Hola! He cumplido mi promesa y les traigo aquí la versión extendida de mi anterior one-shot: Elfen Park.

Perdonen, por falta de tiempo tendré que hacerlo como en el anime DX pero aún así espero que lo disfruten. El capítulo se lo dedico a todos aquellos que hayan dejado review en mi otro fic XD.


Un antebrazo desmembrado recientemente se movió apenas, cubierto de sangre. El dueño del brazo, un guardia de seguridad cualquiera, no cabía en su asombro, mirando con ojos abiertos como platos a un cuerpo envuelto en camisas de fuerza, con un casco metálico que cubría su rostro por completo y le daba un aspecto aún más intimidante. El hombre respiraba pesadamente, sujetando la zona mutilada.

Había entrado en campo prohibido, en aquella circunferencia en la cual los brazos invisibles (vectores) del Diclonius podían interactuar, en aquel corral circular y metálico de dos metros de radio que rodeaba al fardo. Fue sólo cosa de que el espécimen girara su cabeza hacia su posición para que el ingenuo guardia fuera decapitado sin piedad, sin que su compañero, que miraba atónito la escena, preso por el pavor.

Vio cómo un manojo de llaves se elevaba en el aire, y supo lo que el prisionero intentaba hacer al verlo acercar las llaves a su rostro, como si comprobara algo.

-¡Detente!-gritó, sacando su revólver y disparando, muerto de desesperación. Los disparos se escucharon fuera de esa cámara de alta seguridad, que según el jefe aún era poco. El cautivo se soltó de donde lo tenían sujeto, dobló con sus vectores la jaula que señalaba la distancia prudente entre él y cualquier persona que no quisiera morir por acción del diclonius. En un cuarto de vigilancia lleno de monitores del mismo edificio, un hombre elegantemente vestido apretó un botón. La compuerta de la cámara que aislaba al espécimen se abrió y apareció detrás de ella un joven desnudo, cuyo rostro era cubierto aún por el casco, que sostenía en su mano una cabeza que soltó sin el menor cuidado. Como si nada, empezó a caminar de frente, separándose del gigantesco charco de sangre que él mismo había provocado.


- Kisaragi se lleva la peor parte ¿verdad?-cotilleaba una secretaria-. Después de todo ¡es la secretaria del director Tucker!

- ¿Por qué dicen eso?-reclamaba la chica, mientras retiraba una taza de cafe de la máquina expendedora-

-Es por esa mirada que él tiene-explicó la misma secretaria-, da miedo.

- ¡Pero si él es muy buena persona!-replicó la castaña con dulzura-. Es sólo que...-su rostro se volvió triste-. No soy muy útil, todo el tiempo estoy arruinándolo todo-sonrió con culpa- ¡Pero voy a hacer lo mejor que pueda!-dijo decidida, sonriendo con energía.


-Se declara oficialmente un estado de emergencia-la voz de la alarma hacía su anuncio mientras los agentes de seguridad se repartían armas-. En sesenta segundos, el bloque de investigación subterráneo será completamente cerrado- Kisaragi, ajena a la alarma, intentaba torpemente de hacer que la bandeja con café no se derrame-. Todos los empleados desalojen el área inmediatamente- a continuación, el mensaje fue repetido.


Otro guardia fue decapitado. Los demás guardias retrocedieron, sin bajar la guardia, mientras que el joven asesino seguía con su camino hacia ellos.

-No se asusten- avisó uno de ellos-. ¡Según el manual, no correremos peligro si nos mantenemos a dos metros de distancia!

- ¡Es verdad! ¡También decía que no debemos dejar caer objetos al suelo!¿No?-respondía otro, mientras que un bolígrafo en el bolsillo del reciente cadáver era tomado por un vector, y lanzado como proyectil hacia la sien de otro guardia, logrando su cometido. Pronto, los otros dos guardias fueron asesinados brutalmente.

Los disparos que intentaron detenerle no sirvieron, siendo el resultado más empleados siendo despiadadamente cortados en pedazos. No importaba la cantidad de balas, el diclonius se protegía usando sus vectores como escudo, y no se detenía con la matanza.


Cuando otra compuerta se abrió, el diclonius se encontró con más guardias apuntándole, y al Director Craig Tucker, un joven pelinegro de alto mando en en centro de investigaciones. El moreno parecía imperturbable a simple vista, cuando de pronto Kisaragi hizo su torpe e inoportuna entrada, cayendo para su desgracia, demasiado cerca del chico del casco.

-¡Kisaragi!-exclamó Tucker, siendo retenido por los empleados para que no fuera en su ayuda.

-¡Director Tucker!-la secretaria se arrodilló, sin darse cuenta en el terreno mortal en el que había entrado- . ¡Perdóneme, lo eché a perder de nuevo!-se disculpó, refiriéndose a la taza de café.

-¡Corre, Kisaragi!-le advirtió su jefe con desesperación.

-¿Eh?-preguntó la chica confundida-¿Qué pasa aquí?

-¡Aléjate, ahora!-sólo en ese momento a la jovencita se le ocurrió voltear a ver qué había detrás suyo. Una mano invisible le dejó una mancha de sangre en el hombro-. ¡Detente, Kyle!-ordenó al diclonius, siendo en vano, porque la castaña fue decapitada en ese mismo instante-. ¡Disparen a matar!-dio la orden, la cual fue obedecida por los guardias. Pero Kyle usó el cadáver de la secretaria como escudo humano, luego un vector suyo cogió el bolígrafo rosa que le pertenecía a la difunta, lo dirigió a la sien de uno de los guardias que sujetaba a Tucker, y soltó el cuerpo de la joven-. ¡Disparen, no se detengan!-volvió a ordenar.

-¡Se nos acabaron las balas!-respondió uno de los empleados de seguridad. Tucker apretó los dientes.

-¡Maldito!-otro guardia corrió hacia Kyle, con intenciones de hacerle daño.

-¡No vayas!-Tucker lo dijo demasiado tarde, pues el guardia ya era despojado de su corazón, el cuál cayó en el abdomen de otro compañero. Los guardias que le estorbaban el paso fueron eliminados, mientras a Craig lo carcomía la impotencia, mientras el diclonius pasaba en frente suyo. Sacó un intercomunicador y avisó-. ¡Se dirige hacia la salida, activen la barrera y enciérrenlo dentro!

Así sucedió. Ambas compuertas se cerraron, impidiéndole salir. Kyle atacó con ferocidad la barrera que lo encerraba, pero al ser inútil, miró a su costado y encontró otra salida, una que daba a un precipicio que al mismo tiempo se dirigía al mar.

-¿La puerta ha sido abierta? ¡No digas estupideces!-se alarmó Tucker-. ¿Escuchas esto? ¡Envía a los francotiradores!


La mira del rifle apuntaba hacia el diclonius, el cual había optado por el barranco para su huida.

-Quiero que lo elimines al primer disparo. Él no es el tipo de enemigos que te dejan hacer un segundo-avisó Craig al francotirador.

-Es un rifle anti-tanque calibre 50-informó a su jefe-. Con esto ni siquiera sus vectores detendrán el disparo.

-Dispara a la cabeza-ordenó el director.

-Entendido.

El proyectil dio en el blanco, haciendo que el casco se desprendiera y revelase una sedosa, rizada y algo larga cabellera pelirroja. El joven desnudo cayó al mar iluminado por la luna.

-¡Maldita sea, sigue vivo!-blasfemó Craig.


Estación de Gokurakuji, Kamakura, Prefectura de Kanagawa

Una chica pelinegra de 18 años estaba esperando a alguien al parecer, miraba a ambos lados y buscaba con la mirada, revisando de vez en cuando su reloj de pulsera. De repente, pareció recordar algo y se fue de la estación, llegando a unas escaleras. Sonrió al encontrar su objetivo.

-Stan-llamó al pelinegro que subía las escaleras, el cual se volteó al escuchar su nombre-...¿eres tú?

- ¿Eh? Emmm-el moreno le miró con desconcierto.

-Soy yo, Wendy-le dijo y Stan la reconoció.

- ¡Wendy!-la saludó. La aludida subió las escaleras para quedar a su altura.

-No te encontré en la estación-explicó-¡ y tuve que venir a buscarte!

-Oh, perdón-se disculpó-. Por cierto ¿cómo me encontraste?

- Stan, tú venías aquí a ver el mar, ¿recuerdas? Sólo tuve que recordar eso.

-No hemos cambiado de cuando éramos niños, ¿no?- Stan miró con cierta nostalgia el océano.

-¿Quién diría que terminaríamos en la misma universidad?-respondió con suave ironía- Ya que estamos aquí, ¿qué tal si vamos a la playa?-consultó mirando a su amigo de la infancia, jalándolo del brazo hacia el lugar mencionado.

- ¿Pero qué haces?-se alarmó el muchacho, siendo arrastrado por la joven.

- ¿Qué tiene de malo? ¿Solíamos ir, cierto?-la morena le ignoró y siguió llevándolo del brazo.


Ambos llegaron a la playa de Kamakura.

-¿Solíamos jugar aquí siempre, no es así?-recordó Wendy, soltándole del brazo y mirando al océano.

- Sí, incluso ese último día, con Shelly, los tres...-mencionó con un dejo de tristeza.

- Shelly...-murmuró Wendy con cierto pesar.

-Ella, acostumbraba recolectar caracolas aquí- siguió hablando el pelinegro de su misma edad. Se sentó en cuclillas, observando la arena con lamento.


-¡Hermano! ¡Mira, mira, encontré un montón!-una niña pequeña contemplaba con fascinación las ostras que había en sus manos.

-No son tan bonitas, ¿verdad?-replicó la voz infantil de su hermano Stan, haciendo que Shelly frunciera el ceño y le mirara con inocente enojo.


-¡Stan...!-la voz de Wendy lo sacó de sus pensamientos-¡Mira!-señaló con la vista a un joven pelirrojo completamente desnudo, de pie frente a ellos, con sus tobillos aún en el mar.

-¿Qué demonios?-se espantó el moreno.

-¡Y yo qué voy a saber!-replicó Wendy. El pelirrojo se llevó las manos al rostro, para luego observar su alrededor con confusión. Al ver a ambos jóvenes, el chico con cuernos intentó correr, pero tropezó al poco tiempo sobre la arena. Se levantó y comenzó a llorar con frustración sobre sus rodillas.

-¡Stan, quítate la ropa!-le ordenó la pelinegra, haciendo que dé la espalda a la escena.

-¿Uh?-se extrañó por el pedido.

-¡Sólo retíratela!-le replicó con enfado.


Wendy se encargó de vestir al pelirrojo, mientras Stan se daba la vuelta y no veía.

-Así que no puede entendernos, ¿verdad?-preguntó el azabache.

- ¡Hey, mira! ¡Pero qué terrible herida!-Wendy señaló la gruesa hilera de sangre que el colorado tenía empezando desde su sien- Esos adornos para el cabello parecen cuernos...-opinó, dándole un toque a las protuberancias óseas- ¡No puede ser, están sujetos a su cabeza!

Stan fue a examinarle, y un recuerdo atormentó su mente, espantándolo.


-Mentiroso...-una voz infantil se escuchaba, pronveniente de un niño de espaldas.


Los llamados de su amiga lo sacaron de su tormento.

-¿Eh, qué pasa?

- Te estaba diciendo que deberíamos llevarlo a tu casa por ahora-repitió, mientras el pelirrojo miraba la ropa que le habían dado con aprensión. Stan pareció no entender-. Tu casa, donde vivirás ahora. Digo, no podemos dejarlo así...-observó con preocupación al bermejo. Stan asintió.

-Todo está bien, no te preocupes, ¿ok?- Wendy le sonrió maternalmente al chico con cuernos.


El joven pelirrojo observaba con curiosidad los pétalos de cerezo que caían a su alrededor.

-¿Esta es la casa que rentaron para mí?-exclamó el azabache con asombro.

- Solía ser un restaurante-exlicó su amiga-, ahora está en desuso. Tu madre dijo que sería recomendable limpiarla todos los días.

-Tengo una pregunta-Wendy lo invitó a decirla-, ¿cuántas habitaciones tiene este lugar?

-Creo que diez, supongo.

-¿Tengo que limpiar todo esto yo solo?-el pelinegro la miró con preocupación.

-También el jardín-agregó.

-Así que a esto se refería cuando dijo que me daría el control de una casa...-lamentó.

-Bueno, ya sabes lo que dicen-sonrió con sorna-, "si nadie vive en una casa pronto se derrumbará".

Un pétalo cayó en la nariz del pelirrojo. Los tres jóvenes entraron al lugar.

-Ojamashimasu (1)- dijo Stan, que apenas dominaba algo de japonés, y se fijó en el reloj del abuelo que había a la entrada- Vaya, tiene antigüedades- el pelirrojo detrás suyo hacía ademán de querer ir al baño.

- No funcionará aunque le des cuerda lo más fuerte que puedas, está roto-advirtió Wendy a lo lejos.

- Oh- dijo, examinando con interés la reliquia.

-Stan, ¿Puedes usar este cuarto?-preguntó Wendy saliendo de donde estaba. El jovencito con cuernos se le acercó, haciendo el mismo gesto anterior.

- ¡Nyuu!-se quejó. Wendy no le entendió- ¡Nyuu!-volvió a decir con frustración, yendo hacia Stan.

- Oh, qué problema... ni siquiera sabemos su nombre-notó Wendy. El bermejo siguió con su mismo ademán.

- Él siempre está diciendo "nyuu, nyuu" ¿qué tal si lo llamamos Nyuu?-sugirió Stan. El colorado cayó al piso de rodillas, luchando por aguantar.

-¿Qué?-se horrorizó Wendy. El joven de los cuernos hizo una cara de satisfacción.

-¿Ves? Parece gustarle-señaló Stan. El niño con cornamenta no pudo más y orinó en el piso.


Stan se encontraba limpiando el suelo de tatami, mientras que Wendy se daba un baño con el pelirrojo.

-No puede ser...-regañó con ternura- ¡Ir al baño en un lugar como este!-lo enjuagó con un balde de agua.

-Nyuu-respondió.

Stan terminó su labor de limpieza.

-Perdón por dejarte todo el trabajo-se disculpó Wendy, apareciendo detrás suyo con el pelirrojo tomado de la mano.

- ¡No tenías que darle mi ropa interior!-se quejó al verlo. El jovencito jugaba con los tirantes de la camisa, jalándolos de aquí para allá y mostrando un rosado pezón.

- Es que no había nada más que vestir-se explicó-. Mañana le compraré algo de ropa-prometió-. Por cierto, ¿quieres almorzar? Traje onigiri (2).


-¿Quieres un poco?- le preguntó al ojiverde que acechaba las bolas de arroz envueltas en papel aluminio.

El chico cogió una. Wendy le dirigió la mirada a Stan.

-¿Qué crees que hacía allí?-inquirió con desconcierto.

- No sé-respondió el azabache, mirando al pelirrojo de ojos esmeralda comer el onigiri con muy malos modales. Se acercó a él-¿Nunca has comido onigiri? Se sostiene así-indicó, siendo en vano porque el chico acercó su rostro a su mano y abrió su boca para recibir la comida, mirándole con súplica.

Stan suspiró-No tiene caso...- le dio de comer en la boca al inocente jovencito- Mira, tienes comida en la cara-retiró con su dedo los trozos de arroz en el rostro de chico, a lo cual éste le sonrió con dulzura.

Stan le dirigió una mirada de ternura, y Wendy, sonriéndole al aire, evitaba ver la escena y daba unos golpecitos a la mesa con su dedo índice.


En la cámara de seguridad donde mantenían a Kyle aprisionado, sólo quedaban los fierros doblados con violencia y el gran charco de sangre a su alrededor.

-La jaula, las 56 barreras, todo el sistema de seguridad era perfecto-anotaba mujer de cabello castaño llamada Shirakawa, con un aire de profesionalidad y experiencia, que no ocultaban su sorpresa-. La razón por la cual la puerta cedió por sí sola es desconocida...

-Más importante que esa razón es destruir a Kyle-refutó el director Tucker.

-¡¿Destruirlo?-se alarmó su secretaria ante las palabras de su jefe-¿No podemos simplemente capturarlo?

-Envía el equipo especial de asalto, SAT-Tucker le hizo caso omiso-. Si Kyle recupera la memoria, la humanidad estará perdida.


En otra habitación, las nuevas armas eran probadas, siendo presentados enemigos virtuales, los cuales eran acabados al instante.

-Impresionante, acierta a cada objetivo al momento en que aparece-resaltó un hombre de traje marrón que vigilaba todo desde arriba.

- Lo único que podría derrotarlo sería un monstruo-agregó el guardia de seguridad de cabeza rapada, vigilando todo con un monitor, al lado del hombre de traje(N/A: ni idea de quién es, si alguien sabe, que me lo diga por review DX).

-Un mostruo, ¿eh?-respondió el de traje- A su alrededor, la gente parece ser más honesta.

El hombre rapado se levantó al escuchar ruidos de disparo.

-¡McCormick!¿Quieres dejar las estupideces?-le gritó el guardia de seguridad al agente problemático.

- ¡Maldición!-se quitó el casco, dejando ver un alborotado cabello rubio y unos fastidiados ojos azules- ¡Estas cosas no gritan ni sangran cuando les disparas, y cada vez son más!-replicó con furia- ¡estas son estupideces! ¡Déjenme dispararle a algo de gente!-agitó sus brazos con vehemencia.

-¡Imbécil!-regaño el guardia.

- Ya veo-el hombre de traje hizo su observación.

-Qué idiotas-Kenny McCorkmick hizo su aparición tras una puerta automática- ¿Creen que voy a perder mi tiempo con esto?- hizo un gesto de engreído, apoyándose en la baranda de la escalerita.

- Esta mañana, un asesino escapó de nuestro cuartel general-le dijo el de traje, atrayendo la atención del rubio-. Queremos que lo encuentres y lo mates.

-¿Matarlo?- le miró con cinismo-¿Ahora está bien que mate?-preguntó con ironía. El hombre de traje le miró fijamente y entonces comprendió todo. Se rió a carcajadas, doblándose de risa-¿Dijiste para matar?

-Señor McCormick...-una señorita con unos papeles en el brazo se le acercó por detrás, recibiendo una bofetada que la dejó en el piso (N/A: ¡Hijo de puta!).

-Nunca te me acerques por detrás, idiota-le advirtió con soberbia., y se retiró, dejando a la pobre chica en el piso, sangrando por la nariz e intentando levantarse, confundida.

-Es perfecto-comentó el de traje(N/A: ¡¿Qué cosa?! D:).


-Ya terminé de hacer las labores básicas-Wendy le informó a Stan, obteniendo un "gracias" del pelinegro, el cual se encontraba sacando cosas de su mochila, mientras "Nyu" le observaba con curiosidad.

-Es sólo un servicio especial por hoy-La morena se arrodilló a su lado-, desde mañana lo harás tú.

-Entendido-murmuró sin detenerse en su labor.

-Nyuu...-el pelirrojo ladeó la cabeza.

-¿Qué vamos a hacer con él? No podemos simplemente dejar que se quede-miró a su amiga.

-Supongo que tendremos que llamar a la policía...-respondió.

Nyuu introdujo su mano en la mochila de Stan e hizo que una pequeña caja se cayera de ella, abriéndose y mostrando una pequeña caracola rosada. Stan la recogió y la puso a la altura de su rostro.

-¿No será de aquella vez?- se extrañó Wendy, Stan asintió con la cabeza, aún mirando al molusco en su mano.


-¿Hermano?-Shelly mostró una ostra en su mano, con el ceño fruncido y mirando hacia otra dirección.

-¡Es hermosa!-exclamó Stan.

-Es cierto, hiciste un gran descubrimiento, ¿no?-respondió Wendy. Shelly sonrió, presumida.

-¿Y bien?-esperó una caricia en la cabeza que su hermano siempre le daba cuando se portaba bien, la cual recibió.

-Sí, eres muy buena, lo eres...

-Supongo que no me queda otra opción-Shelly se volteó a ver a Stan-, ¡te la daré a ti!-volvió a sonreír con presunción y la mostró, esperando a que su hermano la agarrara.


-Poco después...-murmuró con tristeza el pelinegro-ella murió de una rara enfermedad.

-¿Enfermedad?-Wendy se sorprendió de escuchar eso, y miró a su amigo con preocupación- ¿Qué enfermedad?

-Es como un recuerdo...-Stan no le hizo caso-Ha pasado mucho tiempo desde que estuve aquí, por lo que la traje conmigo.

-Stan...-masculló Wendy. Nyu se puso de rodillas y le quitó suavemente la caracola, mirándola con enojo.

-¿Uh?-se extrañó el moreno, y a continuación el pelirrojo procedió a romper la ostra sin dificultad, sonriendo dulcemente ante la mirada atónita de los otros dos jóvenes. Stan, enfurecido, lo agarró de la ropa amenazantemente, sorprendiendo a Nyu-¿Qué mierda acabas de hacer? ¡Acabo de decir que era un recuerdo de mi hermana!-le gritó, y Wendy tuvo que alejarlo para que no terminara golpeando al pelirrojo que luchaba por soltarse del fuerte agarre-¿En qué estabas pensando? Si crees que es gracioso...

-¡Stan, detente, basta ya!-Wendy le suplicó- ¡Contrólate, estoy segura de que Nyu...!

El pelirrojo cayó de rodillas al ser separado de Stan.

-¡Largo de aquí, no te quiero ver!-Stan le gritó a Nyu, haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas y mirara al suelo, enojado-¡He dicho que te largues!

-¿Pero qué dices? Cálmate.-Nyu soltó los pedazos de la ostra.

-¡Lárgate de aquí!-Nyu no pudo soportarlo más y se fue corriendo de allí.


La casa terminó en silencio.

-En qué estaba pensando...-refunfuñó el pelinegro.

-Estoy segura de que...-contestó Wendy, con la mirada en la lejanía-Nyu rompió la ostra porque hacía que te vieras triste-el chico se sorprendió-. Seguramente creyó que la caracola era algo malo. Stan, si te entristeces cada vez que recuerdas a Shelly, ¿no crees que eso la pondría triste también?

Stan permaneció callado, mirando la caracola rota.

-Saldré a buscarlo, ¿de acuerdo?-miró al pelinegro-. Ya oscureció y la lluvia se hace cada vez más fuerte.


En un helicóptero militar, los miembros del SAT se encontraban sentados.

-Pronto estaremos sobrevolando Kamakura-avisaba el piloto por el intercomunicador.

-Quién diría que recibiríamos órdenes como "dispararle a un niño" en este país-masculló Kenny, divertido- Qué bonito lugar se ha convertido¿no?- se acercó al compañero que tenía en frente, sonriendo con malicia.

- Cierra el pico, bastardo-le respondió con agresividad-. No me importa si no tienes corazón.

Kenny sacó de repente su Desert Eagle y la apuntó al que le había respondido, logrando como resultado los comentarios indignados de sus colegas.

-¿Para qué nos entrenan todos los días?-le preguntó con soberbia- Para matar, ¿no?-jaló el gatillo, pero por suerte ninguna bala fue disparada-¿Entiendes, cierto?-se alejó y guardó su arma.

-Jueguen si lo desean, pero no dejen de estar alertas-avisó el jefe del equipo.

Nyuu, el objetivo, se encontraba de pie en la playa, mojado por la lluvia.

-El objetivo mató a 23 hombres en sólo 5 minutos-continuó el líder.

Un inocente pelirrojo comenzó a llorar tristemente.


(1): Ojamashimasu es la palabra usada en Japón al entrar a una casa ajena.

(2): El onigiri es una bola de arroz cubierta con algas y rellenas de comida.

El primer capítulo está concluido ^^ espero que lo hayan disfrutado y si no, jódanse XD

Ted: ¿Cómo puedes decirle eso a tus lectores? O_O

Klaus: Disculpen, es que estoy bien encabronada por ciertos motivos familiares D:

Ted: Tu abuelo se fue de viaje y ya no hay nadie en la casa que cocine tan bien, cierto?

Klaus: Me leíste la mente, tío DX

Si se preguntan por qué es Wendy la que ve a Kyle desnudo, lo viste y lo baña, es porque cree que Stan tiene un lado pervertido y que podría aprovecharse de la inocencia de nuestro querido pelirrojo para hacerlo suyo, en otras palabras WENDY NO QUIERE DARNOS YAOI Y POR ESO ME CAE TAN MAL.

Disfruten el capítulo, habrán más cuando se me dé la gana XD, bye bye.