Disclaimer: Resident Evil no me pertenece.
Esta historia es semi UA, sucede en 1998, y la van a odiar posiblemente.
Esto va a tener incesto señores, y Chris es un personaje enfermo. Si son sensibles a este tipo de historias, por favor, no la lean y cierren. Este fic fue todo un reto por el hecho de tener que sacarme esa imagen de un fic en inglés que Addie nos enseñó.
Gracias Addie, tuve que venir a escribir o no iba a superar ese trago tan raro. Yo había dicho anteriormente que no era capaz de leer este tipo de historias. Me equivoqué.
Soy una enferma del mal.
Tengo nuevos límites.
Bueno, basta de tanto bla bla, agradezco a Zhines, Addie, a Frozenheart, a mi querida Lena, a Lars y a Beat. Principalmente a mi beta Vic Sage.
Bola de enfermos, sin ustedes no hubiera salido esto jajaja.
Sleepy Beauty
Por GeishaPax
Caminaba por las comisaría de Raccoon City. Hace unas semanas Chris Redfield había logrado cogerse a su hermana, Claire en una sesión de masaje.
Chris tenía veinticinco años, era un policía bueno, tal vez no el mejor en su trabajo. Pero a veces era problemático, engreído y llevaba varias semanas ausente, su mente pensaba en otras cosas. Su hermana es el objeto de deseo, la protagonista de las numerosas fantasías (de él y de casi todo el RPD) y su debilidad desde hace ya muchos años.
Claire era la clase de chica por la que todos los amigos y conocidos de los Redfield babeaban, cosa que molestaba en sobremanera al ex piloto. Le gustaba la cerveza, tocaba la guitarra, fan del rock oldies y una chica con una personalidad encantadora.
Varios compañeros de trabajo como Joseph Frost, Richard Aiken y el cobarde Brad Vickers se acercaban al joven para pedirle ayuda, para conquistarla.
Lo que nadie imaginaba es que Chris no dejaba de pensar en ella, tal vez desde un episodio fortuito en el que la vio desnuda saliendo de la ducha por primera vez cuando tenían 22 y 16 años respectivamente.
Chris era consciente desde que la vio a esa edad, tenía el deseo de poseerla aunque sea una vez en la vida. Su hermosa hermana hecha en el cielo era una Diosa ante sus ojos, mide 1.69, no era especialmente de senos exuberantes, pero si lo suficientemente atractivos para los hombres que la miraran, pero lo que si era de admirar era su trasero y sus piernas, torneadas, definidas. Su abdomen era plano y marcado, y se veía el esfuerzo que ponía en mantenerlo así en el gimnasio de la escuela y en las diferentes actividades deportivas que realizaba en la universidad. Incluso su cara de chica inocente, a sus diecinueve años hace volver loco a cualquiera que la vea sonreír.
Chris tenía muchas ideas locas muy guardadas en su cabeza, nunca intentó poner en práctica ninguna por miedo al fracaso, al rechazo de su hermana y sobre todo a la falta de tiempo.
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La oportunidad surgió hace dos meses, estaba ayudando a Rebecca en las clases de primeros auxilios cuando encontró en el botiquín de la comisaría unas pastillas para dormir, que eran las que usaba Brad para sus problemas para dormir.
Esa era la señal indicada para poder cumplir sus deseos, pero necesitaba un momento preciso para ello. Cosa que no se daba y él no quería forzarlo, para que su adorada hermana no sospechara nada
No era tan sencillo, Claire vivía en un departamento de estudiantes cerca de su universidad, Chris en Raccoon City, y cuando se veían era en el verano o en fiestas navideñas.
No se llevan mal, para verse poco, eran unidos y estaban siempre uno al pendiente del otro. Pero no era tan fácil caer en casa de ella con cualquier excusa.
Pero como se dijo al inicio, la oportunidad llegó sola.
Claire llamó a su casa un domingo para saber si podía ir a revisarla y darle un buen masaje con fomentos, estaba contracturada por exceso de entrenamiento de voleibol.
Chris era un policía y piloto, pero tenía experiencia en ese tipo de lesiones por la Academia y las actualizaciones que daba Rebecca en la comisaría. Accedió normalmente a la petición de su hermana pero era claro que iba con otra intención.
Antes de salir, Chris tomó de su desordenado escritorio la única pastilla que había sacado del frasco de Brad. Subió a su motocicleta y se dirigió hacia el departamento que comparte con otras dos chicas.
Llegó, se saludaron normalmente. Charlaron de cómo iban las cosas en sus respectivas vidas. Claire se quedó en ropa interior de la parte inferior, con total confianza de su único hermano y se fue a recostar a su cama para empezar la sesión.
Claire empezaba a relajarse a medida que pasaba el tiempo. Y aunque estaba muy adolorida, aguantó pese a algunos gritos ocasionales que hicieron poner a tope al mayor de los Redfield.
-No me puedo mover .- Dijo Claire aún agitada y adolorida - ¿Podrías traerme agua?
-Te traeré un poco.
Fue a la cocina, aprovechó para moler bien las pastillas como pudo en la barra del desayunador y las disolvió en el vaso. Se veían algunas partículas blancas, pero confiaba en que el cansancio de la motociclista era más fuerte y con la ausencia de luz por las persianas de su habitación, no se daría cuenta.
Para su asombro, se tomó el agua de golpe. Chris un tanto nervioso le preguntaba de vez en vez como se sentía, si se le iba el dolor, intentando actuar de lo más normal en lo que surtía efecto.
Claire después de unos minutos no respondió más. Estaba profundamente dormida.
Chris no pudo evitar reír presa de su euforia y excitación, que estaban ya a niveles muy altos.
Sabía que estaba a punto, los pantalones le apretaban de una forma dolorosa. Estaba totalmente agitado.
Se acercó con suavidad a la pequeña pelirroja que dormía tranquilamente en la cama. La movió un poco, le dio unas cuantas palmadas suaves en el rostro. Nada. Era el momento.
La acomodó en su cama, boca arriba y suavemente le abrió las piernas para poder tener acceso a ella.
Se acercó a su rostro, tuvo un choque un poco torpe de labios con ella y después los besó suavemente, a la par que una especie de oleada de corriente eléctrica lo invadía
Acercó sus manos a sus pechos, los rodeó completamente por encima de la playera que tenía puesta, no tenía sostén, así que le subió la prenda hasta descubrir sus senos y le apretó un poco los pezones, los lamió y los succionó hasta cansarse.
No podía más con la excitación y la adrenalina, se despojó de los pantalones hasta quedar libre.
Se acomodó en la cama para poder lubricar a su hermana con comodidad, mientras con una mano libre le bajaba lentamente la ropa interior.
Empezó a estimularla para no lastimarla, metió un dedo para corroborar que estaba lista para satisfacer sus necesidades.
Se abrió paso suavemente, una parte para disfrutar el momento y la otra para no acabar de la excitación tremenda que sentía.
En un solo movimiento, lento y continuo, llegó hasta lo más profundo que pudo de su hermana. A pesar de no ser virgen, estaba apretada y parecía succionarlo más y más. Hasta que en una de tantas de ese danzar del saca y mete, sintió que llegaba al tope.
Casi acababa al darse cuenta de estar tan dentro de ella, pero se controló y siguió moviéndose.
No pasaron muchos minutos cuando Claire comenzó a dar indicios de estarse despertando. Chris se paralizó unos segundos presa del miedo, su hermana se movió un poco y gimió pero aún no estaba despierta. Ese era un nuevo dilema que no supo cómo resolver. ¿La dosis fue muy baja?, ¿tendría que haberse llevado más pastillas?, ¿en qué momento pensó que aquello era una buena idea si era una completa locura?
Había dos opciones en ese momento:
O dejaba de cogerse a su hermana, la vestía y hacía como que no pasaba nada, o seguía con su acto con el riesgo de ser atrapado.
La indecisión de Chris lo mantenía como un autómata con el mete y saca. Hasta que después de un tiempo, tiempo en el que el hombre perdió noción, Claire despertó algo confusa y agitada, mirando hacia todos lados, perdida.
Chris sin poder contenerse, sabía que no había vuelta atrás y empezó a aumentar el ritmo con la firme idea de terminar lo que había comenzado, afrontar las consecuencias.
Claire intentó gritar cuando entendió lo que estaba pasando. Intentó empujarlo, pero el policía por inercia con una mano le tapó la boca y con la otra le corrió las dos manos.
-Shhh tranquila, ya casi acabo... No puedes negar que te gusta... Perdóname pero no podía aguantar más.
Su hermana siguió forcejando un rato, mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, pero luego de unos pocos minutos y sin poder oponerse a la excitación de ser penetrada, dejó de hacerlo y empezó a gemir fuertemente, aún con la boca tapada. La excitación que ya era incontrolable llevó a Chris a penetrarla salvajemente y, en la posición en la que estaba, y no pudiendo quitarle la mano de la boca para que no gritara, le avisó que acababa y un segundo después descargó todo su contenido dentro de ella.
Ella, gimiendo y volviendo a llorar por toda la situación, le clavó las uñas en los brazos, le pegó varias veces en el pecho y le mordió para poder liberar su boca y gritarle:
-¡Eres un hijo de puta! ¡Soy tu hermana! Te odio, sal de mí.
Chris empezaba a sentir la culpa pero ya estaba todo hecho, no había vuelta atrás. Agarró sus cosas, se vistió velozmente, así que sin hablar salió de su departamento y se fue.
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Chris estuvo todo ese tiempo paranoico, de mal humor, pensando que en cualquier momento iba a ser arrestado. Pero no pasaba nada y las semanas estaban pasando.
Todo cambió en ese momento que estaba por entrar a su oficina de los S.T.A.R.S. cuando sonó su celular y era una llamada de ella.
La frase en respuesta del otro lado fue muy breve:
-Tenemos que hablar, ven ya para mi casa- y cortó.
Salió hacia su departamento hecho un manojo de nervios, el corazón se le salía, se sentía mareado y sin fuerzas.
Llegó y tocó el timbre. Ella abrió y sin invitarle a entrar se fue directo al sillón. Chris la siguió y cerró la puerta. Se quedó de pie junto a ella en la sala, le hizo seña de que se sentara mientras en su intento de evitarlo, le aventó un objeto.
Chris lo agarró y lo miró. Al inicio no entendió pero después le cayó el balde de agua. No supo que decir, su primer impulso fue mirarla.
Ella ya no lo evitaba, sólo lloraba, y con esos ojos azules que parecían pedir que le dijeran algo tomó fuerza para hablar.
-Estoy embarazada, ¿qué se supone que haga ahora?
Fin
