Ya sabemos que nada de esto es mio todo es propiedad de Naoko Takeuchi, lo único que es mio son mis locas y algo cursis ideas!
Ella ...es como el mar.
Todos solían preguntarle que era lo que mas le gustaba de Michiru, ella solo se limitaba a sonreir de lado y responder "ella es como el mar" dejando a todos con la vaga idea de que solo hacia referencia al elemento que dominaba la peliazul...eso le gustaba a Haruka, reservar sus razones solo para ella, después de todo a veces la verdad mas profunda se haya oculta detrás de las mas sencillas palabras.
Si, Michiru era como el mar...como un mar en calma, le daba la paz que su agitado espíritu necesitaba, la rubia era seria en ocasiones pero su verdadero ser era hiperactivo, buscaba misiones imposibles y hasta cierto punto sentía cierto deleite en su propia vanidad por los logros que tenia, sin embargo los ojos de su Sirena le hacian recordar cuan diminuta y frágil era, cosa que lejos de disgustarle le hacia sentir segura, alguien veía realmente como era, alguien lograba llevarle mas paz y seguridad de la que Haruka podría aparentar, a veces ser fuerte era demasiado cansado, y Michiru era el mar en el que podía refugiarse y compartir su ser completamente.
Sin duda Michiru era como el mar...un mar en plena tormeta, la fuerza abasallante la ira en sus ojos aqua y el ceño fruncido...Kaioh era delicada, hermosa y frágil como la mas suave rosa, sin embargo habia un fuego en ella que ardia en el fondo de sus ojos, en las batallas, ella era quien le daba fuerzas para seguir, quien no le dejaba caer, quien le recordaba por quien y porqué luchaba, también habia visto la ira dirigida a su persona, Haruka era imprudente, instintiva y poco medida en sus acciones y a veces Michiru le recordaba todo eso con una sola mirada.
Era el rayo que parte el cielo y cimbraba sus cimientos a tal punto de necesitar comprenderla, de buscar la forma de sortear ese mar embravecido para llegar a develar los misterios que se ocultaban en esa locura de fuerza, pasión y espíritu.
Pero aún más Michiru era como el mar, un mar bailando al compás de una suave brisa, de la suave ventisca que era su risa, o su delicada mano moviéndose como al compás de su alma mientras el pincel reflejaba el talento divino que poseía su amada, Michiru era una artista en toda la palabra, prueba de ello eran las lagrimas que a veces llenaban sus ojos cuando escuchaba su música, lograba conmoverla, llevarla al cielo y enamorarla de nuevo una y mil veces, el arte de Neptune era sublime perfecto y completamente seductor.
Michiru era como el mar...místico, glorioso, enorme e inexplorado, le atraía perdidamente quería navegar en sus aguas y ser el viento que le agitara el corazón hasta que su océano vibrara con las olas.
"¿A mi si me dirás porque te gusto?" escucho que le llamaban, se había perdido mirando el horizonte en la terraza de su departamento
"¿He?...¿de que hablas Michiru?" pregunto la rubia algo descolocada al ser traída a la realidad por la voz de soprano de su Sirena
"No lo niegues, todas te lo estuvieron preguntando hoy...¿Porque te gusto? Y mas vale que seas honesta Tenou" adoraba esa cara seria casi pucherosa que ponía Kaioh cuando quería conseguir algo, quizás algo de la niña mimada de sus primeros años aun vivía en ella.
"Por que eres el mar" respondió simplemente sonriendo y tomando de la cintura a la peliazul sin dejar de mirarla profundamente, buscando transmitirle un poco de todo lo que en verdad significaba aquello, recibiendo por respuesta una sonrisa cálida...A veces las palabras estaba de más cuando las almas podían comprenderse de esa forma.
Despúes de todo el mar no necesita palabras para maravillarte y...Michiru era el mar...