Titulo: Golpe de suerte.
Rating: K
Advertencias: Nunca he utilizado esta pareja antes. Estoy nerviosa.
Resumen: Dinamarca creía que era adorable, a Noruega no le importaba, e Inglaterra simplemente se divertía de la ignorancia del danés.
Notas: Svend I fue rey de Dinamarca, Inglaterra y Noruega, apodado por los ingleses forkbeard (Barba de horquilla o barba bifurcada), por el inusual mostacho que ostentaba.
—Inglaterra ven acá, ¡No seas tímido! —Gritó un muy entusiasta Dinamarca a la pequeña isla, que se mantenía detrás de unas cortinas, negándose a mirar al desagradable hombre que ahora sería su rey.
— ¡NO! —gritó con fuerza, apretando la cortina entre sus manos con mayor fuerza, sólo en caso de que Dinamarca quisiera arrastrarlo lejos de su escondite.
Noruega miró el bulto tras la ventana con ojos indiferentes, después pasó su mirada a la divertida de Dinamarca.
—No le tome importancia a eso, Rey Svend, Inglaterra sólo es muy tímido con los extraños, cuando se acostumbre a usted será adorable.
Noruega se abstuvo de preguntarle a Dinamarca si por adorable se refería a que Inglaterra lo persiguiese con un arco y flechas por todos lados, gritándole insultos en su lengua, o pidiéndoles a las hadas que lo maldijesen. Sí, realmente adorable.
—Norge, hazlo salir —dijo Dinamarca al final, sabiendo que él no lograría sacar al niño sin hacerle daño.
Noruega se mantuvo impasible mientras le decía con seriedad y firmeza a la isla que saliese de su escondite, tras unos momentos Inglaterra asomó la cabeza, no queriendo molestar a la única persona "decente" de ese lugar. Noruega siguió mirándolo hasta Inglaterra salió completamente.
—Más tarde jugaremos a las escondidas si así lo prefieres —dijo Dinamarca con una sonrisa mientras se acercaba al niño, cuando estuvo cerca de él lo tomó de una mano antes de llevarlo ante el rey—. Aquí está tu rey Inglaterra.
Cuando Inglaterra vio al rey, sus ojos se ampliaron con asombro y diversión, antes de decir con tono alegre.
—Forkbeard.
Dinamarca, Noruega y el rey se miraron confusos, sin saber que significaba aquello. El Rey Svend, una vez recuperado del asombro, miró a la isla con molestia, ¿por qué seguía usando aquel idioma? Dinamarca, quien tenía una cierta fascinación por el niño desde que estaba bajo su poder se apresuro a decir, con la alegría usual mientras sostenía al niño con posesividad.
—Aún no dominas muy bien nuestro idioma, ¿cierto? ¡No importa! Yo te enseñaré.
Inglaterra lo miró iracundo, pero no dijo nada. A veces era una suerte que ninguno de ellos supiese nada de su lengua.
En los días posteriores a ese incidente, se podía escuchar la palabra "forkbeard" ser usada por todos los isleños para referirse al rey. No fue sino años después que Dinamarca supo lo que significaba aquello. Cabe decir que al rey tampoco le hizo mucha gracia.
