Harry Potter ni sus personajes me pertenecen, sino a la grandiosa J.K. Rowling
En el siglo X, había un prestigioso castillo en Escocia, el cual estaba lleno de gritos.
Esos gritos provenían de dos hombres.
Sus nombres eran Godric Gryffindor y Salazar Slytherin.
Junto a ellos habían dos mujeres que intentaban hacer que terminara la discusión.
Ellas eran Helga Hufflepuff y Rowena Ravenclaw.
-¡Yo no les enseñaré a unos sucios hijos de muggles!- Gritó Salazar.
-¡No los llames sucios, maldita serpiente!- Gritó Godric.
Helga y Rowena, al ver que no iban a parar de discutir, usaron un encantamiento silenciador con los dos.
-¡¿Podrían callarse?! ¡Van a despertar a todos los alumnos!- Dijo Helga.
-¡¿No se dan cuenta que gritando no van a ganar nada?!- Dijo Rowena.
Ambos hombres estaban blancos de ira, por lo cual sacaron sus varitas mágicas y se apuntaron el uno al otro.
Al parecer usaron encantamientos no verbales muy poderosos, porque un segundo más tarde hubo una luz muy cegadora y los cuatro desaparecieron.
En el siglo XXI, había una chica sentada en un puff.
Ella estaba rodeada por muchos libros, todos de la misma escritora, J.K. Rowling.
Ella tenía el cabello rubio rojizo y ojos marrónes.
Estaba leyendo un libro titulado "Harry Potter y el Cáliz de Fuego".
Estaba a punto de pasar a otro capítulo, cuando unos gritos en la sala de su casa la sorprendieron.
Ella, como buena Gryffindor que era (según Pottermore), fue a investigar.
Salió de su cuarto lentamente para no hacer ruido.
Cuando llegó a la sala, quedó completamente pálida, no del susto, sino de la sorpresa.
Porque frente a ella se encontraban los fundadores del colegio Hogwarts, tan sorprendidos como ella.
-¿U-u-ustedes s-son los fu-fundadores d-del c-co-colegio Hogwarts?- Preguntó tartamudeando la chica, sin poder creer lo que sus ojos veían.
