Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen

Bueno la idea era hacer un One-shot pero otra vez me pasó lo mismo y una vez que empecé a escribir mi mente se puso a divagar y se me fue a a tres capítulos. Me gustaría saber su opinión.

Volver a Vivir

Capítulo 1: "La muerte de Itachi. Las dudas de Sasuke"

Se encontraba de rodillas en el barroso suelo, el aire se arremolinaba a su alrededor augurando una tormenta por venir. No le importó, aquellas banales sensaciones no le afectaban, estaba entumecido, todo su cuerpo, todo su ser. No podía sentir

Bajó la vista y sus ojos se detuvieron en sus manos, ahora de un color rojo intenso, aquel mismo tinte que bañaba todo su cuerpo y parte de su rostro. Sangre, su sangre y la de Itachi, su hermano. Miró el cuerpo inerte de quien por muchos años había sido su fuente de odio y desdicha. Finalmente, Itachi había muerto, él, Sasuke Uchiha, había logrado, después de tres años de errar, vengarse del asesino de su clan. De aquel que de niño le había robado la inocencia en una sola noche cuando sin piedad ni clemencia le arrebató la vida a su familia. Pero ¿Por qué se sentía desdichado? ¿Vacío? Toda su vida había transcurrido a través del odio que Sasuke tenía a su hermano y más allá de sus ojos no había visto otra cosa que matar a Itachi. Y ahora se encontraba frente al cadáver de su hermano y se sentía desolado. No esperaba esto, no entendía porqué seguía vivo. No pretendía seguir viviendo después del combate a muerte con su hermano, esperaba que la batalla hubiese arrebatado su último suspiro tras haber concretado su objetivo. Pero no fue así, él aún estaba vivo. No sentía que el peso de su corazón se hubiese aligerado y no encontraba, por más que buscara, un motivo por el cual seguir existiendo. Lo único que lo impulsaba a ser yacía ahora muerto delante de él y frente a sus negros ojos se alzaba un abismo oscuro y aterrador, sin caminos ni senderos, ese abismo confuso al que llamamos sin más ni más: Vida.

Miró una última vez al muchacho sin vida como si tratara de grabar en su mente aquella imagen para luego confirmarse que dicho suceso había ocurrido y sin levantar la mirada se incorporó poco a poco.

Sintió un dolor punzante en el costado, se palpó con la mano y vio brotar de la herida su propia sangre. Testigo de que el combate había tenido lugar pero también prueba irrefutable de qué aún estaba vivo. Ese dolor no podía ser irreal, aún así se puso de pie.

Sasuke: - Miró el cielo donde unas nubes negras se mostraban amenazantes ante él, aún así la negrura de la noche no se comparaba a la oscuridad de sus ojos, o su corazón- ¿Por qué? –Se preguntó con un hilo de voz- ¿Por qué sigo vivo? ¿Por qué no morí?

Su cuerpo le dolía, sus heridas sangraban y aún así su vida no se extinguía. Sabía que debía abandonar aquella deplorable escena pues en ese lugar no había nada más para él.

Lastimosamente comenzó a dar pasos pequeños, arrastrando los pies, con la mirada fija en el suelo y así empezó de alejarse de aquel claro ensangrentado y poco a poco fue confundiéndose con la oscuridad del bosque. No sabía hacia a donde se dirigía, no tenía a donde ir, no había nada en ese mundo para él y era justamente por ese pensamiento que no podía comprender el hecho de estar vivo.

Una fría gota cayó sobre su rostro y otra le siguió, pareciera como si el cielo lamentara su desgracia. Perdió la cuenta del tiempo, no recordaba cuantas veces cayó, cuantas veces tuvo que volver a levantarse, cuantas veces deseó haber perdido la vida en aquel combate. La tormenta lo azotaba con furia y aún así no flanqueó.

Finalmente sus piernas cedieron y calló de rodillas al suelo, aún sangraba pero ese dolor le resultaba insignificante. Su rostro, sus manos y sus rodillas se cubrieron de barro y entremezclaron con la sangre, sus ojos vacíos, contemplaban su lastimosa condición. Finalmente se entregó al cansancio y permaneció inmóvil, bajo el azote de la tormenta, como recibiendo un castigo que él solo había buscado.

Sakura se encontraba en su casa observando por la ventana con la mirada perdida en la oscuridad de la noche, mirando la lluvia caer. Su rostro reposaba sobre su mano izquierda y sus brillantes ojos verdes vagaban por el espacio dibujando en su rostro una notoria expresión de aburrimiento. Ya era tarde y aún así la kunoichi no podía conciliar el sueño por lo que decidió realizar algunos quehaceres de la casa. Desvió la mirada con la intención de encontrar alguna otra cosa que hacer y vio que cerca de ella había una pequeña cubeta con residuos, la cual estaba acumulando un olor desagradable y decidió que lo mejor sería deshacerse de ella, además tendría una excusa para no ir a la cama. No soportaba acostarse sin poder dormir pues cuando se recostaba acudían a su mente recuerdos, pensamientos y sentimientos que de día intentaba reprimir.

Se puso de pié, tomó un abrigo (que tenía colgado junto a la puerta), y con la cubeta entre sus manos se apresuró a salir de su hogar para desechar la basura. El viento frío se arremolinó en su rostro haciendo que algunos largos mechones rosa escaparan de la capucha del abrigo, su rostro se salpicó de algunas gotas y acercándose a un gran cesto (ubicado fuera de la casa pero debajo del refugio que proveía el techo de su propio hogar) vertió el contenido dentro.

Miró hacia la calle (desierta a esas altas horas de la noche) y se sorprendió al ver a alguien en el piso. Dejó caer a cubeta de su mano y corrió hacia la extraña silueta, debiera de tratarse de alguien herido y quizá necesitara ayuda.

Sakura: - Se acercó a la figura, el chico se encontraba de rodillas en el suelo pero no parecía tener intención de levantarse- Disculpa ¿Necesitas ayuda? –Le dijo mientras acortaba la distancia entre el extraño y ella misma, poco a poco la silueta se hacía más visible. Se arrodilló junto a su lado y fue ahí cuando vio quien yacía delante de ella- ¿Sasuke-Kun?

Sasuke: - Él levanto la mirada para encontrarse con un par de grandes ojos verdes fijos en él, conocía esa mirada, aún así no dijo nada-

Sakura: ¡Sasuke-Kun! –Dijo rodeándolo con los brazos para ayudarlo a levantarse, unas lágrimas escaparon de sus orbes esmeralda pero aquel llanto se perdió entre las gotas de lluvia que caían sobre ellos sin piedad- Ven. ¡Levántate!

Con cuidado lo condujo hasta su casa (que no se encontraba a más de cinco metros de allí) y aunque no dijo nada entretanto lo miraba de reojo para reasegurarse que su vista no la engañaba. Estaba en muy mal estado, dañado.

Sakura: ¿Sasuke-Kun? –Volvió a pronunciar su nombre esperando una respuesta de él. Sasuke solo le dedicó una mirada de soslayo en retorno- Estas muy mal... –le dijo casi en un susurro aunque decidió no preguntar que había sucedido pues se imaginaba que era lo que había acontecido para que él se encontrara en tal estado- Debes tomar un baño, estuviste demasiado bajo la lluvia y ...

Sasuke: Hmp –Se limitó a pronunciar-

Sakura: Te prepararé un baño caliente, espérame –y se alejó sin decir más. A los pocos minutos volvió y se dirigió nuevamente a él- Ya está, ve- Le dijo señalando la entrada de un pequeño baño cerca de la cocina junto a la escalera que conducía a los dormitorios- También te dejé una bata seca para que te quites esas ropas mojadas.

Sasuke le dedicó una extraña mirada que Sakura no pudo descifrar y se perdió tras la puerta del baño. Ella se sentó (como por inercia) en una de las sillas más cercanas a la entrada de donde se encontraba Sasuke.

Sakura: - Bajó la vista, tenía sus manos apoyadas en su regazo. Miles de recuerdos le vinieron a la cabeza y no podía evitar pensar en el día que él se había marchado y en esos tres años que se había ausentado el Uchiha- Sasuke-Kun... No puedo creer que estés aquí. Que hayas regresado ¿Por qué lo hiciste? –y una lágrima escapó de sus cristalinos ojos pero esta inmediatamente la limpió al ver que el ruido de agua cayendo (proveniente de la ducha) había cesado y que probablemente Sasuke aparecería frente a ella de un momento a otro. No quería que la viera llorar- Bien le buscaré algo de comer –y se de un salto se puso de pie y se dirigió a la cocina-

Sasuke: - Acababa de salir de la ducha. Por alguna razón el baño le había sentado muy bien, parecía como si el agua cálida hubiera borrado de su cuerpo todos los signos de la batalla con Itachi, como si las pequeñas gotas que caían por su cuerpo limpiaran todo lo ocurrido días anteriores, aún así esa angustiosa sensación de vacío permanecía fija en su corazón. Al igual que sus profundos e inexpresivos ojos negros, su corazón ahora no denotaba ninguna clase de sentimiento. Se secó los cabellos azabache con una toalla y se puso encima la bata. Cuando salió vio a la pelirrosa cargando un pequeño plato con comida, aparentemente para él- Sakura... –dijo con un hilo de voz-

Sakura: - Lo miró y le sonrió, así como lo había hecho años atrás- Pensé que estarías hambriento Sasuke-Kun –le dijo alcanzándole el plato- No te preocupes, no lo hice yo. Lo dejó mi madre antes de irse.

Sasuke: ¿Por qué no están tus padres contigo? –le preguntó mientras se metía un gran bocado de lo que la madre de Sakura había preparado, hacía días que no comía y estaba realmente hambriento-

Sakura: - Le dijo tranquila, sonriendo- Se fueron unos días. Ellos debían hacer unas diligencias fuera de la aldea.

Sasuke: - Siguió comiendo desesperadamente- Hmp...

Cuando el plato estuvo vacío el cuarto se quedó en silencio. Sasuke no sabía como había llegado a Konoha (aquel lugar que alguna vez fue su hogar), ni como había dado a parar frente a la casa de su antigua compañera de equipo. Él simplemente había vagado días bajo la lluvia sin siquiera importarle donde terminaría y, de todos los lugares, tuvo que terminar allí. Sus ojos negros recorrían la habitación pero en ellos no había expresión de algún tipo, como si le hubieran arrebatado el alma (como si a pesar de haber matado a su , Itachi hubiera salido victorioso de todas formas).

Sakura lo miraba fijo, no podía creer que después de tanto tiempo Sasuke hubiera regresado. Intentaba no pestañar como si temiera que en ese abrir y cerrar de ojos la figura del chico desapareciera.

Pudo sentir la mirada de ella en él, entendía que su ausencia había hecho quizá demasiados cambios en la imagen que él recordaba de ella y de Naruto. Ahora él se encontraba en ese lugar, donde lo condenarían de traidor y probablemente lo apresarían o peor aún lo condenarían al exilio.

Sakura: - Lo miró como si le leyera la mente y con suavidad le dijo- No te preocupes Sasuke-Kun... nadie sabrá que estuviste aquí. No se lo diré a nadie –le dijo con un dejo de voz entendiendo que él quizá tuviera que marcharse de nuevo, y ese sentimiento le produzco una gran tristeza a la kunoichi pero sabía que no podía detenerlo si ese era su camino. La última que se habían visto ella le había confesado que lo amaba y había llorado mientras con palabras de súplica le rogaba que se quedara, pero él solo le dijo "Gracias" y se fue dejándola en la banca de aquel lugar- Si quieres no se lo digo ni a Naruto.

Sasuke: - Levantó la vista y miró a la chica ante la mención de aquel nombre- Dobe... ¿Cómo está él Sakura?

Sakura: Ya lo conoces, testarudo, animado, perseverante. Ha estado entrenando, aún quiere ser Hokage. Se ha fortalecido mucho.

Sasuke: Hmp –dijo tocándose el costado, aún podía sentir el dolor punzante de la herida pero no dijo nada. La bata antes blanca se encontraba manchada de un color rojo sangre-

Sakura: - Quien se percató se esto se puso de pie y se sentó junto a él en la silla de al lado. Se giró para mirarlo de frente y con suavidad le dijo- Estas herido. Déjame curarte.

Sasuke: Es un corte insignificante –le dijo con un dejo de arrogancia-

Sakura: Quizá lo sea y sé que eres fuerte. Pero... por favor, necesitas curarla.

Sasuke: Sakura...

Sakura: Yo quiero. Permítemelo. He estado entrenando muy duro mis técnicas medicas y sé que puedo. Sasuke-Kun...

Sasuke: - Decidió acceder pero solo le respondió de mala con un sonido salido de su boca- Hmp

Sakura: - Le sonrió entendiendo el permiso que le había otorgado el chico y colocando sus mano en ambos hombros de Sasuke, apretó la tela de la bata entre sus dedos y suavemente la deslizó hacia abajo descubriendo el torso desnudo del Uchiha. La parte baja de la bata aún cubría de la cintura del chico para abajo. Se sonrojó al tenerlo así frente a ella y para desviar la atención de él de sus mejillas (que ahora se encontraban color escarlata) posó su vista en sus herida, deteniéndose en la más grande, la provocada en su costado- Estás muy herido.

Sasuke: -Fastidiado- No es nada te he dicho.

Sakura: Bien... –y colocó una de sus manos en el pecho desnudo del chico y levantó la vista para mirarlo a los ojos. Como siempre sus negros ojos no mostraban la más mínima expresión. Bajó la vista pues decidió que le costaba mucho sostenerle la mirada y con cuidado y cierto toque de ternura comenzó a curarlo. Una vez que hubo sanado volvió a mirarlo a los ojos, había utilizado demasiada chakra y se encontraba ahora un poco débil. Sus ropas manchadas de sangre, pero no le importó-

Sasuke: No debiste. Te dije, no era necesario.

Sakura: Yo elegí hacerlo, pero... –le dijo mirando su pecho, a pesar de que las heridas habían cerrado y dejado de sangrar no había podido hacer desaparecer las cicatrices y marcas de su cuerpo- no pude... –comenzó pasando sus dedos por una gran cicatriz en su abdomen- Lo siento.

Sasuke: No lo sientas –le dijo inexpresivo, a decir verdad el no esperaba que aquellas marcas desaparecieran, era como si Itachi, aún muerto, pudiera afectarlo de una manera u otra-