hola ¡hola mis queridas seguidoras! Acá tienen ¡el inicio deotro proyecto!.

Alguien me sugirió algo parecido a rutina dorada pero con los marinos, esta es mi ocurrencia, esto se ubica después del regreso del nibbelungo y antes de juegos del hambre, la venganza de Ares, va de la mano con superando mi timidez, pero no es necesario leerlo.

No prometo actualización rápida pero haré todo lo posible, dependiendo del apoyo.

¡déjenme saber su parecer!¡con un excelente REVIEW!

Saint seya, es propiedad de Masami Kurumada, yo solo, trato de darles dolores de cabeza a sus personajes.

¡super papá!

La llegada de los 6 "angelitos".

Después de la guerra de Locy, y de haber pasado todos los problemas havbidos y por haber, las marinas iban a disfrutar de tiempos de paz junto a sus queridos maestros, ya que habían insistido sus diferentes niños, mas bien por pedido de Shion e Hilda, de que eso fuera así, Sorrento, Antoin y Honey estaban en el fondo del pilar del guardián de sirena, este en su interior, era una lujosa residencia.

-ah, como extrañaba el frescor del mar. Dijo Antoin feliz - ¿pasó mucho calor allá maestro? Preguntó Sorrento, el joven se pasó la mano por la frente –no te lo imaginas, después de haber estado acostumbrado al clima elíceo y al marino, el clima terrestre, te cae pesado. Honey rió –no le hagas caso Sorrento, a Antoin lo que le caía pesado era que mi hermano nos siguiera la pista en cada recoveco que nos buscábamos para tener privacidad. Expresó la rubia divertida, Sorrento se coloreó –mi, mi señorita Hon, Honey, qu, que, que cosa, cosas dic, dice. Antoin sonrió –por eso te amo tanto, mi princesa escorpión. Dijo acercándose de forma sugerente, Sorrento se coloreó mas si era posible, comenzó a hacer aspavientos con los brazos, cuando la puerta que ocultaba la residencia se abrió.

- ¡voy a ver quien es! Exclamó el muchacho corriendo hacia la puerta mientras Antoin y Honey se besaban, dejándose caer en el sofá cuando se escucharon 6 adorables gritos.

- ¡hola tío Sorrento! Exclamaron los 6 niños, el aludido se sintió desmayar –Hope, Melody, Shaina Mu, Valery, Shiohko, Sun ¿Qué hacen aquí? Preguntó el mayor al punto del colapso, podía soportar cuidar a las 4 niñas juntas, pero cuando estas, se unían con los niños, Sorrento tragaba saliva y decía en un modo nada propio "¡sálvese quien pueda!", los niños lo miraron.

-mamá se ha ido de vacaciones con las tías. Dijo Melody - ¿y los otros tíos? Preguntó el general de sirena –los otros tíos se han ido de vacaciones. Respondió Hope, Sorrento asintió.

-ajá ¿y los tíos del santuario de Athena? Preguntó –bueno, los papis se han ido con las mamis. Dijo Shun –los tíos de plata no nos cuidan. Dijo Valery –y los tíos de oro, bueno, están en sus cosas, pero queríamos venir a pasar tiempo acá. Dijo Shaina Mu.

- ¿cuanto tiempo? Preguntó Sorrento –yo, 2 semanas, luego me regresaré a casa porque vamos a ir al Japón ¡y luego volveré! Exclamó la niña, los demás sonrieron –todo el verano. Dijeron los 5 restantes, Sorrento se puso pálido y salió corriendo.

- ¡espera tío Sorrento! Llamó Shaina Mu, Shiohko suspiró –ni modo, hay que ir a ver los juegos. Dijo con calma mientras pensaba en la consola, Valery se asomó.

-miren ¡el tío Toin está besando a la tía Honey! Exclamó, losaludidos se soltaron y miraron a los niños anonadados.

Sorrento llegó a la casa principal y al dormitorio de los esposo - ¡así muñeca!¡derecho contra el lecho! Exclamaba Julián feliz, Sorrento dio un grito - ¡maldición Sorrento! Exclamó Julián - ¡no podías tocar! Sorrento se tapó la cara.

-no, no lo sabía. Si había sentido el incremento de las emociones de su señor, pero no lo quería reconocer, se tapó el rostro, Julián lo miró desde su posición, irremediablemente atrapado por su esposa y haciendo gala de una retaguardia por la que muchas féminas matarían.

-lo-lo-lo-los niños han llegado. Balbuceó Sorrento - ¿Qué? Exclamó Julián, Shaina lo apremió.

-ajá, eso, los niños llegaron y ni sueñes, que los chicos y yo nos haremos cargo de ellos. Julián bvufó - ¿podemos discutirlo después? Preguntó urgido - ¡ni hablar!¡cuando dijiste eso la última vez!¡los cuidamos por una horrorosa semana! Shaina jadeó.

- ¿Qué fue tan malo esa semana? Preguntó –ah, verdad que te fuiste a Dubai con el y Kanon. Dijo Sorrento aún con el rostro enrojecido y tapado –quebraron la colección de figuras de cristal veneciano que Crisna guardaba en recuerdo de su maestra, rayaron todas mis paredes con mapas del tesoro, tomaron las camisas de Byan para escribirlos, fueron a la casa de Izaack e hicieron una guerra de platos pensada por Hope y Shiohko, despertaron a Kassa con un plomero y de paso…y de paso. Julián se impacientaba.

- ¿y de paso? Preguntó - ¡tomaron tu tridente y fueron a pinchar un calamar gigante! Shaina gimió –Sorrento, escucha, yo lo entiendo ¿de acuerdo? Ahora déjanos terminar para poder atenderte. El negó.

-ah no, ni hablar, no se van a escapar, la semana mas difícil no la dejan a nosotros y vuelven cuando ya las mini bestias están domadas, no y no, te vas a encargar de esto esta vez Julián. Julián bufó –bien, pero déjame acabar. Acto seguido, retomó su labor, Sorrento rezaba para que no se tardara mas, muertto de vergüenza y pena, pero no decidido a que este año, se escapara.

-bien, ya acabé. Dijo el emperador cubriendo a su mujer con la sábana, mirando a Sorrento con ganas de matarlo –los niños son adorables. Dijo –si, cuando están contigo. Dijo Sorrento.

-eso es que no han tenido mano dura. Sorrento abrió los ojos ante las cínicas palabras de Julián.

-si tu mismo dijiste que los correctivos debían darlos las guardias que vivían con ellos y que nosotros debíamos consultarte para aplicarlos o que tu fueras a hacerlo, pero contigo son una cosa y con nosotros, otra. Julián se hallaba en la felicidad pos coital - ¿eso dije? Preguntó distraído.

- ¡si! Exclamó Sorrento al borde de un ataque de nervios –mmm…que falta de sentido común, oh bueno, eso ya está solventado por los chicos, es decir, Antoin y los demás están acá y ellos tienen total permiso de hacerlo. Sorrento asintió.

-bien, mas te vale que los domes tu esta vez, como ya mi maestro y los demás se hacen cargo, yo me niego a hacerme cargo de los demonios de Shiohko y Hope, bajo ninguna circunstancia lo haré. De repente, Sorrento sintió a los niños correr hacia el.

- ¡papá!¡mira lo que hizo Hope! Acvusó Shioko - ¡no fue culpa mía!¡Shiohko no me la quiso dar! Exclamó –alto chicos ¿Qué hici…? Oh, espectros. Dijo Julián al ver la flauta dorado ocre partida.

- ¿Cómo espectros hicieron para partir esto? Preguntó el dios de los mares anonadado- buenooooo. Comenzó Hope.

-Hope Odín. Dijo Julián en voz baja, Sorrento ahora si se iba a poner histérico, su flauta, su preciosa flauta.

-lo lancé contra tu tridente por error y lo accioné, ejé, ejé, ejé, ah ¡hola tío Sorrento! Exclamó el niño.

-sal Sorrento. Dijo Julián, el aludido se fue.

-da gracias a tu padre que no me deja castigarte, o te hubiera hecho uno de los pocos castigos que me hizo mi maestro. Dijo el joven yéndose –pobre Sorrento. Dijo Shaina mirando a los pequeños.

- ¿Qué hacían ustedes? Preguntó Shaina Mu –bueno, es evidente que… comenzó Shiohko a responder - ¡Shiohko!¡callado! exclamó Julián, se pasó las manos por sus cabellos.

-los quiero en la sala del trono en 5 minutos, ya, andando. Dijo el señor de los mares, los 6 asintieron y se fueron, Julián suspiró.

-este será un duro verano. Dijo preocupado mientras Shaina suspiraba resignada.