Doble Destino
Clark Kent odia mentirle a su esposa.
Odia mirar su reflejo en el espejo del baño y ver la culpa que con tanto esfuerzo intenta ocultar.
Lois partirá en unos minutos a una entrevista de última hora a una de sus fuentes. Es probable que se tarde todo el día considerando que tiene que ir al Daily Planet por el pasaporte que él "olvidó" en una gaveta, pasar por la lavandería a recoger la ropa limpia y finalmente viajar a Smallville para llevar a Shelby al veterinario.
Clark preferiría que ella se tome el día con calma.
No desea que ella se entere de su identidad secreta. Eso solo la pondría en peligro.
Clark salpica agua en su rostro y reúne toda su determinación antes de salir para despedirla en la puerta.
- Hasta luego Clark, háblale a tu madre y por favor dile que esta misma noche estamos partiendo a Washington para la ceremonia en su honor. Que no se te olvide mencionar que si no fuera porque te olvidaste el pasaporte no hubiéramos perdido el vuelo
Lois empieza a caminar hacia el auto, pero a medio camino gira y se acerca rápidamente para robarle un beso a su esposo.
Clark corresponde el beso. Y la sonrisa que se dibuja en su rostro demora mucho tiempo en borrarse.
Finalmente suspira. No siempre fue así. Cuando se casó con ella ya habían mantenido una relación de tres años y, dejando de lado los primeros dos meses, todo ese tiempo ella sabía de su herencia Kriptoniana.
Fue ese fatídico día cuando ella se infiltró en los laboratorios de LuthorCorp y quedó infectada por una pseudo imitación de Brainac cuando todo empezó a ir cuesta abajo. De eso ya hace dos años.
Realmente no había sido difícil para la Fortaleza purgar a la entidad artificial, pero en su último intento por reconstruir su antigua gloria se había aferrado a los escasos recuerdos de la tecnología kriptoniana que Lois tenía. No existía otra forma de salvarla que sacrificando esa parte de sus recuerdos.
Si hubiera perdido el control habría molido a golpes a Lex por jugar con cosas que ni siquiera comprendía. Es decir, si no fuera porque murió ese mismo día, víctima de su propia creación.
Pero incluso después de muerto le quedaba todavía una carta bajo la manga. Inclusive si ni el mismo era consiente de ella cuando estaba vivo.
Verán, Sageeth no era una persona. Era la representación de toda la ambición, la desconfianza y la astucia humana que empañaba el destino de una persona con el fin de oponerse a Naman. Y por lo mismo era inmortal.
Y de la misma forma en que Lionel había heredado ese destino a su hijo en el momento en que se convirtió en el recipiente de Jor El. Con la muerte de Lex una de las personas bajo su dominio descendería poco a poco por el abismo hasta alzarse una vez más como su más grande enemigo.
Pero no todo era malo. Hoy mismo, luego de seis meses de meticuloso seguimiento, por fin atraparía a este nuevo Sageeth.
Y una vez que lo encerrara podría decirle toda la verdad a Lois. Ya no habría amenazas que no pudiera manejar.
Todo fue un caos. Cientos de agiles robots saltaban y trepaban por las paredes impidiendo el avance de los miembros de la Liga. De alguna forma se las habían arreglado para incluir un núcleo mágico en su proceso de construcción, y ni siquiera Superman podía tomarlos a la ligera.
A lo lejos podía verlo huyendo. Corriendo a más de noventa kilómetros por hora, ayudado por un traje de poder, con destino a la red de túneles subterráneos. La mina de plomo que fue usada para esconder la fábrica aseguraría su perfecto escape si no lo alcanzaran en los próximos veinte segundos.
Había que hacer sacrificios. Clark desestimó el ataque de uno de los KMZ604 y apuntó su visión de calor al casco de Sageeth, por lo menos sabría cómo era su rostro y gracias a su perfecta memoria podría rastrearlo con la base de datos de la policía.
Su temperatura corporal cayó varios grados. Reconocería la magia que ocultaba la identidad donde fuera, el mismo la usaba para tener una doble vida como Superman y Clark Kent. Ni siquiera una cámara fotográfica ayudaría a identificarlo.
El robot chocó contra él en un ataque suicida y ocasionó un profundo corte en su brazo. Aguantó el dolor y arrancó por la fuerza el núcleo mágico entre la maraña de cables para evitar que se regenerara. No lo pensó demasiado antes de arrojarlo a la velocidad de una bala contra los RAIL418 que acosaban a Flash con sus cuchillas invisibles, esas malditas cosas estaban diseñadas exclusivamente para evitar que usaran su super velocidad.
- Corre y arruina su vehículo de escape, no te enfrentes a él, no sabemos que más puede hacer ese traje
Bart podía ser muy superfluo, pero sabía ser serio cuando se enfrentaba a un enemigo formidable. La imaginación y astucia de este villano para restringir casi por completo las habilidades de la Liga les habían provocado muchas pesadillas.
Adelantó a Sageeth corriendo por el techo, evitando por poco las armas automáticas de tan endemoniada armadura y unos quinientos metros más adelante se detuvo por completo ante un coche deportivo modificado. Su intuición fue acertada, este auto también estaba protegido con las cuchillas.
Lo rescatable de su situación era que esas cuchillas solo mostraban su aterrador poder frente a un enemigo supersónico. Una tecnología basada en los fluidos no newtonianos que Batman también estaba estudiando.
No pudo hacer mucho. A la velocidad de un humano promedio solo pudo cortar el cable de alimentación de combustible antes que Sageeth apareciera por la esquina.
Se abalanzó sin dudarlo a una galería lateral por donde el auto no podría perseguirlo. Lamentablemente Clark tenía razón, desconocía por completo todo lo que podía hacer ese traje. Un arco eléctrico lo alcanzó por la espalda y lo dejó inconsciente en el acto. Sageeth alzó un dedo y una mágica luz violeta atrajo una gota de sangre hacia un compartimento en el guantelete. Solo eso era necesario para poder saber la identidad secreta de Flash.
Luego de una persecución larga y estresante por fin pudieron atraparlo. Necesitaron revisar cientos de túneles, galerías y cámaras secretas confiando solo en su oído antes de conseguir su pista.
Si no hubieran tenido algo de suerte, entonces una vez más se habría escapado de entre sus dedos.
Lo encontraron intentando llevarse consigo una mochila bastante corriente. Considerando todo el esfuerzo que debió tener en esquivar su rastreo solo para conseguirla, era paradójico que intentara quemarla en cuanto los vio.
Pero todo encontró sentido en cuanto se la arrebataron. Dentro había unos diez kilos de documentación donde detallaba los nombres de los científicos así como las transacciones de dinero con las que se financiaban las investigaciones. Muy probablemente fueran utilizadas para chantajear a los involucrados en caso quisieran revelarse. Después de todo, no podía simplemente matarlos y perder el valioso trabajo que todavía no habían compartido.
Fue una batalla amarga. Sageeth peleó como un animal acorralado y si no fuera porque el traje de batalla tenía una fuente de energía limitada podrían haber estado ahí fácilmente por horas.
Zatanna fue la que se encargó de desvincular con cuidado las uniones mágicas del traje para no dañar su cerebro. Los demás atendían a los heridos y solo Diana era la que revisaba los documentos, tal vez de alguno de ellos podrían obtener la verdadera identidad de Sageeth.
Lo que descubrió en cambio fue bastante perturbador. Sageeth conocía la identidad de la mitad de la Liga, y si no fuera porque necesitaba pruebas para respaldar sus afirmaciones (o quizá porque esperaba el momento justo cuando podría causar más daño) ya las habría revelado al público.
El casco cayó por completo de su cabeza y todos quedaron sorprendidos al descubrir que Sageeth era una mujer. Clark por un instante recordó a Tess Mercer, pero al ver como los demás no reaccionaban en consecuencia, supo que el hechizo de doble identidad era extremadamente fuerte y lo estaba sugestionando para ver a alguien relacionado a Lex. De hecho, hace unas horas cuando golpeó el casco con su visión de calor, hubiera jurado que el rostro que se escondía debajo era el de un hombre.
Y entonces sucedieron tres cosas simultáneamente.
:: Diana arrojó a un lado los papeles con las identidades de hombres y, harta por haber desperdiciado tanto tiempo, vació la mochila por todo el suelo para empezar a buscar algún documento femenino.
:: Zatanna chasqueó los dedos y como un velo desgastado por milenios de uso el hechizo empezó a desmoronarse.
:: Un pasaporte cayó delante de Sageeth, a los pies de Clark, y por el temblor en los hombros de la villana todos se volvieron a mirarlo.
Clark levantó el documento y observó la foto que retrataba a un hombre joven con una ligera aura de nerd. Luego alzó la vista a la mujer que lo miraba con unos ojos llorosos y una expresión asustada. Nunca antes hubiera imaginado que su enemiga predestinada pudiera estar asustada. Y jamás hubiera deseado que ella en especial mostrara esa expresión por su culpa.
- Él es inocente, no sabe nada. Yo tengo toda la culpa. Por favor, no le digan quien soy
Él conoce esa expresión.
Es la expresión de alguien que odia tener que ocultarle la verdad a la persona a quien ama.
Por si alguien no entendió: cuando Lex murió le heredó el destino de Sageeth a Lois, ahora ella tiene el destino tanto de "compañera" como de "enemiga"
Pd: Comenten maldita sea, aunque sea para insultar
