CAPITULO 1
Beckett miró a Castle de reojo, nunca lo había visto con esa expresión en el rostro. Sabía que sentía decepción por lo que Sophia le había hecho creer, y angustia por no haber podido aclarar el tema de su padre.
-¿Crees que haya estado diciendo la verdad… acerca de mi padre?- preguntó intentando no parecer tan afectado. – Digo, eso explicaría porque desapareció por completo. – Castle perdió su vista en la pared del fondo intentando ordenar sus ideas y tratando de reconocer los sentimientos que lo invadían.
Kate lo miró por un par de segundos, quería hacer algo por él, quería ser capaz de responder las preguntas que seguramente le daban vuelta la cabeza, así como él le ayudo a responder las preguntas acerca del caso de su madre.
-Creo… que Sophia dijo muchas mentiras. – volvió rápidamente de sus pensamientos.
Castle intentó parecer normal, pero la sola idea de que Sophia podría haber dicho la verdad lo atormentaba.
Beckett contemplo el rostro de Castle. Sabía que estaba intentando convencerse a sí mismo de que todo había sido invención de Sophia, pero la incertidumbre e impotencia se le veía en los ojos.
-Debe ser difícil… Descubrir que era una traidora, especialmente después de basar a Clara Strike en ella y todo. – Intentó hacer que Castle se desahogara.
-Bueno, Clara empezó siendo como Sophia, pero terminó siendo más como tú, sabes. – respondió orgulloso. – Inteligente, feroz, amable. Creo que es una de las razones por las que te escogí a ti – el corazón de Kate se detuvo al escuchar esas palabras. – como musa. – Aclaró para traerla de vuelta a la tierra. - ¿Crees que el Dr. Blakely estaba en lo cierto sobre el detonante?¿De verdad hemos salvado el mundo?- Preguntó sintiéndose afortunado por haber sido parte de aquello.
-Creo que salvamos la vida de una pequeña niña, y eso es suficiente para mí. - intentó conformarse con lo que habían hecho, pero aún Beckett sentía que podía hacer algo.
Ambos abandonaron la sala de reuniones en donde habían estado conversando. Beckett sabía lo complicado que era todo aquello para Castle, para ella también lo era. El caso en general, Sophia, el padre de Rick, ella y él atrapados en el automóvil mientras se hundía en el rio Hudson, era demasiado para un par de días y no sabía si tomarlo como una de las tantas aventuras riesgosas que terminaban bien, o como una advertencia de que en cualquier momento algo podía ocurrir y el no haberse dado una oportunidad sería su mayor arrepentimiento.
Beckett dio un pequeño empujón a Castle como demostrándole su apoyo. Él había estado para ella muchas veces y esta vez era él el que necesitaba ayuda, y tal vez todavía había algo que podía hacer.
-¿Me disculparías un segundo?- dijo Beckett dejando su taza de café sobre su escritorio intentando parecer normal.
-Claro.- Respondió distraído.
Hizo una finta y rápidamente se metió en el ascensor esperando que el agente Danberg no se hubiera marchado todavía.
Al momento en que las puertas se abrieron, Beckett pudo ver al agente Danberg caminando calmadamente hacia la salida principal del precinto en donde lo esperaba un automóvil blindado y justo antes de que subiera a él, lo detuvo.
-¡Agente Danberg! – Alzó la voz para que el hombre la escuchara.
Este se volvió y se sorprendió al ver a Kate acelerando el paso hacia él.
-¿La puedo ayudar, Detective? – Ofreció amablemente.
-La verdad es que si…- Dudó un segundo. -Sé que todo agente de la CIA tiene una imagen que proteger y creo que lo comprendí luego de que todo esto se acabara. Y sé también que es muy poco lo que pueden revelar de ustedes mismos, pero me preguntaba si tal vez me pueda ayudar a encontrar a alguien. – Finalizó rápidamente.
Danberg la miró con el ceño fruncido la verdad es que quería ayudarla pero no sabía bien de que se trataba todo aquello.
-Sophia engañó a todo el mundo. A los de la CIA a Castle, a usted y a mí, pero lo que dijo acerca del padre de Castle… eso me pareció cierto. - No sabía cómo poner el tema sobre la mesa sin revelar sus sentimientos al cien por ciento. Danberg la miró confuso.
-Detective, como usted dice, Sophia nos engaño a todos durante muchos años, no sé si tomar su palabra sería algo sensato…
-No estoy pidiendo que me de la información completa, solo le pido que si sabe algo, cualquier cosa, por muy pequeña que sea me serviría. – Acabó intentando no sonar insistente.
-¿Por qué es tan importante para usted encontrar a ese hombre?- Preguntó curioso.
- Rick Castle es un gran hombre y amigo, me ha ayudado mucho. Es una manera de devolverle la mano, siento que se lo debo. De verdad espero que pueda ayudarme – Danberg miró directo a los ojos de Kate como intentando encontrar algo que le causara desconfianza. Sin embargo sentía que Kate estaba siendo honesta con él al exponerle sus motivos, y creía en la inocencia de su petición.
-Detective, hay mucha gente trabajando en la CIA y es muy poco lo que podemos llegar a saber de un agente sin entrar a la base de datos, y aunque no le prometo encontrar aquel hombre, veré qué puedo hacer para ayudarla.- Sonrió complaciéndola.
-Gracias. – Dijo a modo de despedida mientras Danberg subía a su auto y se marchaba de ahí.
Encontrar al padre de Castle era la única manera de devolverle la mano, por todo lo que él había hecho por ella. Pero no lo hacía solo por tener el sentimiento de deuda con él, sino también porque quería verlo feliz.
Castle estaba sentado en la silla de costumbre al lado del escritorio de Beckett recordando lo vivido en las últimas horas con Sophia y se dio cuenta de que había algo más que daba vueltas en su cabeza: La reacción de Becket. Castle conocía a Kate, y sabía que le molestaba la idea de que él hubiese tenido una relación con la musa inspiradora de Clara Strike, o más bien que no se lo hubiese dicho antes. Kate era una mujer de carácter fuerte y a pesar de no reconocerlo sentía celos y las últimas horas trabajando en ese caso era como una guerra de titanes en la cual la experimentada Clara Strike se enfrentaba a la innovadora Nikki Heat.
-¿Estás bien?- Sintió la voz de Beckett quien parecía llevar un rato mirándolo. No la había sentido acercarse
- Si. Solo necesito un poco de tiempo para digerirlo todo. – Contesto honestamente
- Puedes ir a descansar Castle. Yo me iré dentro de un rato. – Comentó.
- Creo que lo único que me vendría bien en este momento es un whiskey – Dijo poniéndose de pie. – ¿Quieres venir? – Intentó no poner a Kate en una situación incómoda pero sabía que su compañía le haría bien.
- Lo siento Castle, debo terminar el reporte para Gates. Es difícil dar detalles del caso. – Explicó breve. Quería ir, pero si no le entregaba a Gates los informes que tanto pedía, era capaz de quitarle la placa.
- No te preocupes. Entiendo. - Esbozó una sonrisa.
-¿Te veo mañana? – Pregunto Beckett preocupada.
- Como siempre. – contestó volviéndose para dedicarle una mirada y a los pocos segundos se perdió en el ascensor.
Beckett miró hacia abajo en donde se encontraba un formulario que debía llenar con los detalles del caso, pero debido a la particularidad de éste, solo tendría que intentar explicar algo con el fin de no dejarlo muy explicito.
Castle entró al bar de costumbre, The Old Haunt tal vez lo podría traer de vuelta a la realidad. Saludo a los barman y se sentó alejado de la multitud. Pidió su whiskey como de costumbre y de pronto recordó el rostro de Sophia tirada en el suelo frente a él. Era cierto, las cosas no habían terminado bien entre ellos, pero no era lo que quería para ella.
-¿Te importa si me siento aquí? – Castle levanto la vista y miró al hombre que se dirigía a él.
-No, para nada – Mintió fingiendo una sonrisa.
Los hombres permanecieron unos instantes en silencio uno al lado del otro, cada cual perdido en sus pensamientos.
-Un whiskey y la melodía de un piano parece ser la mejor receta para olvidarse de los problemas. – Castle volvió a mirarlo, debía tener muy mal aspecto para que el hombre le hubiese diagnosticado tan certeramente en tan poco rato.
-Solo ha sido un largo día.- Explicó breve.
- Dímelo a mí. – Sonrió el hombre. – trabajar todo el día para luego llegar a casa a encontrarme con la persona que menos quieres ver. – respondió el hombre con mal aspecto. –No te lo tomes a mal, pero alguien debería advertir a las parejas antes de casarse. – Castle sonrió empático, tal vez hablar con alguien le haría olvidar su problema. - ¿Eres casado? – Pregunto el hombre al notar el interés de Rick.
-Dos veces divorciado- indicó aliviado.
El hombre se giró un tanto para crear una atmosfera entre ambos.
-Entonces sabes de lo que hablo. – El hombre alzó su vaso como queriendo hacer salud por la mala suerte y Castle respondió bebiendo todo lo que quedaba en su el suyo.
-Si me preguntas a mí, creo que a un hombre deberían advertirle acerca de todas las mujeres con las que esta. – Hizo alusión a Sophia.
-Entonces si es por una mujer.- Concluyó el hombre sonriendo.
-Algo así, pero me alegra que se haya acabado. – Intentó dar una pista de su situación.
- Soy Russ. – Dijo el hombre presentándose mientras le estrechaba la mano.
-Rick. –Respondió Castle del mismo modo. – ¿Entonces piensas que te casaste con la mujer equivocada?. – Sonrió Castle
-No. – Castle lo miró extrañado. –Sé que mi mujer es la mujer perfecta, el problema es que ella no lo sabe.
-Díselo. –Aconsejó –Los hombres por naturaleza reaccionamos cuando creemos haberlo perdido todo, sin embargo no aprovechamos el tiempo que tenemos día a día. – Pensó rápidamente en lo farsante que se sentía al estar diciendo eso considerando su historial con Beckett.
-¿Eres algún tipo de Dr. Amor o algo por el estilo? – Preguntó el hombre al tiempo en que le pedía al barman otro whiskey.
-Solo hablo por la experiencia. – Repitió el gesto del hombre y rápidamente llegaron los dos whiskeys a su sitio.
- Tener dos divorcios no me sueña a buenas experiencias. – Bebió el hombre un poco más
- Eso no significa que no haya encontrado a la mujer perfecta. – Sonrió recordando a Beckett: su pelo, sus ojos, sus labios, su aroma.
-¿Entonces porque estás ahí sentado y no estás con ella?- Dijo en tono desafiante.
-Por la misma razón por la cual estas aquí y no en tu casa. Sé que ella es la mujer perfecta para mí, pero no sé si seré yo el hombre para ella. – El hombre se quedó pensativo un momento, y el silencio volvió a reinar entre ambos.
Luego de cruzar otras pocas palabras, Castle pidió la cuenta. Era hora de marcharse. Se puso de pié y estrechó la mano del barman que lo había atendido dando una generosa propina como era de costumbre. Se dirigió a Russ, quien se veía borracho en el mismo asiento en el que había estado toda la noche.
-Hey Rick, siento pedirte esto, pero te molestaría compartir el Taxi. – Castle lo miró con compasión por su estado, y sin pensarlo dos veces lo ayudó a salir de ahí.
Beckett miró su reloj de pulsera, era pasada la media noche y aún estaba en el precinto. Había terminado los informes para Gates más tarde de lo previsto, pero la adrenalina del día aún le permitía ponerse al día con trabajo atrasado.
-Detective Beckett- Una voz conocida la tomo por sorpresa.
-¿Alexis, qué es lo que haces aquí todavía?- Preguntó preocupada al momento en que volvía a consultar la hora con su reloj.
- La Dra. Parish me autorizó a ver como realizaba una autopsia a una víctima apuñalada que… -Se detuvo en seco al ver la expresión de Beckett. – Lo siento. –Se disculpó de inmediato mientras Beckett le ofrecía el asiento que usaba Rick.
-Veo que no tienes problemas trabajando aquí. – Sonrió intentando entablar una conversación.
-El único problema que veo es mi papá sienta que estoy invadiendo su espacio... o el de ambos.- Beckett sintió que se ruborizaba de a poco. Sabía que Alexis se refería al incidente que habían tenido en la sala de autopsias cuando ella y Castle discutían el hecho de que él se hubiera acostado con Sophia.
-No te preocupes, ya se acostumbrará. – Respondió sin mirarla. – Escucha Alexis, lo que dije ayer, con respecto a tu padre y sus parejas, lo lamento, debí acordarme que estabas ahí. Lamento haberles puesto en una situación incómoda.- Dijo finalmente sin pensar mucho.
-Está bien detective, no se disculpe conmigo. A veces las personas que estamos afuera comprendemos el problema mucho mejor que los que están dentro de él. – Soltó sin titubear dejando a Kate anonadada y confundida con su comentario.
-uhmm… tu padre y yo… entre nosotros no hay ningún "problema" – Aclaró
- Ve a lo que me refiero. –Insistió con su teoría. – Por cierto, ¿Dónde está el? – Dijo mirando a su alrededor.
-Se fue hace varias horas. – respondió volviendo a consultar con su reloj.
-¿A dónde?, Mi abuela llamó hace unos minutos y me preguntó por él. – Beckett tomó su celular y marcó en speed dial. Sonó cinco, seis, siete veces, pero nadie respondió. Castle normalmente cogía todas sus llamadas y nunca se demoraba más de cuatro tiempos en contestar.
-Ven conmigo, creo saber donde puede estar. –Se levanto de su silla, tomo las llaves de su auto y salió al ascensor seguida por Alexis.
Estacionó el auto justo afuera de The Old Haunt, sabía que Castle se encontraría allí. Ordenó a Alexis a quedarse en el auto mientras ella iba por Rick.
Cuando entró vio el lugar medianamente vacío. Normal para la hora que era. Recorrió el lugar con la vista rápidamente pero no lo encontró. Beckett se acercó a un barman que estaba limpiando la barra.
-¿Qué le puedo servir? – Preguntó el hombre como de costumbre.
-Nada, ando en busca de Richard Castle. – Sonrió.
-Estuvo aquí hace varias horas, pero se fue a eso de las diez. Bebió un par de whiskeys y se fue con el hombre con el que conversaba. – Respondió con tono normal.
-¿Qué hombre? – Preguntó un tanto preocupada.
-No recuerdo haberle visto por acá. Pero salieron juntos a tomar el un taxi. –Alzó las cejas.
Beckett saco su móvil del bolsillo y marcó una vez más al teléfono de Castle, dio un último vistazo al lugar y salió de ahí. Cuando llegó afuera vio que Alexis estaba de pie y de espalda a unos cuantos metros del auto.
-¿Alexis?- Preguntó al mismo tiempo en que la hija de Castle se daba vueltas y le mostraba el celular que había encontrado tirado en el suelo. Lo reconoció inmediatamente. Se acercó y vio que la pantalla le indicaba la última llamada perdida de "Beckett".
-¿Dónde está? – Sus miradas se cruzaron expresando los mismos sentimientos: Miedo y Preocupación.
CONTINUARÁ...
