Naruto no me pertenece asi como algunos elementos de To Aru Manjutsu no Index.


Eran pasadas las 10 de la noche en la aldea de Konoha, los ninjas estaban muy agitados y no era para menos ya que el Kyuubi había aparecido de la nada en el centro de la aldea y había empezado a atacar sin dar tregua, asesinando a muchas personas entre las cuales había tanto civiles como ninjas.

Todo parecía ir de mal en peor hasta que de repente un sapo gigante cayó literalmente del cielo aterrizando en la espalda de la bestia con colas. De un momento a otro simplemente desaparecieron del lugar dejando a muchos ninjas confusos.

Hiruzen el tercer Hokage había visto lo ocurrido y dedujo que había pasado.

"Minato ¿qué es lo que tienes en mente?" – pensó mirando hacia una zona cerca de la aldea en donde había un gran espacio abierto ideal para la situación actual.


Muy lejos de ahí estaba el cuarto Hokage Minato y su esposa Kushina junto con sus dos hijos Naruto y Natsumi.

Tras haber pasado por una situación complicada a causa de un enmascarado quien había secuestrado a su esposa y posteriormente liberado al Kyuubi el cual estaba sellado en ella, Minato se hallaba en un difícil dilema.

Kushina había inmovilizado al Kyuubi y al parecer discutía con su esposo.

¡Estás loco Minato! – exclamó Kushina a pesar de lo cansada que estaba por el parto que había tenido - ¡Eso puede ser muy peligroso y además no sabemos cómo reaccionara!

Lo se Kushina, pero es la única manera. – contestó mirando el rostro de su esposa.

¡Pero por que tiene que ser nuestra hija! – Decía entre lágrimas - Sabes lo difícil que es la vida para un Jinchuuriki.

No te preocupes – dijo intentando animarla – ella nos tendrá a nosotros su familia.

Está bien – decía con resignación – pero por favor hazlo rápido no sé por cuanto tiempo pueda mantenerlo así.

Todo está preparado – comentó – empezare con el sellado.

Y de esa manera fue como el Kyuubi fue sellado en Natsumi y la aldea de Konoha sobrevivió al ataque esa noche.


10 Años después

Hoy era un día particularmente especial ya que era el aniversario de como el cuarto Hokage había vencido a el zorro de nueve colas y también porque era el cumpleaños de sus hijos.

¡Papá! ¡Papá! – gritó Natsumi bajando las escaleras al escuchar que su padre había llegado a casa muy temprano.

Natsumi era una niña muy alegre e hiperactiva a quien todo el mundo amaba, contrariamente a Naruto, él era muy callado y demasiado reservado.

Casi no hablaba con nadie y cuando lo hacía apenas y cruzaba algunas palabras, pues desde que se enteró de su problema decidió refugiarse en los libros.

¿Papá hoy es un día muy especial sabes? – decía con una sonrisa.

Por supuesto que si hija hoy cumples 10 años y eso es algo que hay que celebrar. – dijo el hombre cargado a su hija en brazos.

¡Sí! Es fantástico pero yo lo decía porque ya podré entrar a la academia ninja y podre convertirme en una poderosa kunoichi. – decía agitando los brazos.

¡Es verdad! – Decía su padre mientras la bajaba al suelo – ya tienes la edad suficiente para entrar en la academia. Es más yo mismo hare los preparativos.

¡Genial! Al fin seré una kunoichi de verdad. – gritaba mientras corría por toda la casa incluso llego a la cocina donde estaba su madre cocinando.

¡Escuchaste mamá! – gritaba mientras corría a abrazar a su madre.

La pellirroja la miro con ternura y le respondió – Si hija he escuchado y me parece una buena idea así podrás demostrar al mundo de que estas hecha.

La niña no podía sentir más emoción hasta que de pronto recordó algo, o más bien a alguien. Fue corriendo rápidamente hacia su padre y le pregunto.

¿Oye papá mi hermano también entrara a la academia?

Esta pregunta tomo desprevenido a Minato y lo puso algo tenso, lo mismo para Kushina que alcanzó a escuchar.

Después de meditarlo un poco le dijo.

No hija. Tu hermano no entrará a la academia.

¿Pero por qué? – cuestionó la menor.

Aun sin saber cómo responderle se limitó a decirle que Naruto así lo había decidido.

¡Eso no puede ser! – gritó mientras se dirigía hacia las escaleras - ¡Yo hablare con él!

Al pisar el último escalón giro hacia la derecha y al fondo diviso dos habitaciones. La de la derecha era la de ella y la de la izquierda le pertenecía a su hermano.

Se impulsó y a gran velocidad entro casi derribando la puerta. Lo vio recostado en la cama y confundido por la situación.

Naruto iba a reclamar pero su hermana se adelantó jalándolo de la playera y colocándose frente a frente.

¿Por qué papá dijo que ya no entrarás a la academia? – le preguntó mirándolo a los ojos.

El reacciono a la pregunta y después de un corto silencio desvió la mirada y suspiro derrotado.

Veo que te has enterado – dijo secamente.

Ella estuvo a punto de golpearlo por su falta de interés y la forma en la que se lo dijo, ya que él no le hablaba de ese modo. Solo a las demás personas e incluso solía dirigirse a sus padres de esa manera pero ella era la excepción.

Con ella era atento y cariñoso y solían jugar mucho juntos. Pero desde hace unos meses el empezó a alejarse de ella diciendo que quería estar solo.

¿Por qué ya no entraras a la academia? – le pregunto casi a punto de llorar - prometimos que iríamos juntos. ¿O es que acaso ya lo olvidaste?

Él se separó de ella y estuvo unos segundos en silencio. Después decidió que era momento de hablar. Tarde o temprano ella se enteraría.

Está bien. Te lo diré – dijo aun con duda.

La verdad del por qué no puedo acompañarte a la academia es por una sencilla razón. – Se giró dejando a su hermana solo ver su espalda – yo no puedo moldear chacra.

Esto tomo por sorpresa a su hermana.

Esta es una broma de muy mal gusto hermano. Deja de ser tan cruel. – Dijo no dando crédito a lo que oía.

Naruto se giró de nuevo y quedo frente a ella mirándola seriamente.

No es ninguna broma. Puedes preguntárselo a papá. – dijo tratando de que su hermana no lo cuestionara más.

Fue en ese momento cuando comprendió que no se trataba de ninguna broma. Él decía la verdad, entonces ella camino hacia él y lo abrazo fuertemente mientras lloraba.

¿Por qué no me lo dijiste? Es injusto que esto te pase a ti. Después de tantos planes que teníamos. – decía mientras escondía su cara en el pecho de él.

Sabía que te pondrías así. Fue por eso que no te dije nada, pero tú aun puedes seguir tu sueño de ser una kunoichi. – le contestó mientras le acariciaba la cabeza para que dejara de llorar.

¿Pero no hay algo que podamos hacer para resolver eso? – preguntó tranquilizándose y separándose de él para mirarlo a los ojos.

Los médicos dijeron que no hay nada que se pueda hacer. Básicamente mi chacra es demasiado bajo como para poder moldearlo y usarlo. – dijo respondiendo a su pregunta.

Lo siento hermano, no pensé que esto te pasaría. – decía mientras cerraba sus puños.

No te preocupes, todo estará bien. Aunque no sea un ninja yo encontrare la manera de ayudarte. – ella miraba con asombro como su hermano a pesar de no poder convertirse en un ninja planeaba poder ayudarla.

Naruto miro a su hermana y dijo – Bueno es hora de que bajes, nuestros padres deben de estar esperándote, ayer escuche que irían a comprarte algo.

Ella cambio su expresión triste a una feliz y preguntó – ¿Acaso no piensas venir con nosotros?

El medito unos segundos y contestó – Tengo algo que hacer, nos veremos más tarde.

Está bien, nos vemos después – contestó Natsumi saliendo del cuarto.

Ya estando solo en su habitación Naruto empezó a hablar para sí mismo.

Lo tomó mejor de lo que esperaba, puede que hoy sea un buen día.