Chiquita Pair Week
Día 3: Loging
Dısçlaıмєя Applıєd
"Hay que dejar en paz las cosas del pasado."
-Sin hogar ni luna. Fred Vargas.
Debido a lo cortos que son los minutos en donde pueden permanecer juntos sin interrupciones, Chitose siente el tiempo en cuenta regresiva cada que se cruza a Kippei tras el incidente. Y que haciendo caso omiso de éste, lo llama así porque accidente suena más grave, no tan formal, y es una palabra que no usa como medida para que dejen de propagarse rumores sinuosos sobre ellos, aunque sabe que es tarde para ello e imposible también puesto que la evidencia más sólida del asunto es él.
No importa si Chitose no quiere tener que referirse al tema, ni si está sinceramente harto de que todos en la escuela se lo hagan sentir más de lo que el ardor y la comezón lo hacen sobre su párpado. Ni que le gusten las flores en el campo y no en ramos, o que le vaya a dar todos los pockys a Miyuki porque él prefiere una comida completa o algo salado, o si aprecia más las tarjetas hechas a mano que las compradas, o lo mucho que las bolsitas de colores tan brillantes le cansan el único ojo que le anda.
Lo que sí importa son las preguntas constantes de si necesita ayuda, ya sea de maestros, de algunos nuevos amigos que no tenía hasta ese día, o de esas muchas chicas obsequia obentos claramente afectadas por el Síndrome de Florence Nightingale*.
Le explica esto a Kippei cuando tiene otra oportunidad de verlo luego de clases, después huir de una pequeña pero potente turba de declaradas fans que pedían acompañarlo a casa para ayudarlo a cargar los numerosos regalos.
A pesar de que se ríe de su pequeña broma, es una de las pocas ocasiones donde Kippei no se permite sonreír a su lado y Chitose conoce la razón, la causa y circunstancia que provocó eso.
Durante toda la mañana, a cada pie que Kippei avanzaba, sus compañeros chicos y chicas se alejaron dos más. O desviaron sus caminos o le enseñaron sus espaldas, dejándole una vía demasiado ancha para él solo.
No le pregunta, ni lo busca mucho en su mente porque está claro el motivo. Que la gente está tomándose la libertad de juzgarlo, como si las víctimas hubiesen sido ellos mismos, porque poseen más rencor en el cuerpo que él quien salió afectado.
De repente le frustra y le irrita Kippei. No él sino su actitud. No su actitud sino su forma de actuar, de cómo actúa, de cómo no está actuando y de cómo se supone que debería actuar. De su falta de valor que se nota tan contraria a lo que debe ser. Le irrita Kippei por apretar los labios y los puños, además de sus ojos que brillan tanto pero no de espíritu de lucha, ni de arrepentimiento ya, sino solo de culpa.
Y no lo quiere golpear a pesar de que se lo ruegue, porque de todos modos, si le devuelva un golpe en la misma zona, ¿no se repetirá el mismo drama? No se puede reparar el daño dañando a pesar de lo que opine Kippei, mientras oculta la cara entre cabellos mechones dorados que hacen sombra a señales, de un reprimido llanto, por rabia de no poder deshacer el tiempo o regresar tan solo un par de días atrás.
*Síndrome de Florence Nightingale: En donde las enfermeras se enamoran de sus pacientes.
Raro. Raro. Raro. Raro. Siento que me salí del tema, pero espero que se haya sentido algo de lo que se debía transmitir (?)
En otras noticias, el título es fail, o eso pienso yo, no se me ocurrió otro y ¡Carajo, ayer me quedé dormida en lugar de escribir! Ahora voy atrasada, me siento mal (:S)
