Hola, no estoy segura de cómo escribir una presentación así que solo diré que espero les agrade este primer capítulo. De paso me gustaría agradecerle a Ximena, mi beta reader, por su ayuda -inserte corazón aquí-. Y eso.


—Todo cambió en menos de una semana para él. Todo lo que conocía, o quizá estaba solo exagerando. Después de todo, South Park jamás paraba de sorprenderlo.

Empezó con las asiáticas y ese extraño gusto de emparejarlo con su amigo, Craig. De pronto, todo el pueblo parecía creer que ellos se amaban en secreto o alguna ridiculez así. No era que Craig le desagradase, pero no le agradaba de esa forma. Sí, habían tenido "una historia" o algo así; pero era una historia de amistad. AMISTAD. ¿Qué era lo que no podían entender de eso?... O quizá… Quizá era un plan del gobierno para hacerlo quedar como gay frente a todos sus amigos. Sí, eso era más lógico. Pero ¿por qué? Oh, ya sabía, querían confundir su frágil mente hasta enloquecer. Oh Jesús ¿Qué haría ahora? Era demasiada presión.

Todo se solucionó de una peculiar forma, claro, si es que se le podía llamar solución a eso. Fingir que eran pareja era bastante sencillo, bastaba con tomarse de las manos y pasar tiempo juntos. Era lo de siempre, solo que tomados de la mano. No era desagradable, de hecho, se sentía tranquilo respecto a eso. Era reconfortante pasar el rato con "su novio" después de un pesado día; a veces Craig pasaba por él a la cafetería y podía huir del trabajo ya que su padre intentaba apoyar la relación.

Y un día lo notó. Se sonrojaba al sujetar la mano de Craig, se ponía nervioso al sentir sus dedos entrelazados y parecía que su corazón quería salir volando de su pecho. Los temblores aumentaban y cada dulce sonrisa que Craig le dedicaba solo disminuía el tiempo que podía verlo fijamente a los ojos sin sonrojarse. Se había vuelto agobiante tener que verlo directamente, esos ojos verdes le transmitían tanta seguridad y amor cuando lo veían solo a él. ESPEREN ¿Amor?
Su estómago se había vuelto un remolino de mariposas, o quizá eran gusanos por haber comido tantos dulces. La ansiedad había aumentado y podía tranquilizarse al comer algún postre con mucha azúcar, incluso si los dulces no eran de su completo agrado, a Craig le gustaban, por eso lo hacía. Pero todo esto lo llevó a este preciso momento. En donde se cuestiona más seriamente ¿Soy gay y estoy enamorado de mi buen amigo Craig? ¿O tengo alguna enfermedad terminal que me hace actuar de esta form- Auch, espera Tweek. Aún no he terminado —dijo Clyde, sobando su hombro con la mano libre mientras la otra sostenía un montón de hojas.

—No quiero oír más de eso —dije mientras hundía mi cabeza en la almohada—. Te conté todo esto para que me ayudaras, no para que escribieses un libro o un fanfic para esas asiáticas —agregué mientras levantaba la cabeza para darle una mirada de reproche con más ojeras de las normales.

—Lo sé Tweek, pero no lo puedo evitar, los shippeo. Y me pareció una buena oportunidad para presumir mis habilidades de escritura. Vamos, admite que está bueno —dijo mi tonto amigo sonriendo presuntuoso.

—Vale, vale. Ohhh graaan Clyde, cuánto talento tiene usted para escribir de las desgracias de sus amigos. Debería ser escritor, ni siquiera el gran Víctor Hugo llegó a escribir tanta genialidad como usted. —dije con sarcasmo, sin poder evitar que una sonrisa cansada se asomara en mis labios.

—Ja, ja. Creo que tienes razón, quizá estudie literatura —dijo él con una brillante sonrisa. Parecía no haber entendido. Bueno, no importaba.

Habían ya pasado cinco años desde que toda esta mentira empezó, cada día me sentía más cansado e incluso mis tics nerviosos disminuyeron al no tener suficiente energía. Tomaba café por montones pero parecía haberme vuelto inmune a sus efectos, mi apetito había desaparecido y solo comía postres cuando estaba con Craig. Oh bueno, y verduras cuando mi madre me obligaba diciendo que estaba muy delgado y pálido. El crecimiento me había llegado e hizo que bajara de peso, crecí bastante y la poca comida que ingería no ayudaba mucho. Claro, no soy tan alto como Craig… él también ha crecido. Y vaya que la pubertad le había sentado grandiosamente. Era bastante alto, y delgado, tenía las piernas largas y la espalda ancha. Se veía demasiado bien. Como siempre.
Su carita redonda de niño desapareció y fue reemplazada por una más larga y varonil, varonil sin llegar a ser intimidante. Y sus ojos, sus ojos lucían más vivos desde… ¿Desde qué? No lo sé, él simplemente se veía más alegre desde hacía unos dos años, después de unas semanas de aquel incidente. ¿Y si había empezado a salir con la chica que se le confesó? Claro, somos novios pero eso es una farsa. Él puede salir con quien quiera y yo no tengo porqué reprocharle nada. Jesús, ahora me siento peor que antes. Suficiente tengo con estar enamorado de mi casi mejor amigo. Creo que Clyde podría tener razón, todo esto puede ser un plan del gobierno para volverme loco. Por fin me había librado de los gnomos, pero no había sido fácil. Tuve que deshacerme de toda mi ropa interior, sí, de toda. Y sí, eso quiere decir que no uso ropa interior; pero no es un problema, soy más limpio de lo que pueden pensar. El punto es que finalmente soy libre de los gnomos, y cuando lo soy, el gobierno quiere hacerme esto. Quieren volverme loco para llevarme a un hospital psiquiátrico y hacer experimentos con mi cuerpo. OH DIOS. Empecé a temblar sin notarlo, y la taza de café que había tomado de la mesa hace unos segundos empezaba a derramar el líquido espeso y oscuro que tenía dentro. De repente vi el rostro de Clyde demasiado cerca.

— ¿Tweek? —dijo Clyde con clara preocupación en el rostro.
—NGH —pude decir mientras pegaba un brinco. Me perdí demasiado en mis pensamientos.
—Tranquilo, te vi mirando a la nada mientras cambiabas de expresión a cada segundo —dios, él es un gran amigo. Incluso está aquí escuchándome y soportando mis ataques—. Era bastante hilarante de ver, quise grabar pero empezaste a temblar demasiado y me preocupé —retiro lo de "gran amigo".
—Estoy bien ngh. S-solo es un pequeño ataque, t-tranquilo.
—Un ataque llamado Craig Tucker —dijo. Casi escupo mi café, aún me pone nervioso que toque el tema de repente.

—Vamos Tweek —dijo Clyde— deberías simplemente decirle a Craig todo ¿No crees?

—Oh Clyde, sí seguro debería —empecé a hablar mientras la desesperación se apoderaba de mi lengua— ¿Qué te parece esto? Hey, Craig, descubrí que soy homosexual por ti hace tres años y desde entonces he disfrutado cada maldito segundo fingiendo ser tu novio. Cuando te veo siento que mis tripas han dejado de hacerle caso a la gravedad y que mis mejillas arden como si hubiera sido cacheteado mil veces —dije empezando a alzar mis brazos al cielo mientras los sacudía frenéticamente—. ¡Sin mencionar que vivo con el frecuente miedo de que me dé un paro cardíaco cada vez que te veo, porque eres jodidamente atractivo! ¡Y me siento constantemente en las nubes, llegando incluso a pensar que ponen drogas en mi comida! ¡NGH! ¡PERO TENGO TANTO MIEDO DE PERDER TU AMISTAD, PORQUE ERES LO MÁS ESPECIAL Y REAL QUE TENGO! ¡Y SINCERAMENTE NO SÉ SI PUEDA SEGUIR SOPORTANDO ESTA FARSA CUANDO TE GAH, YO T-TE!… Y-yo te amo. A-ah, no puedo más. A este paso terminaré teniendo una etapa gótica al igual que Stan cuando Wendy lo dejó —dije mientras me dejaba caer sobre la cama, la suavidad de las cobijas me parecía reconfortante. Estoy jodido, Craig Tucker me ha jodido, y no de la forma que me gustaría. No. Craig ha jodido mi corazón y mi mente, con esa gran sonrisa y esa fría mirada. Craig Tucker… nuestros hijos ¿serían Tweak Tucker o Tucker Tweak?

—Tienes esa cara de nuevo Tweek —dijo Clyde dándole un sorbo a su té, había olvidado que seguía aquí.

— ¿Qué cara? —pregunté, intentando hacerme el desentendido mientras esquivaba sus ojos.

—La cara de "Craig, tengamos una familia como la de las propagandas. Con un hijo, una hija y un perro. El niño se llamará Craig Jr." —dijo Clyde mientras ponía ambas manos juntas a un lado de su rostro y miraba hacia arriba, pestañeando exageradamente—. Amigo, aún no puedo creer que Craig no se haya dado cuenta de tus sentimientos, es más idiota de lo que pensé.

—Quizá ya lo notó y finge no hacerlo para evitar rechazarme directamente- contesté, ese lado pesimista y paranoico seguía ahí—. Quizá lo sabe pero lo niega porque le da asco pensar en que siento algo por él… Ahorita mismo, unirme a los góticos no suena tan mal ¿Sabes?

—Tweek, no. Tus temblores harán tu maquillaje de gótico un asco. Además, sé que Craig puede ser frío con los sentimientos de los demás pero ehh, él no es ese tipo de imbécil. Eres su amigo, jamás te tendría asco, tranquilo —dijo el castaño mientras me daba una sonrisa.

—No lo sé, creo que él… él está sal -de repente el celular de Clyde sonó, Dios. Esa canción escandalosa casi me da un infarto. ¿No es esa "Boom, boom, boom, boom!" de Vengaboys?

—Disculpa un segundo Tweek —dijo y salió de la habitación. Me senté y miré mis pies detenidamente.

Quizá Craig sí está saliendo con esa chica. Entonces ¿estaré confundiendo mis recuerdos de aquella noche? Desde ese incidente mis esperanzas habían crecido, pero unos días después Craig empezó a estar distante; creí que fue porque le costaba aceptar esas nuevas sensaciones.

*Flashback*

Hace dos años el grupo de Stan había llevado alcohol a la casa de Cartman en donde estábamos jugando videojuegos. Sí, éramos muy jóvenes para eso. Sí, nos embriagamos rápidamente.
Recuerdo que Craig estaba más sobrio que los demás que estábamos ahí, se hacía tarde y me tomó de la mano para llevarme a mi casa antes de que todo se saliese de control… más. Porque ya estaba bastante raro, Kenny haciendo un striptease vestido con la ropa de la mamá de Cartman mientras Butters se reía y le tiraba billetes, Cartman cantándole a la luna mientras marcaba el número de Heidi, Stan vomitando y Kyle planeando la siguiente guerra contra Canadá. Sin mencionar a Clyde bailando una canción del ejército ruso y Token grabando todo para subirlo a las redes.
Yo solo tenía sueño… además todo me parecía extremadamente gracioso y triste al mismo tiempo.

Nos tardamos en llegar a mi casa porque Craig tuvo que cargarme en su espalda ya que el alcohol en mi cuerpo no me dejaba caminar bien, aún recuerdo el olor a shampoo de su cabello y la calidez de su espalda. No pude evitar pasar mis manos por su cuello, quizá así el mundo se detendría y podría disfrutar esa cercanía un rato más.

Llegamos y no había nadie, por suerte. Entramos con mis llaves y él me llevó hasta mi habitación, ahí me bajó con suavidad y cuando estaba a punto de marcharse le tomé la muñeca. "No te vayas" le dije "Quédate conmigo, por favor". Él solo se quedó viéndome un momento, parecía estarlo pensando. "Craig, por favor". Agregué mientras alzaba la vista, intentando suplicarle con la mirada. Intentando aferrarme a estos sentimientos. Pude observar cómo se mordió el labio inferior y frunció el ceño, tenía ese semblante de que se arrepentiría luego. Finalmente se acostó a mi lado y se quedó observando el techo, con ese típico rostro de ausencia. Yo solo giré la cabeza y me quedé observando su perfil, la nariz fina y recta, sus ojos almendrados y la mirada afilada. Como si pudiera cortar mi corazón con ella; debajo de esos ojos que brillaban como esmeraldas, se posaban unas ligeras ojeras de tonos naranjas. ¿Cómo sus ojeras podían ser tan lindas? La piel blanca y tersa, fresca como el otoño. Él era como el otoño, fresco y nostálgico, frío y tranquilizador. Tenía los labios finos y algunos cabellos negros escapando del gorro. Él es una obra de arte, yo soy obra del desastre.

Él se percató de mi mirada y giró a verme "¿Sucede algo Tweek?". Amaba su voz, era profunda y algo nasal pero tenía un tono sumamente dulce cuando hablaba bajo. Yo lo amaba tanto, tanto que dolía.
Las lágrimas empezaron a derramarse involuntariamente, vi cómo caían. Sentí que la máscara que me había hecho, de indiferencia y desentendimiento, se resbalaba.
Él abrió los ojos ligeramente, y levantó las cejas, negras y pobladas. Al fin una expresión que no era de aburrimiento. Sus ojos brillaban, era un brillo de curiosidad y confusión "¿Estás bien? ¿Qué sucede? ¿Te sientes mal por el alcohol? ¿Tweek?" decía todo eso mientras su mano tomaba mi rostro para obligarme a verlo.
Cuando lo vi, no pude contenerlo más. Y de repente lo besé. No sé cómo, no sé qué me dio el coraje. Solo lo besé. Fue más un roce de labios que un beso, pero fue más que suficiente para esclarecer mis dudas, yo estaba enamorado de Craig. El chico con quien mantenía un noviazgo falso para que South Park no se vaya al carajo.
No vi su expresión al momento del beso, beso que fue puro y casto. Solo me quedé dormido, y tengo una vaga imagen de un rostro sonrojado que huía por la puerta de la habitación.

*Fin del Flashback*

Quizá lo asusté y por eso se alejó un tiempo. Cuando ese tiempo pasó, él volvió a ser el mismo, pero con un brillo más fuerte en los ojos. Estoy casi convencido de que tenía que ver con esa confesión que vi él recibió en el recreo, el día antes de volver a actuar normal. Sí, estaba seguro de que Craig Tucker, la persona de la que estoy enamorado y mi novio falso, sale con una chica a la que realmente quiere.

Clyde entró al cuarto y me sacó de mis pensamientos, de nuevo.

—Tweek, amigo. Lo siento pero tengo que irme. Te veo mañana.

—No hay problema —dije mientras intentaba sonreír. —Adiós.

Un día más sin saber qué hacer con esto. Quizá debería vomitar todos mis sentimientos por él. Sí, debería.

Esos fueron mis pensamientos antes de irme a dormir. Dormir era lo único que me hacía sentir mejor a veces.


YYYYYYY este sería el primer capítulo. Este fanfic no será muy largo, le calculo unos 10 capítulos. Y habrá puro amor porque ya hay suficiente sufrimiento xD

El desarrollo será un poquito lento, pero prometo mucho amor. Sin llegar a hacerlos vomitar, por supuesto.
Hasta la próxima.