Digimon ni sus personajes me pertenecen, pero eso ya lo saben.


La pregunta


Las respuestas a veces salían por obligación: Amigos de infancia, compañeros, enamorados... Lo eran todo, pero tampoco eran nada de eso. En el rostro de Hikari se formaba una pequeña mueca cuando contestaba, no podía dar una respuesta sin dudar.

¿Que si eran amigos de infancia? Claro que lo eran. Sin embargo, en esos tiempos, fueron compañeros predestinados a protegerse uno al otro. No fueron sonrisas en el parque, fueron manos unidas escapando de monstruos (no los que parecen, sino los que de corazón son). Eran compañeros de vuelo sobre ángeles, bajo un cielo que no era el suyo. Aún siendo pequeños fueron esperanza y aún son luz.

¿Entonces, compañeros? Sí… tal vez…

Un gesto, una mirada, fue siempre suficiente para entender. Codo a codo en batallas y exámenes de inglés. Las imágenes y letras de pronto hicieron buen dúo, pero entre miradas cómplices, las palabras se convirtieron en poemas de romance y las fotografías fueron todas del escritor. Sí, desde aquel beso que no necesitó de explicaciones, los llamaron enamorados.

Enamorados… ¿Por qué algo tan íntimo sonaba tan superficial?

Hikari suspiró. Los ojos azules se separaron de sus escritos y la buscaron. Ella entendía la pregunta detrás de esa ceja curiosa, por eso respondió:

—¿Qué somos, Takeru?

Él sonrió, no era la primera vez que se lo preguntaba.

—Compañeros, amantes, amigos… —La miró y sonrió divertido, sabía que esa respuesta no le agradaba—. ¿Acaso importa?

La mirada de Hikari se perdió en el cielo, intentando descifrar el acertijo en el espejo de sus ojos. Takeru suspiró y posó su mano sobre la de ella. Cuando Hikari giró a verlo, él se encontraba observando sus manos unidas. Ella esperó por él y cuando al fin levantó la mirada, ésta era oscura.

Hikari lo entendió entonces, recordó que su relación no podía ser descrita solo con palabras bonitas. Porque si eran compañeros, también eran dependencia y si hablaban de amor, también debían hablar del miedo, no, del terror. Porque un día, muy lejano en el pasado, dejaron de ser dos para ser uno y saltaron entre mundos para encontrarse, sabiendo que estarían juntos hasta el fin, porque estuvieron así desde el principio y quizás, incluso mucho antes de eso.

Takeru llevó la mano de Hikari hacia su corazón y ella lo escuchó apresurado, miedoso, quizás un poco emocionado, pero definitivamente enamorado.

Hikari sonrió. No necesitaba más para entender.

Eran amigos de infancia, compañeros y enamorados. Eran uno, porque así fue desde el principio. Eran miedo y amor.

¿Había en el mundo dos como ellos? Probablemente, no.

Por eso eran pregunta y eso era más maravilloso que ser respuesta.

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Pues tengo muchos pendientes por ahí (lo sé, lo sé), pero mis manos de pronto me picaron para escribir esto. Un Drabble escrito para Earendil Amarth, pensado para ser respuesta de su historia "La respuesta". No sé si fue una buena repuesta a "La respuesta", pero "La pregunta" intentó ser respuesta (Lo siento, tenía que hacerlo jajaja)

Patriot espero que te guste, no fue ni la mitad de bueno de lo que escribiste para mi, pero fue hecho con mucho cariño, de verdad :) Y los que no leyeron su fic "La respuesta" acósenlo un poquito, porque es un Drabble que merece ser leído.

En fin, a todos los que están leyendo se los quiere mucho, no leemos pronto, bye, bye.