Angels Of Death © Makoto Sanada

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Realmente odia los festejos y es que no podía entender porque las personas se mofan demasiado. En especial los cumpleaños, de que sirve que festejan un año más de vida cuando en realidad es lo contrario.

Aunque esa vez es la excepción no es el cumpleaños de cualquier persona, es el cumpleaños de Ray SU Ray.

Ambos chicos miraban el reloj de pared del departamento.

—¿ya casi? —Cuestionó aburrido así que tenía su mejilla recargada en la Palma de su mano.

—...—La joven no despegó la mirada de las manecillas.

No mostró ninguna expresión.

Suspiro del aburrimiento y mejor se fue a echarse en el sofá. Cerró los ojos, mejor descansará pues ya tenía sueño, pronto sintió que alguien le apretó la nariz haciendo que se despertará así asustando el sueño y, claro que estuvo a punto de maldecir.

—ya …—interrumpió la menor— falta solo unos segundos y en un tic toc más al fin dio la media noche.

—Oh si! ¡Ya eres legal! —Abrazó a la chica como si fuera un premio.

—Bueno si, ahora lo que prometiste

—Ahora si podré agarrarte de la mano sin que la estúpida policía intente arrestarme

Él se ausentó de la realidad así ignorando por completo a la rubia cumpleañera.

—Zack...— lo agarro del brazo haciendo que el muchacho saliera de su fantasía.

—¿Ah? —Ella lo observo fijamente como esperando que recordara algo que olvido—No entiendo.

En realidad, es verdad no comprendía

—Quiero mi regalo de cumpleaños...—Quedo cerca del chico—Cuando yo cumpliera la mayoría de edad ... tú dijiste que..

Un rápido recuerdo paso por su mente, después del dia que se fueron de su ciudad natal, Rachel quiso hacerlo pero Zack se negó.

Fue ahí cuando recordó aquella promesa, ella apenas tenía quince años y él veintidós, la razón del porque viven juntos, es sencillo, los papás de la chica no aceptaron la relación de ellos dos por la diferencia de edad y, por idea de la chica.

Ambos se fugaron.

Y si fuera poco la policía los andaba buscando. Y hasta en la fecha no han dado con ellos.

—Eh...una promesa es una promesa.

—Te espero en la habitación, estaré desnuda—Esto último lo dijo susurrando, causando el sonrojo del mayor que gracias por el vendaje no se podía notar.

La joven camino a la habitación dejando solo a Zack.