quedó otra que a ella ir a ver qué pasaba. "Lo más seguro es que hayan llegados tan cansados de aquella comida, y tan tarde, que ni siquiera sienten el timbre" – pensó mientras bajaba las escaleras con rapidez y se arreglaba el pelo. Abrió la puerta y salió al jardín con las llaves en las manos. Abrió la reja que era de madera con metal y por ello no dejaba ver el exterior, sorprendida al encontrarse con dos señores vestidos de azul con la insignia policial. Frunció el entrecejo, extrañada.
- Buenos días, señorita – saludó el que parecía mayor.
- Buenos días – saludó Hermione -, ¿les puedo ayudar en algo? – preguntó.
- ¿Es ésta la residencia del señor Mark y la señora Jane Granger? – preguntó el otro policía.
- Sí – respondió la castaña con un sentimiento de miedo -, ¿pasó algo? – preguntó.
- ¿Es usted la única en casa? – preguntó el mayor.
- Sí.
- ¿Hija única?
- Sí.
Ambos policías se intercambiaron una mirada.
- Le tenemos que dar una noticia – anunció el más joven. Hermione se quedó en silencio -. A las cuatro de la madrugada hubo un accidente en la carretera, habiendo dos muertos – Hermione abrió los ojos como platos.
- No… no me digan que… - tartamudeó.
- Lo sentimos mucho, señorita – aseguró el policía -, nosotros hemos tenido el deber de informarle – ambos hicieron una inclinación de cabeza -. Lo sentimos. Buenos días – dieron media vuelta y se fueron de allí, dejando a la joven castaña parada al lado de la reja, con la vista perdida.
Las lágrimas bajaron por sus mejillas, las cuales quitó de un manotazo. Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la vereda. Siguió el camino hasta llegar a un lugar que se llamaba 'Euro Center'. Observó a la gente, la mayoría vestida de negro, Góticos, Emos, Otakus, Visual. Algo en su interior se encendió. Observó el edificio, sonrió y entró.
Cerró los ojos, abatido. Todo estaba perdido, ya nada tenía sentido. Estaba solo, su madre muerta, su padre en Azkaban, y él… él estaba en aquella enorme mansión sin compañía más que la de sus elfos domésticos. Apenas comía y pasaba el día completo encerrado en su habitación, tocando guitarra y tratando de olvidarse del mundo a través de aquella música tan tétrica, pero que a él le sonaba a un canto totalmente alegre.
Observó la carta que estaba en sus manos. El escudo del colegio Hogwarts estaba impreso al frente, para que lo quitase y abriese el sobre. Con dedos temblorosos lo abrió y leyó el pergamino minuciosamente, y, por primera vez en meses, sonrío.
Bueno... este a sido el prólogo. Espero que hayan disfrutado de este comienzo.
¡Muchas gracias por leer!
