Disclaimer – Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.
Summary – Gracias a él, Sasuke salió de la oscuridad que era su vida. Siempre supo que sería Naruto quien le daría una nueva luz a todo.
Advertencias – Yaoi, futuro lemon, NarutoxSasuke
Aclaraciones – Bueno, por si alguien no controla muy bien eso del inglés, la traducción del título (Death of colors) sería 'La muerte de los colores'.
AZUL
El mar estaba totalmente en calma, pero era una calma distinta a la de cuando llegaron. Entonces una niebla espesa cubría todo y un sentimiento de excitación y expectación flotaba en el ambiente. Pero ahora Haku y Zabuza están muertos y una quietud inhumana parece haberse adueñado del mundo.
Las maderas del muelle crujen y Sasuke oye a Sakura a sus espaldas.
-…Ya está todo listo, Sasuke-kun…Naruto y Kakashi-sensei ya están en el bote, te estamos esperando.
No necesita volverse para ver el rostro ruborizado de Sakura como cada vez que se dirige a él. Puede verla cogiéndose un mechón de pelo en un tic nervioso con tanta claridad, aún estando de espaldas, que por un momento se pregunta si no será algún tipo de efecto secundario del sharingan.
-Hn…
Silencioso, da media vuelta y empieza a recorrer el muelle hacia el otro extremo. Sakura le espera y, cuando llega a su altura, echa a andar a su lado con la cabeza inclinada hacia delante, demasiado vergonzosa como para encararle directamente, pero lanzándole miradas furtivas cada poco tiempo. No habla, y lo único que se escucha son los crujidos de los viejos tablones de madera bajo sus pies. Hay cosas que, pase lo que pase, no cambian.
Al principio, ese extraño sentimiento de confusión, como si absolutamente todo hubiera sido cambiado bruscamente de sitio, le había atrapado a ella también. Un desorden silencioso, como una pulsación sorda en la cabeza, como si de repente el mundo se hubiera parado. Habían tenido su primera batalla real, tan real que parecía de mentira, y había supuesto un claro límite entre el antes y el después, desequilibrándolo todo. De pronto habían sido plenamente conscientes de sus vidas y de que en cualquier momento podían acabar. Las suyas, las de otros.
Cuando Sasuke despertó tras el ataque de Haku lo primero que vio fue el doloroso llanto de Sakura. Ella nunca antes había vivido el dolor de perder a alguien, de ver morir ante ti a quien te importa, pero lo cierto es que no había tardado mucho tiempo en recuperarse y en aceptar esa nueva realidad. En cambio él, que ya lo había perdido todo, seguía tan paralizado como si nunca hubiese vivido esa noche de pesadilla. Era, quizá, porque no esperaba que pudiera volver a repetirse nunca. Pero Sakura no. Su mundo perdió el sentido en el momento en que vio el cuerpo de inmóvil de Sasuke en el suelo, pero lo volvió a recuperar en cuanto él abrió los ojos. No, Sakura ya lo había superado, y si ahora permanecía igual de callada que entonces sólo se debía al propio (y para ella) incomprensible mutismo de Sasuke y Naruto.
En seguida alcanzaron la otra punta del muelle. Como había dicho la kunoichi, Kakashi, Naruto y el hombre encargado de dirigir el bote les estaban esperando. Ya se habían despedido de Inari, Tazuna y su hija, y sólo les quedaba volver a Konoha.
-¿Todo en orden? –preguntó Kakashi. Él había permanecido indiferente a todo lo ocurrido, aunque lo más probable era que dada su experiencia esa misión no hubiera supuesto nada nuevo para él. El propio Sasuke no podía comprender por qué no podía salir él de esa apatía-. Bien –dijo ante el mudo asentimiento de sus tres alumnos.
Naruto se encontraba ya dentro de la barca, de pie en medio de la misma, y se hizo a un lado al tiempo que Sakura salvaba con cuidado la distancia existente entre ésta y el muelle y se sentaba en un extremo, cerca del hombre que les llevaría de vuelta.
Alargó una mano hacia Sasuke, y mientras éste le pasaba su mochila (lo único que quedaba por cargar en el bote), sintió, como si le quemara, la mirada de Naruto en él, clavándose fijamente en las vendas de su cuello y subiendo, con mortal lentitud, hasta su rostro. Aun a pesar de estar devolviéndole la mirada Naruto no apartó inmediatamente la vista, y cuando finalmente lo hizo fue de manera lenta, desviándola hacia un lado, con una expresión que Sasuke no supo descifrar. Había sido cuestión de segundos pero fue como si todo se desarrollara con una lentitud arrolladora.
Se metió en la barca de un salto controlando el impulso para no desestabilizarla y después se situó en el extremo opuesto a Sakura, al lado de los macutos.
-Muy bien –repitió Kakashi embarcando tras él. Naruto se vio obligado a desplazarse hasta acabar sentado al lado del Uchiha mientras el jounnin quitaba la amarra y se posicionaba en medio del bote dándoles la espalda-. Nos vamos.
En un instante la barca se separó del muelle con un pequeño impulso y empezó a deslizarse con tranquilidad por el agua, rompiendo suavemente la diáfana superficie y creando minúsculas olas a ambos lados de la embarcación que morían pocos metros más allá. Sasuke contemplaba silencioso el manto de agua tan antinaturalmente tranquilo que no parecía mar, sino el pequeño lago donde aún ahora a veces iba a ver atardecer.
Sakura se había dormido hacía rato, todavía cansada por los últimos días y harta del monótono paisaje y el silencio del resto de su equipo. Kakashi leía su inseparable Icha-Icha y, a su lado, también apoyado sobre las mochilas, Naruto permanecía callado. Sasuke se giró hacia él. El rubio contemplaba el paisaje con rostro serio y ausente, pero al sentir el movimiento del Uchiha torció la mirada hasta encontrar otra vez la suya.
Esta vez fue Sasuke quien apartó la vista con simulada indiferencia. Notaba el cuerpo del rubio al lado del suyo y sus ojos anclados otra vez en él. No podía verle, pero sabía que le miraba. Lo notaba en la nuca. Los minutos pasaban y lo único que se oía era el ruido del pasar de las hojas del libro de Kakashi y el leve sonido del remo al entrar y salir del agua. Todo bajo una calma mortal.
-¿Vas a dejar de mirar lo que sea que estés mirando de una maldita vez?-habló sin volverse. Su garganta todavía estaba dañada por las agujas de Haku y la voz le salía ronca y baja. No se había parado a pensarlo, pero era la primera vez que hablaba con el rubio desde la pelea contra Zabuza. De pronto, de forma brusca pero con un movimiento elegante, volvió a girarse hacia Naruto sin que éste lo viera venir y sin darle tiempo a apartar la vista.
El rubio le miraba sin mostrar ninguna emoción. Las manos, el cuello, los ojos, los labios. Sasuke entrecerró la mirada y echó inconscientemente los hombros hacia adelante adoptando una posición amenazante y al mismo tiempo de protección, como escudándose de esa mirada.
-Para –susurró entre dientes. Los ojos de Naruto volvieron a los suyos y, desconcertado, Sasuke pudo ver el vacío y, al fondo de su pupila, la confusión que él mismo sentía desde hacía días y de la que sólo Sakura había podido salir. Llevó una mano a su garganta y rodeó su cuello. Aunque apenas había hablado le escocía. No se dio cuenta de en qué momento había comenzado a moverse, pero de pronto la mano de Naruto también estaba ahí, pasando la punta de los dedos sobre las vendas con tanta suavidad que apenas sentía su toque. De repente Sasuke dejó de notar su corazón mientras una fuerte presión palpitaba en su cabeza.
-Sasuke…yo… -Naruto tragó saliva con fuerza, sin separar la mano de su cuello.
-Cállate –siseó él en voz baja al tiempo que la apartaba de un manotazo-. No quiero oír tus estúpidas disculpas.
Pudo ver cómo algo empezaba a retorcerse, a bullir, en lo más profundo de sus ojos, despertando. Para cuando se quiso dar cuenta ese algo ya había alcanzado la superficie y Naruto le encaraba con furia, elevando poco a poco la voz con un gruñido rabioso.
-No te he pedido nada, ¡yo no te he pedido nada!
El ojo descubierto de Kakashi viró ligeramente hacia ellos antes de volver a centrarse en su libro, como si no escuchara nada. Sakura aún dormía y el hombre de la barca les dio rápidamente la espalda y continuó con su tarea como si no se hubiera percatado de la situación, pero ellos no lo advirtieron.
Sasuke permanecía en silencio notando la creciente tensión entre ellos, completamente seguro de que la podía palpar. Algo se retorcía dentro de Naruto, alterándole, haciéndole apretar la mandíbula con fuerza. Sus ojos perdían el aire ausente, confuso, y cada vez brillaban con más ira.
-No voy a callarme, no pienso callarme.
-Y yo no pienso escuchar tus maldit…
-Me da igual lo que tú quieras, ¿me oyes? –le cortó con una mueca que dejaba a la vista los blancos dientes-. De hecho ahora mismo no podría importarme menos –susurró con la mandíbula apretada-. Vas a escuchar lo que te tenga que decir quieras o no.
-Creo que no entiendes lo que te estoy diciendo –dijo él arrastrando las palabras y con esa voz ronca que no le pertenecía.
Si antes el ambiente estaba tenso, Sasuke no encontraba palabras para clasificar el actual. Todo a su alrededor había desaparecido y sólo existían ellos dos, como si la realidad se hubiera detenido completamente al fin y ambos estuvieran estancados en el tiempo. Un rumor sordo empezó a girar en torno a él y no sólo como una pulsación silenciosa dentro de su cabeza, que hacía crecer sus emociones como si las alimentara.
-Ya lo creo que lo entiendo –contestó Naruto con furia-. No quieres oírlo, igual que no querías ponerte en medio, ¿verdad?
-Cállate –escupió tratando de detener esa vertiginosa mezcla de sensaciones que le envolvía y que no acababa de tomar forma. Ganas de gritar, de golpearle, confusión… todo mezclado en una vorágine que no podía definir pero que hacía que quisiera detener al rubio para que dejara de hablar y de avivar esa mezcla violenta e indefinida de sentimientos.
-No, no voy a callarme. Nunca te he pedido ayuda, jamás, en ningún momento. ¡¿Por qué tenías que meterte en medio?! ¡No lo necesitaba! ¡No necesito tus malditos actos heroicos, joder!
Sasuke levantó ligeramente el labio superior en una mueca de desprecio y dolor al tiempo que entrecerraba los ojos. Algo parecía golpear dentro de su cabeza, como si luchara por salir, pero él seguía sin poder distinguir nada dentro del caos que le embargaba. Naruto alargó la mano hacia él y le agarró por la pechera de la camiseta, retorciendo la tela en su puño y dándole una sacudida violenta que lo empujó hacia delante, hacia él, obligándole a encararle.
-¡¿Es que no lo entiendes?! ¡Podías haber muerto! –gritó contra su cara.
De pronto todo estuvo tan claro que el impacto de la revelación hizo que se quedara sin fuerzas, como tras un largo día de extenuante entrenamiento.
-…O si no morías tú –susurró sin ninguna emoción en el rostro y sin apartar la mirada de los ojos del rubio-. Si no morías tú…-repitió.
La mano de Naruto deshizo lentamente el agarre y se deslizó sin fuerza por su pecho en una inconsciente caricia hasta quedar colgando a un costado de su cuerpo, aún sin romper el contacto visual. Se observaron fijamente durante unos segundos y después Sasuke cerró despacio los ojos al tiempo que poco a poco se dejaba caer hacia adelante hasta apoyar su frente en el hombro del rubio. De repente volvía a sentir latir su corazón con tanta fuerza que, incluso, oía sus desacompasadas palpitaciones.
Una breve sacudida sufrida por la barca hizo que Kakashi soltara una maldición entre dientes mientras recogía hábilmente el libro antes de que cayera al suelo. Las olas balanceaban al bote, los chillidos de algunas gaviotas cruzaban el aire y el rumor del mar se escuchaba con fuerza, como si el mundo se hubiera puesto en marcha de nuevo y hubiera vuelto a su frenético ritmo. Sasuke sonrió imperceptiblemente aún con los ojos cerrados, la frente recostada en el rubio y el rostro vuelto hacia abajo ocultando su expresión.
Naruto empezó a echarse hacia atrás despacio, para no importunar al moreno, hasta acomodar su espalda en la mochila de Kakashi. El moreno giró el rostro hasta apoyar la mejilla en el hombro y la frente en su cuello y el rubio pegó levemente su costado al cuerpo contrario sosteniéndose también en él.
Y fue entonces cuando Sasuke, contemplando el azul del mar y envuelto en el olor de Naruto, lo supo.
ENVIDIA'S NOTES – Bueno, es el primer capítulo y no creo que vaya a tener muchos, unos seis como máximo. Van a ser lineales en el tiempo, aunque entre ellos habrá periodos más o menos largos, un poco de todo, vamos. Casi se podría decir que son one-shots independientes, pero bueno, creo por ahora hacer otro tipo de fic escapa a mis capacidades, xD.
Empiezo con este como si fuera una introducción de en qué momento comienza a cambiar la relación entre ellos, cuándo Sasuke descubre todo lo que Naruto significa para él.
Muchas gracias por leer, para cualquier cosa (opinión, dudas, faltas, lo que sea) dejad un review :)
