Era un soleado día de verano y los potros de Ponyville venían de todas direcciones. Potros de todos tamaños, con alas, cuernos o sin ellos; todos igual de ruidosos y malcriados. Todos tenían el mismo motivo de dirigirse al centro de la plaza, ver a Scootaloo realizar su tan cacareada acrobacia.
-¿Realmente va a hacer esa locura? ¿Saltara desde esa altura? -Comento la potra pelirroja
-Lo sé, yo también creo que es una locura…pero tú sabes lo testaruda que se pone Scootaloo a veces. –Respondió la pequeña unicornio.
Con una energía sorprendente para unas pequeñas potras, las CMC habían construido dos rampas de madera para la proeza que la Pegaso naranja tenía en mente. Ella amaba la sensación de la adrenalina fluyendo por su cuerpo, especialmente si eso le representaba desafiar un reto mayor.
-¿De verdad piensas hacerlo? ¿No crees que es una mala idea?-Preguntaba nerviosa Sweetie B, preocupada por la seguridad de su amiga.
-¿Mala idea? Sweety ¿Acaso piensas que soy una gallina? No, no daré un paso atrás, llevo mucho tiempo preparando esta acrobacia. No soy una yegua que viva temiendo a sus acciones.
-No, pero…sería bueno que lo meditaras un poco y…- Sweetie enmudeció al ver el rostro molesto de Scootaloo.
-Ja, ¿Para acobardarme? No, no tengo tiempo.
Subió con su escúter hasta la parte superior de la rampa. Giro la cabeza, había muchos potros observándola desde abajo y se preguntó si eso era la vista que tenían los otros pegasos desde las alturas.
-Y ahora, potros y potrancas. –Apple Bloom se acomodó frente al público con un micrófono en los cascos.- ¡las Cutie Marks Crusaders se complacen en presentar a la espectacular Scootaloo y su acto de acrobacia extrema! ¡Por primera vez, una potrilla retara a la muerte y saltara de una rampa a otra, por encima de cinco carretones repletos de manzana!
Scootaloo se acicalo la crin, se acomodó el casco y reunió valor para realizar su acrobacia.
-Por el amor de Celestia ¡Que no le pase nada malo a mi amiga!- Musito Sweetie Belle.
-¡Los Pegasos nacimos para volar! -Grito desde las alturas e inmediatamente se lanzó por la rampa, buscando la mayor aceleración en la caída. Siempre soñó con surcar la inmensidad del cielo, ser una pequeña hoja arrastrada por el viento. Lo sentía en todo su cuerpo, la embriagante sensación de retar a la gravedad.
Solo este instante vale más que toda mi vida en conjunto. –Pensó la pequeña potra alada.
El siguiente suceso fue tan rápido, que nadie pudo reaccionar a tiempo. Fue un error mínimo, de fracción de segundos, imperceptible al ojo ecuestre. Lo que todos alcanzaron a ver, fue a Scootaloo cayendo de la rampa y estrellándose en uno de los carretones de manzana.
-¡Scoot, amiga! ¿Cómo te encuentras? –Apple Bloom corrió en dirección al accidente y le quito el casco. –Aléjense, ¿no ven que acaba de sufrir un accidente?
-Dime ¿cuantos dedos vez?- pregunto Sweetie para cerciorarse que Scoot se encontrara bien.
-Sweetie Belle, ¡Nosotros no tenemos dedos!-comento Apple Bloom.
-oh, es cierto. Tonta de mí.
-Haber, ¿Qué es todo este alboroto? –los potros que se encontraban al lado de Scootaloo se desplazaron para permitirle el paso a una unicornio morada. -¡Por el amor de Celestia! ¿Qué le paso a Scootaloo?
-Auch, ¿Qué sucedió? –Scootaloo giro la cabeza en dirección a los curiosos.- ¿Qué están mirando? ¡Soy o me parezco! Regresen a sus casitas, nenitas, aquí no hay nada que ver.
-Scootaloo, ¿Cómo te sientes? ¿No te rompiste nada?
-Vamos Twi, como si una simple caída me fuera a afectar tanto. –Scootaloo sintió un terrible dolor cuando Twilight toco su pata izquierda.
-¿de verdad? Esta pata no se ve en muy buenas condiciones. Vamos, te llevare a la biblioteca, ahí podrás descansar un rato. –Twilight lanza un hechizo de levitación sobre Scootaloo, teniendo bastante cuidado con su pata lastimada.
-Woah, Twilight, ¡eres muy buena con los hechizos de levitación!
-Esto no es nada Sweetie Belle, una vez levite una osa menor. Con un poco de práctica tú también podrás realizar hechizos como este.
-¡De qué diablos están hablando, no soy una bebe para que me transporten de esta forma!- grito molesta Scoot.
Horas después, en la Biblioteca…
-¿Apple Bloom y Sweetie Belle ya se fueron?
-Me ayudaron a acomodarte en la cama. Por cierto, tus padres estarán fuera de la ciudad y me pidieron que te cuidara en su ausencia.
-¡Que padres tan atentos! ¡Se nota la preocupación hacia su pequeña hija! -contesto sarcásticamente la potranca. –Supongo que tienen mejores cosas que preocuparse de una pegaso que no puede volar.
Twilight noto cierta tristeza en los ojos de la potra al hablarle de sus padres e intento animarla.
-No es tan malo, sé que la pasaremos bien las dos. Con tus padres fuera y Spike acompañando a Rarity a Canterlot…tu sabes, horas de diversión entre chicas.
Scootaloo miro al techo de la biblioteca, sabía que tendría que quedarse en cama mientras se recuperaba de su accidente.
Twilight se acercó a Scootaloo. –No te preocupes, sé que nos divertiremos mucho. Ya verás como el tiempo pasara muy rápido.
-Y cuál es tu idea de diversión, ¿Un libro?
-Pues, veras…
-Olvídalo. –Tomo la cobija y se cubrió con esta. - La pegaso tomboy que sufre un accidente y descubre su pasión por los libros mientras se recupera.- Scootaloo esbozó una pequeña sonrisa, mientras recordaba algo curioso. –Creo que eso ya se vio en la temporada pasada o algo por el estilo.
-Bueno, si no te sientes con ganas de leer. –Los ojos de la unicornio brillaron con un misterioso resplandor, el resplandor de la determinación ardiendo intensamente. -Sé que encontrare algo que pueda interesarte.
Twilight abrío su armario y empezo a buscar entre las cajas, algo que le fuera útil.
-¿Una cuerda para saltar? ¡Qué recuerdos! Yo y Cadence pasábamos todas las mañanas…-Volteando a ver a Scootaloo y su pata. –Creo que no es buena idea… ¿Un balón de soccer? ¡Diablos, que cosas digo!
La Pegaso la miraba incredula hasta que se animo a preguntarle algo.
-A propósito Twilight, ¿Has visto últimamente a Rainbow Dash? Intente invitarla a ver mi última proeza, pero no estaba en casa.
-Un hula hula…uhmm, yo tampoco la he visto el día de hoy. Me parece que Cherrilee me comento que la vio entrar a Sugar Cube corner en la mañana…la libreta de Smarty.-Rascándose la cabeza.- ¿Dónde deje mi muñeca Smarty Pants?
-Entonces, tú tampoco sabes nada acerca de ella…temo que le haya ocurrido algo.-Comento la pegaso con una cara de tristeza.
-tranquila, sé que ella se encuentra bien. Tú conoces mejor que nadie a esa Pegaso. –la unicornio le dio un beso en la frente. – ¡Pero mira que horas son! ¡Fluttershy! Descansa, tengo que visitar a fluttershy. Ella me dijo que tiene una férula para tu pata.
La unicornio salío con bastante prisa de su casa, sin notar que alguien la observaba salir por la puerta.
Scotaloo cerró los ojos y acomodo la parte trasera de su cabeza sobre la almohada. –No debo preocuparme, Rainbow debe encontrarse en alguna intrépida misión o algo por el estilo. –susurro la pequeña potra, mientras cerraba sus ojos.
-Rainbow Dash? Me suena, ¿Acaso es el nombre de una buena amiga? Oh, por supuesto…todos en Ponyville son mis amigos.
Scoot volvió a abrir los ojos.
Scoot conocía esa voz, era la voz de la pony más alocada y extrovertida del pueblo. Pero había algo aterrador en esa voz, algo que le provocaba un calosfrío en la espalda.
-¿Pinkie? Tú. Pero…como.
-Silencio, necesitas recuperar tus fuerzas. –la pony rosa deslizo su casco izquierdo por su crin. - Entre por la puerta trasera de la biblioteca después que salió Twilight. –Puso un juego de llaves sobre la ventana de la habitación. –Imagínate lo que pensarían mis amigas si supieran que tengo copias de sus llaves.
Al colocarse Pinkie frente a la ventana, la potra noto algo distinto en la pony; se veía más desgarbada, su cabello lo llevaba lacio y unas marcadas ojeras surcaban la parte baja de sus ojos. Además, ¿Por qué no lucia tan alegre como en otros días?
-No esperaba encontrarte despierta, por eso evite hacer ruido, no quería asustarte Pequeña. – Sonrió siniestramente la peli rosa.
Scootaloo reflexiono por un segundo las palabras de Pinkie. ¿No resultaba más aterrador aparecer de pronto frente a la cama? ¿Y Si fuese un ladrón o un psicópata con motosierra en cascos en lugar de Pinkie? ¡Qué clase de mente enferma podia hacer esos comentarios! ¡Podría provocarle un trauma y años de terapia!- Bueno, eso tiene sentido. –Contesto fríamente.
-Te traje panquecillos, Deliciosos panquecillos recién horneados. Pruébalo, he agregado un ingrediente secreto que, creo, amaras. –Ella traia en sus cascos una caja, de donde saco un pastelillo y se lo dio a Scoot. Ella lo examino detenidamente.
- Se ven bastante…coloridos. ¿Cuál es el ingrediente secreto?
Pinkie pellizco la mejilla de la potra.-Eres muy lista, ¿Por qué no lo descubres por tu cuenta? –la potra observo a la yegua mientras retiraba su casco de su mejilla. Por un segundo le pareció verla sonreír siniestramente, pero podría ser su imaginación jugándole una broma. –Lo siento pequeña, tengo que retirarme antes que Twilight regrese. No vaya a molestarse por entrar sin su consentimiento.
Scootaloo observo como la yegua se retiraba, no, prácticamente se hundía en las sombras de la habitación para desaparecer en ellas.
-Oh, genial. ¡De seguro, esto me dejara más traumas para la próxima temporada!-vuelve a mirar el pastelillo. –Vaya, me recuerda a Rainbow.
En ese mismo instante, varias ideas se agolparon en su cabeza y un hormigueo invadió su cuerpo.
-No, ¡Ella no se atrevería, es su amiga! -Se quitó la sabana de encima y empezó a aletear afuera de la cama.-¡Si ella le hizo daño, si realmente lastimo a Rainbow!
Su cabeza estaba tan confundida, que fácilmente perdió el control de sus alas y se golpeó con el piso de la habitación.
-¡Mierda, mierda, mierda! –grito a todo pulmón mientras agarraba su pata trasera con sus dos patas delanteras. –No puedo rendirme, ¡tengo que desenmascarar a Pinkie a toda costa! O si no, o si no. –unas pequeñas lagrimas brotaron de los ojos de Scoot. -¿A quién engaño? Solo soy una tonta potra con sueños de grandeza, ni siquiera puedo volar aunque siempre lo he intentado… ¡ACEPTALO SCOOTALO, RAINBOW DASH ESTA MUERTA Y NADA PUEDES HACER PARA CAMBIARLO! Sob, estúpida, cobarde, inútil, sob, solo eres una vergüenza, sob, deberías dejar que te capture y cocine, sob, tu vida ¡TU NO VALES NADA!
Acerca su pata delantera derecha a su rostro y empieza a secarse las lágrimas.
-¿Qué puedo hacer? ¿Cómo demuestro que Pinkie está cocinando ponys? ¡Cómo!
La potranca golpeo, con su pata delantera derecha, una caja de cachivaches que Twilight dejo fuera de su armario y un objeto cilíndrico le golpeo la espalda,
-Esto es, ¡El telescopio de Twilight!-sus ojos se iluminaron de alegría. –Je, Jeje…JAJAJAJA.
...
Dejen comentarios, sino no pienso seguirle.
La idea de esta historia surge de un proyecto con otros compañeros Bronies, desgraciadamente...esta idea no paso de las preliminares. Aun asi, yo lo encontre interesante y decidi publicarlo por mi propia cuenta..
