Fanfic creado principalmente para un concurso conrta el maltrato , pero como hacia tiempo que no subia nada pues decidi subir esto asi que , pues eso que lo disfruteis
MI VIDA EN UN CARTEL.
Mi nombre es Echo y lo primero que veo cada vez que me levanto es el cartel de publicidad que hay delante de mi casa, es un pasatiempo corto y pocas veces cambia, sin embargo hoy ha cambiado…. el letrero pone 25 de Noviembre Día Internacional contra la Violencia de Gènero "La Juventud y la Violencia de Genero ".
Qué ironía, de todos los anuncios que se podía poner tenían que poner aquel y de todos los carteles que había en la ciudad tenía que ser este.
Sufro maltratos casi todos los días del hombre que en un tiempo me amo y con el que me casé, Vincent Nightray, los motivos por los que lo hace no los conozco pero seguramente sean los típicos: alcohol, deudas, estrés…
No puedo hacer nada para evitarlo pues, si lo denunciara, sé lo que pasaría, estaría dos o tres años en paz y tranquilidad y después la policía se olvidaría de él y volvería a por mí para vengarse por haberle denunciado , de una manera lenta y dolorosa, todavía peor de la que sufro ahora.
Los únicos momentos buenos que tengo en mi vida son cuando él está trabajando o bebiendo y cuando duermo, las pocas veces que lo consigo almenos. A veces pienso en dormir y nunca más abrir los ojos, en tirarme por el balcón y acabar con mi sufrimiento, pero no puedo y la razón es esa pequeña e indefensa criatura que se encuentra acurrucado y dormido en una cuna. Si yo no estuviera, su padre lo mataría, o peor, dejaría que creciera hasta cumplir los cinco o seis años y empezaría a comportarse con él como lo hace ahora conmigo y eso es algo que no pienso permitir, sé que es muy probable que se comporte así con él de todas formas, pero al menos tendría a alguien con quien compartir nuestro dolor y tendría momentos buenos conmigo cuando el padre no esté.
No puedo hacer nada para evitarlo, pasaré toda mi vida como un saco de boxeo hasta que mi cuerpo no aguante más y muera. Solo espero que cuando eso pase, mi hijo ya se haya convertido en un buen hombre y que logre escapa de este infierno del que yo no puedo.
