Hey Arnold! y Sakura Card Captors son historias que no me pertenecen. Únicamente he usado a sus personajes para la creación de este fic que tiene el único fin de entretener.
Para quienes si me conocen, tuve un problema con mi cuenta así que me tocó volver a subir mis historias nuevamente. Una enorme disculpa por ello. Pero seguiré de largo, no importa el tiempo que me tome hacerlo.
Para quienes no me conocen, un gusto conocerlos, bienvenidos y espero que disfruten de esta historia. Que promete mucho y es muy interesante.
Dejen sus comentarios abajo. Estaré feliz de leerlos.
Pues bien, sin nada más que decir….Comencemos!
CAPITULO 1: EL MÁS CRUEL DESTINO
Helga corría con toda la energía que su pequeño cuerpo podía permitirse gastar, aun así nada de lo que hiciera podría evitarle enfrentar lo que estaba a punto de pasar.
"Alguien que me ayude, por favor"
La muchacha de apenas 11 años continúo corriendo, tratando de perder a su invisible enemigo. Al llegar al final de un callejón y ver que la calle estaba cerrada se percató que ese era su final. Un sujeto enmascarado se acercó lentamente a ella con una sonrisa sádica dibujada en su rostro y un cuchillo en mano.
-Vamos preciosa, esto te va a gustar tanto a ti como a mí-gruñó mientras se empezaba a bajar los pantalones.
-¡Auxilio! -gritó vanamente la rubia mientras buscaba algo con que defenderse.
El sujeto se acercó y la tiró al suelo colocándose encima.
-Vamos mocosa deja de gritar-sonrió con malicia y bruscamente empezó a despojar a la niña de su ropa.
La pelirrubia no pudo más y se desvaneció, sintiendo un gran dolor en su cuerpo.
El Gran Bob Pataki, tirado en el sofá, veía entretenidamente una carrera de caballos por su amada televisión cuando de repente el sonido del timbre empezó a repercutir insistentemente por toda la casa.
-¡Miriam abre esa puerta ahora y tráeme mis frituras!-vociferó hundiéndose más en su sillón.
La mujer despertó bruscamente de su improvisada siesta en la cocina y caminó lentamente hacia la puerta.
-¿Si?- preguntó restregándose los ojos.
-Buenas Noches Señora Pataki.-Era un policía. Traía mala cara, lucia agitado y al mismo tiempo angustiado- Temo que soy portador de malas noticias.
-¿Qué pasa Miriam porque tardas tanto?- gritó desde adentro el dueño de los localizadores.
-¿Qué ocurre oficial?-preguntó la señora ignorando por completo a su esposo.
-Bien…Esta noche durante nuestras incursiones encontramos el cuerpo maltrecho de una niña-El policía observo que el semblante de la señora paso de preocupación a alarma.
-¿Qué...Qué niña...?-murmuró angustiada.
-No voy a andar con rodeos. Encontramos el cuerpo de su hija tirado en uno de los callejones cercanos a su casa. Llevaba esto-el oficial le indico una mochila azul en el que se divisaba algunos rastros de sangre- Lamento decirle que tiene varios golpes y… y… bueno la pequeña fue agredida…sexualmente. En este momento se encuentra en el Hospital Hangiston. De verdad, lo siento mucho. Si encontramos al maldito que le hizo eso se lo haremos saber. Buenas noches.
Apenas acabo de decir eso el policía se retiró. Miriam cerró la puerta y avanzó hacia la sala, en donde el gran Bob se encontraba mascullando contra los idiotas que lo molestaban a esa hora de la noche.
-¿Qué paso Miriam? ¿Quiénes eran?-murmuró Bob sin separar los ojos de la televisión.
-Helga…-susurro la nombrada antes de caer desmayada en la alfombra.
-Viejo, Viejo te estoy hablando-Gerald se acercó y empezó a zarandear a cierto cabeza de balón que se hallaba inmerso en sus pensamientos.
-¿Qué pasa Gerald?-preguntó el aludido, volviendo a la realidad.
-Eso es lo que te pregunto- respondió enojado el moreno mientras volvía a la silla donde estaba sentado-Te estoy preguntando lo que sientes al tener a Lila como novia. Y tú no me contestas. Aunque de verdad te entiendo, ya me gustaría estar en las nubes gracias al amor-pensó Gerald recordando a cierta niña pelinegra que iba en su salón a quien conocía desde cuarto año.
Arnold nuevamente se perdió entre sus pensamientos. Al fin, después de haber intentado conquistarla en cuarto y quinto año, Lila había aceptado ser su novia pero había algo que lo inquietaba y ese algo se llamaba Helga G Pataki. El teléfono de Gerald empezó a timbrar y antes de que este volviera a regañarlo por no haberlo escuchado, contestó.
Mientras observaba que Gerald salía al pasillo para hablar con su "amiga Phoebe" un recuerdo llegó a la cabeza del rubio.
FLASH BACK
-Te amo Lila- susurro al oído de la pelirroja-Dame una oportunidad. Sé que te lastime en cuarto y quizá esa fue la razón por la que en un principio me dejaste de querer pero ahora todo es diferente, no te voy a lastimar.
-Arnold es muy amable de tu parte-sonrió la chica-pero no estoy segura. Si acepto lastimaremos a muchas personas. Lo sé.
-¿Quién? Lorenzo. Me dijiste que tú y el terminaron hace más de medio año – insistió el cabeza de balón.
-No, el no. Bueno me refiero a una niña que siempre se ha interesado por ti. Ella me lo confesó en cuarto grado cuando hicimos la obra de Romeo y Julieta y no quisiera traicionarla. Sabes sus sentimientos son puros-respondió Lila mientras observaba como dos niños pasaban jugando a su lado.
Los dos se encontraban en el parque, Arnold la había citado allí para expresarle lo que sentía y dado que en los últimos meses ella había sido más abierta al amor que él le profesaba, este decidió intentarlo.
-¿Te refieres a Helga?-pregunto inseguro.
-¿Como lo sabes?-respondió sorprendida la niña mientras lo veía a los ojos.
-Bueno, ¿pues recuerdas que hace dos años quisieron destruir el vecindario?-interrogó entre sonriente y nervioso el muchacho.
La verdad es que no había hablado con nadie de lo que pasó aquel día pero si el revelarle eso haría que la chica que él amaba le diera una oportunidad iba a hacerlo.
-Claro, es mas tú y Gerald salvaron el vecindario-sonrió la chica.
-Bien pues, alguien más nos ayudó. Helga, de hecho…Y bueno…-el rostro de Arnold se volvió rojo-ella me dijo que me amaba, me besó y luego…
-¿Luego qué? –preguntó Lila un tanto celosa.
-Luego me dijo que me odiaba y se fue. Estoy seguro que lo que te dijo lo hizo para molestarte. Como crees que alguien como ella se iba a fijar en mí. Por favor, si se ha pasado los últimos años molestándome, inclusive hoy me mando al demonio por haber tropezado con ella.
-¿De verdad crees que sus sentimientos no son sinceros?
Arnold dudó un momento, observó el lago y recordó el beso que Helga le dio en Industrias Futuro.
"Debo admitir que es buena besando…Pero ¿qué estoy pensando?"
-No no lo son ¿Eso despeja tus dudas? Además la única chica que me interesa eres tu Lila, te amo sabes-murmuró Arnold acercándose a la pelirroja.
-Yo también, y claro que acepto ser tu novia-contestó y acortando la distancia que los separaba se unieron en un profundo beso.
FIN DEL FLASH BACK
Gerald se estaba colocando la chaqueta y lucia nervioso. Arnold se alarmó.
-¿Que pasó, por qué estas así?- preguntó asustado.
-Tenemos que ir al hospital Hangiston, Phoebe está allá. Vamos viejo dile a tu abuelo que nos lleve-insistía el moreno.
-Pero ¿qué paso?-preguntó el cabeza de balón mientras seguía el ejemplo de su amigo y se vestía.
-No lo sé pero Phoebe estaba llorando. Solo espero que no le haya pasado nada malo-se angustió el pelinegro.
-¡Abuelo!- llamo el cabeza de balón-Abuelo necesitamos que nos lleves a un lugar con urgencia ¡Abuelo!
-¿Si?... ¿qué sucede pequeño?-contestó somnoliento el anciano.
-Tenemos que ir al Hospital Hangiston, algo le pasó a una compañera. Por favor es urgente.
Al rato una figura grande encorvada y otras dos pequeñas, subían en un auto. Eran las doce de la noche.
Y con esto terminamos el primer capítulo de esta interesante historia...
¿Les gustó? ¿Lo odiaron? Todas sus opiniones son bien recibidas. Dejen sus comentarios aquí.
Gracias por leerme. Nos vemos en el próximo capítulo.
