Japón un bello país lleno de cultura y de personas de diferentes tipos que llaman la atención de extranjero al visitarla puedes llenarte de sorpresas, pero al ser un residente donde has conocidos múltiples personas además de tener batallas todo ser humano que ha pasado eso piensa que es el fin de eso pero apenas empieza, eso es lo que paso con Sawada Tsunayoshi donde un día como otro al ser despertado de un golpe por su tutor además de empezar un entrenamiento al estilo Vongola en la montaña de la muerte de Namimori, es donde empieza otro capítulo de su vida, bueno eso es lo que se puede resumir un poco en la situación que esta en este preciso momento.
Sonriendo como un idiota con una lágrima que se resbala de la mejilla, arrodillado mirando un extenso paisaje donde las aves vuelan y el sonido salvaje de los felinos en coro.
-¿Cómo pare de este modo? –absorbía un moco cuando hacia esa pregunta.
-Desafortunadamente no puedo responder esa pregunta, maestro. –le respondió una voz femenina.
-Bien, déjame recordar. –decía Tsuna mirando el cielo.
FLASH BACK
El sol estaba empezando a salir, en una ciudad que ha tenido muchos tipos de accidentes y eventos está empezando a despertar, en un vecindario que está acostumbrando al ruido, iniciaban a oír, una casa donde un joven que estaba en vacaciones de verano dormía plácidamente sabiendo que no tenía clases, era golpeado por un martillo verde por un niño de 5 años vestido elegantemente.
-Tsuna, ya es de día, es el inicio de tus clases. –sonreía al ver como su alumno se retorcía de dolor.
-¡Reborn, estamos en vacaciones no tengo clases! –le grito furioso Tsuna que se sobaba su cabeza. -¡Ademas ya estoy en la universidad de Tokyo! –recordo la tortura que tuvo que pasar, Reborn lo obligo estudiar todos los libros sobre la carrera que seguiría en la universidad, siempre le hizo un examen sorpresa para practicar. Pero gracias a eso entro a la universidad con notas honorables.
-No seas idiota. –le apuntaba con su pistola. –Tienes mis clases. –Tsuna al escuchar eso solamente suspiro de cansancio. –Apresúrate hoy tengo algo especialmente pensado para ti.
FIN DEL FLASH
-Bueno eso es interesante, maestro. –se escuchó otra voz femenina.
-Si lo sé, lo siguiente que paso fue un verdadero infierno. –Tsuna suspiro haciéndose bolita. –Trepar por acantilados, saltar entre serpientes, correr de abejas, secarte de agua y después llenarte de lodo. –dio un suspiro, una mano se posó en su brazo.
-Ánimos, maestro.
-Gracias. –sonrió pero nuevamente cambio su rostro por uno amargado. –Después hacer sentadillas, lagartijas, estiramientos. Sin duda un entrenamiento al estilo de Reborn no de Vongola.
-¿Vongola, que es eso?
-Bueno es una organización que me fue confiada pero no deseo hacerme cargo de ella.
-¿Por qué?
-Muy peligroso y llena de conflictos. Donde tiene que saber en quien confiar y en quien no, no sabes que pasara mañana. Es muy difícil vivir con eso, yo solamente deseo vivir en paz tener un trabajo normal. Pero no, nada en mi vida puede ser normal. –se quejaba mirando con desesperación el suelo.
-Ya veo y que pasó después.
-Bueno…creo que-seguía recordando.
FLASH BACK
-Bien dame-Tsuna te daré tiempo para que descanses.
-Gracias a dios. –decía Tsuna que caía exhausto lleno de espinas y lodo, además unos moretones y magullones.
-¿Qué haces ahí? –le pregunto Reborn
-¿Descansando? -Respondió Tsuna cerrando los ojos y estirando sus brazos y piernas.
-Ve a cambiarte, estas sucio. Después de esto iremos donde están los chicos a pasar un rato. –le lanza ropa limpia y una bolsa con utensilios para bañarse.
-¿En serio, a qué horas?
-A las 16:00.
-¿Y qué horas son?
-15:30. –Reborn y Tsuna se quedaron en silencio, entre ellos paso un viento llevándose las hojas.
-Eso es en 30 minutos. –le respondió Tsuna nervioso
-Si lo sé, y tardaremos 20 minutos en bajar la colina, por supuesto si corres a 20km/h y otro 20 para llegar al restaurante a la misma velocidad sin tomar descansos. Llegaremos tarde si mucho en 10 minutos, así que apúrate Dame-Tsuna. –le apunto con su arma. –Sabes que odio llegar tarde.
-¡Hiie! –grito Tsuna a los cuatro vientos mientras tomaba su ropa y se iba a un lago cerca a tomarse un baño, el agua estaba fría pero no le importo se secó lo más rápido que pudo y se cambió cuando se ponía el pantalón se tropezó con sus pantalones cayendo de espaldas. –Dolio. –se levantaba cuando su mano oprimió una especie de boto abriéndole una entrada secreta.
-¿Qué es eso? –se preguntó mientras se colocaba mejor su pantalón. Miro levemente el interior cuando Natsu salió del anillo.
-Guao. –gruño feliz y corrió adentro, Tsuna por instinto lo persiguió, sin darse cuenta la puerta se cerró, seguía a Natsu en un pasillo que estaba levemente iluminado.
-Oye Natsu, ¿Dónde te metiste? –grito Tsuna que corría y lo seguía llamándolo, llego a un espacio abierto, era una especie de ruinas que dejaba la luz del sol ingresara dando más iluminación, miraba alrededor, era espectacular parecía que una vez fue una sala de coronación o algo parecido.
-Gao,gao. –escucho el gruñir de Natsu, estaba enfrente arrullando una estatua.
-Kora, Natsu tenemos que irnos o sino me regañara. –lo tomaba en sus brazos, pero Natsu no dejaba de moverse. -¿Qué haces Natsu? ¿Qué miras? –al ver la estatua que tenía enfrente era una mujer que en sus manos tenía una especie de piedra redonda. –Que bien hecha esta. –Tsuna miro los detalles y la manera finamente elaborada.
Natsu seguía maullando, -¿Qué sucede, Natsu? –intentaba tranquilizarlo o intentaba descifrar lo que pasaba, miro la piedra nuevamente dándose cuenta que tenía un emblema. -¿Qué es eso? –Tsuna al tocarlo el paisaje alrededor cambio, las ruinas se esfumaron y una nebulosa galáctica tomo lugar. -¡HIIE!
Grito Tsuna asustado cuando empezó a flotar en medio de todo, la estatua que tenía la piedra empezó a tomar la forma de una verdadera persona carne y hueso, abrió los ojos levemente.
-¿Quién eres? –pregunto la mujer, tenía la voz profunda y con un leve sonido a máquina.
-Sawada Tsunayoshi. –se presentó Tsuna con miedo, al menos había perdido la tartamudez gracias a Reborn.
-¿Llevas la sangre de la primera Mater, joven Tsunayoshi?
-¿Mater? No sé a qué te refieres. –le respondió Tsuna, en un momento sintió un dolor en su espalda dándose cuenta que le habían apuñalado, cuando la navaja salió de su cuerpo, rápido tapo su herida con su mano.
La mujer tomo la navaja y lamio la sangre. –Si, tiene la sangre de ella.
-Pero que dices, ¿Qué es mater? No tengo la más mínima idea de lo que hablas. –Natsu empezó a lamer la herida y gruñía a la mujer que le había apuñalado.
-¿Aceptas los 12 signo? –le pregunto de repente.
-¿Qué?
-Pon atención por favor, no tengo mucho tiempo. Tu herida debe estar ya sanada. –la hablo la mujer cerrando los ojos, Tsuna al ver su mano ya no había sangre y Natsu tuvo un escalofrió y se metió en las ropas de Tsuna.
-Por favor explícate, no sé qué te refieres con los 12 signo.
-Ya veo, eres capaz pero no sabes de que. Interesante. –la mujer abrió los ojos, con un movimiento de su mano alrededor de ellos se formó un circulo de unas luces que transformaron en mujeres que vestían de diferentes formas. –Ellas nacieron con el propósito de servir al hijo de Mater cuando él las necesitaran, ahora tu joven Tsunayoshi descendencia de Mater las necesitaras. Te volveré a preguntar. –atrás de ella un agujero negro se abrió empezando a absorber.
-¿Qué demonios? –dijo Tsuna se tapó la cara con sus brazos por el aire que se estaba absorbiendo.
-¿Aceptas los 12 signos? –la mujer, como una muñeca de porcelana empezó a quebrarse.
Tsuna al no saber que responder miro como una estrella era absorbida y dentro del agujero se destruía.
-Ellas morirán si no das una respuesta rápida. –dijo la mujer que tenía solo parte de su torso y cabeza.
Tsuna miro como las mujeres se dejaban llevar.
-Espera un segunda…
FIN DEL FLASH BACK
-Por dios, es uno de las cosas más raras que me ha pasado desde que llego Reborn, eso ha superado todo. -Tsuna seguía en bolita
-No sabía que un agujero negro nos podía matar.
-Por supuesto que puede, después de todo estrellas son las que nos forman.
-Ah. Tiene sentido.
-Ahora el caso es que no tengo la más mínima idea de donde estoy. –Tsuna se paraba jalando sus cabellos.
-¿Quién grita? –entre los arbustos una persona apareció.
-¡Ah! Lo siento. –se levantó rápido Tsuna haciendo una reverencia.
-Oh que sorpresa tenemos el día de hoy. –Tsuna al elevar se encontró una muchacha rubia con ojos dorados, tenía una blusa de tirantes café y un short de lona con unas botas de montaña. Tsuna al verla se quedó anonadado por la figura y la belleza que tenía, se puede decir que superaba a Kyoko, pensó mentalmente Tsuna que la quito tan rápido como apareció.
-Oye ¿te puedo hacer una pregunta? –hablo la muchacha poniendo sus manos en su cadera.
-SI. –respondió sorprendido.
-¿Cuánto tiempo llevas en este lugar?
-Bueno, no sé. Creo que hace una hora o dos. Para serte sincero estaba en un lugar y de repente aparecí aquí y estoy muy confundido, muchas cosas han pasado. –explico sin saber porque, respondía las preguntas que los demás de hacían.
-Entiendo, pero todo este tiempo las has tenido a ellas en su forma física. –señalo atrás de Tsuna.
Él al voltear se encontró con 12 mujeres…eran las mujeres que aparecieron cuando paso del agujero negro. –Esto…-Tsuna se quedó analizando mirando a las 12 que le sonreían y le saludaban.
-Si no las guardas, tu llama se terminara y puede que te desmayes o puede ser mucho peor. –la muchacha anterior se acercó por la parte de atrás sorprendiéndolo.
-¿A qué te refieres? –pregunto Tsuna, en ese instante sintió un mareo que casi lo deja en el suelo, pero afortunadamente la muchacha rubia lo agarro.
-Me refiero que debes sellarlas en una parte de tu cuerpo. Porque ellas necesitan más llamas cuando están en su forma humana, así que te sugiero que mejor las guardes. –la muchacha lentamente lo sentó.
-Lo siento mucho, pero no tengo la más mínima idea de lo que está sucediendo. –hablo cansado Tsuna, le empezó a costar respirar.
-Ya veo, así que no te hablo mucho ella, bien en ese caso te ayudare, no te preocupes. –le sonrió la muchacha.
-Gracias…esto ¿Cómo te llamas? –pregunto Tsuna cansado.
-Mi nombre es Aruko, Goruden Aruko.
-Un gusto…-en un momento todo se volvió negro.
