Saludos, quiero agradecerles por escoger esta historia. Es mi primer fanfiction y mi primer intento como escritora.

Espero sea de su grado

Disclaimer: Los personajes aquí representados pertenecen a E. , solo algunos son de mi imaginación

CAPITULO I

Juego con mis cochecitos sobre el tapete sucio y pegajoso, uno de ellos va hacia debajo del sofá intento agarrarlo pero no puedo, mi pancita gruñe.

—Mami despierta, tengo hambre— mami aun duerme, está fría y pálida, la tapo con mi cobijita así no sentirá frío.

—Mami, por favor— intento despertarla pero no se mueve. Mi pancita gruñe de nuevo, camino hasta el refrigerador, me subo sobre la vieja silla para poder abrir la puerta, encuentro unas cositas verdes y duras las trago y hacen doler mi barriguita.

Mi pecho también duele, el hombre malo me lastimó con sus palitos luminosos. Escucho pasos, mi corazón comienza a latir muy rápido, de pronto de abre la puerta, es él…

Una vez más despierto empapado en sudor, otro día sin poder dormir más de cuatro horas seguidas

—Malditas pesadillas— murmuro, aún puedo sentir el olor a cigarrillos y alcohol barato, tomo mi celular y le escribo a Taylor que esté preparado para salir a correr en una hora, necesito despejarme y drenar toda esta tensión acumulada.

Salgo de Escala, la fría brisa matutina golpea mi rostro, inhalo profundamente intentando depurar mi sistema, luego de una breve sesión de estiramiento comienzo a correr, Taylor me sigue en silencio. Mientras recorro las aún solitarias calles de Seattle por mi mente transcurren una serie de pensamientos, el embarque de Darfur; la negociación con los taiwaneses, debemos finiquitar ese trato de una vez y por todas; la compra de SIP que se está tardando más de lo previsto si no llego a un acuerdo con Roach tendrá que ser una adquisición hostil y la insistencia de Elena.

¡Ugh! Elena, su empecinamiento en que encuentre una nueva sumisa me irrita ¿por qué le cuesta tanto entender que en este momento no deseo una sumisa? Han pasado más de cuatro meses desde Susannah, pero necesito un nuevo enfoque, necesito darle un nuevo sentido a mi vida, necesito… ¡por Dios Grey! ¿En qué piensas? ¡Eres un jodido! No eres un hombre de flores y corazones, ¡sólo sabes follar duro! sin darme cuenta ya estoy de regreso en Escala.

—Buen día Sra. Jones— saludo a mi Ama de llaves, —tomaré mi desayuno en 30 minutos—

—Muy bien Sr. Grey— Gail Jones, trabaja para mí desde hace cuatro años y debo admitir que es muy eficiente y discreta ¡firmó un acuerdo de confidencialidad, debe ser discreta!

Entro a la ducha, dejó que el agua caliente recorra mi cuerpo y relaje mis músculos adoloridos por haberme exigido casi hasta el límite en mi carrera esta mañana. Luego de mi rutina de baño, envuelvo una toalla alrededor de mi cintura y seco mi cabello con una más pequeña mientras camino hacia mi walk-in-closet, decido usar mi traje de tres piezas Tom Ford color azul índigo, una camisa blanca de botones también Tom Ford, mi elección de corbata es una Ralph Laurent de seda a rayas índigo y café, y mis zapatos de cuero negro Alpha Male de Christian Louboutin, unos gemelos de oro blanco y ónice con mis iniciales grabadas, por último un reloj Grand Complications de Pattek Philippe en oro rosado.

Me dirijo hacia la cocina donde Gail ya tiene servido el desayuno, tostadas francesas, huevos revueltos, fruta, jugó jugo de naranja y café. Desayuno acompañado de mi soledad mientras reviso las páginas de la sección financiera del Seattle Times, mmm... vaya, vaya, al parecer Lincoln Timber está pasando por un mal momento, música para mis oídos, no puedo evitar sonreír ante ese pensamiento.

Quince minutos más tarde, estoy abordo de mi SUV Audi Q7 camino a Grey House, Grey Enterprises Holdings Inc. mi mayor logro y orgullo. Llegamos relativamente a pesar el tráfico y tomo el elevador privado

—Buen día Sr. Grey— saluda la rubia tonta de Olivia con un tono meloso, me pregunto ¿por qué aún la empleo? Ah, Sí, es la hija del senador Blandino, dejo salir el aire retenido.

—Café Olivia— le digo en un tono seco, —Enseguida Sr. Grey— responde batiendo las pestañas, ¿en serio?

—Buen día Sr. Grey— me saluda Andrea, mi eficiente y rubia asistente personal, ¿por qué empleo tantas rubias? —Buen día Andrea, ¿qué tengo para hoy?— Mirando su IPad se dispone a relatar mi programación del día

—A las 9:00am tiene teleconferencia con el Sr. McIntyre con respecto a la adquisición de McIntyre Technologies, a las 10:00am videoconferencia con Ros y los Taiwaneses, a las 12:00m Almuerzo con la Sra. Elena Lincoln en el High Mile Club, a..—

—Cancélalo— la interrumpo bruscamente, Andrea alza la vista y me mira desconcertada —cancela el almuerzo con Elena y continúa—

—Sí, Señor— respondió sin hacer preguntas, de sobra sabe que no me gusta en lo absoluto que cuestionen mis decisiones

—a las 2:00pm tiene reunión con Barney sobre el prototipo de batería solar, a las 4:00pm reunión con el Sr. Jerry Roach de SIP, a las 6:00pm sesión con Bastille—.

—Muy bien Andrea, programa una cita para esta semana con el Dr. Flynn, Comunícate con Ros y dile que investigue todo lo relacionado con Lincoln Timber— no puedo evitar la maquiavélica sonrisa que se dibuja en mi rostro.

—Está bien Sr. Grey—

—Eso es todo Andrea—

Mi mañana transcurre entre documentos, discusiones, teleconferencias y videoconferencias, estoy revisando los avances que Barney ha realizado sobre el prototipo de batería solar antes de nuestra reunión de esta tarde, cuando escucho un revuelo proveniente de la recepción.

—El Sr. Grey se encuentra muy ocupado y no puede atenderla, le ruego se retire o tendré que…— dice Andrea en un tono muy profesional

—Tú a mi no me prohíbes nada, apártate de mi camino— reconozco esa voz, esa odiosa voz. Me levanto bruscamente de mi escritorio y salgo de mi oficina

— ¿Pero qué demonios sucede? ¿Qué haces aquí Elena?— Digo en mi tono de dominante

—Christian querido, recibí por equivocación una llamada de tu asistente cancelando nuestra cita para almorzar— se acercó para besar mi mejilla ocasionando que mi ira aumentara di un paso atrás para evitar que me tocara

—No fue ninguna equivocación Elena, yo cancelé nuestro almuerzo de hoy, te agradezco que la próxima vez hagas una cita y esperes confirmación antes de aparecer intempestivamente en mi empresa— di media vuelta y regrese a la oficina, cerré la puerta de un portazo que retumbo por todo el lugar.

—Elena… Elena…— digo solo para mi, mientras suelto el aire que no sabía que tenía retenido, esta situación es frustrante, esa mujer está haciendo que todo el agradecimiento que siento hacia ella se convierta en resentimiento, definitivamente está tarde mi sesión con Bastille será muy intensa.