Disclaimer: Kyoh kara maoh! No me pertenece al igual que ninguno de sus personajes. Esta historia es de fans para fans sin fines de lucro.
Advertencia: Yuuri x OOC, Yuuri x Wolfram
SOLSTICIO DE INVIERNO
"En la noche más fría del año ella volvería a salir.
Envuelta en el frio y la nieve nadie la vería venir…"
CAPITULO 1
La habían conocido en una de las cuantiosas travesías del joven Maoh. Giselle Kaufmann era hija de un rico comerciante en el borde norte de Shin Makoku, educada lo suficiente para saber comportarse pero sin las presiones que una dama de rango alto tendría. Ella era una mujer libre, inteligente, hermosa como la mayoría en el reino y que tenía un aire tranquilo y apacible, diferente al de muchas mujeres que Yuuri había conocido y que en su mayoría le asustaban.
Tal vez fue eso lo que atrajo a Yuuri a ella y que una amistad floreciera, forjándose entre visitas, conversaciones y simplemente sentirse bien estando uno con el otro.
Muy pronto, la alegría de Yuuri se empezó a notar en el castillo, era su primera amiga mujer y como todo hombre con sus primeras amigas se había sentido bastante orgulloso de haberlo logrado.
Ese fue el principio y Wolfram por más terco, celoso e insensato que fuera podía distinguir perfectamente entre una molestia y una verdadera amenaza (1). El rubio no tenía 85 años por nada y tenía la suficiente experiencia (el mismo) para saber que mientras más se le niegue a alguien algo, mas encaprichado se pondrá este con ello.
Es así que comenzó a ignorar los encuentros de Yuuri con Giselle y, decidido a pasar más tiempo al lado de Yuuri (si es que era posible), empezó a organizar mas salidas con el joven Rey y Greta, la hija de ambos, en un vano intento por demostrarle a su prometido que lo que tenían era algo mucho más profundo e importante que lo que Yuuri compartía con aquella mujer.
Incluso lo había seguido en algunas de sus visitas a la Tierra, tratando de mostrarle lo bien que se llevaba con sus padres y lo felices que ellos serian si su prometido y el permanecían juntos (que podía ser cierto en parte porque los padres de Yuuri le desean lo mejor a su menor hijo y si Wolfram era la felicidad de este, ellos aceptarían contentos). Y el trabajo más arduo de todos, llevarse bien con el mayor de Yuuri que aunque en su anteriores visitas habían llegado a algo parecido a una tregua, aun se podía sentir un ambiente incomodo cuando estaban juntos (2).
No conto con que Yuuri también tuviera ideas por su lado y que juntara a Giselle con Greta encontrado por fin la perfecta oportunidad de quitar algo de la "mala" influencia que Anissina y la ex-reina Celi ejercían sobre la niña. Greta se encariño con la joven mazoku y muchas veces se las podía ver juntas, jugando, en alguno de los jardines del castillo.
Tampoco conto con que su propia madre viera la pequeña llama encendida entre Yuuri y la joven y decidiera avivarla para convertirla en uno de sus cuentos de amor desenfrenado. En muchas de las fiestas organizadas en el castillo, la rubia mujer nunca olvidaba invitarle y, hasta a veces, le enviaba algunos de los más bonitos vestidos para que hiciera una aparición despampanante y que no pasara desapercibida a los ojos del joven rey. Algo que casi nunca pasaba ya que el joven de cabellos oscuros, sin notarlo, había quedado prendado de ella.
Yuuri la amaba.
Wolfram se daba cuenta y algo muy dentro de él se desgarraba un poquito más cada vez que los veía juntos.
Es un día de mala suerte, pensó Wolfram, luego de haber perdido uno de sus broches favoritos y que su chaqueta fuera rasgada en el entrenamiento diario con su escuadrón, algo que era irreparable ya que Wolfram von Bielefeld nunca sería visto con ninguna ropa parchada.
Regreso muy tarde en la noche a su habitación (el cuarto de Yuuri) y mientras abría la puerta y entraba se dio cuenta que la luz de las velas aun estaba encendida. Yuuri estaba despierto y Wolfram sintió que la mala racha de ese día aun no estaba por terminar.
- Wolfram, ¿ya llegaste? – pregunto Yuuri en voz baja.
No, estoy afuera. Encima de enclenque, tenía que enamorarme de un tarado. Un suspiro salió de los labios del rubio, antes de cerrar la puerta y mirar al joven que estaba sentado en la cama.
- Si ¿Qué haces despierto a estas horas? No creas que mañana mi hermano te va a perdonar por dormirte y llegar tarde a su oficina - Escucho como el menor dejaba escapar una risita fingida.
Tenias que ser ciego para no notar que Yuuri estaba nervioso. El joven movía y entrelazaba sus manos rápidamente, apretándolas para luego soltarlas otra vez, su vista se movía de las sabanas hacia los pies de Wolfram sin mirarle a los ojos en ningún momento, abriendo y cerrando la boca como si quisiera decirle algo y no pudiera. ¿Qué podía ser tan serio e importante que Yuuri no podía decir palabra coherente? ¿Acaso había conseguido matar a Gwendal después de causarle suficiente estrés y frustración? ¿Había decidido Anissina irse del castillo y dejar de atormentarlos?¿Que mas podría haber sucedido para…
Oh…
- Voy a tomar un baño – dijo el rubio, moviéndose hacia el ropero, sacando un conocido camisón rosa para luego salir rápidamente de la habitación del Maoh.
- ¡¡¡Eh!!! Espera… ¡¡¡Wolfram!!!- escucho gritar a Yuuri antes de cerrar la habitación con un portazo.
Wolfram sintió algo de alivio cuando las aguas calientes tocaron su piel. Se sumergió completamente en ella y se quedo por unos minutos con la cabeza dentro del agua hasta que no pudo contener más la respiración.
Todo está bien. Estoy bien. Se reconfortaba una y otra vez. Sabía lo que venía…
Abrazo sus rodillas y mordió su labio inferior, intentando contener las ganas de….
¡No! ¡No, tengo que calmarme! Sabía que Yuuri se daría cuenta en algún momento…No soy un cobarde…tomare esto como un hombre.
Pasaron varios minutos antes de que Wolfram pudiera calmarse, vestirse e ir de nuevo con Yuuri. Agarro el pomo de la puerta para abrirla, nunca lo había sentido tan frio como en ese momento, y encontró al joven en la misma posición de antes, se acerco a él y sentándose a su lado, sin mirarlo dijo:
- Bien, ¿Qué querías decirme, enclenque?-
- No me digas enclenque – se quejo Yuuri casi en simultaneo, aliviando un poco la atmosfera tensa que los rodeaba. Wolfram no lo molesto de vuelta, su mirada perdida en algún punto lejano de la habitación, haciendo que Yuuri se callara.
Pasaron unos minutos en silencio.
- ¡¡Escúpelo ya!! – regaño Wolfram ya harto de la situación.
Yuuri volteo a verlo, algo intimidado por la actitud de su amigo pero aun así se decidió a hablar.
- Yo… quiero decir… esteee… yo…-balbuceo antes de ver como un aura roja se apoderaba de la silueta del rubio y unos ojos verdes se clavaban en los suyos con ira – ¡¡Yo quiero romper nuestro compromiso!! – soltó Yuuri lo más rápido posible, cerrando los ojos y levantando los brazos a la defensiva, por algún posible ataque del ya enojado rubio a su lado.
Cuando pasaron unos momentos y Yuuri comprobó que aun estaba con vida, recién se atrevió a mirar con el rabillo del ojo a Wolfram, los músculos tensos aun preparados para cualquier reacción violenta del mazoku.
- ¿Por qué? – susurro el rubio.
- ¿¿Eh?? -
No se esperaba esa pregunta, Yuuri siempre había creído que cuando llegara este momento el rubio estallaría, lo golpearía, lo encendería en llamas y lo haría pedacitos con su espada, tantos que nadie podría encontrar su cuerpo. Terminando su compromiso tan violentamente como había comenzado. Nunca pensó que se encontraría a lado de un calmado Wolfram discutiendo el porqué de la ruptura de su compromiso.
- ¿Por qué Yuuri? ¿Por qué quieres romper nuestro compromiso? – Las palabras salieron casi como un vomito, por la expresión de Wolfram al decirlas.
Los ojos de Wolfram se clavaron en los de Yuuri, tan intensos que el joven rey, algo intimidado, trato de rehuir de ellos. Pero Wolfram lo agarro del mentón y volteo su rostro nuevamente para que lo mirara.
- ¿Por qué? Anda, dímelo Yuuri – volvió a repetir. Pero al ver que Yuuri no parecía querer decir palabra, añadió – De esto depende si acepte o no el rompimiento –
- Wolfram…- En cualquier otro momento Yuuri, hubiera protestado, se hubiera quejado de la injusticia que eso significada pero había algo extraño, inquietante, desconocido en aquel brillo que adornaba la mirada del mazoku, algo que lo impulsaba a hablar y a callar a la misma vez.
Dilo Yuuri…Dimelo mirándome a la cara. No quiero huir más. No quiero seguir pensando que cualquier migaja de cariño que me das, es una esperanza.
- Wolfram…yo…-
Es la única manera de romper mis esperanzas, la única manera en que te puedo dejar ir…
- Dime Yuuri ¿me amas? – pregunto Wolfram acercando el rostro de Yuuri, sus miradas conectadas, sus labios casi tocándose.
- Yo…lo siento Wolfram… no puedo. No puedo hacerlo - Susurro Yuuri, su corazón estrujándose. Fue en ese momento que Yuuri se sintió avergonzado de si mismo. Como si no hubiera tratado lo suficiente, como si le hubiera fallado a una de sus personas más queridas, a una de las que más cerca había estado de el.
- ¿Por qué no puedes amarme Yuuri? – continuo presionando Wolfram, casi como guiándolo a la respuesta que ambos sabían.
Destruye esto que hay dentro de mí para que pueda ser lo que tú siempre quisiste… Una mano pálida toco su similar en el regazo de Yuuri, entrelazándose. Ninguno pareció darse cuenta, perdidos en el trance que era la conexión de sus miradas.
- Porque yo la amo…- respondió Yuuri casi como en trance. La mirada aun perdida en las esmeraldas que eran los ojos de Wolfram. El rubio le sonrió, una curva chueca, que se veía casi antinatural en ese hermoso rostro.
Gracias Yuuri…
- Esta bien Yuuri. Todo va a estar bien…- susurro Wolfram para luego posar un suave beso en su mejilla izquierda.
La conexión se rompió y Wolfram salió tan silenciosamente que Yuuri no se dio cuenta hasta que escucho el sonido de la puerta al cerrarse.
No volvería a ver a Wolfram hasta tres días después.
El escuadrón de Wolfram era especial. No porque fuera el más fuerte (el de Conrad) ni el más organizado (el de Gwendal) sino, tal vez por ser el más unido. Muchos de ellos habían crecido casi a la par con el príncipe y podían distinguir ciertos cambios en su comportamiento, tanto como su comandante podía distinguir de ellos. También entendían que su comandante no soportaría quedarse en el castillo una vez sucediera lo que todos temían.
Era algo para la que ya se estaban preparando, no era un secreto las atenciones que tenía el Rey Yuuri para con la joven que ahora frecuentaba el castillo. Los rumores hace mucho tiempo se habían dispersado por todo el castillo y ya casi por todo Shin Makoku probablemente.
Es así que ninguno de los jóvenes se sorprendió al ver a su comandante en la puerta, semidesnudo, con solo un camisón de mujer puesto, ni tampoco protestaron cuando el rubio entro sin decir palabra y se encerró en uno de los cuartos. El de Alfred por suerte, pensaron algunos. Mientras el susodicho suspiraba y maldecía su mala suerte. Pronto, se escucharon los gritos e insultos hacia el rey Yuuri y a la que tal vez sería muy pronto la reina Giselle y unos cuantos nombres más que no llegaron a distinguir porque se empezaron a escuchar golpes, probablemente de los muebles al ser aporreados y tirados de un lugar a otro, y destellos por las comisuras de la puerta, que de seguro eran fuego.
- Pobre Alfred… ¿Acaso no acababa de comprar esa cama? –
Un estruendoso golpe.
-….Y esa mesa también - añadió Alfred.
Una carta llego al despacho de Gwendal. Wolfram se ausentaría de sus obligaciones indefinidamente decía y donde estaría si era necesitado para algo aunque no se recomendaba que se le intentara contactar a menos que fuera absolutamente necesario (guerra, holocausto o cualquier desastre similar). Gwendal dejo salir aire mientras con sus dedos se tocaba las sienes, ya sintiendo las venas palpitar y, como siempre, el estrés subir.
Aunque era el sello distintivo de Wolfram, la letra no era la suya.
Si Wolfram le ha dado la potestad a otra persona para que escriba, eso quería decir que estaba imposibilitado para aquello. Lo suficientemente afectado para que ni siquiera pueda hacer eso…
¡Maldición! Los jóvenes y sus problemas…hablando de problemas…pensó mirando al Maoh sentado al frente suyo firmando papeles. Este es el que los acusa y en demasía…
- ¿Pasa algo? – pregunto Yuuri al sentir la mirada del mayor sobre él.
No pienso decírselo, terminara empeorando las cosas…
- Nada, su majestad, continúe trabajando que hoy tenemos demasiado que hacer – y como si la boca de Gwendal estuviera maldita, al momento, entro Günter con una enorme columna de papeles que firmar.
La cena transcurrió en silencio. Un silencio pesado y tenso que Yuuri juraría si un alfiler cayera al suelo, el sonido retumbaría por toda la habitación. Incluso Greta permanecía callada, algo extrañada aun, viendo a Wolfram (como todos en la habitación) sentado unas sillas mas allá y no a lado de Yuuri como acostumbraba.
El presagio de un mal porvenir.
Escucharon al rubio suspirar, dejar sus cubiertos y la comida que casi no había tocado para luego pararse.
- Tengo un anuncio que hacer – dijo Wolfram, hastiado de sentir como lo miraban.- El compromiso entre su majestad Yuuri y yo ha terminado – y sin darle tiempo a nadie a decir nada, salió rápidamente de la habitación.
Los hermanos mayores de Wolfram cruzaron miradas y muy pronto, se vio a Conrad salir detrás del joven de cabellos rubios.
- ¡Wolfram! ¡Espera Wolfram! – gritaba Conrad tratando de alcanzar a su hermano menor y cuando lo hubo logrado lo tomo del hombro para que se detuviera.
- Cállate, estas causando un escándalo. - la voz de Wolfram sonaba rara pero no tuvo tiempo para preocuparse, ya que el joven mazoku se había soltado y con un débil movimiento de su mano le señalaba que lo siguiera.
Caminaron unos minutos en silencio hasta llegar a su destino. Conrad distinguió en sus recuerdos que este era uno de los jardines en los que solían jugar de pequeños, cuando Wolfram aun lo consideraba su hermano.
- Lo siento Wolfram –
- Tonto ¿Por qué te disculpas? –
- Si tan solo hubiera sabido que esto iba a pasar –
Que Yuuri te iba a romper el corazón en mil pedazos…
El hombre fue tomado por sorpresa cuando sintió unos brazos cruzarse entre su cintura y como Wolfram escondía su rostro en su pecho.
- W-w-wolfram? – dijo Conrad débilmente, su voz temblando. ¿Desde hace cuanto Wolfram no lo abrazaba de esta manera?
- Esto no es lo que piensas Conrad… yo aun no te he perdonado.- murmuro Wolfram, sus palabras apenas reconocibles al ser dichas en el pecho del mayor. -Solo esta noche. Dejame esta noche…- la voz del rubio se quebró y Conrad sintió como sus chaqueta se mojaba y la humedad le hacía sentir frio en el pecho, en el corazón.
- Esta bien Wolfram. Todo va a estar bien – Repetía una y otra vez Conrad rodeando entre sus brazos a su pequeño hermano, acariciando suavemente sus cabellos rubios. Como lo había hecho cuando eran niños y Wolfram iba a su cuarto y se dormía con él, luego de haber sido asustado por una pesadilla. Como lo había hecho cuando Wolfram rompió su espada de juguete favorita, la espada que su querido hermano mayor le había regalado o cuando se le perdió aquel peluche que Gwendal con tanto cariño le había hecho.
El menor sintió los ojos pesados y por primera vez en mucho tiempo se dejo llevar por un sueño tranquilo.
Esa noche Wolfram durmió entre los brazos de su hermano (3).
- Wolfram necesita desfogarse - dijo Conrad mirando a su hermano mayor y este se limito a negar con la cabeza. – Creo que lo mejor sería admitir esta petición –
- No lo ayudara huir de sus problemas, ya está lo suficientemente grande como para-
- Y por eso mismo, Wolfram necesita pasar tiempo fuera y pensar en lo que está pasando, peor será si se queda en el castillo…ya has visto como se pone cuando ve a Yuuri y a la señorita Kaufmann juntos – Gwendal chasqueo la lengua molesto.
El comportamiento de Wolfram había sido más que errático y vergonzoso desde que el rompimiento del compromiso había sido hecho público. Cada vez que él y la pareja se cruzaban en los pasillos, inclinaba la cabeza y se retiraba sin decir palabra alguna (algo más de lo que Gwendal se esperaba con el explosivo carácter de su hermano menor pero que aun no era suficiente) Y que el rey aceptaba ese acto de insolencia con una débil sonrisa. Sabía que el joven de cabellos oscuros no se atrevía a reprender a Wolfram por miedo a que fuera actuar de mala manera. Pero aceptar tal tipo de insubordinación no le haría nada bien a la imagen del joven rey. Y sobre todo, dejar ir a Wolfram a cualquier lugar sin ningún tipo de protección, era algo que le incomodaba en demasía.
- No irá solo, su escuadrón lo va a acompañar – y como cualquier hermano mayor que se respete añadió – y para asegurarme enviare a Yozak con él. –
- Lo mimas demasiado – dijo Gwendal en tono resignado.
- No soy el único, hermano – la sonrisa juguetona que apareció en los labios del hermano menor le hizo entender que Conrad sabia su pequeño secreto.
Ya que Wolfram no había aparecido por su habitación no solo una sino dos noches…
- Reporte Soldado -
- No hay nada, su excelencia –
¿Sorpresa? Para Wolfram no lo era, estaban varados a mitad de la nada. La nieve caía constantemente y el viento era implacable, lo que había hecho difícil su llegada hasta ese lugar. Se suponía que ellos eran los que darían respaldo a los comerciantes que viajaran a la parte sur de Shin Makoku para resguardarse del frio invierno que los esperaba. El pequeño problema con esto era: ¿Qué persona siquiera pensaría en salir o siquiera viajar en una tormenta como esa? Lo más seguro era quedarse en el lado norte y eso es lo que más probablemente todos los comerciantes habían hecho.
Así que aquí estaba Wolfram von Bielefeld, helado hasta las puntas de los pies, a punto de convertirse en un muñeco de nieve a escala natural y con vida. Maldecía a su conciencia haber aceptado esta estúpida misión sabiendo que sus hermanos mayores jamás lo dejarían ir a algo demasiado importante y que mayormente calificaba como misión peligrosa.
- Deberíamos regresar, su excelencia – dijo Yozak a su lado también creyendo lo mismo que Wolfram acerca de esta misión y que Wolfram juraría estaba aquí en otra muy diferente como era el "cuidar del hermano pequeño de Conrad"
- Partiremos en la mañana – dijo Wolfram y como si sus palabras fueran magia los hombres a su cargo salieron corriendo hacia el campamento, sin duda sintiendo tanto frio como Wolfram.
- Pobrecito su excelencia, debe estar muriéndose de frio, ¿no desearía que yo lo caliente? – escucho susurrar a Yozak en su oído.
Wolfram bufo molesto y sin darle respuesta dirigió su caballo hacia el campamento.
- Ahh, Conrad, el sí que no sabe tomarse una broma…- comento el pelirrojo mirando el panorama con una pequeña sonrisa.
Despertó con ganas de ir al baño.
Se levanto como pudo y entre tratar de despertar sus adormecidos músculos y evadir los cuerpos de sus soldados que se encontraban en el suelo fue toda una hazaña. Cuando por fin logro una distancia considerable del campamento, lo suficiente para que nadie lo viera pero no demasiado para no perderlo de vista ya que no quería perderse en esta espantosa tormenta. Se dispuso a terminar con lo que había venido, apenas llego a desabrochar el cinturón cuando distinguió por el rabillo del ojo, una silueta humana entre la nieve.
Sorprendido y curioso se abrocho los pantalones nuevamente y agarrando bien la empuñadura de su espada se abrió paso entre la furiosa tormenta hasta llegar al lugar donde creía haber visto aquella sombra.
No había nada excepto dos pequeñas impresiones en la nieve. Se arrodillo para poder verlas mejor y mientras lo hacía no se dio cuenta de un destello en la lejanía.
- Argh!! – un quejido salió de los labios del rubio al sentir que algo le había caído y entrado en el ojo derecho. Con una mano fuertemente apretada en el ojo herido se dispuso a regresar al campamento.
Nadie, excepto Yozak, noto que se había ido. Wolfram entro a una de las tiendas de campaña, buscando entre sus cosas un espejo. Y cuando lo encontró pudo comprobar que lo que fuera que le había caído en el ojo no había causado ningún daño. Solo estaba un poco enrojecido, seguramente por la frotación que Wolfram había estado haciendo para tratar de aliviar la molestia.
Convencido de que solo había sido un copo de nieve y no había daños mayores, Wolfram regreso a dormir.
FIN CAPITULO 1
(1) Wolf es demasiado celoso de Yuuri y no duda en demostrarlo eso todos lo sabemos pero por ejemplo cuando Saralegui se quedo en el castillo y Yuuri lo acompañaba, Wolfram se quedaba callado, algo que me parecia extraño y esta es la única explicación que encontré.
(2) Creo que Wolf y Shouri nunca podrán llevarse bien. Porque aunque el hermano de Yuuri crea que Wolfram es uno de los protectores de su hermano es también el que grita que el tonto de Yuuri es su prometido así que siendo Yuuri su pequeño hermanito lo verá más como un pervertido y es que aunque muchas no queramos Wolf si es un pedófilo, le lleva a Yuuri mas de 50 años no? Aunque emocionalmente tal vez sea lo contrario…-_-
(3) que puedo decir, me encanta la relación que tienen estos hermanitos. Puramente platónica para los que estén pensando otra cosa… malpensados.
Notas: esto es lo que pasa cuando KKM y un anime de la mujer de las nieves que ya no me acuerdo el nombre se encuentran…que pasara después… chan…chan…CHAAAAN. Y disculpen las faltas de ortografia. Reviews?
