ADIÓS, MI QUERIDO PRINCIPE LEMURIANO
CAPITULO I: RENOVACION DE VOTOS
8 de la mañana…
Ambos Santos de Aries con maletas y todo, ya estaban listos para partir rumbo al aeropuerto y al fin tener, a su tan soñado viaje…
– Mu, cariño! – le dice con algo de impaciencia – Vámonos ya, o se nos hará tarde…
– Cielo… – responde él desde su taller y con mucha tranquilidad – Por qué no sólo nos transportamos hasta el hotel y nos ahorramos todo el tiempo del viaje? – ella entrando algo molesta al cuarto le reclama
– Eso no sería nada romántico! – mirándolo seriamente – Por favor… sólo velo como la Luna de Miel que nunca tuvimos! – y con las manos juntas, le puso la mirada más tierna, con la que siempre lo convence
– Tienes razón! – abrazándola cariñosamente – Lo siento! – y dándole un beso en la frente – Vámonos!
Así los dos, dirigiéndose al aeropuerto, abordaron el avión y por primera vez, viajaron como gente "normal", rumbo a su destino.
Después de un largo y placentero viaje, llegaron a la capital para después tomar un hidroplano, que los llevaría finalmente a su lugar de ensueño.
Ya entrada un poco la noche; tras registrarse, los llevaron a uno de los "cuartos" exclusivos en el mar privado, del mismo hotel.
Recorrieron un largo camino de madera, el cual cada cierta distancia tenía unos reflectores en dirección al mar, reflejando a pesar de la oscuridad, la transparencia del mismo y dejando ver con claridad, el fondo de éste y que no era tan profundo. El agua era tan apacible que se podía sentir hasta en la sangre de uno mismo, a tal punto que apartaría todas las preocupaciones en un instante, de todo nuestro ser.
La "habitación" era una choza, toda de madera con el techo de palmera, forrada toda por fuera. Los pisos de duela y las cortinas de tela como de paja, además de que todo el lugar estaba impregnado de olor a rosas, justo como lo era ahora en su hogar.
Toda la casita, contaba con alrededor de una terraza y con una escalerilla, para llevarte a lo que sería tu piscina privada, en el mismo mar.
La recámara tenía una hermosa cama king size, además de un sillón que muy bien podría servir de cama, además de tener la vista hacia la terraza, en donde había una mesa circular de madera también, con dos sillas del mismo material y una enorme sombrilla de 8 gajos, de color blanco; además de estar acompañada de dos camastros, los cuales daban en dirección al hermoso y limpio océano índigo.
La bañera parecía ser una hermosa taza enorme, en la cual cabía perfectamente una pareja y disfrutar de un relajante baño de burbujas, sin perder la oportunidad de apreciar el hermoso paisaje marítimo.
A pesar de ser un lugar tan "rústico", contaba con la última tecnología; teléfonos inalámbricos, televisor de 35 pulgadas de pantalla de plasma, con programación satelital.
Ya una vez bien instalados en el lugar, el mismo muchacho que los condujo a la cabaña, les llevó una botella de champagne como ofrenda de bienvenida, a los huéspedes que se alojaban en las chozas…
– Gracias! – con su tono apacible, el Santo agradece no sin antes, entregarle un billete de 10 euros
– Sí usted gusta, el día de mañana se les puede traer el desayuno a la hora que nos indique!? – al Dorado se le iluminaron los ojos, ya que esa sería la forma perfecta de comenzar sus vacaciones en aquel lugar. Después de decirle que les prepararan, el joven se retiró dejando a la pareja enamorada, al fin sola
– Corazón, quién era? – la chica salía del baño, con un hermoso camisón de seda, de color rosado, corto y sexy. Mu estaba de espaldas sirviendo la bebida en las copas
– Sólo el Botones que nos trajo una botella de champagne, cortesía… – en eso voltea a verla ya con ambas copas llenas – De… la… ca…sa… – y ella con una mirada y una sonrisa muy pícara
– Te gusta? – dándose una vuelta para modelarle el atuendo y mordiéndose el labio, se acerca a él, quien no deja de mirarla pero sin decirle una sola palabra. Ella tomó un sorbo de la copa, para después besarlo apasionadamente y así ambos, entregarse entre la quietud y calidez, de aquel paradisíaco lugar
Ya por la mañana y con los primeros rayos del sol, la pareja se encontraba aún en la cama. Mu abrazaba a su amada y mientras le acariciaba el rostro, la observaba dormir placidamente en sus brazos. Tras un rato, ella despertó y con una dulce sonrisa, le dio los buenos días.
Tras desayunar, ambos descansaron un rato sólo admirando como el mar se bañaba con los rayos del sol y como es que el agua, cerca de ellos eran tan cristalina y entre más distancia había entre ellos y él, se iba haciendo más azul, además de que la apacibilidad de él, era tan marcada, que el sonido tan placido del golpeteo de éste con la base de la cabaña, arrullaría hasta el más intranquilo bebé.
Posteriormente después de bañarse, decidieron ir a tomar la clase de yoga, con otras dos parejas que al parecer, también eran de recién casados. Seguido de terminar la clase, rentaron una pequeña balsa, que los llevaría a la parte más onda entre las dos islas, en las que se conformaba todo el hotel, para así poder bucear.
Ya ahí, los dos Santos se sumergieron en el hermoso y cristalino mar azul, el cual contaba con diversidades de bancos de peces. Algunos eran pez globo y otras especies más; algunos de ellos con una gran variedad de colores; verde, azul, rojo, amarillo, rosa y negro, sin olvidar el Oro y el Plata, que los hacía brillar con los rayos del sol, que llegaban hasta esa profundidad y que provocaba, que con sólo mirarlos, te deleitara la vista con los movimientos titilantes, como en una hermosa presentación de valet con cientos de bailarines sobre el escenario. A continuación éste bello recorrido dentro de la masa de agua, subieron a la balsa, que los llevó a isla.
En la orilla de playa si así lo deseaban, podrían comer tranquilamente; sin embargo, la pareja decidió que lo mejor era snorkelear en los alrededores de esa costa y pasar, más tiempo juntos disfrutando del paisaje marítimo, de aquel lugar.
Al caer la tarde y con los colores rojizos cubriendo el mar, lo visten de colores plateados y dorados, entonces decidieron hacer una fogata para completar el cuadro y al calor de ésta, observar como el cielo se llenó de las cientos de estrellas que alumbraban el firmamento; para después, parecer que caía de una por una, en una incesante lluvia de estrellas.
Cerca de la media noche y siendo los únicos que permanecían en aquel lugar, el Caballero se dio cuenta, de que su esposa se había quedado dormida en su hombro, entonces con su poder extinguió la llama de la fogata, para después teletransportarse de vuelta al cuarto, con su amada en brazos a quién con suavidad, depositó en la cama…
– Duerme tranquila mi tierna niña! – arropándola con una manta – Siempre cuidaré de ti! – con un beso en la frente, la dejó dormir
Al siguiente por la mañana…
La Amazona se despertó para ella observar ésta vez, como es que el amor de su vida, descansaba apaciblemente, mientras su brazo izquierdo la protegía por la cintura. El flequillo cubría parte del rostro del Dorado y al tratar de descubrirlo, éste abrió sus ojos, para que sus miradas se fundieran en un tierno gesto de amor…
– Hola! – con esa voz tan serena pero varonil – Qué tal dormiste?
– Como un angelito gracias a ti y tu cálido cosmo, que siempre me protege! – se besan como cualquier otra pareja enamorada, primero suave y despacio, entregando toda la ternura que hay dentro de sí, para después poco a poco, dejar que la pasión se apodere de cada poro de su ser y al final, fundir sus cuerpos en uno mismo
Después de tomar una ducha, se dirigieron al restaurante del hotel para poder disfrutar del buffet. Al terminar se dirigieron al "pueblo" de la isla, en la cual pudieron pasar una linda mañana.
Poco después de la una de la tarde, de la pequeña capilla que había en el lugar, una pareja feliz y de recién casados salió del lugar, cosa que hizo que por un momento el joven, se quedara observando la escena…
– Qué pasa? – lo mira intrigada pero con una sonrisa
– Nada! – abrazándola – Vamos, regresemos al hotel!
– Está bien, pero… – él la ve, pero sin decirle nada – Podríamos antes… pasar a comprar unos pequeños recuerdos, para nuestros amigos? – con un brillito en los ojos
– Está bien! – esa sonrisa que caracteriza al Dorado, iluminó su rostro como siempre
Así continuaron por la villa por un rato más. Cerca de las 3, ya estaban de vuelta y al pasar por el lobby…
– Aurea, cielo?
– Mande? – contesta dulcemente
– Iré a la recepción para ordenar que nos lleven la comida a la choza!
– Ok! – le besa la mejilla – No tardes! – se dirigió junto con un botones, quién cargaba las bolsas que traía con ella. Después de decidir lo que deseaba que les llevaran para comer, el Santo se teletransportó de regreso a Grecia e ir directo hablar con el Patriarca, pero al pasar por las doce casas, el único guardián que se encontraba en su Templo
– Qué es lo que haces aquí? – Mu mira tan extrañado al Santo y éste, le contesta de la misma manera
– Lo mismo quisiera saber yo? – le dice – Qué es que acaso hubo problemas en Neverland? – no le contesta y éste más sorprendido le pregunta – Tuviste problemas con Aurea y por eso te regresaste?
– No! – le responde solamente eso
– Ahhhhhh ya sé! – agrega el Caballero – Te cansaste muy pronto de tu viaje… pero si quieres yo puedo… claro si tú quieres!? – insiste éste, abrazándolo como grandes amigos – Tomar tu lugar y hacer tu trabajo como hombre casado… – y quitándole rápidamente el brazo, molesto le responde
– Estás loco Milo!? – mirándolo con enojo – Deja de decir tonterías, yo sólo vine hablar con Shion de algo muy importante, así que mejor me voy! – salió rápidamente de Escorpión
– Algo muy importante!? – piensa éste – Cómo para dejar a su marida allá…? – se rasca la cabeza – No cabe duda de que el amor te embrutece! – en eso se da cuenta de algo – Ay qué menso!? – poniendo cara llorosa – Le hubiera pedido que me prestara su moto, para mi cita de ésta noche! – resignándose, continúa con lo que estaba. En tanto Mu llega al salón del Patriarca y cuando éste último lo ve, esconde tras de sí lo que tiene en las manos y sorprendido
– Mu? – con un par de parpadeos – Qué es lo que haces aquí... algo le pasó a Aurea?
– No Maestro!
– No!? – con una expresión suspicaz – Entonces qué es lo que haces aquí…?
– Necesito hablar con usted… – acercándose a él, le comenta de lo que se trataba y – Entonces… lo hará?
– Pues… sabes bien lo que siento por ustedes y… – viendo fijamente a su pupilo – Lo haré con mucho gusto!
– Gracias Maestro… – le hace una reverencia – Tengo que irme, ya que aún me faltan unas cosas por realizar… así que lo veo después! – y desapareciendo del lugar
– Fiu! – expresa Shion al limpiarse la frente con el dorso de su mano izquierda – Por poquito y me cacha! – mira lo que tiene en las manos y dice – Ahora sí Dohko, prepárate amigo mío, que ésta vez sí que te eliminaré! – y poniendo los Myth Cloth's en posición, continúa jugando con ellos
El Santo de Aries, antes de regresar al lado de su esposa, quien ignoraba el paradero de éste; ya con los artículos que le faltaban y tras hablar con otras personas más, reaparece en la entrada de la choza. Fantito está muy plácidamente nadando en la "piscina", cuando su Dorado pasa por ahí…
– Te tardaste mucho? – poniéndose de pie, pero sólo tiene de los hombros hacia arriba, fuera del agua
– Lo siento, pero es que me entretuve…
– Ya llegó la comida! – interrumpe ella – Quieres comer de una vez? – acercándose a las escaleras
– No, quiero nadar también! – ella se saca más de onda – Iré a ponerme el traje de baño! – se mete y tras unos minutos sale con el mismo, que es de color azul marino de licra, tipo nadador profesional pero corto
Nadaron por más de hora y media, entre que jugaban y jugueteaban, hasta que por fin decidieron salir a comer, ya que estaba cayendo la noche. Al terminar, Aurea se quedó recostada en el camastro, observando el cielo y disfrutando de la tranquilidad del lugar. Después de bañarse, se recostó en su cama, según a disfrutar de uno de sus programas favoritos, sin embargo, se sentía tan relajada que se quedó profundamente dormida.
Esa noche el Ariano, tuvo un sueño bastante raro…
Él estaba parado frente a su mujer, a quien el velo le cubría el rostro, pero aún así, el vestido que llevaba era muy hermoso y los dos tomados de la mano. A lo lejos se escuchaba una canción…
Te vas… te me vas… quién te arranca de mí…
Te vas… te me vas… formo parte de ti…
No me sé consolar, es tan duro aceptar
No sé…, no sé perderte…
Te vas… te me vas… quién te arranca de mí…
Te vas… te me vas… formo parte de ti…
El llanto amargo de alguien, desconcentra la ceremonia y hace que al Caballero, se le estremezca el corazón a tal grado, que siente como si no pudiera despertar y entonces la mujer, que está parada frente a él…
– Por fin, tu promesa y tu destino se ha cumplido! – levantando el velo para descubrir su rostro; Mu queda asombrado de ver que la chica que está frente a él, no es su amada esposa
– Ahhhhhh! – un grito desesperado de una mujer se escucha detrás de él y se ve caer, el cuerpo de otra chica, quien se ha quitado la vida; sin poder evitarlo, una sensación muy desagradable lo mueve a que vaya, con aquella joven y cuando por fin puede ver el rostro de ésta, se da cuenta que es Aurea, quién en sus últimas palabras sólo le alcanza a decir – Te amo Mu… espero que seas muy feliz… con ella!
– Nooooo! – despierta medio agitado y ve a su esposa quién está a su lado, placidamente dormida, a pesar de tener su brazo derecho sobre su pecho. Aún es de madrugada y el chico de cabellos lilas, sale a la terraza a despejar su mente – Qué habrá sido ese sueño? – mirando al oscuro horizonte, el cual apenas se percibe con el reflejo de la luna, que tenuemente lo ilumina – Espero que sólo haya sido un mal sueño… – pensando un momento más – Después de todo éste tiempo, no creo que tenga que volver! – de pronto siente como unos brazos lo rodean
– Qué haces aquí tan solito? – ella recarga su cabeza en su espalda y él, toma sus manos
– Sólo pensaba, como sería quedarnos aquí y… – ella se asoma para tratar de verle el rostro – No sé, vivir como gente común y corriente…? – responde sin quitar la vista del horizonte
– Sé a lo que te refieres! – él voltea hacia ella y se recarga en la barda; se podría decir que quedaron a la misma altura y tomados de la mano – Pero desgraciadamente, siempre habrá alguien que quiera destruir la Tierra… conquistarla o alguna otra cosa que se le ocurra… – acariciándole el rostro – Yo no sé si hayamos nacido con mala estrella o no, sin embargo… no me interesa en dónde estemos, mientras tú y yo, permanezcamos juntos… aún si fuese es el mismo infierno, sólo quiero estar a tu lado siempre! – él la besa y al fin le dice
– Te casarías conmigo? – cosa que la sorprende y con la expresión marcada en el rostro, de no entender lo que le está diciendo, él pone una rodilla en el piso y como sí hubiese hecho un truco de magia, una cajita negra en forma de corazón, aparece en su mano – Aurea, te casarías conmigo… de nuevo? – mostrándole la sortija que hace que a la joven, se le iluminen los ojos con una felicidad absoluta, que se le refleja en todo su ser
– Sí! – con su gran sonrisa – Sí! – él saca un hermoso anillo de Oro, hecho con el mismo material que las Armaduras Doradas y con un bellísimo, pero raro diamante justo del mismo color de su piedra guardiana, en su Armadura. Él coloca el argolla en el dedo de ella y con un dulce beso, sellan el momento
– Mañana justo cuando esté cayendo el sol, tú y yo, nos casaremos de nuevo y renovaremos nuestros votos! – con sus ojos llenos de amor hacia ella
– Pero… y quién nos casará? – incrédula – Shaka está en el Santuario…
– No te preocupes por nada, ya está todo preparado para que mañana contraigamos matrimonio!
– Está bien! – ambos regresan dentro de la habitación
Ya por la mañana…
El Caballero Dorado no está, cosa que hace que la chica se despierte inquieta, al sentir la ausencia del mismo; rápidamente lo busca con la vista por la habitación y encuentra, que le dejó una nota en la almohada, junto con una rosa roja…
Te veré a las 6:15 pm justo en la playa, frente al hotel…
Te amo!
Mu
Se levanta y en la mesa, está ya su desayuno favorito. Después de comerlo y bañarse, se va con la esperanza de topárselo por ahí, pero es así. Toma la clase de yoga y al terminar, va para que le den un masaje, los cuales los practican en otra choza, con una hermosa vista del mar y los peces nadando tranquilamente, por debajo de ellos, luciendo toda su variedad de colores.
Regresa y encuentra nuevamente que él no está, sin embargo, ella no deja de admirar el hermoso anillo de compromiso que trae puesto en el dedo. Toda intranquila, talvez por la emoción de casarse de nuevo o quizás, por que no sabe dónde es que Mu se encuentra; viste nuevamente otro de sus trajes de baño y se mete al cálido mar.
Tras un buen rato de estar prácticamente tirada en el agua, flotando sin ningún esfuerzo, se da cuenta de que ya han pasado de las dos de tarde. Regresa dentro de la cabaña y lo primero que ve, es un bellísimo vestido blanco, sus zapatillas, otra rosa y su comida favorita, esperándola…
– Mu… Mu… Mu…? – buscándolo por todo el lugar, pero nuevamente, no hay señales de él – Por qué todo éste misterio? – confundida pero a la vez emocionada
Come, se da un buen baño de burbujas y finalmente viste, el atuendo que su marido eligió para ella. El vestido es de strapless, liso y con una pequeña rosa hecha con la misma tela, justo al centro del busto, pegado hasta medio muslo y a partir de ahí, una abierta en cada pierna por delante y detrás. El traje le llega a los tobillos, para poder lucir las hermosas zapatillas blancas, lisas y sencillas. Su velo está sujeto a una linda corona de rosas blancas, de largo hasta media espalda y con tela de seda transparente, al frente. El buqué que complementa el atuendo, lleva pequeñas rosas de varios colores; azul, rosa, blanca, amarilla y verde, todas en tonos pastel. Ya lista para el gran momento y después, de dar un gran suspiro, emprende su camino a la cita esperada, con su corazón latiendo rápidamente.
En tanto en un cuarto del hotel…
El Dorado muy nervioso, terminaba de revisar los detalles del traje que vestía… (ver foto http://img441.imageshack.us/img441/8465/mufashionou1.jpg)
– Qué pasa Mu? – una voz varonil le cuestiona – Es que acaso te estás arrepintiendo de hacer esto?
– No! – contesta firme, pero aún con nervios – Es algo que realmente deseo mucho hacer…
– Entonces, qué es lo que pasa?
– Hay algo que me está molestando, no sé exactamente qué es!? – mirando a su acompañante – Talvez sean sólo mis nervios por la emoción de al fin, hacerlo realmente oficial! – con una sonrisa
– Me alegra oírte decir eso… – responde éste – Y es para mí, un honor poderlos acompañar ésta vez! – le dice mientras le acomoda la corbata
– Maestro…!?
– Vamos, no hay que hacer a la novia esperar! – ambos se sonríen
Salen los dos Caballeros de la habitación y en el lobby, se reunieron con el Sacerdote que los casaría…
– Estamos listos señores? – pregunta serenamente el pastor
– Sí! – todos se dirigen al lugar de reunión, en donde un cuarteto de cuerdas espera por la pareja y a la distancia, se ve que se acerca la joven vestida de novia. A ambos al verse aún desde lejos, se les nota que sus ojos brillan, al igual que sus corazones se encuentran y antes, de que ella se acerque más el Patriarca la alcanza (ver foto http://img241.imageshack.us/img241/4817/shionfashionpd1.jpg)
– Shion… Maestro? – pregunta muy sorprendida
– Aurea… – le expresa con cariño – Te ves muy linda!? – ella lo observa aún asombrada – Vamos hija, yo seré quien te entregue! – tomándole la mano, se la coloca en el brazo, entonces el cuarteto empieza a interpretar Happy Together y ellos, se dirigen hacia el altar en donde Pchan, Mu y el Párroco, los esperan. Al llegar, Shion le da un beso y la entrega a Mu, quien le dice
– Eres la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida!
– Estás muy guapo y elegante! – con una sonrisa le responde y en eso ve algo – Pchan?, qué hace él aquí?
– Él trae los anillos!
– Estamos listos? – pregunta el sacerdote y ellos asienten con la cabeza – Queridos hermanos, estamos aquí reunidos, para unir a éste hombre y ésta mujer, en sagrado matrimonio… – así continúa – Quién entrega a ésta mujer? – pregunta
– Yo, yo la entrego! – contesta Shion y así el sacerdote continúa, hasta que llega a la parte donde dice – Ahora, les pregunto… – dirigiéndose a él – Acepta a Aurea de Aries, como su legítima esposa, para amarla, respetarla y protegerla, en la salud y la enfermedad, por todos los días de su vida y hasta que la muerte los separe?
– Sí, acepto! – firme, pero a la vez con calidez y mirándola le regala una media sonrisa
– Sus votos por favor! – le indica el padre y Mu le toma ambas manos a su amada
– Aurea, desde que nos conocimos hace 17 años, sentí profundamente en mi corazón la calidez de tu alma y como, fue que en ese momento llenó toda mi vida y después, supe que jamás amaría a ninguna otra mujer, como te amo, por que sin ti… no soy nada. Tú sacrificaste la vida, para salvarnos y no sólo eso, sino también para liberar nuestras almas… – sonriendo como siempre lo hace – Eres mi mejor amiga y créeme, que jamás te lastimaría o haría algo para herirte y créeme que no importa en donde ni como, porque tú me haces inmensamente feliz, es por eso que hoy te entrego todo mi amor, mi corazón y mi alma, por una vida siempre juntos! – la chica sintió como todo su cuerpo se estremeció, mientras él le colocaba la sortija de matrimonio
– Ahora usted Señorita! – mirándola y ella a él – Acepta a Mu de Aries, como su legítimo esposo, para amarlo, respetarlo y honrarlo, en la salud y la enfermedad, por todos los días de su vida y hasta que la muerte los separe?
– Sí, acepto! – con una gran sonrisa
– Sus votos por favor! – y observándolo directo a los ojos
– Mu, tú también eres mi mejor amigo y jamás creí ser tan afortunada de enamorarme así, como lo estoy de ti! – suspirando, para calmar sus nervios y su emoción – Bendigo el día que nuestro Maestro me llevó al Santuario, por que ese día me llevó a ti! – apretándole sus manos – Eres lo mejor de mi vida y sin ti, sé que moriría, es por eso que hoy, te entrego mi corazón, mi alma, mi amor y mi honor, por una vida siempre juntos! – toda nerviosa, le pone el anillo y la sonrisa en el rostro de él, parecía hacerlo brillar
– Muy bien! – responde el Padre – Y por el poder que me confiere la iglesia, los declaro Marido y Mujer! – a Shion se le salían las de cocodrilo al igual que a Pchan, por la emoción – Puede besar a la novia! – con un beso tierno y a la vez profundo, finalmente sellaron su pacto de amor, para siempre
Una vez terminada la ceremonia, el trío de Aries celebró, con una botella de champagne y la felicidad que había en todos ellos, se notaba a kilómetros de distancia, hasta que por fin…
– Bueno mi par de tórtolos, yo tengo que regresar ahora, al Santuario! – acercándose a ella – Estoy muy feliz por ti, mi querida chamaquita traviesa! – dándole un beso en la frente al abrazarla, después mira a Mu – Estoy tan orgulloso de ti… – extendiéndole la mano – Me alegra mucho que las cosas hayan resultado de ésta manera! – se medio abrazan y al fin Shion toma al cerdito – Me lo llevaré para que no les arruine la noche! – sonrojando a la pareja – Los veré en un par de días más!
– Gracias querido Patriarca… – con un tono dulce, le responde ella – Me alegra mucho que haya estado aquí con nosotros!
– Maestro! – haciendo una reverencia – Gracias por todo! – sonriendo como de costumbre y Shion sin decir más, desapareció del lugar
La pareja se encaminó a su "nido de amor" y al llegar ahí, como es la costumbre, Mu cargó a su amada y así, cruzar el lumbral con la esperanza de que siempre, fueran igual de felices y continuaran tan enamorados, como hasta ese momento.
La noche de bodas, se consumó entre un resplandor Dorado de los dos chicos, que se amaron como la primera vez, después de que Shaka los casó en aquella ocasión, un par de años atrás.
Los últimos dos días, se la pasaron entre el cuarto de hotel y su piscina en el mar, ya que no había nada más que quisieran hacer, que estar juntos; sin embargo, en la última noche, Aurea estaba sentada en las escaleras al mar observando tranquilamente al cielo, cuando una lluvia de estrellas inundó el paisaje…
– Deseo que nuestra felicidad y nuestro amor nunca termine! – expresa juntando sus dos manos como plegaria y con sus ojos bien cerrados, al mirar la primera estrella fugaz, caer
– Y que envejezcamos juntos, hasta que la muerte nos separe! – voltea y Mu tiene su cálida sonrisa de siempre – Oh no es lo que juramos junto al altar? – ella sonríe y le hace una seña para que se siente a su lado
– Hace unas noches me dijiste que querías quedarte aquí, a vivir como gente común y corriente! – él la mira – Ahora que lo pienso bien… – viéndolo a los ojos – Sería algo maravillo! – voltea al cielo y ve otra estrella fugaz – Aún así lo que más deseo, es estar a tu lado siempre, sin importar donde! – recargando su cabeza en el hombro de su amado, rodea con sus brazos el de él y así, se quedan callados observando el paisaje nocturno
El momento de regresar a la realidad y al Santuario, llegó y como la pareja enamorada que son, volvieron a su hogar, dulce hogar…
Continuará...
Hola!
Este es como una especia de seguimiento de mis dos fics anteriores de One Shot... Mu, Te Amaré por Siempre y El Día que mi Corazón se Rompió...
Espero sus reviews n.n
Salu2
Tschüs!
