Capítulo 1: Reencuentro

Un día como cualquier otro, se encontraban Ichigo y Rukia como siempre peleando.

En eso tocan la puerta de la habitación, era Karín.

- Oye Ichi-nii, es para ti, es una tal Rangiku san - exclamó Karín actuando como si no la conociese.

- ¿Rangiku san? ¿Qué quiere ahora?- preguntó con fastidio el chico.

- Hola ¡Kurosaki kun!- gritó la chica por el teléfono dejando al pobre Ichigo con la oreja ardiéndole.

- Hola Rangiku san- contestó él con los ojos en blanco.

- Te llamaba para pedirte que vengas al negocio de Urahara porque necesitamos hablar contigo de un tema importante. El capitán Hitsugaya necesita comunicarles sobre unos incidentes-dijo ella cambiando la vos a una de misterio y seriedad haciendo que el chico se preocupara notablemente.

- Estaremos ahí Rukia y yo no te preocupes- dijo él también serio.

- ¡Espera! no solo ustedes dos, también tiene que venir alguien más con ustedes- advirtió ella.

- ¿alguien más…? ¿Quién…?- preguntó confundido el chico.

- Tu hermana… Karín san- contestó ella sin más rodeos.

- ¿¡QUE!?- gritó el chico totalmente asustado- ¿Qué tiene que ver Karín en todo esto?- preguntó exaltado. Al nombrarla Rukia se quedó petrificada y Karín abrió los ojos sin entender.

- Ella te lo explicará, lo único que les pido es que vengan a la tarde los tres- y sin más colgó sin darle tiempo al chico a replicar nuevamente.

- Karín… ¿tú qué tienes que ver en todo esto?, tú sabes lo que soy… pero… ¿cómo te conocen los demás shinigamis?- preguntó nervioso Ichigo.

- Yo la otra vez que tú te fuiste, luego de descubrir tu identidad… me encontré con dos shinigamis, Toushiro y Rangiku san- dijo ella asustada como si le estuviera confesando algo a su padre.

- Pero… ¿cómo pasó?- preguntó Rukia que estaba igual de sorprendida que Ichigo.

- En un partido de football, un día unos chicos nos retaron a un partido para poder usar una cancha y tú sabes como es mi equipo que no se tiene confianza… entonces…- pero al ver que Karín no llegaba al punto…

- ¡Vamos Karín…! al punto por favor…- gritó perdiendo los estribos el chico.

- Cálmate Ichigo- pidió Rukia apoyando su mano en su hombro.

- Perdón Karín… yo… no quería…- empezó él.

- No te preocupes; primero conocí a Toushiro, en la calle, había pateado tan fuerte mi pelota de football que la iban a arrollar los autos, entonces él antes de que fuera a parar a la calle me la devolvió con un pase genial, así me di cuenta que sabia jugar y al día siguiente se me ocurrió ir a pedirle ayuda con el partido que se nos había presentado, al principio él no quiso ayudarnos pero luego al verme lastimada en el partido él no dudó en ayudarme… digo… en ayudarnos…- contó ella que cada vez que pensaba más en el chico se iba poniendo más colorada, acto que no paso desapercibido a los ojos de la morena shinigami.

- ¿Entonces él te ayudó en un partido?- preguntó el chico totalmente confundido sin podérselo creer, y luego para sorpresa de las chicas el pelinaranja…

- Jajajajajajajajajajaja- se echó a reír a lo loco a más no poder.

- ¿De qué te ríes?- preguntó asustada Rukia ante el alboroto que estaba armando el pelinaranja de repente.

- Toushiro… jaja… te ayudó a jugar… jaja… football… jaja- se mofaba él de la actitud del pequeño capitán, (en otra parte se encontraba el capitán Hitsugaya descansando pero de repente sin pensarlo se le escapa decir una frase…

- ¡Capitán Hitsugaya para ti!-dijo él totalmente mosqueado sin saber por qué.

- ¿Le ocurre algo taichou?- preguntó Rangiku preocupada por el cabreo repentino de su capitán.

- ¿Eh? Ah, no nada- contestó él confundido sin saber por qué había dicho esa frase así de la nada.)

- Entonces ya los conoces- dijo Rukia hablándole a Karín.

-Así es- afirmó ella.

- Pero no se qué tendrás que ver en todo esto- acotó Ichigo ya calmado.

- Es verdad- apoyó Rukia.

- Pues tendremos que descubrirlo esta tarde- expresó Ichigo sin más rodeos esperando a que llegara la tarde para sacarse las dudas que tenía rondándole la cabeza.

Esa misma tarde lo tres fueron al negocio de Urahara y allí los estaba esperando Rangiku.

- Hola chicos- exclamó ella emocionada.

- Hola Rangiku san- saludó Rukia formalmente.

- Si eso- exclamó Ichigo sin darle importancia.

- Veo que vino Karín san- dijo Rangiku igualmente emocionada.

- Si, gracias por llamarme- agradeció ella con una leve reverencia.

- ¡Ay! que dulce, aprende de ella Kurosaki kun- le recriminó la sub capitana al shinigami sustituto.

- ¿Puedo pasar?- preguntó impaciente la niña.

-Si, claro- contestó la shinigami mayor sin entender por qué tanto apuro.

- Gracias- dijo entrando rápidamente al negocio. Allí buscó por cada cuarto y al encontrarlo no pudo evitar sonrojarse al verlo apoyado contra la pared con los ojos cerrados y con una cara apacible. Al escuchar ruidos el chico abrió los ojos tranquilamente y se sorprendió al ver a Karín parada en la puerta de la habitación con las manos a los costados hechas puño y sonrojada… ¿sonrojada?

- ¿Tú?- dijo él viendo a la chica ahí parada sin hacer movimiento alguno.

- ¡Toushiro!- gritó ella totalmente emocionada, saltando encima del joven, de volver a verlo después de tanto tiempo.

- Ku… kurosaki… ¿qué sucede?- exclamó sorprendido al verla encima suyo y con un pequeño sonrojo apareciendo en la cara del chico. En eso llega Rukia y los ve en esa posición y no puede evitar llevarse ambas manos a la boca.

- Te extrañé mucho, Toushiro, pensé que no te vería nuevamente- expresó su emoción la chica abrazándolo fuertemente.

- ¿Eh?... bueno yo… eh… creo que no respiro…- soltó él de repente al sentir el fuerte abrazo de la chica.

- Lo siento- dijo ella avergonzada por su acto.

- Si, no importa- contestó él lo más indiferente posible pero sin poder negar para si mismo que ese abrazo había hecho grandes estragos en su corazoncito que provocaron un sonrojo mayor en sus mejillas cosa que pasó desapercibida a los ojos de Karín pero no a los de la morena que se encontraba todavía escondida detrás de ellos presenciando la escena con una notable sorpresa reflejada en su rostro.

- Oye kurosaki, ¿ya te contaron por que te llamamos?- preguntó con el semblante serio el chico.

- No aún, pero por favor dime Karín ¿si?, me siento rara que me digan por mi apellido, solo los chicos del equipo me llaman así- dijo ella un tanto apenada.

- Eh… está bien ku… quiero decir… Karín san- dijo el capitán rascándose la mejilla nervioso.

- Bueno por algo se empieza ¿no?- contestó ella al escuchar que al final de su nombre le agregó el "san", pero igual se sentía un poco decepcionada.

- Hola Toushiro- se escuchó una voz desde la puerta proveniente del pelinaranja.

- ¡Para ti capitán Hitsugaya!- chilló el pequeño al escuchar al pelinaraja llamarlo tan informalmente, cosa que sorprendió a Karín ya que a ella le permitía llamarlo por su nombre, cambiando así su antigua cara de decepción a una de alegría.

- Bueno capitán ¿comenzamos con la reunión?- pidió la shinigami mayor a su capitán.

- Si, Matsumoto- dio permiso él.