Somewhere only we know

Todo era obscuridad, la guerra había comenzado unas horas atrás, un joven corría a toda prisa, su cabello rubio antes impecable ahora estaba despeinado, con algunos mechones bañados de sangre, su ropa que siempre permanecía limpia ahora se encontraba llena de tierra y rota de algunas partes.

Miraba a todas direcciones, todo parecía pasar en cámara lenta, cuerpos sin vida se encontraba por doquier, de vez en cuando se encontraba con charcos de sangre que no tenía distinción simplemente era roja, no se podía saber si era mestiza, limpia o sucia era solo sangre y él lo había entendido muy tarde.

Después de que el trio dorado lo hubiera salvado de una muerte segura en la sala de los menesteres, se había asegurado de seguir a uno de sus integrantes, a Hermione Granger, no sabía por qué, no le encontraba la lógica, pero por primera vez estaba haciendo lo que su corazón le indicaba que era lo correcto.

La seguía a una distancia considerable, le cubría la espalda y la protegía, no dejaba de cuestionarse porque lo hacía, pero de algo estaba seguro, esa noche daría su vida si era necesario para mantenerla a salvo.

Mientras combatía con los que supuestamente eran de su bando, miles de imágenes pasaban por su cabeza, la primera vez que llegó a Hogwarts, la primera vez que la vio, cuando la llamo "sangre sucia", el inolvidable momento en el que ella le dio un puñetazo, la primera vez que pensó en lo hermosa que era en el baile de navidad.

Por estar pensando en ella un rayo verde casi da en su pecho, pero él era ágil y veloz, lo habían entrenado duramente para esa guerra. Por un momento entro en pánico cuando miró hacia el alrededor y no había rastro de la castaña, pero luego la miró luchando como toda una leona en contra de dos mortifagos

"A caso es demasiado valiente o está completamente loca" pensó Draco mientras intentaba acercarse a ella.

Detuvo su andar cuando vio como ella caía lentamente, cobardemente la habían atacado por la espalda, reaccionó acelerando su paso, sin pensarlo atacó a aquel que la había dejado inconsciente, se incoó a su lado tomándola en sus brazos y tras unos segundos desaparecieron.