Yes, my lord

En el templo Sekai, habitaba hikaru-sensei era muy respetado por todos pero la gente a veces veía en el jardín del templo una niña de rojas vestimentas, su pelo era rojo y sus ojos de un color sangre intermitente, la gente que lo conocía decía que esa niña era una alumna que no tenía hogar, entonces él le ofreció uno, al paso de los años la niña crecía, pero su color permanecía, a cumplir 16 la chica pudo por fin salir del templo y observar todo su entorno, la gente se le acercaba y le preguntaban su nombre, ella contestaba – Mi nombre es Meiko – todos se sorprendían porque la voz de esta chica era tan suave y seria que no creían que iba a ser una espadachín; a las ultimas horas de la noche Meiko intento volver al templo pero de repente, dos hombres aparecieron y se la intentaron llevar pero antes de darse cuenta, estaban en el suelo con los huesos rotos, diciendo –MA-..ldita – no pudieron terminar la frase antes de desmallarse, Meiko sin expresión , diciendo – los humanos son muy débiles -.

Al rato llega al templo, y hikaru-sensei le agarra la cara y le pregunta - ¿has estado peleando de nuevo? –

Meiko: – dos hombre me intentaron llevar yo solo me defendí -

Hikaru-sensei: - aun así, dime ¿has usado el lado prohibido?

Meiko: - no soy tan boba para usar ese lado-

Hikaru-sensei: - está bien, ahora necesito hablar con vos por lo de tu misión –

Meiko: - ¿misión? Que quiere decir con eso hikaru-sensei…

Hikaru-sensei: - te iras a proteger a un par de chicos en una secundaria para gente rica, *toser* yo ya estoy viejo y no puedo hacerme cargo de ti, meiko

Meiko: - ¡no! ¡No me iré, no quiero dejarlo solo! ¡Puedo curarlo, pero no me deje por favor!

Hikaru-sensei: *abrazar* - te prometo nunca dejarte Meiko, pero es tiempo de que te vayas a otro lado, además siempre te querré, eres como mi hija, además ese lugar, el director te tratara muy bien, el único problema será que te tendrás que vestir como chico, por eso te daré esta última orden. Meiko ve hacia esa secundaria y deja que el director sea tu nuevo amo –

Meiko: *reverencia* - YES, MY LORD.

Al decir esas palabras el símbolo antes inscriptos en la mano de Hikaru-sensei desapareció y con ellas también Meiko…