Este fic participa del Reto: "Alteremos el Potterverso" del foro "Provocare Ravenclaw".
Harry Potter no me pertenece y hubiera hecho un disclaimer más guay si no estuviera seca D:
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El libro de Harry
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El grito de Harry resonó por toda la librería y Petunia, después de maldecir entre dientes, se disculpó con el librero para luego dirigirse a la sección de literatura infntil y juvenil con la intención de meterle un buen regaño al niño.
La verdad es que, a parte del mal trago que supuso la mirada de reproche del librero y la hostilidad de otros clientes, a Petunia no le hacía gracia reñir a su sobrino. No después de lo que había sucedido meses atrás con la muerte de su hermana y cuñado. Ahora mismo se sorprendía que Harry hubiera recuperado la voz, pues meses antes había estado sumido en un profundo mutismo y a Petunia le dolía verlo así, y tampoco había supuesto mucha ayuda para consolarlo, ya que ella estaba pasando su propio duelo por su hermana.
Petunia Dursley se estaba recuperado, y a juzgar por semejante grito, Harry también; aunque tampoco iba a consentir que cogiera de costumbre andar gritando en público por muy deprimido que haya estado.
─Harry, esa no es manera de comportarse ─empezó una vez había llegado junto a su sobrino.
El niño agachó la cabeza claramente avergonzado mascullando una disculpa, y Petunia no se sintió con fuerza como para sonar más severa.
Suspiró con resignación.
─Entonces ¿Para qué me llamabas?
Harry pareció pensárselo un poco, probablemente preguntándose si estaría muy enojada como para comprarle el libro que le había hecho pegar semejante chilllido de emoción.
─Anda, puedes decirme. No estoy enojada ─lo animó.
El niño señaló con el dedo una de las portadas que había exhibida.
─¿Me comprarías este libro?
Petunia se fijó en el libro y por fin entendió por qué la repentina emoción de Harry.
─Harry Potter y la Piedra Filosofal ─leyó, tomando el libro para examinarlo mejor. En la portada había una ilustración de un niño montando en una escoba. Petunia no pudo evitar mirar de reojo a Harry, porque pese a tratarse de un dibujo, cualquiera diría que se habían inspirado en su sobrino.
─Está bien, anda vamos a pagarlo ─dijo envolviéndole el libro al niño quien lo observó maravillado. Tenía que estarlo, aunque ella misma lo encontrara un poco inquietante.
Una cosa es que el protagonista del libro y su sobrino tuvieran el mismo nombre; otra muy diferente era que tuvieran la misma apariencia. Y era una coincidencia muy extraña, todo hay que decirlo. Pero si eso hacía feliz a Harry y le permitía olvidarse, aunque fuera por un rato, el dolor por la pérdida de sus padres, Petunia se daba por bien servida.
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APARTADO DE LOS DESCUIDOS: Iba a ser un fic mucho mas largo pero no supe cómo terminarlo, así que lo dejo hasta aquí para poder entregar el reto a tiempo :)