— ¡Te estas riendo!

Acusó Gaby levantando su dedo índice y apuntando a Reiner.

— Por su puesto que no — defendió Reiner sin apartar la mirada del sartén donde actualmente estaba tratando de cocinar un intento de pechuga de pollo.

— ¡Claro que si! ¡Lo estas haciendo de nuevo!

Reiner suspiro y dio la vuelta a la carne observando las orillas negruzcas, apagó la mecha de la estufa y limpio sus manos en la camisa.

— Es un acuerdo entre nuestro grupo que todo lo que salga de la boca de Galliard son solo idioteces — objeto con voz calmada — Un beso no es gran cosa Gaby.

— Lo es cuando comienza interferir con mi vida, Galliard no ha parado de molestarme desde que sabe ¡Incluso les preguntó a mis amigos!

Gaby nunca se había parado a pensar en la importancia de tal acto, incluso ahora mientras era el objetivo de todas las burlas absurdas de Porkko no era consciente de lo que significaba pero si de algo estaba segura era que aquel detalle tan insignificante para ella le había dado una oportunidad (de pocas en realidad) al mayor para atosigarla a más no poder.

"Eres una sucia y pequeña mentirosa Gaby Braun"

— ¿Galliard habló con ellos? — pregunto incrédulo sirviendo el arroz en tazones y poniéndolos en la mesa.

— Lo hizo enfrente de mí, les pregunto a cada uno ¿Sabes lo peor de todo? Es que ellos ya han tenido su primer beso ¡Incluso Falco! Uno juraría que el chico está en el otro bando.

— No dudes de la sexualidad del niño solo porque Galliard este encima de ti — reprocho el mayor sentándose enfrente de Gaby.

— Ese no es el punto Reiner — gimió frustrada apoyando la cabeza en la base de la mesa y enterrando sus manos en las hebras oscuras de su corto cabello.

Reiner suspiro cansino, si algo tenía que aportar sobre el tema era poco, considerando que la primera vez que intento besar a alguien había terminado con la mandíbula fracturada; el solo recuerdo de Krista abofeteándolo terminó por apagar el escaso optimismo con el que había iniciado el día.

— Estás dándole demasiada importancia, un beso no es la octava maravilla del mundo.

— Se que no lo es pero Galliard no lo ve a sí…

— Tarde o temprano él se aburrirá, dale tiempo

— ¡¿Cuanto?! A este paso todo Japón se dará cuenta que no he besado alguien — lloriqueo clavando su mirada en Reiner.

— ¿Realmente te importa lo que otros piensen de eso?

— Pues…

— ¿O será que realmente si quieres besar alguien?

— Un intercambio de babas, gran cosa. — replicó rodando lo ojos tomando el primer bocado de arroz con los palillos. — Tengo que hacer que Galliard termine con esto de alguna u otra forma.

— ¿Saldrás a la calle y besaras al primer peatón que se te atraviese en el camino? — bromeo antes de llevarse un pedazo de ensalada a la boca sin embargo, al no escuchar nada de su sobrina tragó casi de inmediato sintiendo en el proceso la boca repentinamente amarga.

— Estas loca

— ¡Pero si no he dicho nada!

— Lo estas pensando ¿como puedes considerarlo?

— Dijiste que no es la gran cosa — replicó con la frente arrugada y los labios fruncidos

— Y no lo es pero tampoco puedes salir a besar a cualquiera. No es ético.

— La moral es relativa — dijo con una nota de triunfo impresa, él le dio un golpe en la cabeza.

— No es gracioso Gaby.

Durante unos minutos la charla se había apagado, el silencio predominó entre ellos y solo fue el sonido de platos y objetos moviéndose lo único que podía romper la armonía del momento.

Reiner dirigió una fugaz mirada hacia Gaby una vez que disponía a recoger los platos usados para su posterior limpieza, se masajeó la nuca pensando en las palabras que le dirigiría a la joven sentada frente a él.

— Un beso solo es posible cuando ambas personas se quieren y tienen suficiente confianza Gaby, no se da a cualquiera como si fuera algo superficial...me refiero a que, hay que ser selectivo con la persona con quien lo practicarás ¿me entiendes?

¿cómo es que algo tan cotidiano y común se podía transformar en un dolor de cabeza?

—Entonces...un beso es una prueba de confianza

— Es uno de varios términos — respondió dejando salir un suspiro de alivio, tal vez no había sido tan malo.

—Bueno, entonces tú puedes de besarme

El aire se le atasco en los pulmones, la incredulidad se dibujó en su rostro que dio paso después a la indignación.

— ¿Pero qué tonterías dices ahora?

— No son tonterías es la verdad, eres la persona en la que más confió por eso te pido que me beses — respondió Gaby acercándose a Reiner, este fruncido sus cejas sintiendo su sangre hervir en sus venas.

— Estás consciente de lo que estás diciendo ¡Soy tu tío por dios!

— Pero…

— No estoy discutiendo esto contigo Gaby, ten un poco de dignidad, aleja esas estupideces de tu cabeza e ignora a Galliard ¿Me escuchas? Corta con esto antes de que se haga un verdadero problema — la tomó de la muñeca acercando su rostro al de ella asustandola en el proceso — Yo puedo ser un verdadero problema..

Amenazó soltandola y la abandonó en la soledad de la cocina.

(...)

Una semana transcurrió desde el incidente, cualquier intento de parte de la menor de los Braun por tratar de disculparse había sido ignorado. Reiner quería demostrar que no flaqueaba en su decisión sin embargo, ya eran diez días desde la última vez que el rubio había sabido algo de Gaby y poco a poco esa coraza que aparentaba ser indestructible se resquebrajaba con cada hora que el reloj marcaba.

— Tu vida sí que es una novela trágica — dijo Ymir pasando a su lado con rumbo al refrigerador. El sarcasmo nadaba en el aire.

Reiner suspiró sintiéndose incomprendido.

— ¿Están viendo el problema desde el punto de vista correcto?

— No quiero contradecirte Reiner, pero define "correcto" — fue la voz de Berthold haciéndose escuchar desde la puerta a un lado de él, Mikasa colgaba su chaqueta en el perchero.

— Pues lo correcto no sería besar a tu sobrina sin duda — Ymir puso los ojos en blanco y resopló de mala gana procediendo a beber de su lata de cerveza.

— Si algo he de apostar en mi vida sin miedo a perder es que tu sentido de la moralidad es una mierda — mencionó la morena sin mirarlo directamente.

— Es mi Sobrina Lagnar — irritado decidió tomar su propia lata de cerveza tratando de concentrarse.

— Y yo soy la novia de tu mejor amigo — la sonrisa presuntuosa que Ymir esbozo termino de hacerlo sentir culpable.

— Galliard no es mi mejor amigo — replicó amargamente.

— Pero está dentro de tu grupo, sabes, cualquiera diría que es una manera de tomar represalias contra él — dijo esta vez Mikasa, entrando a la cocina con Berthold pisándole los talones, tomo de la lata de Reiner y después de haberla dejado en la mesa se volvió para plantar un beso en los labios del rubio manchado del colorete rosado que usaba.

— Es un beso Reiner — susurró, su aliento chocando contra su boca.

— No es gran cosa — terminó Berthold tomando a la pelinegra por la cintura y curvando sus labios en un gesto de complicidad.

(...)

Le había tomado otros tres días más para poderse armar de valor y llegar la casa de sus parientes.

Entre bienvenidas y tazas de café, Reiner advirtió que su sobrina no había aparecido en la comida, enterándose por boca de su misma madre que la susodicha estaba distantes de ellos. Reiner tuvo que forzarse a sí mismo a no hablar de más de la cuenta. Estar frente a su puerta sin nada que decir no era la idea pero no había mucho que pensar, Improvisó una disculpa pese a su orgullo quebrantado y con voluntad renovada dio vuelta a la perilla adentrándose a su habitación.

La encontró casi de inmediato, su espalda estaba apoyada contra la pared, tenía el pelo cayéndole sobre los hombros y sus ropas se habían reducido a una pantalones cortos y a una camisa que le quedaba tres tallas más grande; en sus manos retenía su celular el cual manejaba con familiaridad en un juego en línea que ambos acostumbraban en días llenos de pereza y comida chatarra.

Sus dedos se detuvieron abruptamente siendo consciente de la presencia intrusa que mantenía la puerta entreabierta.

— Hey…

— Hola — saludó en voz baja mientras acercaba sus piernas a su pecho aún en la misma posición sobre la cama.

Reiner entro por completo a la habitación, Gaby siguió sus movimientos en silencio hasta que este se sentó en la cama a unas pulgadas de ella.

— Lo siento...— dijo ella antes de que pudiese siquiera abrir la boca, él la miró aún con las palabras atoradas.

Gaby rehuyó su mirada concentrándose de nuevo en la partida fallida del juego.

— No pretendía atosigarte aquella vez, tampoco quería hacerte enojar...perdón

— Yo...no era mi intención reaccionar así de mal — Reiner la miró directamente atrayendo sus ojos, ella se removió incómoda.

— Está bien, tenías razón tal vez si quería experimentar mi primer beso y no estaba actuando como yo...— ser sincera era fácil, ser sincera con Reiner era fácil y no le costaba porque confiaba en él.

— No quiero que te lleves una mala.impresión de mi Gaby, tampoco una idea equivocada. Somos familia.

— Yo lo se…

Reiner dejó que sus manos tomaran las pequeñas de Gaby acariciando los nudillos con suavidad.

— Dime — hablo tratando de adivinar los pensamiento de la morena.

— Hablaba en serio ese día, Reiner, confió mucho en ti y es por eso que... — ella se detuvo un momento para respirar profundamente — no quiero que hagas esto sólo porque te sientes obligado a compensar algo que no has hecho, no quiero un beso por lastima. Quiero que lo hagas porque en verdad quieres hacerlo…

— Soy tu tío...— respondió escuetamente.

— El mejor de todos

Sus labios fueron sellados, no hubo movimiento alguno al menos no al principio, la inexperiencia de Gaby no se lo permitía y Reiner; como el mayor debía enseñarle.

Reiner a menudo se preguntaba por qué había cosas que él decía estaban mal pero de alguna forma terminaba haciéndolas siendo indirecta o directamente, muchas de esas veces llegaba a la conclusión de que algo estaba sucediendo con él, que dentro de su caótica existencia no lograba apegarse a los estándares que de pequeño se le habían inculcado.

Ciertamente, lo que hacía, a ojos de muchos tal vez sería un grave error y etiquetarian de algo que él no era realmente (¿verdad?) pero en esos momentos solo dejaría fluir esas ideas, mañana podría arrepentirse pues tendría el resto de su vida para hacerlo como muchas otras cosas.

Era algo que con el tiempo y los años se olvidaría y quedaría como un recuerdo que jamás será contando.

Gaby cerró los ojos dejándose llevar por la sensaciones y Reiner la acercó más él sujetando los hombros de la menor, al ser nueva no podía decidirse entre mover o no sus labios pero él lo hizo por ella, le enseñó lo básico del gesto; como llegaría ser si se profundizará y ella jadeó cuando su boca fue proclamada por el mayor.

Y cuando la euforia se diluyera en la calma de sus agitadas respiraciones, tratando de recuperar el oxigeno perdido, él la vería como lo que siempre a sido; su sobrina y nada más y la mirada ajena que le dedicaría ella sería la misma de siempre concordando con sus sentimientos

No había razón para que aquello se complicará, después de todo, un beso no era gran cosa.