Advertencia:abuso fisico y emocional, intentos de suicidio, posible shonen-ai (solo si creiste que la escena en que matt y tai se reconcilian antes de pelear contra piedmon era gay)

Yo no hice digimon, solo tome prestado sus personajes.


Una sociedad manejada por la monotonía de los medios de comunicación, nos tiene sus manos, bailando como marionetas. No hay lugar al que escapar "prefiero ser uno más que ser uno solo" pensé. Pero a pesar de que he hecho "amigos" esa soledad no desaparece. Se lo comenté a ellos todos me escribieron: "estaré ahí para lo que necesites, todos los días, estaremos aquí". ¿Por qué es que eso me da miedo? Se siente, como si todo fuera gris como si nunca nada fuera a cambiar.

Antes, mi música era el escape de ese mundo, pero los profesores me dijeron que era mejor en las matemáticas que en la música, que tenía más futuro como contador, por eso tuve que dejarlo, sino mis amigos me presionarían para que lo dejara. A ellos no les gusta lo diferente, por eso si alguien intenta ser distinto, lo destruyen; literalmente.

Deje mi guitarra en mi casillero, olvidada, me daba mucha lastima.

-¿Aun no te desiste de eso?-me pregunto mi novia

-¿Quiero… conservarla?

-Si quieres hacer música sería mejor utilizar un sintetizador ¿no?-dijo Izzi, un chico de un grado inferior.

No me gustaba la conversación, por eso hice lo posible para cambiarla rápido.

Cuando terminaron las clases, me acerque a mi casillero para despedirme de mi guitarra, pero no estaba. Asustado, corrí por todo el colegio buscándola. Hasta que escuche su sonido y lo seguí.

La melodía subía por las escaleras hasta la terraza, era una melodía asombrosa, poderosa, casi como revolucionaria. Abrí la puerta, y vi a un chico sentado, con mi guitarra.

Estaba lleno de golpes y sangrando, pero cuando me vio me mostro una resplandeciente sonrisa.