Titulo: "Dragón Blanco y Ángel"

Episodio I: ¿Un buen comienzo?

Anime:Yu-Gi-Oh!

Autora: Kara Ishtar Angelus .::. Diabolos

Personajes: Seto Kaiba, Ryou Bakura

Parejas: Seto/Ryou

Advertencia: Shonen-ai, Yaoi, lime (lemon), AU

Género: Romance, General.

Resumen: ¿Qué fue lo que vi en ti para caer enamorado de esta forma?

Aclaraciones: La historia se sitúa en un semi-universo alterno; es decir, Yugi y los demás se conocen pero no tienen relación con los duelos o los artículos como en la serie, aunque ambos son nombrados en varias ocasiones. Todos tienen las mismas vidas y un poco de su historia original, aunque he hecho algunos cambios convenientes para el fic.

Avisos Legales (Derecho de Autor): Todos los personajes pertenecen a Kazuki Takahashi, creador original de la serie Yu-Gi-Oh!, utilizo sus personajes sin fines de lucro alguno.

Notas: Nihaô. Bueno, algunas ya me conocerán por acá, y otras me querrán linchar por no continuar con algunos de mis proyectos, pero no puedo evitar comenzar uno nuevo cuando tengo inspiración, cuando esta por fin llega se tiene que aprovechar. Bien, esta pareja les parecerá algo rara, algunas la conocerán y otras simplemente ni se la habían planteado. De hecho, sólo hay un fic con esta pareja en español, porque en inglés, supera los 100. En fin, espero que les guste. Este fic irá para largo pero sólo tengo pensadas algunas escenas, básicamente estoy dejando que los mismo personajes la guíen... sí, suena raro, pero hay veces en que ellos toman la batuta de lo que escribes y toma otro rumbo que no tenías pensado, ya me ha pasado con un fic.

Por cierto, no sé si las que leen mi otro fic (Nightmares or Reality?) leerán este, pero si es así, les pido una disculpa por no actualizar dicho fic, pero me puse a revisar el cap IV y no me gustó mucho que digamos, así que lo tuve que cambiar TODO y aún no termino. En verdad, perdón, pero con este espero compensar un poco mi falla.

Sin más palabrería, les dejo con el fic y espero sus comentarios con respeto a esta pareja, y de una vez me van diciendo qué tal les parecería una Joey/Ryou o Joey/Malik, porque les daré otra sorpresa.

Aquella situación le parecía de lo más ridícula e innecesaria. Es lo suficientemente apto como para controlar una empresa, y con mayor razón lo es para hacer aquella labor SOLO, pero ahí tenía a aquel 'intruso' ahora, frente a los libreros del estudio, mientras él intentaba terminar aquel informe para su proyecto de la empresa. La bola de pelos blanca se movía con lentitud, estudiando los títulos que en los estantes había, esperando a que su anfitrión terminara su trabajo para comenzar con el propio.

Con un bufido de fastidio, terminó de guardar el archivo y cerró su laptop con un movimiento algo brusco, llamando la atención de su acompañante.

—¿Terminaste? –preguntó ingenuo, pero la gélida mirada que el otro le dio, le hizo entender que no. —Ehm... encontré en unos de mis libros algo que nos servirá para el informe. –habló con algo de nerviosismo, y no era para menos.

¿Cómo se le había ocurrido a ese profesor ponerle un trabajo en equipo con él?... Seguía siendo su pregunta, aunque comenzaba a pensar que era una especie de tortura o prueba, y la finalidad era salir ileso, o por lo menos con vida, de la compañía de Seto Kaiba. No es que el ojiazul tuviera reputación de abusivo o algo similar, lo que asustaba a más de uno era su actitud tan hosca y, sobre todo, esa mirada fría con que casi mataba, en especial cuando en verdad andaba de malas. Y él tendría que trabajar dos semanas completas con él si querían una buena nota para ambos en clases.

Kaiba no le dijo nada, simplemente se limitó a ver fijamente al peliblanco con 'algo' de paciencia, mientras este tomaba unos apuntes de su mochila y se los mostraba. Al entregárselos, Kaiba comenzó a revisarlos y darles una leída rápida, para luego dejar el manojo de hojas en el escritorio y mirar nuevamente a su compañero de trabajo.

—Si ya tienes todo el tema consultado, no ve la razón por la que hayas venido a quitarme mi tiempo. –era más que notorio, que Seto Kaiba, no estaba de buen humor ese día.

—Bu-bueno el profesor dijo que teníamos que hacerlo juntos, que ambos debíamos complementar las consultas del otro, por eso te lo traje.

—Y si el profesor te dice que te tires desde la torre de Tokio, lo haces. –dijo con claro desprecio. —Además, no tengo tiempo para esto. Se lo dije claramente a él. Tengo asuntos más importantes que atender que esto. –dice a la par que camina rumbo a la puerta del estudio, sin darle importancia a su 'invitado'.

—O-oye... –le llama, pero ya estaba solo en el estudio. —Esto será 'algo' difícil hacer. –toma con rapidez sus cosas para intentar alcanzar al CEO antes de que se le pierda de vista en aquella inmensa mansión.

Salió aprisa al amplio pasillo, volteando a ambos lados para ver por donde se había ido el castaño. Sólo pudo ver una silueta que daba vuelta en una esquina, por la que recordaba haber pasado cuando llegó, así que asumió que era él y que iba rumbo a la sala principal. Sin espera, corrió hasta ahí alcanzando a ver que Kaiba salía de aquel salón para ir rumbo a la puerta principal.

—¡Kaiba! –le gritó, pero este no le hizo caso. —¿Por qué a mi? –se quejaba volviendo a correr, y procurando no mover nada y que se fuera a romper, porque entonces Kaiba SÍ que tendría una razón para odiarlo, o matarlo.

Cuando por fin lo alcanzo, el joven castaño estaba frente a la puerta principal de la mansión, de brazos cruzados y con aquella gélida mirada que concordaba muy bien con el azul de sus ojos. Ryou tuvo que frenar de golpe, casi derrapando como un auto, cuando la mirada de Kaiba se hizo más dura, si es que era posible.

—¿No te enseñaron a no correr dentro de la casa? –le habló tajantemente, haciendo sentir a Ryou como un niño pequeño.

—Pues parece que a ti no te enseñaron a tratar bien a tus invitados. –grave error, y se dio cuenta de ello sólo hasta que Kaiba descruzaba sus brazos y caminaba a paso firme a él. —"¿Por qué no me mordí la lengua?" –lloriqueaba en su interior, viendo a Kaiba más cerca de él, y que no teniendo de otra, comenzó a retroceder manteniendo distancia prudente con el ojiazul.

—TU no eres mi invitado, llegaste de buenas a primeras interrumpiendo mi trabajo. –Ryou pensaba que en cualquier momento le arrojaría a patadas como un perro. —Y la próxima vez, si es que la hay, llama, ya veré yo si te atiendo o no. –concluyó dando un portazo, dejando a un desconcertado Ryou fuera.

El peliblanco no se había dado cuenta siquiera de que había atravesado las puertas de la entrada principal, estaba demasiado concentrado, o temeroso, de las acciones de Kaiba, que no se había fijado que la puerta estaba abierta desde un principio, porque de haberlo notado, hubiera corrido por su propia cuenta y no se hubiera esperado a ser casi asesinado por esos gélidos ojos.

—De todos los alumnos del salón... ¡de la escuela entera! ¡¿Por qué me tocó hacer equipo con Kaiba?! –gritaba con clara mezcla de desesperación y frustración, caminando el considerable trecho de jardín que aquella mansión poseía, maldiciendo entre dientes tanto a Kaiba como a su profesor.

Pasada cerca de una hora, Ryou aún continuaba malhumorado, y todo se lo debía a Kaiba, aunque comenzaba a darle la razón un poco, muy a su pesar.

—"Creo que tiene razón, debí llamar primero y preguntar... pero... ¿y cómo? ni siquiera tengo su teléfono. Si lograr que me dejaran entrar en su casa fue una odisea, ya me imagino como será el sacarle su número de móvil."

—¡Hey, Ryou, espera! –escuchó que le llamaban, reconociendo de inmediato la voz de aquel chico a su espalda.

—Hola Malik. –se detiene para esperar que el joven egipcio le alcance. —Pensé que estarías con Joey por lo del trabajo.

—Lo pospusimos. Joey tuvo que cubrir a un compañero en su trabajo. –dijo con una sonrisa, aunque la mirada reprobatoria que los ojos castaños le daban le hizo borrarla. —Oye, eso no fue mi culpa, fue una coincidencia.

—Ajá. –murmuró con sarcasmo continuando su camino.

—¿Y tu? –le preguntó siguiéndole de cerca. —¿Kaiba y tu ya lo terminaron?

—No me recuerdes a ese tipo. –la habitual dulzura que parecía mostrar el peliblanco ahora se veía suplida por una de indignación y rabia. —Primero, me las tuve que ingeniar para encontrar su dirección; segundo, tuve que decir una y otra vez a sus guardias que soy uno de sus compañeros y que tenemos un trabajo importante que hacer juntos; tercero, recorrí a pie su 'pequeño y modesto' jardín; cuarto, casi me pierdo en su 'modesta casita' al buscar su dichoso estudio; quinto, me aguanté sus miradas de "muérete" por casi dos horas en su estudio además de sus 'sutiles' comentarios; sexto, casi salgo con deuda cuando casi tumbo uno de sus valiosos y COSTOSOS jarrones al salir corriendo para alcanzarlo; séptimo, casi me mata en verdad por contestarle de la misma forma que él un comentario; octavo, casi me muero de infarto ante su mirada de "o te mueres o te mato"; noveno, me saca de su casa y me azota la puerta en la cara; y décimo... ¡recorrí otra vez su maldito jardín! –grita completamente furioso.

—Eh... no te fue muy bien que digamos... ¿verdad? –Malik tragó saliva al ver la mirada de Ryou, que en ese momento pensó que había aprendido del mismísimo Kaiba. —Ca-calma amigo, tenemos dos semanas para entregarlo, tienes tiempo de convencerlo de que te ayude... o en el mejor de los casos, para tu salud mental y física, que lo hagas tu solo. –reconfortó, de alguna forma, Malik.

Ryou por su parte sólo suspiró rendido y tratando de disipar el coraje que le había hecho pasar el CEO. Además, Malik no tenía la culpa y no era justo para su amigo que se desquitara con él.

—¿Por qué a mi? –lloriqueo viendo el cielo como esperando alguna respuesta.

—Vamos, vamos, anímate. –le sonrió mientras le daba palmaditas en la espalda. —Pudo ser peor. –Ryou ahora lo miró incrédulo.

—¿Existe alguien PEOR que Kaiba? –preguntó.

—Sí. –afirmó el moreno seguro de sí.

—¿Quién? –preguntó claramente curioso.

—Tea Gradner. –dijo simplemente, con semblante serio.

Ryou casi se cae de espaldas ante tal comentario.

—¿Tea?... pero si ella es la más simpática, dulce, alegre y amistosa de toda la clase, creo que hasta de la escuela completa. ¿Por qué sería peor persona que Kaiba? –dijo claramente desorientado y confuso ante las deducciones de Malik.

—Porque tanta 'miel sobre hojuelas' que ella despide, o te empalaga, o te haces diabético, cualquiera de las dos. –concluyó.

Ryou sólo le veía con una gota de desconcierto en su nuca ante tal explicación, pero luego terminó por reír de buena gana ante tal ocurrencia.

—Jajaja, bueno, creo que tienes razón, aunque preferiría algo así de dulce a algo tan amargo como él.

—Bueno, en ese caso, conozco una cafetería que tendrá algo más o menos de tu agrado. –invitó, comenzando a caminar y pasando sus brazo por sobre los hombros de peliblanco.

Notas Finales: Y bien? Qué tal? Les gustó? No les gustó? Les parece la pareja? Se ven muy OOC? En verdad me gustaría saber sus comentarios.

Ya tengo listo el episodio II, pero no lo subiré a menos que tenga mínimo 5 review (anónimos o afiliados)... y lo hago porque en verdad quiero saber qué les parece el fic, la pareja en sí y mi forma de redactar. Tal vez suene un poco... ególatra, pero quiero mejorar en cuanto a mi redacción.

De ante mano, e independientemente si dejan review o no, les agradezco el haberse pasado por aquí.

Nos veremos luego (en este, en mi otro fic o en un nuevo proyecto, que es lo más probable).