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SILLY DRABBLE:
DE FLOJERA
Los jóvenes estamos llenos de energía y podemos ir y venir a todos lados por horas y horas, aunque algunos tienen más energía que otros, pero a veces, simplemente, a uno no le dan ganas de hacer absolutamente nada.
Hoy es uno de esos días en los que tres jóvenes tortugas mutantes están en la sala de su hogar haciéndose concha.
Miguel Ángel, Donatelo y Rafael están en el sofá sentados pero desparramados cuan largos son.
Los tres están mirando la tele aunque en realidad no están prestando atención a lo que se está transmitiendo en ese momento, y no es porque el programa no sea interesante, sí están pasando El Encantador de perros, serie que conduce César Millán; es ese fabuloso programa donde un hombre ayuda a reformarse a los perros que le dan lata a sus dueños; pues ni este emocionante programa logra sacar a los tres chicos tortuga de su arraigada inactividad.
Claro que uno de ellos no está sin hacer nada.
Leonardo no parece ser afectado por la pereza de sus hermanos, quizás se deba a la rigurosa disciplina que se ha impuesto desde muy niño, y siendo el hermano mayor, no puede permitir que sus hermanos estén ahí nomás sentados habiendo tantas cosas que hacer.
Leonardo se pone frente a sus tres hermanos cruzándose de brazos y asumiendo una actitud autoritaria, pero está vez se ha equivocado de táctica, ninguno de ellos protesta ni hace el menor movimiento, entonces, va a probar con uno de sus más convincentes sermones, pero antes de que una palabra salga de su boca… ¡Miguel Ángel, Donatelo y Rafael se ponen de pie, y Donatelo y Rafael lo apresan y lo obligan a sentarse entre ellos dos!
Fue tan repentino y sorpresivo el ataque, que Leonardo no tuvo tiempo para reaccionar.
Rafael entrelaza su brazo con el de Leonardo y apoya su cabeza en el hombro de él; igual hace Donatelo; Miguel Ángel se recuesta sobre las piernas de Leonardo apoyando su cabeza en las piernas de Rafael (quien gentilmente le pone un cojín del sofá a manera de almohada), y sus piernas las extiende sobre las piernas de Donatelo.
Leonardo ahora comprende todo: sus hermanos no han querido moverse de su lugar y ahorraron las suficientes energías para someterlo y hacerlo su prisionero llegado el momento. No tiene otra alternativa más que ponerse cómodo y disfrutar de ese día que está de flojera.
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Como si de veras Leo no pudiese escapar de sus hermanitos n.n pero bueno, este es el último drabble que escribo, por el momento. Más adelante voy a subir un fic que creo que se va a llamar "Drabbles Varios" y ahí seguiré subiendo los drabbles que se me vayan ocurriendo, así como hacen en la sección en inglés.
Gracias por leer otra divagación mía.
n.n
