A SONG CALLING FOR YOU
-Oye Ichigo…-preguntó mientras caminaban a casa
-Mmh?-musitó sin dejar de mirar al frente
-¿Qué es lo que se hace en un club?
El chico viró su mirada hacia ella topándose con su peculiar gesto de curiosidad.
-Bueno, un club es donde personas con los mismos gustos o pasatiempos se reúnen y hablan o hacen cosas con base a eso… ¿A qué se debe la pregunta?, ¿Te interesa entrar a alguno?
-Mmm… eso creo, desde que llegue aquí he notado que muchos chicos se quedad después de clases y van a algún club. Siempre tuve curiosidad pero nunca pensé en intentarlo.
-Pues deberías intentarlo, hay clubes de muchas cosas, seguro hallarás algo en lo que seas buena
-¿Hay que ser buena en ello para entrar?- Cuestionó curiosa
-Pues supongo; la verdad nunca entré a uno tampoco
-¿Por qué?, no eres bueno para nada?- Le dijo burlona
-Tsk! Maldita…- Espetó irritado mientras una vena saltaba en su sien-Es por que no me interesa! Tengo cosas más importantes que hacer que perder mi tiempo en un estúpido club!
-Eres tan amargado…- Susurró frunciendo la boca al lado opuesto
-¡¿Qué dij…?!
-En serio debes pasar una prueba para entrar a uno
-Me imagino… creo que deberías preguntarle a alguien que sepa de eso, como Ishida, o Inoue
-Es cierto! Ambos están en el club de costura, ¿cierto?
-Hahaha, si
-Qué es tan gracioso
-Nada, nada…
-No me digas que te parece gracioso que Ishida esté en el club de costura… eso sería tan sexista… macho…
-¡¿Qué?! No!... espera, ¿sexista? De donde sacaste eso, de alguna de tus estúpidas novelas?
-Kj! NO! Yo…-*sonrojo*-Cállate imbécil
Para cuando se dieron cuenta ya habían llegado a casa.
Ichigo no pudo evitar pensar en la idea de buscar un club para entretenerse en las tardes (y estar lejos de casa), pero luego cayó en lo boba que sonaba esa idea, eso sin mencionar las incontables faltas que tendría si una ola de hollows decidiera aparecer.
Al otro día ambos chicos llegaron muy temprano a la escuela. El chico se limitó a tomar su lugar mientras ella permanecía de pie junto a la ventana mirando la puerta.
-O-oe! Inoue!- Exclamó alzando su mano de forma efusiva, llamando a la pelinaranja que iba ingresando al salón. Ichigo la miró confuso.
-Oh, Kuchiki-san, que sucede?
-Yo… quería hablar contigo de algo…-le dijo mientras caminaba hacia ella
-Y qué es?-Preguntó sonriente
-Yo…
-Inoue-san, Kuchiki-san, buenos días
-Ishida!-Exclamó halándolo del brazo, mientras el pelinegro sorprendido atrapó sus gafas en un ágil movimiento; Inoue no pudo evitar sorprenderse ante el suceso, e Ichigo desde su asiento miraba la escena con el ceño fruncido más profuso de lo usual, como si estuviera molesto-Perdona Ishida, quería preguntarles algo a Inoue y a ti-Ambos la miraron en espera-…¿Qué hay que hacer para entrar a un club?
-Oh, kuchiki-san, me alegra que al fin quieras integrarte a las actividades de la escuela, estar en un club es muy divertido- inquirió felizmente Orihime
-Bueno Kuchiki-san realmente no hay nada difícil que tengas que hacer, simplemente debe ser algo que te guste mucho
-¡Como dibujar!?-Exclamó con brillos en los ojos y una amplia sonrisa
-S-sí, h-hay un club de arte también
-¿Por qué no intentas en el club de costura? Es muy divertido, te encantará
-No lo sé. La verdad no tengo idea de cómo se cose
-Si quieres yo podría enseñarte Kuchiki-san…
En ese instante Ichigo se puso de pie azotando las palmas de sus manos contra el pupitre, en un estruendo seco que silenció a todos, mirando la escena de Rukia, Orihime y Uryu, pero que al darse cuenta que todos lo miraban, sonrojado y avergonzado se sentó de nuevo cruzándolos brazos.
Como si nada pasase siguieron la conversación
-Realmente no me gusta tanto la costura. Creo que intentaré en el de arte
-Bien, ese club está en el otro edificio
-Gracias Ishida-Finalizó sonriente
Al finalizar las clases, la pequeña chica salió disparada del aula. Extrañado de no notar cuando se fue, el pelinaranjo salió del instituto esperando topársela tal vez en la entrada, pero al no verla venir decide finalmente emprender el camino a casa.
"Me pregunto a dónde habrá ido esa enana. No creí que se tomara tan en serio eso de los clubes… Y ese maldito de ishida… Cuatro ojos presumido…"
Pasaron un par de horas. Ni seña de ella
-Onii-chan! A cenar!
El chico se levantó del escritorio no sin antes echar un vistazo afuera por la ventana.
-Onii-chan, dónde está Rukia-chan, ¿no va a bajar a cenar?
-No tengo idea de dónde estará esa enana…
-Oh! Rukia-chan llegaste, ¿vas a cenar?-exclamó al verla pasar por la puerta
-Ah? Oh, lo siento Yuzu hoy no tengo hambre…-respondió algo despistada mientras comenzaba a subir las escaleras
Ichigo la miró extrañado, para luego dirigirse a sus hermanas
-¿Qué le pasa?
-Tal vez deberías hablar con ella…-se notó un tono de preocupación en la voz de Yuzu
-Sí, tienes razón… pero primero voy a cenar, muero de hambre!-dijo llevándose un bocado a la boca
-Ichi-nii, que considerado eres-espetó Karin con una gota en su sien-… hombres…
Al terminar de cenar el chico subió a su habitación con el afán de preguntarle a la shinigami que había pasado. Entró a la habitación y la encontró vacía. La puerta del armario estaba cerrada. Se detuvo a pocos centímetros de golpear la perta con los nudillos… "tal vez ya se ha dormido"
Sin más, él también se dispuso a tomar descanso.
Al día siguiente en la mañana el joven se vistió y como de costumbre golpeó el armario para avisar a Rukia la hora de irse; uno, dos, tres golpes. Nada
-Rukia-dijo repitiendo la acción-enana…
Pensó que quizá se arrepentiría al sentir el pie de rukia en su cara pero igual abrió la puerta del armario. Se sorprendió al ver todo vacío y en orden. Se había ido.
Al llegar a la escuela tampoco la vió en el salón de clases. Era oficial, comenzaba a preocuparse. "Estúpida enana dónde te metiste"
Miró indefinidas veces la ventana. El timbre sonó y todos ocuparon sus asientos; de pronto apareció la pelinegra agitada y sonrojada, al parecer venía corriendo. Entró y tras ella la profesora.
-Dónde diablos estabas-Susurró con un tono de molestia
-Qué te importa idiota, no tengo que decirte todos los lugares a donde voy.- se veía bastante molesta
-Tsk!- Masculló poniendo su mejilla en su mano y su mirada al lado opuesto
Llegó el receso y ambos subieron sin decir nada a la azotea; disfrutaron en silencio los almuerzos que Yuzu les había preparado.
-Y?
-¿Y?
-Qué pasó con lo de los clubes
Ella pareció atragantarse con el jugo
-B-bueno, fui al salón de arte, pero no me convenció; parecen tener una perspectiva artística muy diferente a la mía…- "malditos estirados" pensó sonrojada
-Perspectiva diferen…espera…-ella lo miró a la defensiva mientras en la cara del pelinaranjo se dibujaba una sardónica sonrisa- Perspectiva diferente ni qué carajo, t-t-te ¡¿rechazaron?!
Ella abrió exorbitantemente sus violáceos ojos aún más sonrojada mientras él se carcajeaba incesantemente, casi llorando.
Ella cerró sus ojos, frunció el ceño y apretó la mandíbula, encorvándose, crispó los puños, alistándose para finalmente propinarle un golpe titánico a la cabeza anaranjada y revuelta de Ichigo, cerrándole la boca.
-Q-qué rayos te pasa idiota!- reclamó sobándose el chichón en su cabeza, a veces olvidaba lo fuerte que podía ser
-¡¿Cómo te atreves a burlarte de mí?! No es mi culpa que esos presumidos no aprecien mis obras- acertó cruzándose de brazos
-Eres una tonta- ella lo miró con la boca fruncida- Cómo puedes querer desperdiciar tu tiempo de esa forma
-Oh gran sabio, dígame, ¿es acaso mejor estar toda la tarde encerrado sin hacer nada?
-B-bueno…-se rascó la mejilla
-Además, Karakura está tranquilo hace tiempo, hay un shinigami encargado de los hollows débiles, yo sólo estoy en caso de que algo más ocurra, y no parece que algo vaya a pasar, ¿O sí?
-Supongo que tien…
-¡Ya sé!- exclamó levantando su dedo índice- ¡Tú te unirás a un club conmigo!
-¡¿Qué?!
-Sí, el otro día dijiste que no querías estar todo el día en casa; además estoy segura que no eres un bueno para nada, debe haber algo que podamos hacer! –acertó triunfante
-¡¿Estás loca?! Yo no me inscribiré en ningún estúpido club y no hay forma en que puedas obligarme enana del demonio, yo…
El chico la vio tomando su brazo. Ella alzó la mirada en un gesto sugestivo y sensual, y él no pudo evitar colorarse. No sabía que le pasaba.
-Por favor Ichigo, no seas tan amargado, será divertido, verás
-Y-y-yo… n-no…-titubeó aún más sonrojado al sentir que ella apretó aún más su brazo contra su pecho
¿¡Desde cuándo esa enana hacía uso de esos métodos de convencimiento?! ¿Acaso había pasado mucho tiempo con Matsumoto?, Seguro ella le enseñó a sacarle provecho a sus "encantos femeninos"… Lo odiaba y le encantaba a la vez.
-Además, me la debes, Fresita-kun –ésta vez su gesto además de sensual tenía un toque de inocente picardía infantil en él.
El pobre Ichigo no sentía su saliva pasar a través de su garganta, al parecer se había atorado y su presión sanguínea se había incrementado, sintiendo un hormigueo descender por su cuerpo; si eso continuaba así se tornaría en una situación muy embarazosa para él al sentir ese hormigueo bajar y bajar en su cintura y más abajo. Si Rukia continuaba haciendo eso quién sabe cómo acabaría la cosa. En un intento por calmarse se soltó de ella y se viró al lado opuesto dándole la espalda aún a penado.
-Yo no te debo nada, no puedes obligarme
-Claro que sí! Será tu castigo por burlarte de mí idiota!, punto!
Sintió de nuevo sus manos rodear su brazo, halándolo fuertemente. Hastiado, decidió no poner oposición.
Ambos llegaron al edificio donde estaban la mayoría de los clubes, con excepción de los de costura y lectura que se hallaban en el primero.
-¿Y bien?- Preguntó con sarcasmo
-Bueno-rascó su mejilla-Debe haber alguno bueno por aquí-dijo poco convencida
-O-oe-ella detuvo su andar sin dar la vuelta- ¿De verdad te rechazaron los pintores?
Su rostro se veía serio, sin expresión de burla en él.
-Ahh… sí. Ayer me dijeron que hiciera un dibujo y que debía presentarlo hoy. Estaba tan emocionada…- calló un momento y bajó la mirada
"Por eso no quiso cenar anoche…"
-Les traje mi dibujo hoy. Unos cuantos se rieron de mí y la presidenta del club me dijo que mis habilidades no llenaban los estándares de su grupo. Tomó el dibujo que con tanto esfuerzo hice y lo rompió por mitad. Después me dio lo que quedaba de él. Estaba tan furiosa que salí corriendo de ahí. Es todo.
Ichigo se pasmó ante ella. Su tono se escuchaba triste y lleno de decepción. No pudo evitar recordarle a una niña pequeña cuya mayor esperanza ha sido rota.
-Son unos tontos- Ella lo miró confusa –No dejes de hacer lo que te gusta solo porque a la gente no le parece. Solo se Rukia. Kuchiki Rukia. Además, ya llegará alguien que comprenda tu arte abstracto-musitó riendo. Ella sonrió
-No es como si lo estuviera pensando tonto, ¿crees que dejaré de hacerlo porque no les gusta?, Bah, si eso piensas que poco me conoces
Ambos sonrieron. Ella comenzó a caminar hasta terminar las escaleras. Leyó la leyendadel primer salón.
-Club de cocina…
-Cocinar, ¿en serio?
-Mmm, no lo creo. Solo confío en lo que Yuzu me enseña.
Siguió caminando y leyendo las leyendas arriba de la puerta de cada salón, notando que ninguno parecía ser de su agrado
-… Club de alfarería, club de kendo, club de matemáticas, club de Sci Fi?, ¿qué rayos es eso?... Club de… arte… club de lo paranormal?-Ella miró divertida a Ichigo
-Ni de chiste
-Mmm… club de ciencias, club de los buenos modales y etiqueta, ¿qué demo…?, Como si las clases en la mansión Kuchiki no fueran suficiente… Ahh-suspiró recargándose en la pared y deslizándose al piso-Nunca encontraremos un club entretenido
-Bueno, te lo dije, hora de irn…
-Espera…
Ella se levantó ágil y rápido del suelo haciendo que su diminuta falda se levantara un poco de atrás con su brusco movimiento; Ichigo sorprendido desvió la mirada sonrojado
"Qué descuidada"
Ella caminó hasta el final del pasillo, al último salón.
-Qué sucede
-Shh! Escucha… -Le hizo un ademán incitándolo a poner su oído en la puerta al igual que ella.
Se escuchaba una armoniosa y bella melodía en el interior.
Él se acercó y colocó su oído en la angosta puerta, parándose por encima de ella, no notando el haber puesto su hombría justo en el trasero de la pelinegra, que estaba ligeramente inclinada hacia atrás, y que al sentir algo punzante, ella se contrajo, y de forma brusca se dio la vuelta propinándole un furioso puñetazo al pelinaranjo, fúrica de su descuido
-¡¿Qué carajos te pasa imbécil?! ¡Pervertido!, últimamente te has vuelto tan pervertido y descuidado Ichigo!
-¡¿Qué?! De que caraj… ¿yo?¿descuidado?, pero si tú eres la q…
Ambos callaron al ver frente a ellos la puerta que espiaban abierta y a Ryo Kunieda parada frente a ellos.
-Kunieda…
-¿Qué hacen aquí? Estaban espiando…
-No-n-no, no, nosotros solo… es que escuchamos una melodía proveniente de este salón y…
-La placa no tiene leyenda.
-Bueno, es un club nuevo, así que no le hemos puesto el nombre aún.
-Y qué clase de club es?
-Música
-¿?
-Es el club de música, ¿Les interesa entrar?
Ambos chicos se miraron y siguieron a la chica al interior. Era un salón viejo, algo descuidado, como si no se hubiese ocupado en años.
-Creí que eras la presidenta del club de lectura, Kunieda-san- Cuestionó la pelinegra
-Sí, así era. Finalmente me aburrió. Ya me he leído todos los libros de su aburrida biblioteca.
-Y éste club de música, desde cuando… ¿Tú eres la presidenta?-Preguntó Ichigo mirando a los aproximadamente cinco alumnos más que integraban el grupo. Unos de apariencias muy normales, otros de apariencia desaliñada, pero todos con gesto gentil.
Rukia entre tanto, miraba la pequeña variedad de instrumentos que había: una batería pequeña, una cuantas guitarras, un par de bajos, unas flautas, una trompeta colgando en la pared y un viejo piano junto a la ventana.
-Y quién es el presidente-preguntó sin dejar de explorar con la vista el salón
-Si les interesa entras siéntense. No debe tardar en llegar.
Ambos se miraron cuestionántes. Ichigo le tomó el hombro a Rukia dándole la vuelta; acercó su cara a ella y le susurró:
-¿De veras crees que sea buena idea? Es decir, ¿Sabes tocar algún instrumento o algo? Me parece una estupidez.
-Vamos Ichigo, no seas aguafiestas; además, puedo aprender de seguro, y ella no dijo nada de tocar un instrumento, tal vez cantando se pueda ingresar. Lo intentaré.-Le dijo sonriente y decidida
-¿Cantando?-dijo con la gota en la sien, recordando la forma tan espantosa en que la pelinegra cantaba sobre las aventuras de Chappy en su regreso a casa todos los días después de la escuela- Sólo conseguirás que te rechacen de nuevo…Kjjh!
No pudo evitar soltar un alarido cuando ella le aplastó agresivamente el pie con el tacón de su zapato.
-M-maldita…-susurró tomándose el pie con ambas manos
-Te advertí que no te burlaras de mí. Además, tú qué sabes de mi canto, Idiota.
-Enana… solo me reiré cuando te manden al diablo
-Ya veremos-Finalizó cruzando sus brazos
-A qué hora del demonio llega el p…-Ichigo calló al sentir un cuerpo enorme detrás de él, haciéndolo sombra
-¿Sado?!-Exclamaron ambos al ver a su corpulento amigo
-Sado-kun es el presidente de éste club.-Aclaró Kunieda
-E-enserio? ¿Tú fundaste éste club, Chad?-El moreno asintió
-¿Ustedes quieren entrar?
Ichigo miro a Rukia y cruzó sus brazos, molesto; ella afirmó sonriente con la cabeza.
-Bien, tengo que hacerles una audición individual.
-Tienes que estar bromeando…-susurró el pelinaranjo.
-¿Quién será primero?
-Ichigo.-Afirmo Rukia
-¿Qué? ¿Por qué yo?
-Así, si tu quedas ya no podrás escapar cuando yo entre también. Si yo entraba primero tú te irías cobardemente.
-Tsk!... astuta…Qué tengo que hacer, Sado.
-Sabes tocar algún instrumento?
-S-solo guitarra.
-Bien, solo danos una pequeña muestra-le dijo entregándole una guitarra eléctrica color blanco con rojo.
Kurosaki la tomó y con mucha naturalidad tocó algunas notas de la canción News from the front, de Bad Religion. Era su canción favorita.
Al ver lo bien que lo hacía, todos, incluidos Sado y Kunieda lanzaron una ligera ola de aplausos. Lo invadía una ligera vergüenza.
-Muy bien Ichigo. Estas dentro.
-Gracias…
-Que tal tú, Kuchiki-san?
La chica estaba de brazos cruzados. Se acercó a ambos poniéndose en medio de Sado e Ichigo.
-Bien, pero quiero que Ichigo salga del salón!- Añadió señalando al pelinaranjo con su índice y un gesto serio que invadía su rostro.
-¿Qué diablos? ¿Estás loca? Yo no te hice salir enan…
-Ichigo, ¿podrías salir unos instantes?-Preguntó con gentileza Sado
-¡¿Qué?! ¿Te vas a poner de su lado?!... Pff, al diablo-Masculló mientras salía y cerraba la puerta.
Infló sus mejillas en un infantil puchero y luego se pegó a la puerta para intentar escuchar.
-Bien, entonces vas a cantar, Kuchiki-san?
-Sí…
Ichigo pegó más su oído contra la puerta pero no logró escuchar nada, cuando parecía escuchar algo, una ligera explosión en el aula del club de química se lo impidió. Luego de unos instantes la puerta se abrió.
Rukia estaba de pie junto al piano con las manos entrelazadas, sonriendo y haciendo reverencia. Los demás chicos al igual que con él aplaudían ligeramente, y Kunieda solo la miraba sonriente.
-Eso fue excelente Kuchiki-san. Definitivamente aceptada
-Muchas gracias, Sado.
"Qué carajo…tienen que haberse vuelto locos…"
-Te dije que lo haría, Fresita-kun…
Le dijo burlonamente cerrándole la boca con su dedo índice y la otra mano en la cintura, dejándolo con un gesto de sincera incredulidad ante lo que acababa de suceder.
