Comentarios: Idea salida de ver tantos amv de Reborn y quería subir algo por el cumpleaños de Gokudera (aunque angst es un pésimo regalo, so….)
Todos los personajes le pertenecen a Akira Amano
Y va para Gekokujou, of course.
Advertencias: Spoilers del Arco del Futuro, personajes TYL y angst.
Mano derecha.
Tsuna no entendía esa obsesión de Gokudera con querer ser su mano derecha. ¿Era por querer saldar su deuda de haberlo salvado cuando se conocieron? ¿O por ser el puesto de más importancia en la familia después del jefe?
No lo lograba comprender, así que solo suspiraba resignado cada vez que el de cabello gris gritaba a los cuatro vientos que esa era su meta y que nadie era más digno que él a serlo.
Fue, hasta mucho tiempo después que logró comprender lo que en verdad significaba querer ser una Mano derecha.
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Tsuna no pensó que ser un jefe sería tan difícil.
Sabía que no iba ser un camino fácil, estar en la Mafia quitaba todas las posibilidades de vivir pacíficamente el resto de sus días, pero aquello no era de ninguna forma como lo había imaginado. Nunca pudo haberse imaginado algo tan terrible.
Aunque claro, la amenaza de los Millifiore era algo que nadie se hubiera podido imaginar, tampoco la magnitud de peligro tan grande que eso conllevaba.
Suspiró largamente al tiempo que apretaba con fuerza sus puños.
Eso era demasiado, más de lo que él podía soportar, más de lo que todos podían soportar. Y Reborn no mejoraba, cada día estaba más débil y no estaba allí con él para decirle que hacer, aunque fuera a su espartana forma de decirle…
Una mano se apoyó en su hombro, discreta y lentamente, en una acción que, aunque muda, le decía que contaba con todo su apoyo y que haría lo que fuera para ayudarlo.
Tsuna, después de que pasara la sorpresa por la repentina acción, solo pudo sonreír, sintiendo esa cálida mano increíblemente confortante en esos momentos.
No necesitaba ver de quien era esa mano, sabía de sobra a quien pertenecía, esa presencia la reconocería en cualquier lugar. Además, en la mano que cálidamente lo reconfortaba, había un anillo de tormenta adornando orgullosamente sus nudillos.
El jefe de la décima generación sonrió escasamente antes de colocar su propia mano sobre la que se apoyaba sobre su hombro pudiendo sentir a través de ella el estremecimiento que había recorrido el cuerpo del otro. Rió levemente al tiempo que volteaba ligeramente el rostro hacia atrás hasta fijar su vista en los ojos verdes que lo veían con algo de asombro.
-Gracias, Gokudera-kun.
El italiano había abierto sus ojos ampliamente, sorprendido por la acción y lo dicho por su jefe. Recuperándose formó sonrisa sincera en sus labios que provocó una sonrisa más amplia en el rostro del castaño.
-De nada, Décimo.
Tsuna sonrió de igual forma, apresando con más fuerza la mano de su Guardián mientras la observaba fijamente con una mirada bastante cálida.
Ahora entendía el verdadero significado de una Mano derecha.
Porque una Mano derecha no era simplemente ser el segundo al mando o una forma de saldar deudas por haberle salvado la vida.
Una mano derecha era el mejor sinónimo de apoyo incondicional y promesa implícita de siempre estar a su lado que pudiera existir.
También era lo que buscó a tientas con su propia mano para apretarla fuertemente cuando tuvieron que meter en ese ataúd a su tutor mientras todos a su alrededor lloraban desconsoladamente.
También fue lo último que Tsuna apresó fuertemente -y con suma ternura- con su propia mano antes de cerrar sus ojos definitivamente mientras los ruidos y gritos de su Guardián diciéndole que no muriera iban desapareciendo mientras él caía en la oscuridad.
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