Holaa! Es la primera vez que publico en esta seción y que hago una historia de este tipo. Advertencia, va a ver yaoi a quien lo le guste, que no lea ^^
Disclaimer: ningún personaje me pertenece, solo son mios, la trama y el argumento ^^
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"mansión Hitachiin – 01:30"
Desde las sombras de la gran mansión de los Hitachiin, dos personas vestidas de uniforme discutían en susurros. A simple vista parecían una sirvienta y un chofer normales, pero si te fijabas bien ninguno de los dos llevaba el pin dorado que llevaban todos los miembros del servicio. Si a eso le sumabas que estaban discutiendo en mitad de la noche en el gran almacén de la cocina de la mansión… algo raro pasaba…
- No podemos esperar más—decía la mujer con el ceño fruncido—tarde o temprano se darán cuenta, cuanto más esperemos más posibilidades tendremos de que nos pillen.
El hombre no dijo nada por unos segundos, solo miró a la mujer pensando en sus palabras.
-hagámoslo hoy entonces—dijo cuando finalmente habló—los encerraré en el coche sin que se den cuenta y los llevaré a la ribera del rio. Allí nos encontraremos y tú te los llevaras a la nave. Me desharé de la limusina y volveré contigo. Después seguiremos con el plan.
La mujer asintió con la cabeza y suspiró. El hombre la abrazó.
-no te preocupes todo saldrá bien…- susurró el hombre para reconfortarla.
-eso espero—susurró también la mujer, recargándose en el hombro de él.
El hombre la abrazó por los hombros y juntos abandonaron el almacén.
"mansión Hitachiin – 06:00"
La luz que entraba por la ventana nos despertó a ambos. Kaoru intentó taparse con la sabana, pero no pudo moverse al tener mi brazo envolviéndolo. intentó quitárselo de encima varias veces y al no conseguirlo acabó usándome de escudo contra el sol. Una vez Kaoru dejó de moverse intenté volver a dormirme y cuando casi lo estaba consiguiendo las dos criadas gemelas entraron con el desayuno.
-Señores Hitachiin –dijo una—despiértense o llegaran tarde al instituto.
-aquí les dejamos el desayuno—dijo otra.
Abrí un ojo. Las dos estaban a los pies de la cama, esperando a que nos levantáramos. Me incorporé y las despache con un movimiento de mano, indicándoles que ya estaba lo suficientemente despierto. Ellas dieron media vuelta y se marcharon y en cuanto cerraron la puerta de la habitación volví a echarme a dormir y a rodear a mi hermano con el brazo. Este estaba despierto y me miraba con una sonrisa pícara en el rostro.
-deberíamos levantarnos—dijo sin moverse, dejando que lo abrazara—o si no llegaremos tarde al instituto.
-no veo que pongas mucho interés—le conteste.
-estoy cómodo así.
Se acurrucó contra mi pecho y cerró los ojos. Yo hice lo mismo y lo abracé más. Eran esos momentos con Kaoru los que me llenaban de paz, sentir la respiración de mi hermano contra mi piel era algo que no me gustaría que acabara nunca, pero todo lo bueno se acaba y cuando estaba quedándome dormido otra vez, las gemelas entraron para meternos prisa de nuevo.
Las eché de nuevo y esta vez si nos levantamos y tomamos nuestro desayuno, algo frio. Nos duchamos y vestimos por separado y preparamos las carteras. Bajamos los dos juntos y esperamos a que llegara la limusina que nos llevaría al instituto.
-qué raro que no esté aquí ya—comentó Kaoru—nunca hemos tenido que esperar.
-tienes razón, creo que ya va siendo hora de cambiar de chofer… este está dando muchos problemas.
-como el otro día que no recordaba cómo se llegaba al instituto... creo que hay que ser imbécil con la de veces que nos ha llevado…
-sí… en cuanto volvamos hablaremos con papá.
En ese momento la limusina pareció por la esquina y se paró en frente de nosotros. Abrí la puerta y dejé que Kaoru entrara primero, ante esto mi hermano sonrió. Una vez los dos dentro, la limusina se puso en marcha.
-¿Qué crees que nos tendrá Tamaki preparado hoy—me preguntó mi hermano mientras miraba por la ventana.
-alguna paranoia de las suyas—le contesté—algo como vestirnos de Hawaianos y bailar el hula… o de astronautas…
-¿de astronautas?
-tratándose de Tamaki… me espero lo que sea
Kaoru dejó de mirar el paisaje para mirarme a mí unos segundos antes de echarse a reír. Su risa me contagió y al poco rato estábamos riéndonos como niños. Creí escuchar un "clack" pero no le di mucha importancia.
- Hikaru ¿crees que Tamaki madurará algún día?—preguntó Kaoru, poniéndose repentinamente serio.
-¿sinceramente? No. Aunque creo que lo suyo es más un problema de inteligencia.
- eso pienso yo también.
En ese momento sonó una melodía en mi móvil que conocía bastante bien:
[b]tsumi wa kami ga boku wo utsukushiku tsukutta koto
kimi no hitomi ni utsutta boku ga ikenai no sa
batsu wa boku ga ai ni mitasare sugiteru koto
soredemo boku wa kimi wo aishite shimau darou?
GUILTY BEAUTY LOVE[/b]
-¿el señor?—dije en voz alta--¿qué querrá a estas horas?
Descolgué el teléfono y puse el manos libre.
-Tonoo –dijimos Kaoru y yo a la vez--¿a que viene llamar, si nos vamos a ver dentro de un rato?
-¡DENTRO DE UN RATO!—se escucho la voz de Tamaki desde el otro lado— ¡DEBERIAIS ESTAR AQUÍ HACE MEDIA HORA!
Nos miramos sin comprender… solo habíamos salido diez minutos más tarde de lo normal e íbamos más rápido también. Kaoru consultó su reloj, que efectivamente mostraba que llegábamos media hora tarde.
-Seguramente se habrá vuelto a equivocar de camino…—le dije a Tamaki.
Kaoru se acercó al cristal, que separaba la cabina del conductor y la parte donde ellos se encontraban, y dio tres golpes en el cristal. El conductor ni se inmutó. Pulsó el botón para bajarlo y no funcionó. Yo me dirigí hacía la puerta y me di cuenta de que estaba cerrada desde la cabina del conductor y que desde donde estábamos nosotros no se podía abrir.
-Tamaki, creo que estamos en problemas
-¿Cómo que en proble- --la voz de Tamaki empezó a oírse distorsionada asta que al final la línea de cortó.
-creo que no tenemos cobertura
-Hikaru ¿Dónde estamos?—me preguntó mientras miraba otra vez por la ventana.
El paisaje era totalmente nuevo para mí. Estábamos rodeados de bosque, sobre una carretera de arena, cerca de un rio. Entramos campo a través y seguimos por el bosque hasta que llegamos hasta la orilla del rio, donde había otro coche esperándonos. Del otro coche salieron tres personas con pasamontañas y pistolas y se acercaron al coche.
Kaoru se puso al lado mío y me rodeo la cintura.
-no m sueltes—dijo con la voz temblorosa.
-no te preocupes, todo saldrá bien—aunque ni yo mismo me creía mis palabras.
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¿Palizas? ¿Tomates? ¿Criticas constructivas? Solo denle al go!
Thanks for Reading!
