Hola hola! Al fin me animé a publicar este fic ^. ^ Jajajaja, es una idea loca que tengo de hace muuucho tiempo respecto a estos dos maravillos personajes y de corazón espero les guste, no sé bien cuantos capítulos tendrá, pero bueno eso dependerá de la trama. Posiblemente el lenguaje que los personajes usarán a veces será un tanto fuerte, para los que no les gusta quedan advertidos =D
Disclaimer: Residente evil y los personajes pertenecen a CAPCOM, excepto algunos personajes creados por mi que aparecerán en esta historia….si todos los personajes fueran míos Piers estaría vivo, Chris y Jill estarían casados, Claire saldría en más juegos y ya se sabría para qué o quién trabaja Ada Wong ahhhh y Jake sería mi esposo :) Esta historia sólo busca entretener, nada para lucrar. Sin más que decir, espero que lo disfruten ;)
Volar lejos de aquí
A dónde sea, sí, no me importa
Sólo volaremos lejos de aquí
Nuestras esperanzas y sueños están por ahí afuera
No dejaremos que el tiempo se nos pase
Sólo volaremos
Fly Away From Here - Aerosmith
Capítulo 1: Malos recuerdos y una botella de whisky.
Raccoon city "Jack`s bar" 10:00 PM. Viernes 17 de Enero de 1998
Sinceramente ahogar las penas bebiendo alcohol no era para nada algo reconfortante, ella lo sabía bien, pero de todos modos estaba ahí…
Sentada en un bar, bebiendo whisky.
Había escuchado varios tipos de historias por medio de las conversaciones que iniciaban las personas que se sentaban a su alrededor, relatos que iban desde infidelidades, hasta situaciones insólitas que jamás esperó escuchar en un lugar como ese. Suspiró, no estaba allí precisamente para ser testigo de problemas ajenos, le bastaba con los suyos.
Obligadamente continuó oyendo una serie de anécdotas ideales para hacer el guión de una película dramática digna de Hollywood, algunas eran historias tristes inclusive más que la de ella misma y otras parecían ser un tanto absurdas para su gusto. Y francamente a esas horas de la noche, la chica no sabía cuantos vasos había bebido ¿Uno, dos, tres o cuatro? ¡Quizás hasta cinco! La verdad , era que poco le importaba la cantidad consumida, su organismo aún le respondía…no del todo...Pero lo hacía y eso era lo relevante.
La muchacha que servía las bebidas alcohólicas en el bar la miró con un poco de incertidumbre, pues no era habitual ver a una mujer sola bebiendo de la manera que cierta castaña lo estaba haciendo. La otra fémina no tardó en percibir que estaba siendo observada con insistencia.
—¿Qué miras tanto, tengo algo en la cara acaso? —Inquirió la mujer que bebía whisky usando un tono bastante desafiante y nada simpático.
La joven no pudo evitar sentirse intimidada ante la reacción de aquella mujer que tan sólo por mirarle se había molestado, definitivamente algo anda mal en la vida de esa chica, los ojos de esa castaña reflejaban soledad, tristeza y por sobre todo frialdad, sin embargo, optó por guardar silencio ante el comentario petulante que ella había lanzado hace un momento, pelear con borrachas o semiborrachas no era su estilo.
—Sírveme más por favor —pidió la castaña de ojos azules mientras dejaba el vaso vacío en la barra.
—Yo…yo no sé si eso sea una buena idea, ya ha bebido lo suficiente, cualquier idiota de esos que están sentados más allá podría aprovecharse de su estado y...
—¡Qué me sirvas más! no estoy ebria ni nada por el estilo y sé defenderme sola. —Interrumpió con fastidio.
A regañadientes la chica tomó la botella con el logotipo de "Jack Daniels" y vertió en el vaso otra cantidad de whisky, antes de hacerle entrega del vaso la muchacha miró a la castaña directo a los ojos.
—¿Sabe? —musitó—.No tengo ni la menor idea de qué fue lo que le sucedió, sólo le diré que bebiendo no olvidará aquello que está atormentándola y mucho menos alejará a la realidad.
Jill Valentine se quedó inerte mirando como se alejaba la muchacha. Sintió esas palabras como un puñal en el pecho… Por la simple razón de que eran verdad. Hasta se sintió avergonzada por el consejo, nunca, jamás había recibido uno de parte de alguien más joven y eso la hacía sentir un tanto patética y menesterosa.
Iba empezar a considerar las técnicas que Chris le enseñaba para no emborracharse y hacer el ridículo, a pesar de que aún tenía conciencia de sus actos, no podía negar que estaba mareada y los parpados le pesaban de sueño, ese relajo que producía el alcohol en su cuerpo era una sensación realmente única.
"Esta bien, cuando mañana vea a Chris lo reconoceré…no sé beber alcohol."
Se decía para sí misma en tanto esbozaba una sonrisa en los labios recordando las competencias que hacía con el castaño para ver cual de los dos duraba más estando sobrio, ella casi siempre perdía quedando estúpidamente acabada bajo los efectos del alcohol. Y la verdad todavía no lograba entender por qué razón competían de manera tan infantil.
—¿Me permites invitarte a una copa, preciosa? —Preguntó una voz masculina sacándola de sus pensamientos.
Jill alzó la vista y vio a un hombre joven a su lado, guapo y poseedor de una sonrisa bastante atractiva, pero ese tipo de hombres casi sacados de revistas de modas no era el tipo prospecto que ella tenía.
La de orbes azulinos guardó silencio y sólo se limitó a observarlo, sabía que el hecho de no pronunciar vocablos era el peor enemigo de un hombre en esas situaciones, se ponían nerviosos y Jill disfrutaba de aquello. Como era de esperar su plan no falló, el chico comenzó a inquietarse y a mover sus manos nerviosamente.
—Y… ¿por qué debería aceptar la invitación de un desconocido? —Le preguntó la castaña jugueteando coquetamente con un mechón de su cabello.
El desconocido estaba idiotizado con la miembro de los S.T.A.R.S, la manera en que movía sus labios al hablar era sencillamente para alucinar, sin mencionar lo provocativos que eran sus gestos y miradas, además traía puesto un vestido negro muy corto , era una prenda sencilla , pero se acomodaba perfecta y peligrosamente a cada una de sus curvas femeninas.
—Yo…yo bu-bueno apenas te vi entrar en el bar me quede hipnotizado con tu belleza… te he observado durante todo el tiempo que llevas acá, y veo que estas sola, y bueno yo también, entonces dije, ¿por qué no invitarla a beber algo?
Jill soltó una carcajada burlesca pensando que ese era el hombre más idiota que había intentado cortejarla. El chico se quedó incrédulo ante la reacción de ella, que por cierto, aún se estaba riendo.
—¡Qué divertidos son los hombres de hoy en día! Creen que con frasecitas de ese estilo nos van a conquistar. —Jill hizo una pausa para darle un sorbo al whisky y luego continuó —: deberías decirme sin avergonzarte que te gustaron mis pechos y mi trasero, que en realidad lo único que quieres conmigo es un simple polvo y nada más.
—No...Yo no...
—Mejor lárgate, conozco muy bien a los de tu tipo. —Dijo Jill dándole la espalda.
—¿Pero qué demonios te pasa?, ¡Estás completamente loca! —Le gritó el hombre antes de alejarse.
La castaña se quedó en su posición y en respuesta le levantó su dedo medio.
Estaba harta de los hombres, desilusionada y ante todo herida por culpa de ellos, de hecho, el principal causante de que ella estuviese frecuentando el bar constantemente era su ex - novio, a veces asistía al bar para distraerse un rato y despejar la mente de los problemas o malos recuerdos que la atormentaban, otras veces iba con Chris, Forest y Barry , pero últimamente iba sola, pensando que podría conocer a otro chico que la hiciera creer en el amor otra vez, pero Jill ya estaba asumiendo que eso era imposible. Shawn, su ex - novio, era el maldito motivo de la mayoría de sus problemas.
Lo odiaba... con todo su corazón.
Aunque últimamente se estaba odiando más a sí misma por ser tan débil y no superar lo que había sucedido con él.
Su último novio, su último amor y posiblemente el último definitivo.
Jill bebió todo el contenido que quedaba en el vaso de una sola vez, no sabía si el hecho de encontrar en la cama a tu novio con una desconocida era suficiente motivo para estarse bebiendo ella sola una botella de whisky.
Posiblemente no, no era motivo…pero...
¿Por qué el único hombre que había recibido lo mejor de ella, resulto ser el peor de todos los traidores?
Un bastardo, mentiroso y miserable.
Con esas palabras la miembro S.T.A.R.S podía definir a Shawn, después de descubrirlo en el apartamento que ambos compartían con otra mujer, la imagen mental de aquella escena nunca se borraría de su memoria.
Él haciendo el amor con otra mujer.
Eso le dolía más que mil puñaladas en el pecho. La muchacha suspiró y se llevó una mano a la frente, estaba agotada de recordar aquel episodio de su vida ocurrido hace tres meses, lo que más deseaba era enterrar el dolor y que su corazón dejase atrás el recuerdo de su maldito ex-novio… sabía que aquello no iba ser una tarea fácil, pero quería ser fuerte y reiniciar su vida… como él lo hacia, Jill se había enterado gracias a Kate, su mejor amiga, que Shawn estaba en una relación seria con la zorra que la había engañado y además vivían juntos.
"vaya hombrecito con el que estabas, Valentine", pensó hastiada.
Jill sintió que alguien se sentó junto a ella , la verdad ya no estaba de ánimos para soportar a otro tipo que intentase cortejarla y menos estaba dispuesta a aguantarse a un borracho, sin voltearse a mirar quién se había sentado a su lado dijo:
—Lárgate no quiero ligar con nadie. —Y eso, a su parecer, lo había dicho en un tono bastante pasado de copas.
—Te invitaría a otra botella, pero veo que no estás de humor, sin mencionar que ya estás casi ebria. —Mencionó una voz masculina que ella conocía como la palma de su mano.
—No exageres, Redfield, apenas voy por mi sexto vaso —se justificó Jill posando sus orbes en el recién llegado, él cual le sonrió.
—Y…Se puede saber ¿Quién quería ligarte?
La castaña buscó con la vista al tipo que se había acercado a ella hace unos momentos, pero no estaba por ningún lado.
—Creo que se fue.
—¿Por qué no me dijiste que vendrías al bar?
—¿Esto es un interrogatorio, señor policía?, le recuerdo que su jornada laboral terminó hace tres horas.
—Definitivamente beber whisky te hace mal. —Espetó Chris mientras tomaba la botella de la cual bebía su compañera, se sirvió una pequeña cantidad del líquido alcohólico en un vaso de cristal que una empleada del bar le había facilitado.
—¡Hey! Si no dije nada fue porque pensé que saldrías con alguna chica o con Forest. —Explicó la joven con sinceridad.
—¿Con Forest? —Repitió casi ofendido, luego frunció el ceño y añadió —: primero dime con qué chica, y segundo, ¿de verdad crees que saldría con Forest un viernes por la noche?
—¿Por qué no, Chris?, es tu amigo, no digo que vayan a tener una cita o algo por el estilo, aunque pensándolo bien, nunca se sabe…
—¡Genial! Ahora insinúas que soy gay.
Jill soltó una carcajada a modo de respuesta, eso lo hizo sentir feliz, pues desde hace mucho que no la veía reír y aunque fuese a costa de que ella se estuviera burlando de él, Chris sentía que la sonrisa de Jill era una de las más bonitas que había tenido el privilegio de ver, para él no había nada más gratificante que hacer sonreír a una mujer y era mucho mejor si ésta era tu mejor amiga.
—Sólo fue una broma, pero hablando en serio, compañero, si mal no recuerdo me habías mencionado que hoy saldrías con una de tus amiguitas. —Dijo la castaña haciendo unas comillas con sus dedos al mencionar la última palabra.
—¿Yo dije eso?... no lo recuerdo
—Sí, Chris, me dijiste que saldrías con una tal Kelly… creo. —Explicó Jill haciendo un intento vago de recordar.
—Kelly —repitió y luego lanzó un bufido —, eso fue la semana pasada.
—¿Y qué pasó con ella? —Inquirió curiosa la chica mirándolo fijamente. Él únicamente guardó silencio —; ¿Chris?
Nuevamente el silencio fue la respuesta.
—¡¿Chris!?
—Mm… para serte franco, pues no pasó nada interesante.
—Mm...para serte franca, eso me huele a mentira, aunque ya no sé para que te lo pregunto si ya sé cual es la respuesta, seguramente dormiste con ella y te largaste de su apartamento en la mañana ¿no?, Ah y cuando digo dormiste tú ya sabes a lo que me estoy refiriendo.
El Redfield suspiró derrotado, si había una mujer que lo conocía a la perfección además de su hermana menor, era Jill Valentine. Y aunque evitaba tocar el tema de sus conquistas con ella, simplemente la castaña con sólo mirarlo a los ojos sabía cuál era su problema. Además ni siquiera se había largado por la mañana, sino que lo había hecho en la misma noche.
Él sólo asintió con la cabeza.
—Hombres…típico de ustedes, nos quieren para una noche caliente y adiós. —Comentó con cierto fastidio, Chris arqueó sutilmente ambas cejas al escuchar eso, entonces contestó con un cortante.
—No es verdad.
—Pero si es lo que todos hacen, incluso tú. —Debatió Jill apuntándole con su dedo índice.
—Yo no lo hago con todas, además eso depende del tipo de chica.
—¡Ah! Christopher, por favor, a mi no me vengas con eso, lo haces con todas, porque al menos yo, jamás te he conocido una novia en un plan serio, y sabes que no miento. —Él intentó contraatacar a esas palabras, pero la mujer no se lo permitió y continuó hablando —. Y si no fuese porque eres mi amigo, hasta diría que te comportas como un... puto.
Precisamente cuando se suponía que era su oportunidad de defenderse y argumentar algo que desmintiera todas las palabras de una casi ebria Jill, su mente se quedo en blanco, porque por un lado ella tenía razón, si se ponía a pensarlo bien no tenía una relación larga desde hace más de un año. Y por más que le doliera en su orgullo de macho, esta vez era mejor callar.
—Si tú lo dices, entonces soy un... puto. —Reconoció. Chris se sentía incomodo y decidió cambiar de tópico —. Oye, cambiando de tema — carraspeó y prosiguió —; Mañana Forest hará algo en su departamento y no sé, podrías ir y divertirte un rato tal vez así se te quita esa cara de amargada que traes.
—No, no quiero. —Respondió Jill quitándole la botella a su amigo de las manos —. Además la cara de amargada no se me quitará con eso y lo sabes.
Jill notó la expresión de desilusión que se dibujó en el rostro de su compañero, quien sólo se había quedado en silencio, pues él sabía las razones, pero prefería no insistir, ella odiaba que la gente que más quería fuera victima de su depresión. Chris no tenía la culpa de que se hubiese enamorado de un idiota.
—Me encantaría ir, pero de verdad, no tengo ganas de hacer nada, Chris.
El de los orbes color pardo sabía muy bien quien era el culpable de que Jill estuviese así, fue el primero en enterarse, lo que sintió ese día cuando abrió la puerta de su apartamento y vio a Jill con los ojos llenos de lagrimas simplemente fue horrible y cuando escuchó lo que había pasado no hizo más que abrazarla y brindarle consuelo.
Quería darle una paliza a ese tipo, cada vez que veía a Jill así por él, sentía como sus músculos se contraían, su mandíbula se apretaba más de lo normal, y sus puños automáticamente se cerraban.
—Jill, hace un mes que no sales con nosotros, siempre estás sola en tu departamento o aquí, ese idiota no se merece que estés así por él. —La aludida desvió su mirada al vaso que estaba en sus manos, cada vez que se tocaba ese tema la herida de su corazón volvía a abrirse —. Ya sabía yo que ése Shawn era muy perfecto para ser un hombre — Continuó Chris.
—Bueno, tú tampoco le caías bien. —Confesó la castaña sin mirarlo —. Siempre se ponía celoso de ti, tuvimos muchas discusiones por eso.
Chris lo sabía, no era necesario ser un genio para saber eso, las pocas veces que lo vio pudo sentir como el tipo lo fulminaba con la mirada. El chico se acercó a su amiga que aún tenía sus hermosos ojos azules fijos en el vaso, suavemente le quitó el objeto transparente de las manos.
Ella seguía con la cabeza agachada y con la vista clavada en el suelo del bar. Él posó ambas manos en los hombros de la joven mujer.
—Hey, mírame. —Le exigió con suavidad.
Jill hizo todo lo contrario, cerró sus ojos con fuerza, no quería llorar, ya no quería que la vieran así de indefensa, el castaño la tomó de la barbilla obligándola a mirarlo, ella abrió sus ojos para encontrarse con los de su amigo, que la observaba serio, pero a la vez con infinita ternura. La incómoda sensación de sonrojo se empezó apoderar de las mejillas de Jill, simplemente no lo pudo evitar ante el contacto visual que estaban compartiendo. Se reprendía mentalmente cada vez que le sucedía eso con Chris, siempre que se acercaban más de lo normal ese calor involuntario hacía acto de presencia, aquello siempre la había confundido un poco, pero ahora Jill decidió culpar al alcohol y a sus efectos.
—Tienes que salir adelante, ningún hombre merece tus lagrimas, Jill... ninguno, escúchame bien; tú eres una chica fuerte, has pasado por cosas peores. —Hizo una breve pausa mientras suspiraba —. Me tienes aquí, yo jamás te dejaré sola.
Sin poder aguantar más las primeras lágrimas empezaron a mojar el fino rostro de la chica, quien rápidamente abrazó a su compañero, éste correspondió de inmediato al gesto, podía sentir como la humedad de las lagrimas de su amiga atravesaban la tela de su camisa, pero eso no importaba, acarició la espalda de la castaña en señal de confort.
—Gracias, Chris, sinceramente no sé que haría sin ti. —Murmuró sin separarse de él.
—Para eso estoy, compañera, y no me lo agradezcas tanto, de todos modos no pienso pagar la botella de whisky que te bebiste. —Jill soltó una risita y se alejó un poco de él para darle un golpe suave en el hombro.
—Tú también bebiste. —Refutó.
—Bebí dos vasos, Jilliam. —Inmediatamente el entrecejo de la castaña se juntó, odiaba que la nombraran por su nombre completo.
—No me digas así… sabes que lo odio. —Se quejó.
—Bueno…bueno cancelemos la cuenta y nos vamos… Jilliam. —La miembro del equipo alfa le dio un puñetazo en el brazo acompañado de un " Te lo advertí" —, mierda, Jill, ¿qué te pasa? De verdad pensaba pagarte esa cuenta, pero con esto definitivamente no. Tú no tienes remedio, nunca dejarás de actuar como una salvaje — dijo Chris mientras se masajeaba la zona afectada.
—Te lo advertí. —Repitió ella sonriendo.
Jill comenzó a buscar dinero en su billetera para pagar, Chris captó aquello y se sintió un tanto ofendido, no podía permitir que ella fuese la que pagase.
"Jamás permitas que una señorita pague la cuenta"
Esas palabras que su abuelo le decía cuando tenía trece años no las olvidaría nunca, tampoco lo hacía para quedar como un casanova frente a Jill, sencillamente lo hacía por una cuestión de principios. Así lo habían educado y eso no cambiaría con nada.
—Deja eso… yo pago. —Esta vez la que se sintió ofendida fue Jill, qué ¿Acaso Chris pensaba que era una muerta de hambre que no tenía dinero para nada?, frunció el ceño levemente, ella se había bebido la mayor cantidad que contenía la botella, no era justo que él cancelara la cuenta.
—Por ningún motivo, yo bebí esa botella, así que yo pago. —Replicó mientras se acercaba a Chris que estaba a pasos de cancelar la cuenta en la caja.
—Y yo te dije que yo pagaría —contraatacó él enfatizando la palabra yo.
La castaña se cruzó de brazos y ladeó la cabeza observándolo, lo conocía bien, sabía que era obstinado y porque no decirlo algo chapado a la antigua, bajo ninguna circunstancia permitiría que una mujer pagase por él.
—Esta bien —contestó derrotada, luego esbozó una sonrisa ladina y añadió —: Señor machista, la próxima pago yo y no quiero ninguna excusa de por medio.
Chris asintió con una sonrisa, estaba satisfecho por convencerla, pues si él era obstinado Jill lo era diez veces más.
Las miradas de ambos volvieron a toparse, la chica que esperaba que Chris cancelara la cuenta se quedó mirándolos y se percató que tras de ellos habían unos cuantos clientes que querían hacer sus pedidos y esperaban con fastidio al par.
—Se van a quedar ahí toda la noche desvistiéndose con la mirada, porque si es así les recomiendo un motel que queda a unas pocas calles de acá. —Comentó uno de los hombres que estaba esperando cancelar su cuenta, eso fue suficiente para romper el contacto visual de los S.T.A.R.S que al escuchar aquello se sonrojaron y cayeron en cuenta de que tenían público.
Rápidamente Chris pagó la cuenta y salieron del bar en completo silencio.
A Jill ya se le hacía común la idea de que la gente pensara que entre ella y Chris pasaba algo más que amistad, pero cuando les tocaba vivir momentos como lo ocurrido hace unos instantes Jill no podía evitar cuestionarse ¿Qué pasaría si eso fuera así?
Chris por su parte no había pronunciado palabra alguna sobre lo acontecido, ya llevaban unos diez minutos caminado hasta su vehículo y no había sido capaz de decir ni siquiera un monosílabo, al igual que Jill estaba acostumbrado a que las personas creyeran que él y su amiga tenían algo más que una relación amistosa, pero era incomodo que pensaran eso, para él Jill era su amiga, su compañera incondicional…
Pero… se engañaría así mismo si no reconociera que en más de alguna ocasión se había preguntado ¿Cómo se sentiría besar a Jill Valentine?. Y muchas veces se había visto tentado de hacerlo, pero entre ellos existía una barrera muy fuerte llamada "amistad", una barrera que ambos habían construido. Y él no estaba dispuesto a perder esa gloriosa amistad por una simple tensión sexual de momento.
—Fue muy loco. —Comentó ella luego del largo silencio.
—Ya empiezo acostumbrarme. —Contestó él posando sus orbes en Jill que se abrazaba así misma —, ¿tienes frío?
—Sí, un poco —afirmó la castaña.
El Redfield no lo dudó un instante y se quitó su chaqueta de cuero, Jill le sonríó en agradecimiento, eso era lo que más le agradaba de Chris, era atento y siempre buscaba protegerla, es más Jill podría jurar que si él apareció en aquel antro fue sólo para sacarla de ahí.
Chris colocó la chaqueta sobre los hombros de su amiga.
—Se te ve bien. —Le dijo mientras la miraba divertido.
—Mm… si claro, bien, bien grande se me ve. —Ambos rieron por el comentario.
—Anda, vayámonos, te llevaré a tu hogar.
Jill asintió y se introdujo con él en su auto, siempre que estaba a su lado disfrutaba de la sensación de paz que se generaba en el ambiente, eran momentos únicos, momentos que curiosamente solía tener sólo con Chris Redfield.
Chan Chan! … si lo sé partió medio dramático y triste para Jill, pero no todo será drama ni nada para cortarse las venas… las cosas partirán un poco lentas entre estos dos, pero en unos pocos capís se viene lo bueno.
Y bueno de antemano agradezco al que se tomó el tiempo de leer a esta novata escritora jajaj de verdad muchas gracias! Espero les guste y obvio sus comentarios ^^
Saludines, abrazos de oso y besotes para todos!
