Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Rick Riordan, y parte de la historia también.
Summary: Los poderes de los tres grandes, han sido robados y Percy Jackson, deberá enfrentarse a un destino lleno de peligros y muerte, para salvar al Olimpo y a su madre.
Nota: Lean, al final!
Vuelvo cenizas a mi profesora de cálculo.
El agua normalmente dejaba exhaustos a todos… excepto a mi… Todo allí, en el fondo de una piscina, de un estanque, del mar, de un lago, era más fácil, casi se sentía como un segundo hogar.
No me llevaba con la mayoría de los chicos de mi edad, algo siempre los enviaba lejos de mí, y teniendo en cuenta de que cambio de colegio como de bóxers, la socialización no era mi área de especialidad. La buena conducta, menos.
Y cuando… ¡Esperen!
¡Lo siento! ¡No me presenté!
Mi nombre es Perseus Jackson. Percy, para los de mi confianza. Tengo quince años y vivo en Nueva York en una casa más grande que el pentágono, con mis padres, Peter y Sally Jackson, y mi hermana de ocho años, Dianne. Mi padre es dueño de una larga cadena de restaurantes de platos finos con pescado. Mi madre es escritora y ya ha escrito muchos libros, sobretodo sobre los diferentes mitos de la historia celta, romana, egipcia… y griega. Mi hermana está obsesionada con la vida marina, por lo que conoce todas y cada una de las especies existentes, e incluso, muchas de ellas, no descubiertas, lo cual no es muy común, porque, apenas pudo decir mi nombre y los de nuestros padres, se aprendió el nombre científico del róbalo.
Los cuatro somos muy felices, tenemos una familia unida y pocos amigos, lo cual es bueno, porque ni a mí ni a mi padre nos agradan demasiado las visitas, sobretodo después de esa vez que ese extraño tipo que parecía tener un solo ojo, le gritó a papá que era su hijo y quiso matarme. De alguna u otra forma, mamá se enojó bastante, y por la noche los pude escuchar discutir y papá decía algo de que fue hace cuarenta años… Aún no lo entiendo.
Yo voy a Yancy, colegio para niños "Especiales". No que tuviese algún problema mental como locura o algo así. Es más como un colegio para disléxicos y niños con THDA, como mi hermana y yo… y nuestro amigo Grover, un chico flacucho, que andaba por la vida siendo golpeado por todos, yo soy algo así como su guardaespaldas.
El día en que mi vida se puso patas para arriba, teníamos clase de Latín, con mi profesor favorito, el señor Brunner. Un tipo que andaba en silla de ruedas y parecía ser hippie, llevaba siempre el mismo estilo de ropas, una chaqueta Tweed, unos vaqueros grises, negros o marrones y la barba y el cabello, largos como un pirata. A pesar de su extraña forma de vestir, era sin duda, el mejor profesor del mundo.
Esa mañana nos dirigíamos al museo metropolitano de arte griego y romano, para estudiar historia antigua de Grecia... si, de Grecia, como si mis padres en vez de cuentos de hadas, no me hubiesen contado todos lo mitos griegos existentes antes de dormir.
-Bien, chicos…-comenzó el señor Brunner mirando a una estatua.- estos son los tres grandes dioses del Olimpo… hay doce, pero hay tres principales… Zeus, Dios de los dioses, Hades, Dios de los muertos… y Poseidón, Dios de los mares…-no se porqué, pero me daba la impresión de que me miraba a mí, aunque casi no le prestaba atención. Culpa al THDA-Los dioses, de vez en cuando, bajaban de los cielos para… ¿Cómo decirlo?
-¿Divertirse?-sugirió Grover a mi lado, provocando la risa de todos los chicos.
Brunner asintió.
-Si, divertirse… y de esas uniones con mortales, nacían niños mitad mortales, mitad dioses… ¿Percy, sabes cómo se le llaman a los mitad mortales mitad inmortales?-me preguntó.
Me daba la impresión de que él y Grover me miraban mucho, también la profesora de cálculo, la señora Dodds, pero esta última me causaba miedo.
-¿Semidioses?-pregunté dudoso.
El profesor asintió.
-Exacto.-sonrió.- Están Hércules, Teseo… ¿Puedes decirme otro nombre?-otra vez me preguntaba a mí. Negué.- ustedes tienen una cosa en común…-miró disimuladamente una escultura de mármol y yo la vi, tenía escrito en griego antiguo… cosa extraña, pero supe que decía a la perfección.
-Perseo vence a ceto…-murmuré y me volví a profesor.- ¿Perseo?
Sonrió.
-Bien, y este es Hércules derrotando al León de Nemea…
-¿Señor Jackson?-me llamó mi profesora detrás de mí.
Me volví y me miraba extrañamente, como si deseara comerme o algo… El punto es que daba mucho miedo, lamento se repetitivo.
-¿Si, señora Dodds?-le pregunté.
-Acompáñeme.-y salió delante de mí hacia una sala que decía "Sala en reparación".
Entré detrás de ella.
-Juro que no hice nada señora Dodds…-dije, pero no la vi, no en el suelo.
-Percy Jackson.-me llamó una voz chirriante y corrosiva.
-¡Wow, wow wow!-exclamé al verla sobre un andamio de construcción a cinco o seis metros del piso.- ¿Cómo llegó hasta allí arriba?-pregunté impresionado.
Pero sorprendentemente ella saltó y ya no vi a una mujer cayendo, vi una bestia con alas, cuernos y dientes filosos VOLANDO, hacia mí. Si, volando. Intenté esquivarla y me lancé al suelo, pero ella fue más rápida y me elevó en el aire a unos diez metros… y yo odiaba las alturas, las odiaba, las odiaba…
-¡Dame el rayo!-me chilló con una voz horrible.
-¿¡De qué habla!-pataleé para liberarme, pero ella me tenía agarrada de sus garras y yo temía caerme… estábamos demasiado alto… y yo odio las alturas, las odio de verdad.
-¡Dame el rayo que robaste, Percy Jackson o juro que te rasgaré el corazón!-me amenazó.
-¡BÁJALO!-mi salvación personal, Brunner y Grover… aunque pensándolo bien, ¿Cómo ellos podría rescatarme de una bestia que me tenía a más de diez metros de altura, siendo que ambos eran inválidos? Misterios de la vida.
-¡TÚ!-gruñó la bestia a Brunner.
-¡BÁJALO O TE HARÉ PEDAZOS!-la volvió a amenazar mi profesor.- ¡BAJALO, DEMONIO!
De pronto la bestia estaba yendo en picada hacia ellos y me dejó caer desde unos tres metros, lo cual, dicho sea de paso, destrozó mi hombro y desapareció en una pira de cenizas así como así.
Me levanté y me pasé las manos por los cabellos.
-Oh, no… oh, no… ¡Ahora si me volví loco!-chillé.- ¡¿Vieron eso? ¿¡Vieron eso?-estaba histérico, no podía creer lo que me había sucedido, era increíble, no podía ser….- ahora necesitaré medicinas, no, me internaran… oh, Dios… Oh, Dios…
Grover puso una mano en mi hombro.
-Tranquilo, Percy, tranquilo…-miró a mi profesor.- ¿Qué haremos?
Lo ignoré.
-Necesito medicinas, por Dios, por Dios…-murmuraba yo.
Brunner frunció el ceño.
-Pues llevarlo al campamento, ¿Dónde más?-dijo con tono preocupado.- llévalo a el y a su hermana, estoy seguro de que ella habrá sufrido una situación igual…
-¿¡QUÉ!-salté.- ¿¡Cómo que una situación igual! ¿E-eso… eso que era?
-Una furia, de seguro enviada por Hades…-Me tomé la cabeza… Hades… furia… mi hermana…-¿Percy, que quería la furia?-me preguntó en tono serio.
-A-algo sobre un rayo y que yo lo había robado…-tartamudeé.
Gover y Brunner se miraron asustados.
-Lo descubrieron…-soltó Grover aterrado.
Los miré sin entender.
-¿Qué? ¿Quién me descubrió?-pregunté, pero me ignoraron.
-Bien, Grover llévalo al campamento, primero pasen por su casa, yo le diré al señor Poseidón de la situación ahora mismo, el sabrá comprender…-le indicó el profesor.
-Debo pasar a buscar a Didi por la primaria…-murmuró.- tomaremos un taxi…
El señor Brunner negó.
-No, yo le diré a Sally, y ella la retirará ahora mismo, estoy segura de que el y el señor Poseidón estarán listos para sacar a Percy y a Dianne…
Gruñí.
-¡Hey, estoy aquí! ¿Qué campamento? ¿Quién me descubrió? ¿De qué hablan?-chillé, pero siguieron hablando, ignorándome por completo.- no hablen como si no estuviese… Y ¿Poseidón? ¿Quién es ese?
Ninguno de los dos hizo caso a mi queja, sino que, el profesor Brunner me dio un bolígrafo que parecía ser de oro puro.
-Con esto, podrás defenderte…-la tomé.
Lo miré incrédulo.
-Es un bolígrafo-miré otra vez al bolígrafo.- ¡Es solo un bolígrafo!
Grover tomó mi brazo y me sacó de la sala y me llevó a los tirones fuera del museo.
-¡Vamos, vamos, Percy!-demandaba cada dos segundos.
Aseguré mi mochila a mi espalda y corrí lo más rápido que pude, lo cual no se me daba muy bien.
-¡Es un bolígrafo!-chillé a Grover.- ¿¡Están locos? ¿¡Qué puedo hacer con un bolígrafo? ¿¡Escribir una amenaza? ¿Cómo rayos puedo defenderme con un bolígrafo?-le preguntaba mientras salíamos del museo.
-¡Vamos, Percy!-me gruñó el y me sacó a las rastras.
-¡¿Qué sucede, Grover?-le pregunté.- ¿Quién es Poseidón? ¿Qué sucede con mi hermana?-el solo pensar que Di estaba en peligro, me hacía desesperar más que el peligro en el que yo mismo, se suponía que estaba… ¿Cómo me iba a defender con una lapicera?
El no me hizo caso, siguió casi corriendo por la calle.
-¡Estás en riesgo, Percy!-me gruñó.- y yo debo protegerte…
Lo frené.
-¡Tu!-pregunte incrédulo.-Tal vez no ves lo que yo… pero usas muletas… -El me miró ofendido.- lo siento es que tu… ¡Usas muletas!-chillé.
El me rodó los ojos.
-El que use muletas no significa que no pueda defenderte.- me dijo ofendido.-Rápido Percy, debemos hablar con los señores…-y corrió hacia dentro de un taxi que había detenido una mujer, y nosotros se lo quitamos.
-¡Oigan, muchachos, más respeto!-dijo el conductor.
Lo miré un poco y enseguida lo conocí.
-¿Hermes?-pregunté incrédulo. Hasta donde sabía, mi primo Hermes era cartero.
El me sonrió y sus ojos celestes centellearon.
-¡Primito!-se hizo el sorprendido
-¡Gracias a los dioses!-Grover soltó un suspiro de alivio.
-De nada.-sonrió Hermes.
Y aceleró y pronto estuvimos recorriendo las calles a una velocidad vertiginosa que me hacía recordar a Rápidos y Furiosos.
-¿Q-qué sucede aquí?-pregunté tomándome del asiento del auto.
-Pues, estamos en una misión de rescate, Percy…-Hermes me sonrió.- Debo despachar urgente un paquete hacia el campamento media sangre…
Lo miré con fundido a él y a Grover.
-¿Ese paquete soy….?-comencé.
-Dos paquetes…-se corrigió.- Didi y tú.
Inspiré profundamente. Esto de seguro tenía una explicación. Seguramente yo estaba dormido… o en coma o algo así y me estaba imaginando todo… Esto… la furia… el bolígrafo… el rayo… Poseidón… Hades… nada podía ser real, eran mitos, mitos, historia antigua.
-¡Vamos, Percy!-me llamó Grover y me sacó del auto.
Me quedé impresionado.
Un auto normal tardaría veinte minutos en llegar a mi casa, y aquí estábamos, en menos de dos minutos. Estaba seguro de que Hermes se había saltado varios semáforos.
Entramos a mi casa y solo estaba mi padre, hablando con mi otro primo, Apolo, quien me dedicó una leve sonrisa antes de hundirse en la conversación nuevamente, y todo parecía, simplemente tenso. Mi padre estaba furioso y asustado por algo, sus ojos verdes llameaban con terror, y apretaba contra su pecho a mi hermana, que parecía dormida.
Hablaban en Griego antiguo, me di cuenta porque reconocí algunas palabras de las clases del profesor Brunner.
-¡Debemos llevarlos al campamento!-anunció Hermes, entrando a mi casa.
-Si, llévenselos, estoy seguro de que allí estarán bien por un tiempo.-dijo mi padre con voz cansada, agotada… y triste.
-¿Papá?-le llamé.
El me miró y extendió uno de sus brazos y yo corrí a abrazarlo. Tenía miedo, no sabía que sucedía, pero tenía mucho miedo.
-Percy, debes irte,-me urgió separándose de mí y pasándole a Hermes mi hermana dormida.
-¿Didi? ¿Qué le sucede?-pregunté aterrorizado.
-No te preocupes, Percy, estará bien fu e solo un pequeño desmayo…-me "tranquilizó" Apolo.
-¿Desmayo? ¿Papá, que rayos sucede?-pregunté.
Todos se me quedaron mirando con asombro.
-Eso es lo que sucede, hijo, un rayo…-dijo mi padre.- creen que tu lo robaste…
-¿¡Qué? ¡Yo no robé nada! ¡Lo juro!-exclamé.-papá no entiendo nada…
Mi padre me envolvió en un abrazo fuerte. Me aferré a el y me asusté más, al sentirlo como si fuese una despedida.
-¿Mamá?-pregunté al no verla.
El rostro de mi padre se volvió adolorido, inspiró, pero n pudo soltar otra cosa que no sea un sollozo. Apolo le puso una mano en el hombro y lo miró con compasión.
- Lo siento tanto, Percy…-respondió Apolo.- Murió… la atacaron cuando fue a buscar a Didi de la guardería…
No se como, pero se que estaba llorando, porque parecía tener una canilla en los ojos. Mi padre me puso una mano en mi hombro.
-Debemos ser fuertes… somos lo único que tu hermana tiene…-me dijo, aunque vi que también intentaba hacérselo creer a él mismo.-Percy, ve con tus primos y Grover hasta donde ellos te lleven…-dijo suavemente.- y recuerda siempre que los amo, a ti y a tu hermana, por siempre…
Lo miré con los ojos abiertos como platos.
-Te estás despidiendo…-susurré negando frenéticamente.-no...-repetí. El no podía dejarnos, no podía alejarse de nosotros, Didi y yo lo necesitábamos, no podíamos quedarnos también sin padre.- júralo…-le susurré.
-¿Qué quieres que jure, Percy?-me preguntó mi padre suavemente.
Tomé su mano cuarteada por el sol y la apreté.
-Jura por lo más sagrado que nunca nos dejarás, ni a mi y a Diddy y que me explicarás todo esto tu, en persona.-dije sin dejar de mirarlo a los ojos.
El no dudó.
-Lo juro por el Estigio.-dijo apretando mi mano firmemente, pero luego me abrazó con fuerza.-Ve con tus primos, hijo mío, nos estaremos viendo muy pronto…-me besó la frente y se alejó de mi.
-¿Papá?-pregunté alarmado, e intenté acercarme, pero Apolo me tomó del hombro.
-Cierra los ojos..-me pidió amablemente.
Obedecí, y pronto sentí un fogonazo, y cuando los volví a abrir, mi padre ya no estaba en la habitación.
-¿Dónde está mi papá?-pregunté con el corazón yendo a la velocidad de la luz.
Nadie me respondió.
El día prometía empeorar….
Gracias a los Dioses, las cochinas manos de los merodeadores no se han metido en esto, al menos no mucho ahora que los están castigando dándoles un examen detrás del otro, pero así es la vida… Pero les puedo asegurar que me ayudarán en os próximos capítulos, sobretodo Padfoot que se enloqueció por los libros y no deja de ver la película una y otra vez, tanto que ya se sabe los diálogos y dice que es tan sexy como Poseidón.
Bien, una historia nueva, una más entre tantas de Percy Jackson, pero orgullosamente una más de las pocas que hay de Percy/Poseidón…
Siempre que busco historias para leer, me sorprendo lo pocas que hay en español de ciertos libro, como ya dije en orgullo y prejuicio, o en Twilight con Jasper y Bella, o con el mismísimo Percy Jackson y su sexy padre, Poseidón.
Ok, será una historia no tan larga, pero tampoco crean que va a tener menos de veinticinco capítulos, al menos eso espero.
Y finalmente, bueno, dejen reviews, para saber si les gusta, ¿SIGO O NO SIGO? Cinco reviews mínimo para el próximo capítulo… y no estoy siendo exagerada…
Con cariño….
Talula, de Padfoot, Prongs & Mooney CO.
