Disclaimer: Ninguno de los personajes ni derecho me pertenece, solo el gato, os juro.
Resumen: Porque solo de una forma podía dormir y eso es con la suave temperatura de piel entre mis cabellos.
Solo tus manos
Es tarde, cuando sube las múltiples escaleras que lo llevan a su departamento. Tiene bastante tiempo que la noche cayo, pero hasta hace poco fue libre de esos interminables exámenes que tuvo que calificar y de la discusión enardecida con el profesor Miyagi sobre que es peor que con las preguntas abiertas* ¿que no son contestadas, libran de tiempo o solo estresan al maestro?
Se da una duchas rápida, de inmediato, desea que esos nudo de estrés y mala posición (al estar tanto tiempo sentado en una silla uniforme) se borren con el pasar de agua caliente y vapor.
Se alista con ropa cómoda y con la que quizás ninguno de sus alumnos se lo imaginaría. Se recuesta en su sillón y con cara de apatía pero con más vergüenza escondida lo espera. Cuando podría jurar que puede contar las partículas suspendidas en el aire, y ah perdido la cuenta de cuantas veces se ha parado por justificaciones tontas como si ya cerro la válvula del gas o como si las ventanas están cerradas como para que ese gato oscuro del vecino no se cuele por ellas, como suele hacer para que Nowaki le obsequie algún bocadillo.
Está a punto de darse por vencido cuando la manecilla gorda y corta apunta al número 2 fosforescente del reloj de la sala de estar, cuando inútilmente se trata de parar y llegar a un dormitorio en el cual no quiere estar o al menos no acompañado, porque sabe que por mucho que intente no podrá conciliar nada, y las múltiples vueltas no facilitaran nada, solo quizás, si se para de inmediato un mareo.
Con cara más agria que la de un limón ya pasado, murmura incoherencias y busca su móvil, para darse cuenta que lo dejo olvidado en la mesa de la cocina, la cual visito momentos antes para hacerle una cena ligera a novio, que se está retrasando en llegar. Es cuando escucha el ligero movimiento de la cerradura al ser abierta y casi corre a esconderse, al baño, pues es la vergüenza que Nowaki se dé cuenta que no puede dormir sin él, ¿qué pensaría que le pasa al castaño cuando se marcha a realizar sus guardias?
-HIro-san—casi susurra al ver una de las luces aun encendida.
Fingiéndose actor que no es, se arruga un poco la ropa, se desacomoda el pelo y sale haciendo un exagerado bostezo de su habitación.
-lamento haberte despertado, Hiro-san—dice con pena un inocente residente.
-No, no importa. ¿Cómo te fue en el hospital?—y Nowaki se encamina a la sala, donde lentamente más pausado que en cámara lenta, un castaño recuesta su cabeza el regazo de su pareja, y suspira demasiado quedamente para su pareja.
-Bien, muy bien—pasa sus manos lentamente por el inicio del cabello de su amado. Después de unos pocos segundos al notar la igualdad de su respiración. —Gracias, Hiro-san pero no tiene que esperarme, no descuide su salud por mí. Checa momentáneamente su reloj de muñeca y decide que ya es hora de que lo pase a su cama, es ahora de que tenga un buen descaso, además que no tarda en llegar.
Es cuando regresa a apagar las luces, escucha los rasguños de la puerta de entrada.
El médico la abre y recibe con una gran sonrisa a un tardío invitado,
-Miku-chan—el gato entra moviendo sus caderas de una forma marcada mientras maúlla fuertemente.
-Si, si lo sé, Miku—habla como si el felino pudiera entenderle—pero hoy Hiro-san se quedo hasta tarde esperándome—el animal repite su dialogo y de un agraciado salto llega a las piernas del joven—Si, si por eso lo amamos…
Hola, espero que estén bien, y si han llegado hasta aquí es que le intereso aunque sea un poquitín. Si no comentan miku muere, jijij
*Son preguntas que no dan opción o paréntesis, diría mi maestra pancha en la secu "preguntas con una sola respuesta" da?
