LOS TRECE DEL JURAMENTO DEL APOCALIPSIS

PARTE 1: DESTINO

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Ciao, guys Dios les bendiga :D

Summary:

En un juramento se resguardaba las llaves del fin del mundo, trece lo componían y la humanidad necesitaba sobrevivir, pero, la única salida estaba en la sangre de unos pocos y debía sobrevivir a cualquier costo…Fic para la actividad de " El Fin Del Siglo: Profecías del fin del mundo" del Foro Christ Living in Followers in Spanish

Hi, chicos Dios les bendiga

Este es un nuevo proyecto en el que he decidido escribir, donde el libro del Apocalipsis, Daniel entre otros que mencionan las profecías sobre lo que ha de ocurrir en el fin del siglo antes de que Cristo venga.

Sinopsis

En el año 2014 los estudios genéticos habían llegado a mutar los genes para reducir ciertas enfermedades, y la mutación se volvió incontrolable. En los años siguientes se continuó identificando los genes que influían en la longevidad de vida del ser humano, con ello buscando la cura a las múltiples deformaciones humanas.

La perfección.

Poco tiempo después estallo la guerra en el mundo, donde las armas nucleares y genéticas se desencadenaron destruyendo más del 50% de la civilización. Al tratar de llevar una paz duradera se llegó a un acuerdo entre las naciones, habían llegado demasiado tarde.

La tierra estaba muriendo, y nada se podía hacer.

Las pestes comenzaron a desatarse y la única forma de destruirlas era la misma que la había ocasionado. Los pocos científicos vivos, buscaron durante una década la solución y habían hallado a través del proceso Metilación -Adición en el ADN la solución en un grupo sanguíneo oculto entre la humanidad; De las cenizas de aquella lejana civilización, surgió un nuevo mundo donde las arenas cubrían la árida tierra y la persecución de aquella sangre era la única respuesta: Al precio que fuera, la humanidad debía sobrevivir…

Palabras: 554 aprox.

Capítulo 1: El origen

Eran sus ojos grises lo que los atraían.

Las llamas cubrían la tienda en el interminable desierto, y sus vidas se consumían lentamente ante sus ojos. Mientras, él veía como la oscura sangre se regaba por la alfombra de la tienda junto a los gemidos de dolor de su madre y al cadáver del que conocía como su padre.

El aroma de las adelfas en el camino del jardín comenzaba a filtrarse por las ventanas y estas se mezclaron con el olor de la sangre en el suelo. Los ojos azul violáceos de una pequeña figura escondida entre las cortinas de la espléndida tienda, le pertenecía a el líder de aquel grupo de nómadas, su padre...acurrucado mientras los gritos de su madre se extendían en un eco malsonante hacia el cielo del desierto, y aunque su cuerpecito temblaba continuo allí, observando como aquellos hombres vestidos de gris la mancillaban frente a sus ojos.

Aunque, deseaba golpear con todas sus fuerzas a aquellos hombres no podía acercarse, lo había prometido y allí, mordiéndose los labios sintió el sabor acre de su sangre pudo ver, como el aliento dejaba los labios tensos de su madre en un grito silencioso, lleno de agonía al cielo mientras sus ojos perdían el brillo de vida.

Les odiaba, juraba en su interior que se vengaría.

No permitiría que sus ojos lo traicionaran, el fuego comenzó a propagarse por la tienda y con el odio propagándose como las llamas ardientes por su cuerpo, se movió en las sombras al ver que todos ellos se habían alejado del campamento donde solo quedaba la sangre que impregnaba, el aire de las rojizas dunas del desierto.

La oscurecida luna bañada en carmesí que brillaba sobre el cielo solo daba muestras de la sangre inocente derramada, por la codicia de la humanidad.

Cuando rayaba la luz del oscuro sol que alumbraba al mundo, dando inicio a la oscuridad que caía sobre las arenas, el niño de cabello negro cayo con aquella vestimenta holgada de color marrón y en su boca se plantó un rictus de dolor, crueldad, con la usual desesperación mezclada con impotencia.

Había caminado sin rumbo fijo, atravesando aquel valle arenoso que parecía extenderse hacia el horizonte sin fin. Sus ojos parecían haberse perdido en una niebla irreal, porque los muchos espejismos lo estaban volviendo loco.

No sabía distinguir lo real de lo irreal.

Arrastraba con él una espada, una que siempre parecía llevar su padre y el rubí rojo que brillaba con el negro sol; deslizo su pequeña mano para tratar de sentir tal vez la esencia de su padre a través del filo de plata manchado de sangre que parecía un recubrimiento en ella.

Recordaba la sonrisa de su madre y su padre, aquel día cuando se habían despedido de el para salir a buscar algo en el jardín de adelfas que rodeaba el lejano lago, que salía desde atrás del campamento de su padre y ver las rojas arenas del desierto más allá.

"Mama...Papa..."—murmuro el niño, mientras sentía las deslizantes lagrimas sobre su piel reseca.

Cayo sobre la arena, y a pesar del calor incesante pudo sentir un extraño sentimiento de calidez al caer en la inconsciencia. Una sombra se elevó cerca del cuerpo inconsciente y tomándolo entre sus oscuras vestimentas lo alejo de las cadenas de la muerte.

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