Prefacio
¿nunca han deseado algo que es de otro?
Pues yo si.
Algo tan autentico y genuino como prohibido.
¿Y si el objeto de tu deseo fuera algo irresistible?
¿Algo que a cada minuto desearas mas y mas?
Me volvi para encontrarme con una sonrisa cuando la puerta se abrió y ella entró.
Me vió directo a los ojos y me perdi en el intenso tono dorado que relucía como topacios sobre su gélida piel pálida.
¡NO!-la voz de la razón,como la amaba en esos momentos-Es tu hermana, Edward!
