Tú también eres mi papá.
Discleimer: Los personajes son de Stephenie Meyer.
Nota: Esto sucede después de Amanecer.
CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA- CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE-FELIZ DIA-CARLISLE
P.o.v de Carlisle:
Estábamos mi familia y yo en la casa, Alice había organizado una mini-fiesta del día del padre para mí y para Edward, Emmett y Rosalie estaban haciendo de Dj's mientras jugaban con nuestro equipo de sonido, Alice y Jasper estaban vigilando que todo estuviera en orden durante la fiesta, Edward y Nessie tenían sus platicas de padre e hija, mientras veían el álbum que ella le regalo a Edward, Jacob y Seth estaban hablando y bromeando con los chicos de la Push ya que hace mucho que no se veían, mientras yo tenía en brazos a mi dulce Esme.
Ya habíamos abierto los regalos y los licántropos ya habían comido, todos estábamos teniendo un rato agradable, sin embargo, me faltaba alguien, Bella.
Bella estaba con Charlie, ambos estaban teniendo su día juntos, ya que hace mucho que no pasaban un momento a solas, eso me resultaba genial, sin embargo, yo también consideraba a Bella mi hija, y, aunque jamás se lo diría a Alice o a Rosalie, Bella se había convertido en mi niña favorita, ella era todo lo que yo hubiera pedido de poder tener una hija.
Cuando Edward la presento, cuando aún era humana, sabía que me iba a encariñar con ella, que desde siempre iba a ser parte de mi familia. Así que, en este momento, no puedo evitar sentir cierta tristeza porque no se encuentra aquí.
Jasper pudo sentir el cambio en mis emociones, volteo a verme, pero yo simplemente negué con la cabeza.
Edward por suerte, estaba bastante distraído con Renesmee, el quería irse con Bella, pero sabía que era un momento padre e hija.
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Cuando la fiesta termino, Alice limpio todo a velocidad vampírica y antes de irse de caza con Jasper me murmuro algo:
—Espérala en tu despacho Carlisle.
No entendí nada, pero nunca apostaría contra Alice, decidí irme a mi despacho, misteriosamente Esme no me acompaño.
Dieron las 11:30 p.m. y yo seguía algo triste porque Bella no estaba, sin embargo unos golpes en mi puerta me hicieron salir de mis pensamientos, junto con un olor a fresas y fresias.
—Pase.
Por la puerta entro mi hija, Bella, no pude evitar sonreír, tal vez ella no me consideraba su padre, pero yo la quería como tal.
—Hola Carlisle—dijo mientras entraba y cerraba la puerta de mi despacho.
—Hola Bella, ¿Qué tal te fue con Charlie?
—Bastante bien, gracias por preguntar.
—Me alegro hija, ¿necesitas algo?
— ¿Qué tal si platicamos un poco?
—Claro Bells.
Hablamos de todo y nada, sonreíamos contando cosas chistosas, reíamos a carcajadas recordando las locuras de Emmett, hablamos de mi vida y de su niñez, temas triviales como nuestros colores preferidos y la música que me gustaba. Lo pasamos bien y yo no pude pedir más.
—Por cierto Carlisle, quiero decirte algo.
La mire curioso.
—Dime Bella.
—Feliz día Papa, te quiero—pronuncio mientras me daba un beso en la mejilla.
Juro que si fuera humano, hubiera llorado de alegría.
—Gracias hija. También te quiero, para siempre Bella, siempre serás mi dulce hija, pero no les digas a tus hermanas.
—Okey pa'
Y mientras reíamos a carcajadas, yo estaba seguro de una cosa. Bella siempre seria mi pequeña princesita, esa que no pude tener pero el destino me la dio.
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¡Feliz día del padre al hombre maduro más sexy del mundo!
Felicidades Carlisle, te quiero vampirito querido *-*