Isabella "Bella" Marie Swan creía que lo tenía todo en este mundo, pero una persona le enseñó que ella no tenía nada, solo era una chica rica que quería comerse al mundo pero que no tenía amor. Y cuando finalmente lo tuvo, todo cambió.
-Señorita Bella habrá la puerta –era la voz de Liz, una de las empleadas de la casa.
-Espera Liz! Me estoy arreglando – Gritó Bella
Bella un chica de New York de 17 años, comenzaba un nuevo ciclo escolar y estaba muy nerviosa pues era la primera vez que pisaría la preparatoria pública. Bella era hija de Charlie y Renne Swan unos multimillonarios empresarios, Swan C.O era la empresa muy grande y muy poderosa, la empresa se manejaba en el mundo de la moda. Bella toda su vida había estado colegios privados, sus compañeros habían sido al igual que ella hijos de empresarios, pero todos le tenían envidia a Bella porque su familia era la más poderosa. A Bella no le gustaba ir a colegios privados, pues, todos la odiaban y ella no soportaba los insultos, además ella nunca fue presumida, le gustaban las cosas sencillas, no le gustaba presumir su dinero y durante el último año le había rogado a su padre para que la metiera a una escuela pública, ella quería sentirse normal, quería conocer a gente que no la mirara como si fuera un enorme cheque. Después de rogar mucho Bella consiguió que su padre la metiera en una preparatoria publica, pues el también deseaba que su hija se sintiera normal.
-Señorita Bella va a llegar tarde!- Liz gritaba.
-5 minutos Liz- Bella se miraba fijamente en el espejo, había estado buscando la ropa menos ostentosa que tenía, pero aun así se veía como una chica rica
-Maldición – dijo enojada. Bella era hermosa, era morena, tenía unos hermosos y enormes ojos color chocolate, media 1.60, y tenía un cuerpo de envidia, su hermosa cabellera ondulada le llegaba hasta la cintura, Bella era una diosa, varias veces había sido la imagen de las líneas de ropa de Swan C.O y muchísimos diseñadores se peleaban por ella ofreciéndole millonarios contratos, pero a ella no le interesaba.
Se quedó un momento viéndose al espejo, suspiró y salió de la habitación.
-Señorita Bella que hermosa se ve hoy –Dijo Liz con una sonrisa. Liz era una mujer de 40 años, llevaba 15 años trabajando con los Swan, era bajita, pero delgada y se veía muy conservada para su edad, tenía ojos color miel y su castaña cabellera siempre la tenía recogida en una coleta.
-Gracias- Bella suspiró
-Que le pasa señorita? –
-Mírame- Bella señaló su ropa- Se supone que iré a una escuela pública y seré normal pero esta ropa no me ayuda!, No me quiero ver como chica rica, solo me quiero ver como una chica normal.
Liz la miró en silencio y después de unos segundos dijo
-Que le parece si usted y yo vamos de compras, podemos encontrar ropa "normal"
-Gracias Liz –Bella le dedicó una sonrisa tímida.
Ambas se fueron hacia el enorme y lujoso comedor en donde estaban los padres de Bella desayunando.
-Buenos días – saludó amablemente Bella
-Buenos días hija- saludaron ambos, no le prestaban mucha atención a Bella pues estaban ocupados viendo cosas del negocio en sus iPad.
Bella se disponía a sentarse cuando su madre le dijo:
-Que haces vestida así?-
-Así como?
-Con esa ropa tan…simple- Renne Swan era quien se encargaba de las marcas de ropa de Swan C.O, era una mujer hermosa, se veía demasiado joven para ser madre y al igual que su hija tenía un cuerpo hermoso, tenía unos hermosos ojos color café claro y su melena era pelirroja.
-Voy a la escuela mamá, no a un evento de Burberry, además creo que voy a regalar un poco de mi ropa
-Porque?- preguntó su padre, Charlie era muy alto y guapo, Bella tenía los mismos ojos de su padre y la misma sonrisa.
-Comprare ropa nueva para la escuela, y no quiero que mi armario este tan lleno
-Comprar? Hija, somos dueños de las mejores marcas de ropa, no tienes por qué comprar, solo ve a las tiendas y escoge lo que quieras- contestó Renne
-Quiero ropa normal mamá, no quiero andar con pantalones de 200 dlls, ni blusas de 500 dlls, quiero ser normal.
-Como quieras- contestó su madre y nuevamente le puso toda su atención a la iPad
Bella comenzó a desayunar tranquilamente pues aún tenía tiempo para ir a la escuela.
-Hija- dijo su padre –Edward y Jasper te acompañaran a la escuela
-Que? –Bella soltó un grito- yo no quiero andar con guardaespaldas!.
-Hija….
-No papá! no quiero!
-Pues aunque no quieras Isabella! Edward y Jasper irán contigo
Bella quería llorar, ella solo quería ser normal….
Cuando termino de desayunar Bella tomó sus cosas, salió del comedor y no les dijo adiós a sus padres.
-Nos vemos Liz – Bella pasó a un lado de Liz, estaba tan enojada que no se detuvo para darle un beso de despedida.
Edward y Jasper la estaban esperando fuera del carro, Bella se acercó enojada y Edward le abrió la puerta
-Gracias- susurró
Edward y Bella habían tenido un pequeño romance cuando ella tenía 15 y él 23, pero habían decidido terminar porque Edward no quería perder su empleo, ellos trataban de verse lo menos posible pero cada vez que se acercaban aun podían sentir ese amor.
El lujoso Mercedes se dirigía hacia la preparatoria "George Washington", todo mundo se quedaba viendo el Mercedes cuando pasaba por su lado.
-Maldición – susurró enojada Bella – tengo que conseguir un carro menos lujoso.
Al fin llegaron a la preparatoria, era un edificio antiguo pero a Bella le encanto Hora de ser normal pensó Bella.
Edward bajo del auto y le abrió la puerta a Bella.
-Señorita
A Bella le dolía que Edward le dijera así, ella siempre había sido su princesa. Bella lo miró curiosa.
-Jasper y yo nos quedaremos aquí afuera, la estaremos esperando aquí mismo, cualquier cosa no dude en llamarme al celular.
-Claro Carlo gracias.
Bella apenas iba a dar un paso cuando Edward la tomó de la mano. Bella volteo a verlo.
-Cuídate Bella –los ojos de Edward brillaban de preocupación, él aun la amaba.
