Disclaimer: Los lugares y personajes pertenecen a Cassandra Clare, esta no es una escena que salga oficial, si no pura imaginación mía

Sinopsis: Maxwell Lightwood ha sido apegado a sus tres hermanos, Isabelle, Alec y Jace, con este último teniendo una gran admiración por el rubio.

Pero desde su llegada a la ciudad de cristal, todos han estado absortos en sus preocupaciones y guerras internas, dejando a un lado por aquel caos a Max. Jace ha salido al Gard a buscar a Simon después de la "discusión" con Alec y Clary; Alexander no sabe que le ha afectado más, el hecho de que Jace tuviera la osadía de besarle en forma de "apoyo "a la relación de Magnus, o el brujo mismo, pero Alec, siendo un hermano atento a sus hermanos, nota aquel abandono hacia Max, pasando un momento de hermanos reconfortante, Hasta que Max, descubre algunos mensajes en el celular de Alec, con un sujeto llamado "Magnus Bane"


Alec inclinó la cabeza atrás y miró a Jace directamente a la cara.

—De acuerdo, lo haré— contestó—, si me dices adónde vas en realidad.

—Voy a subir al Gard —declaró Jace. —Voy a sacar a Simon de la cárcel.

Alec había ido a ver a su hermano menor, tenía que despejar su mente de todo aquello, y no es que le fuera sencillo después de aquella charla con Jace —y de aquel beso— [*], había sentido una punzada de culpa al encontrarlo en la biblioteca aún abstracto en aquel comic que Clary le había ayudado a leer, él no se había interesado en el libro ni mucho menos por que no entendía nada de aquel manga , pero en la forma que la tenía agarrado Max, lo desconcertó por completo.

— ¿Max?

El recién nombrado interrumpió su lectura al escuchar la voz de su hermano mayor, Alec sintió una calidez al ver a su hermano menor, envidiaba aquella despreocupada vida fuera de un cazador de sombras.

— ¡Alec! —chilló con entusiasmo, cerrando aquel libro, dejándolo en la mesilla de noche que había aun lado del sillón en donde Max estaba desparramado leyendo, la biblioteca era amplia, con libreros pegados en la pared repletos de distintos libros de tapa dura mayormente, y con el titulo impreso con letras doradas, o plateadas, títulos con lenguajes extraños para Max, haciendo que Alec se desconcertara mas por la ubicación de Max , ahora estaba de pie, enfrente suyo, descalzo, con aquella vestimenta simple que solo Max y él compartían a comparación de Isabelle o su madre, que siempre iban arregladas, una más que otra, con los ojos llenos de esperanza por un poco de atención.

Alexander se colocó en cuclillas, dirigiendo sus manos a su rostro apretando suavemente de su nariz, provocando que los lentes se le torcieran

— ¡Ay! — se alejó sacudiendo su cabeza para liberarse de la mano de Alec, y acomodarse aquellos lentes de pasta negra característicos del menor

Alec sonrió de forma cariñosa.

— ¿Qué haces en la biblioteca? —Preguntó a Max

Max torció su gesto de forma infantil.

—En realidad, es el único lugar de donde no me han echado por "una charla de adultos" — le dijo a Alec — incluso de mi propio cuarto fui echado — Agrego indignado.

Alec se encogió de hombros con una expresión compungida, tragando saliva con una sonrisa debil en su rostro, reafirmando sin lugar a duda , era mas sencillo hacer sentir a Alec que a Isabelle o Jace.

—Lo siento Max — se disculpó mientras dirigía sus brazos y manos por detrás de Max cargándolo; Max mantenía abrazado su libro mientras sacudía sus hombros riendo. —Ya sabes que a mamá no le gusta verte descalzo — comento a Max mientras sacudía sus brazos ligeramente de arriba hacia abajo.

—Pero mamá no ha vuelto —Agrego entre risas, mientras Alec comenzaba a caminar por la casa de los Penhallow, no era que fuera diferente al instituto de New York, llegando con facilidad al compartimiento de las habitaciones. Alec dio un puntapié a la puerta para abrirla.

La habitación tenía dos camas, una totalmente desordenada con un suéter deshilachado encima algunos libros, con las sabanas aun arrugadas como si recién alguien se hubiera levantado, y otra por totalmente ordenada tan escrupulosamente que Max identifico de quién era cada una, hecho una ojeada al armario, y mientras que las ropas de Jace eran formales, estando planchadas, las de Alec eran exageradamente similares por no mencionar los agujeros que se veían en algunos suéteres.

— ¿Y Jace?— pregunto alzando la grisácea mirada hacia la de Alec

Alec tenso su rostro por solo un instante.

—Salió — contesto tajante, sabía que no era la forma de contestarle a su hermano menor, pero por una vez, por una extraña vez, no quería escuchar sobre Jace, aun aquella charla permanecía en su cabeza como una runa en su piel, y también aquellos ojos amarillos de gato rondaban por su mente, últimamente había sido así.

— ¿Discutieron?

Alec bajo la mirada hacia sus brazos encontrándose con la sincera mirada de Maxwell, no le había afectado aquel tono de su respuesta, y no podía culparlo, solo era una rabieta consigo mismo, pensó Alec, mientras soltaba un suspiro

—No, solo...solo nuevamente hizo algo que no me pareció— contesto, esta vez dulcificando su voz y acostando a su hermano en su cama, haciendo a un lado los libros y prendas.

Max se acurruco aun costado de la cama e inclino su cabeza hacia a un lado, bajando su mirada hacia su libro y después a la azulada mirada de su hermano, que de un momento a otro se hallaba perdido en sus pensamientos, Max no sabía en lo que pensaba, y había escuchado tantas "conversaciones de adultos" que no sabía si Alec estaba metido en todo aquello, estaba casi seguro que así era, abría ya la boca para llamar la atención de Alec pero el mayor ya se hallaba mirándolo como si hubiera notado con anticipación que Max quería avivarle el animo o la preocupación

—Bien, entonces, ¿Cómo se lee eso? — pregunto con una sonrisa de medio lado.

Max sonrío ampliamente viendo como Alec se colocaba a su lado.

La habitación estaba iluminada por los rayos que entraban por la pequeña ventana de la habitación, Max se incorporó en la cama al sentir el frió entrar por aquella ventana, pestañeo varias veces viendo borroso y tanteando en la cama en busca de sus lentes, tocando por accidente a Alec, que estaba acostado mirando hacia él, solo que sus ojos azules estaban cerrados dejando ver —o al menos lo que podía ver a falta de sus lentes— sus largas pestañas obscuras, con algunos mechones cubriendo su rostro, traía una playera gris corta, y sus jeans deshilachados de color negro.

Alec se removió al sentir la pequeña mano de Max el cual la quito rápidamente, para evitar que su hermano se removiera a un mas y despertara, finalmente logro tocar aquellos familiares armazones colocándoselos , pestañeando repetidas veces, acostumbrándose a la poca luz de la habitación, la ventana estaba completamente abierta, haciendo que las cortinas se movieran ligeramente, podía escuchar el ulular del viento.

Max intento no tocar a su hermano, que estaba encima de las sabanas, y tenía el libro en una de sus manos. Al parecer ambos se habían quedado dormidos, Max explicando que ese tipo de libros se leía de derecha a izquierda, y Alec intentando entender los dibujos y estilos de lectura del manga.

Caminando sigilosamente a la ventana para cerrarla, que comenzaba a hacer temblar a Alec por el viento fresco que se adentraba , Max intento alcanzar la manija de la ventana, y cuando lo hizo miro con extrañeza atreves de ella.

No tenía cristal, desconcertado Max abrió y cerró la ventana —lo que prácticamente solo era el marco, a causa de Isabelle la cual había propuesto quitar con totalidad el cristal roto que había dejado Jace —, en un intento de asegurarse la ausencia del cristal.

—Ale-..—Max tenía medio cuerpo dirigido hacia su hermano dispuesto a preguntar sobre aquel nuevo descubrimiento sobre las ventanas sin cristal, cuando diviso en la mesa de noche de Alec que algo vibraba, no era el extraño artefacto que los cazadores de sombras usaban para saber si un demonio estaba cerca , no, era aquel artefacto llamado celular.

Celular de Alec.

Aun mas consternado que por la ventana hueca se dirigió al celular, Max sabía que ahí, en la ciudad de cristal, en Idris no había electricidad, ni señal para los celulares, tomo aquel artefacto en sus manos.

Deslizo los dedos en la pantalla y espero ver en aquel artefacto lo que Alec no mostraba, pero no era nada de eso, era un celular cualquiera sin algo extravagante. Ordinario como Alec.

Miro a su hermano y se sentó a un lado de él.

Abrió mensajes, y ahí, había sin duda lo que su hermano mayor no mostraba, lo había encontrado, se dijo victorioso Maxwell

Se encontraban los mensajes triviales mandados a Isabelle, a su madre y a su padre, pero algo que logro llamar la atención de Max fue en la sección de mensajes recientes.

«Magnus B.»

Había alrededor de siete o seis mensajes, que Max leyó, ninguno de ellos tenían respuesta. Miro a su hermano de soslayo, y con los lentes puesto, pudo notar aquellas medias lunas bajo sus parpados, Max recordaba más relajado a Alec en New York que en Idris

Miro nuevamente la pantalla, y con un movimiento lento en el celular comenzó a escribir.

»— ¿Magnus Bane?

No hubo respuesta.

»¿qien eres?

Max entrecerró los ojos, recordaba que Jace le había asegurado que —Quien— no se escribía así, justo cuando iba a corregir aquel pequeño error su mensaje subió, y un nuevo dialogo del lado izquierdo apareció.

«— ¿Alexander?

Max abrió sus ojos de par en par y miro a Alec nervioso, el aún seguía dormido, trago saliva, y movió sus dedos con la misma lentitud a falta de practica en aquellos aparatos

»—Me llamo Max.

«—...

«— ¿Max? El menor de los Lightwood, ¿estoy en lo cierto?

»—¡So!

«— ¿So?

»—Quise decir "si", lo siento, no suelo tomar este artefacto, menos en Idris. ¿Tú sabes por qué funcionan ahora los celulares?

«—Me preguntaba lo mismo, de cualquier modo, niño estoy ocupado...

»—No me digas así, además, no me has contestado, ¿quién eres?

«—Magnus Bane, no me sorprende que Alexander no me haya nombrado alguna vez.

»—En realidad, alguna vez te nombro, pero se puso nervioso, como la primera vez que había agarrado su harco. Espera, ¿es cierto que eres un brujo?

«—Arco pequeño...y sí.

Max levanto la mirada y contemplo por unos segundos a su hermano, se había removido y ahora se hallaba dándole la espalda, tiritaba por el viento que aun entraba por la ventana, pero Max no podía hacer nada y si lo arropaba se arriesgaba a que Alec despertara y lo pillara hablando con el brujo.

Se acostó, y tecleo algo en aquella pantalla táctil, una foto, de Alec de espaldas recien tomada, la habitación estaba en completo silencio, solo los resoplidos tranquilos se escuchaban

Colgó la fotografía junto a un texto.

»"Mi hermano está realmente cansado"

No hubo respuesta, ¿acaso estaban peleados también Alec y su amigo el brujo? Amigo.

»—Nunca creí que mi hermano se liara con un brujo.

La respuesta fue inmediata

«— ¿Liar?

»—Si, no creí que sería amigo de un brujo

»—Es decir, tampoco creí que tuviera amigos fuera del instituto exceptuando a los Pejalow

«—Penh...sabes, se ve mejor así, dejémoslo en Pejalow

Max se colocó boca abajo tomando el celular entre sus dos manos, estaba a media pregunta cuando sintió que Alec se removía, por un instante pensó que se había despertado y estaba a punto de lanzar el celular de Alec pero se detuvo cuando vio a su hermano removerse de forma extraña y lánguida, mientras hablaba. Ahora Magnus era el único cercano para preguntar así que no lo dudo.

»—Oye, mi hermno esta raro, me esta asstando

«— ¿Alec? ¿Qué pasa?

»—Esta dormido pero abla, y es raro

Tampoco hubo respuesta, Max frunció el ceño, no le gustaba que incluso por celular le ignoraran, estaba tecleando ya furioso cuando escucho a su hermano con más claridad.

Magnus

Max pestañeo, miro la pantalla y después a su hermano, busco con sus grises ojos un botón en la pantalla. Lo encontró, y lo presiono.

Magnus sabía que ya había tenido suficiente de los mensajes del menor de los Lightwood, también sabía que los últimos mensajes eran simple exageración pero no pudo evitar que una pequeña punzada de preocupación recorriera su mente, hace ya un tiempo que no hablaba de forma normal con Alexander.

A su alrededor tenía ya su magia circulando en la cabaña de su queridísimo amigo, Ragnor, acababa de leer aquel mensaje que había dejado Fell cuando su teléfono vibro, eso aumento una creciente angustia. En Idris aquellos aparatos no servían, y mientras su magia hacia su trabajo, él ya se hallaba mensaje ando con Max.

Guardo el celular en uno de sus bolsillos del chaleco de malla dorada que había optado por vestirse ese día, cuando aquel aparato volvió a sonar y vibrar insistentemente.

El gran brujo de Brooklyn era paciente, y tenía que admitir que aquella imagen de Alec dormido le había avivado el ánimo un poco, pero aquel niño sí que era insistente.

Saco su celular y noto que el menor de los Lightwood solo había mandado un solo mensaje.

Un video.

Extrañado espero a que cargara y lo reprodujo.

Alexander estaba dormido esta vez boca arriba, se removía como si estuviera teniendo una pesadilla, como, estaba teniendo una pesadilla, advirtió Magnus.

Tiritaba, apretaba su mandíbula tensó, justo cuando Magnus dirigía sus coloridas manos llenas de anillos para detener aquel video, Alexander hablo en el video.

—Magnus— susurro, mientras por momentos el cuerpo hacia un intento de relajarse.

Magnus sintió cierta culpa por estar enojado con aquel chico de ojos azules, nadie en Idris estaba teniendo los mejores momentos.

«—Son pesadillas pequeño Lightwood, todos las tenemos, solo tienes que saber cómo afrontarlas, ahora hazme un favor, y despierta a tu hermano. Es otra forma de quitarlas...

Magnus entrecerro los ojos, y sonrio de medio lado.

— Así que, Alexander, ¿soy tu amortiguador de pesadillas? — comento para si mismo y se vio interrumpido al notar dos extrañas precencias fuera de la casa solariega de Fell.

Perfecto, Clarissa y un nuevo pretendiente...


¡Hola! es mi primera vez en , y también mi primera vez narrando algo así, estaba releyendo los libros para continuar con los último, y actualmente me hallo apenas en ciudad de cristal, y leyendo al pequeño Max me fue inevitable realizar este texto.

Mi fuerte no es escribir como lo podrán notar, por lo que acepto criticas

Dicho todo esto, me despido, y gracias por leer.