Disclaimer: Orange no me pertenece, todo es propiedad de Takano Ichigo :)
Espejo roto
Hay veces en las que despierto con la respiración agitada. Mis ojos tardan en reconocer las paredes azules de mi habitación y mis manos no perciben la suavidad de las sabanas que me arropan. Y es en ese brevísimo instante cuando mi corazón se siente más ligero, cuando me siento más feliz. Porque me olvido de todo. Pero cuando los rayos del sol tocan por primera vez en el día mi rostro y mientras mis ojos reconocen cada cosa, aterrizó a la realidad y el corazón se me retuerce hasta obligarme a llorar.
—No tuviste la culpa —me dijo Suwa la primera vez que me vio llorando. Fue a la mitad de una clase, cuando inevitablemente vire al asiento vació de Kakeru—. Ninguno de nosotros la tuvo.
Quise creerle, pero no pude. Algo en su voz me decía que él tampoco creía en sus propias palabras.
No sé exactamente dónde comenzó todo. Ese punto desde donde sabes que todo se torció y falló. Quizá fue desde el inicio. Desde la primera vez que hablamos con Kakeru. Quizá desde el final que no llegamos a ver. No lo sé.
Lo único que me queda claro es que el pasado es un peso con el que siempre se carga. A cualquier parte que vayas. Es algo que aumenta conforme acumulas recuerdos en la vida. Para mí, más que todo eso, es arrepentimiento.
Hace poco escuché a una persona leyendo un libro en voz alta. En ese momento no tenía ánimos para nada. La voz de ese chico taladraba mis sentidos, pero yo tuve que soportarlo, la estación en la que debía bajar estaba cerca. Fue así como escuche una frase que me tambaleó. «El pasado es como un espejo que nos permite ver lo que hicimos, lo que fuimos, lo que amamos, lo que perdimos. No podemos romperlo, porque es un reflejo de nosotros mismos».
Cuando se lo conté a Suwa y los demás, todos coincidieron en lo mismo:
—Me gustaría romper mi espejo y armarlo pieza por pieza hasta encontrar a Kakeru —dijeron, con palabras más o palabras menos.
Yo también deseo romper este espejo que esta frente a mí. Cada trozo representará risas, palabras, sentimientos… Todo lo que no le transmití a Kakeru.
Sin embargo, si lo rompo, sería como destruir los recuerdos de Kakeru, lo olvidaría, y no puedo hacerlo.
«Pudimos salvarlo y no lo hicimos», esa es nuestra condena. Recordarlo es nuestra salvación.
De acuerdo, hice trampa, no tenía nada preparado para ti por tus diez años en FF y ya sabías de la preparación de este fic, pero dije "hey, mejor tarde que nunca". Así que aquí estoy, dedicándote esto a ti, ShadowLights. Siempre me ha intrigado mucho el después de la muerte de Kakeru, por eso quise escribir esto. Disculpa que sea algo un tanto triste como para celebrar. ¡Felices diez años! Ojalá estés por aquí mucho tiempo más. ¡Ah! Y esa frase no es de ningún libro, eh, yo la invente XD
¡Gracias por leer!
