-Anna-
Abrí los ojos y me siento extraña tengo la sensación que algo importante esta por ocurrir, miro por todas partes y me encuentro con un espejo, en él se refleja una chica vestida de blanco, ¿seré yo? Trato de verme a mí misma y es cierto soy yo, en traje de novia, un delicado velo en la cabeza, a la par del espejo encuentro un dulce ramo de rosas blancas con el borde pintado de un delicado rosa , avanzo y lo sostengo entre mis manos realmente huele sorprenderte , al dar un paso atrás choco con una figura, la miro de reojo y ya sé quién es, mi mejor amigo que desde que lo encontré no sabe el afecto que le tengo –Horo..- lo llamo dudando –¿es hoy?¿enserio?- espero entre un momento de silencio y mientras él recoge la cola del vestido para poder pasar por la puerta e ir al altar me dice –jamás te vi nerviosa por algo, jamás vi tan a flote tus sentimientos, estas dudando si es hoy, déjame decirte amiga mía, yo es el momento esperado- dándole la espalda a mi amigo comienzo a caminar a una puerta, la cual sabía que me llevaría justo donde estaba el, me detengo ates de cruzarla, tomo un respiro al viento un suspiro sale de mi alma.
Aquella puerta se va abriendo de a poco unos rayos de luz salen destellando, la luz me a invadió la vista completamente y mientras avanzo todo se va aclarando , logro distinguir que están a la derecha y la izquierda todos son amigos nuestros, voy caminado en una extensa alfombra roja con un decorado que parece de plata, los pétalos en las cuales camino son de un árbol de cerezo, de aquel en donde escribiste nuestros nombres y me juraste amor eterno, realmente lo hiciste, cumpliste la promesa en que ese mismo árbol seria testigo de nuestra felicidad veo alrededor todos me sonríen pero este camino a ti es muy largo, apenas puedo ver tu silueta junto a tus amigos más cercanos, trato de ir más rápido apegándome a la canción de fondo, me siento tan llena de vida pero trato de disimularlo, no mostrare mi debilidad a ti por fuera seré la misma de siempre, aunque ambos sabemos que por dentro me estoy muriendo de ansiedad por llegar , por fin estoy a unos paso de ti, tu figura aun es una silueta, solo logro ver el boceto de tu sonrisa, de tu sonrisa tan blanca, tan llena de alegría la misma sonrisa de siempre que me inspira paz, termino de subir los tres escalones del altar y por fin estoy frente a ti, tu figura ya está clara, te puedo ver completamente, jamás te vi más guapo, te acercas a mí y lentamente me susurras -Estas hermosa- me estremezco, ya no recuerdo ni como respirar, el sacerdote habla y habla no le presto mucha atención aún sigo pensando si es verdad o no –Acepto- te escucho decir bajándome de mi nube de pensamientos , es mi turno de responder –Acepto- digo fuerte y claro sin dudar, me paro frente a ti, tu estas frente a mí, poco apoco te acercas, con toda la gentileza, poco a poco nuestros labios van quedando a menor distancia, la música nos envuelven, se lo mucho que la música te encanta, cierro mis ojos lentamente aunque no quiero perderte de vista ni un solo instante, estas a tres milímetros de mí, estas apunto de besarme…
Cuando abro los ojos lo único que miro es mi almohada, la traigo contra mí y la abrazo fuertemente, me doy la vuelta y e veo, estas ahí… al lado mío, durmiendo dulcemente, te sonrió en silencio y dejando la almohada me aferro a ti, recuesto mi cabeza en tu pecho puedo sentir tus latidos … no estaba soñando, simplemente estaba recordando aquel momento, nuestra boda… hace más de tres años que nos casamos pero cada mañana es como si fuera la primera, te doy un beso lento y aunque nunca te lo eh dicho abiertamente…
…Yoh Te Amo…
