¡Hola! Primero que nada, aclaro algunas cosas. En este fic Frisk es mujer. Chara es ambiguo, pero como en español es un poco más difícil utilizar pronombres lo identificaré como 'él'. También debo advertirles que jugaré con teorías o cosas que mi cerebro ha pensado alguna vez.
Espero que mi novio no se arrepienta de obligarme a jugar Undertale.
Y por supuesto, gracias Toby Fox por esto.
Introducción.
Frisk comenzaba a cansarse. Llevaba varios minutos esquivando (o más bien, intentando esquivar) los ataques de Sans. En ningún segundo se le cruzó por la mente que se enfrentaría a su preciado amigo esqueleto.
Semiconsciente de sus acciones, la verdadera batalla se desataba dentro de sí. Chara la obligaba a matar pero su determinación se negaba a llevar esa misión a cabo.
—oye, chica, es mejor que lo dejes.
La voz de Sans caló hondo en su interior. Frisk de verdad quería soltar el cuchillo y correr hasta los brazos del bromista, pero Chara impedía sus más profundos deseos.
—Sigue.
La abrumadora voz del autodenominado demonio le asustaba. Y la agotaba.
Realmente estaba cansada.
Perdió la cuenta de los finales felices que tuvo. Los recuerdos tristes eran más fuertes, en donde a sangre fría se deshacía de todos sus amigos. No quería seguir inmersa en ese agotador destino, por lo que acumulando su determinación, logró tomar el control de su cuerpo por un par de segundos.
—Estoy cansada, Sans. Mátame de una vez.
Una voz deforme entre humana y demonio salió de los labios de Frisk. El intenso azul que iluminaba el ojo del esqueleto flameó inquieto.
Lo sabía. Aquella cosa no era Frisk.
—¡No, idiota!
Chara corrió esquivando los ataques de Sans, con cuchillo en mano para asesinarlo. Pero él fue más rápido, clavándole varios de sus huesos en el corazón.
La sangre brotó rápido desde la boca de la castaña, sin antes esbozar una sonrisa frente al esqueleto, quien imitó el gesto.
—no hay más posibilidades que esta.
Las cuencas del cráneo de Sans estaban absolutamente negras, por lo que eso significaba una sola cosa.
Estaba hablando en serio.
Y todo se volvió murmullos y oscuridad.
